Seres Plasmáticos «Lux»

 

Basado en un artículo de Federico Bellini.

NOTA: Este artículo no pretende ser la verdad absoluta, y está sujeto a posibles revisiones y actualizaciones futuras. 


El Lux es un Ser de Plasma Metamorfo que parasita aproximadamente al 80% de la población de nuestro planeta. En física y química, se denomina Plasma a un gas constituido por partículas cargadas de iones libres cuya dinámica presenta interacciones electromagnéticas de largo alcance entre las mismas. Con frecuencia se habla del Plasma como el Cuarto Estado de la Materia, después del Sólido, Líquido y Gaseoso. Mientras que sobre la Tierra la presencia de Plasma es rara, en el Universo constituye el 99% de la materia conocida. Este descubrimiento valió en 1970 el Premio Nobel en física a Hannes Alfvén por su modelo y teorización sobre la Cosmología del Plasma.

En este contexto nace y se desenvuelve el Alienígena que nos ocupa, promocionado por la corriente New Age como «Ser de Luz» y, como tal, bondadoso. El Lux proviene de zonas nebulosas de nuestra Galaxia —de localización imposible de determinar para nosotros— donde encuentran los elementos necesarios —formados de Materia y Antimateria— cuya interacción es capaz de generar formas de vida inteligente sin necesidad de cuerpo físico. Desde una perspectiva superior, este Alienígena corresponde a un tentativo in extremis por parte del Demiurgo Negro de gestar una base de vida alternativa con capacidad para operar con voluntad propia e independencia en nuestro Universo, donde ansía poder regresar algún día. Como si de un cáncer se tratara, el Lux se extiende imparable consumiendo hasta agotar toda la energía disponible a su alcance. Estas operaciones de verdadero drenaje energético las consigue mediante distintas modalidades y fórmulas de parasitaje o interferencia, tanto sobre humanos como en animales y Extraterrestres Corpóreos.

INTERFERENCIA

Sólo nuestra Galaxia está poblada por un número indeterminado de millones de Lux-Madre, a su vez subdivididos por una cantidad incontable de extensiones más pequeñas —en constante comunicación telepática vía plasmática— con libertad para asumir diversas formas (aunque suele adoptar la apariencia de un niño).

En el transcurso de su peregrinación por nuestra Galaxia —hace ya millones de años— esta raza entró en contacto con el Grupo de Poder Saurio, tal vez en la Nebulosa de Orión.

Durante mucho tiempo su vampirismo pasó inadvertido por esta raza. Posteriormente, decidieron establecer una relación de simbiosis mutualista: los Saurios necesitaban adquirir mayor conocimiento sobre el Universo para saciar su voracidad territorial de conquista planetaria; el Lux —por su parte— encontraba en este ser un Contenedor de impresionante fuerza en el que vivir cómodamente, y extraer gran cantidad de energía (aquí nace el mito según el cuál las serpientes son «Portadoras» de Conocimiento: el Conocimiento del Lux).

En realidad, el Lux no posee conocimiento real sobre el Cosmos, más bien muestra signos de inteligencia que responden a una estrategia instintiva de supervivencia. Los Saurios transmitieron este parásito a los Humanos Terrestres cuando reconquistaron la Tierra, que consideran de su propiedad. El Lux ha mantenido a la Humanidad sometida durante miles de años, contribuyendo a la creación de religiones, razas y culturas.

En casos de parasitaje extremo es posible apreciar un cambio en el timbre de la voz del sujeto que lo alberga, pasado a ser más aguda de lo habitual. A menudo, estos personajes son ridiculizados sirviendo como contenido de shows televisivos. Se observa la necesidad gregaria y la facilidad del sujeto-Lux para crear grupos.

Virtualmente se encuentra ubicado entre la Mente Consciente e Inconsciente, contando con herramientas de sugestión y fórmulas de emisión de pensamientos propios (ajenos al huésped), siguiendo un infantil mecanismo de recompensa-frustración con finalidades de drenaje energético. Antiguamente, dada la casi total inexistencia de materia plasmática sobre la Tierra, sólo podía transmitirse de sujeto a sujeto, y su eliminación temporal precisaba de una intervención de tipo exorcista. Actualmente, gracias al desarrollo tecnológico humano, puede desplazarse con extrema facilidad por todo el globo utilizando la red eléctrica y diversa aparatología doméstica diseñada para facilitar su trabajo, aunque una simple toma de luz es suficiente. Su eliminación definitiva puede lograrse a través de hipnosis y técnicas de Simulación Mental. Es necesario precisar que existen varios niveles de interferencia relativos al Lux que pueden ir desde modalidades silenciosas hasta las más histriónicas.

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