Ayer el grueso de los dos grandes partidos del Parlamento Europeo (socialistas y populares) tumbaron varias enmiendas que reclamaban austeridad a los propios eurodiputados: viajar en clase turista, no acumular dietas o congelar sus salarios.
Todas las iniciativas fueron promovidas por Izquierda Unitaria y Los Verdes. Todas fueron derrotadas. La red estalló: #eurodiputadoscaraduras. También el principal impulsor de la iniciativa, el eurodiputado portugués de Izquierda Unitaria, Miguel Portas:
No entiendo cómo hay aquí eurodiputados que no dudan en defender en nuestros países medidas de austeridad como reducción de salarios y pensiones, pero que cuando se trata de decidir sobre su propio dinero no se aplican esta austeridad.
No es normal que los eurodiputados que viajaron siempre en clase económica hayan pasado a hacerlo en primera clase desde que los vuelos se reembolsan contra presentación del billete y no por kilómetro.
#eurodiputadoscaraduras ya era para entonces tema del momento. Elena Valenciano, secretaria de Política Internacional y Cooperación del PSOE, tenía que salir al paso en su cuenta de Twitter: “no sabía que se votara esa enmienda ni ese informe”. “Parece que la enmienda estaba mal planteada, en el contexto de un informe no vinculante”.
La revuelta obligó al PSOE a trabajar hasta la madrugada. Aunque la “rectificación” consistirá en abstenerse y Elena Salgado va comentando a la prensa que este debate es “populista”. Pero al menos el PSOE parecía inmutarse y reaccionar.
La nueva y sangrante polémica llegaba cuando ya se había “enterrado” el caso del eurodiputado popular Pablo Zalba, que enmendó una ley al dictado de la presión de un lobby falso. Todavía no ha dimitido. Génova siempre calla. Ayer también.
Ni se inmutó ante la revuelta de los ciudadanos digitales que conseguían forzar a UPyD (vaya papelón) y al PSOE a “rectificar” el sentido de su voto. El PP no contesta. Hace mucho tiempo que los de Rajoy y Mayor Oreja han superado en desfachatez a los socialistas en Bruselas.
Afortunadamente queda la otra cara de la política. Eurodiputados como Raül Romeva (ICV) que ayer votó (junto a Oriol Junqueras) a favor de todas las enmiendas de austeridad. También de la congelación de sueldos. Con la misma determinación que defiende Internet de los lobbies y del bipartidismo.
No todos los políticos son iguales.