Medio Oriente: El círculo vicioso de la democracia

Arielev
Sleepwalkings

Protesta en Douma, Damasco. Wikimedia Commons.

Hace décadas que las naciones de Medio Oriente están inmersas en diferentes tipos de conflictos en los cuales los actores principales van cambiando repentinamente sus papeles y pueden pasar rápidamente de ser enemigos a aliados, y viceversa.

Los objetivos de tales enfrentamientos varían entre el colonialismo económico y lo que se podría denominar como “encierro geoestratégico” que determina un posterior ataque a la nación acorralada (Nota: esto es lo que ocurrió con Irán, un país al que Occidente fue cercando cada vez más con el pasar de los años)

Los encargados de transformar a grupos de personas o políticos en terroristas son los medios de comunicación, que hasta no hace mucho tiempo realizaban constantemente informes sobre la cruda violencia de grupos como Al-Qaeda, terroristas que odian la democracia y, por supuesto, a naciones del primer mundo y civilizadas como Estados Unidos (sic)

En algún momento las reglas del juego cambian, y es necesario modificar a los actores del mismo, con el objetivo de no perder terreno en esta cruzada contra las naciones árabes que parece no tener fin. Sin darnos cuenta, esta agrupación terrorista  comandada hasta no hace mucho tiempo por el difunto Osama Bin Laden, se transformó en un aliado incondicional de la OTAN en el actual conflicto que se desarrolla en Siria, y  tiene como epicentro bélico a la ciudad de Damasco.

Ahora, entonces, las mismas personas y agrupaciones que degollaron a cientos de ciudadanos, que asesinaron niños y mujeres, y hasta la misma agrupación que, según informes estadounidenses, fue la culpable de los atentados del 9/11 (Al-Qaeda) se consideran como protectores de los derechos humanos y pro-democracia; al tener en cuenta esto último, la OTAN ayudó a estos a liberar al pueblo sirio de su malévolo dictador Bashar-al-Assad con armamento de última tecnología, cuestión que generó el levantamiento de Rusia y China a niveles poco vistos en el Siglo XXI.

Thierry Meyssan, intelectual francés y fundador de la Red Voltaire [1], ha dicho lo siguiente sobre esta cuestión:

Lo que más sorprendente resulta en esta situación es ver cómo los medios de prensa occidentales se autoconvencen de que los salafistas, los wahhabitas y los elementos armados de Al-Qaeda son individuos amantes de la democracia, a pesar de que siguen utilizando los canales de televisión vía satélite de Qatar y Arabia Saudita para lanzar constantes llamados a degollar a los herejes alauitas y a los observadores de la Liga Árabe.

No importa que Abdelhakim Belhaj (número 2 en la jerarquía de Al-Qaeda desde la muerte oficialmente proclamada de Osama ben Laden) llame a desencadenar la yihad en Siria. La prensa occidental sigue tratando de imponer su romántica versión de la supuesta revolución liberal. 

Muchas personas alrededor del mundo han visto con muy buenos ojos el suceso de la Primavera Árabe, a tal punto que se encargaron de emularla en protestas como el Occupy Wall Street; el problema es que tales movimientos se han ido deformando a sobremanera en Medio Oriente, llegando al punto en el que se asemejan más a una guerra civil que a una protesta social. Siria es un ejemplo  de este “mal levantamiento”, un mal levantamiento que fue provocado por la inteligencia Francesa (DGSE), Estadounidense (CIA), Británica (MI6) e Israelí (Mossad) del que luego se aprovecharían en cuanto a las consecuencias que dejaron en el camino.

Los conceptos de democracia, derechos humanos y libertad están siendo modificados en demasía por aquellos que manejan  todos estos enfrentamientos armados desde sus oficinas [2] ; estos mismos titiriteros son los que llevan a cabo el filtro que consideran necesario en boletines informativos en materia de Medio Oriente (ahora basados en Siria e Irán) para que quienes ayer fueron enemigos, hoy sean los mejores amigos de Occidente.

El conflicto en Siria está comenzando a encarar su recta final, pero mientras este se encuentra en su ocaso, hay otro que toma fuerza con el pasar de las horas. Me refiero al frenético crecimiento de las tensiones en Irán que, de no ocurrir algo inesperado, posiblemente termine en una guerra que muy pocos desean; aunque si se lo ve desde otra perspectiva, muchos desean [3].

Hoy los aliados son Al-Qaeda, los salafistas, los wahhabitas, el MEK y demás, no se extrañe, aunque suene paradójico, si en un futuro Hezbollá o Hamas se convierten en aliados de quienes hoy los odian “periodísticamente y diplomáticamente”. Éste es el efecto dominó del actual círculo vicioso de la democracia que todo lo permite.

Arielev

http://sleepwalkings.wordpress.com/2012/02/17/medio-oriente-el-circulo-vicioso-de-la-democracia/

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