El secretario de Defensa de EEUU León Panetta hizo una visita a Madrid y mantuvo negociaciones sobre la cooperación tecnomilitar entre los dos países.

Ígor Kudrin analiza la nueva etapa de las relaciones bilaterales.

En los primeros años post-Franco España se ocupaba del auge de su economía y del empleo de la población. El líder de los socialistas Felipe González ni pensaba en el aumento del armamento, y tanto menos en el ingreso en la OTAN. Al trabajar en Madrid, yo era muchas veces testigo de los desfiles antimilitaristas cuyos participantes recorrían decenas de kilómetros. La exhibición de nuevos aviones norteamericanos en Zaragoza fue acompañada de vehementes protestas de los habitantes locales, cuya indignación superaba el rugido de los motores de dichos aviones. Sin embargo, pasaban años, el intercambio de delegaciones militares de EEUU y de España cobraba vigor. Llegó la hora y España completó las filas de la OTAN, lo que fue ruidosamente saludado por Washington. Se olvida la catástrofe aérea de enero de 1966, cuando cerca de Palomares, Andalucía, durante el repostado de combustible en vuelo un bombardero estratégico de EEUU B 52 con armas termonucleares a bordo entró en colisión con otro aparato. Murieron siete personas y se perdieron cuatro bombas nucleares. Tres de ellas cayeron a los campos de los agricultores y la cuarta fue hallada a los dos meses por el pescador local Francisco Orts. Más tarde me contaba con orgullo de este hallazgo y se quejaba de que los norteamericanos se hubieron olvidado de la recompensa prometida.

Desde entonces la población de Palomares disminuyó notablemente. Los turistas dejaron de visitar la localidad por miedo a la contaminación radiactiva y los campesinos cesaron de cultivar legumbres en el terreno contaminado. El baño ostentoso del embajador norteamericano y de un ministro español en el mar no tranquilizó a los poblanos. EEUU, al empezar la descontaminación del terreno, poco después la aplazó para mejores tiempos que no han venido hasta la fecha. Desde entonces, en un intento de justificar la vieja desgracia, no pocos políticos, presidentes y secretarios de Estado visitaron Madrid. Pero Palomares se quedó en la memoria popular como un lugar de perdición.

Ahora el jefe del Pentágono llega de nuevo. Pese a que León Panetta se propone pronto abandonar su cargo, en Madrid comparte generosamente los planes inmediatos relativos a España. Compadeciendo a los españoles por las bajas que ellos sufren en Afganistán, les prometió que al año siguiente los soldados españoles volverían por siempre a casa. A la vez, aconsejó a los españoles prestar ayuda a los franceses durante la actual operación en Malí contra los terroristas de Al Qaeda. El huésped washingtoniano dejó al final de su visita lo fundamental. Se trataba de la base naval de Rota, en Andalucía que alquilan los norteamericanos. De hoy en adelante allí, además de muchos marinos y pilotos, quedarán emplazados cuatro destructores con elementos del escudo antimisiles de EEUU. Y catalogó esta propuesta como contribución del reino a la seguridad de la región mediterránea contra las intrigas de “algunos países”, aludiendo evidentemente a Rusia.

En entrevista al canal Russia Today, el historiador y periodista alemán Ingo Nebel, al comentar los planes de EEUU de aprovechar la base española de Rota-Cádiz para desplegar su defensa antimisiles europea, recordó que en la dirección del Pentágono existen dos doctrinas. La amenaza potencial para la seguridad proviene de China y la segunda de Rusia:

–La segunda parte de la amenaza perfilada por León Panetta y a la que se atiene Obama, consiste en que EEUU debe estar presente en dos teatros de operaciones. Lo que representa una amenaza para Rusia, porque la primera línea de ataque estará en Polonia, Chequia y Hungría, donde estará emplazada la parte terrestre del escudo antimisiles, al paso que en la segunda línea pueden figurar las bases de estados como España, Portugal e Italia. Allí, igual que en Rota, pueden utilizarse componentes marítimos de este escudo. 

La prensa madrileña no expone el contenido del invitado norteamericano con el Presidente del gobierno Rajoy. Sin embargo, yo no descarto que él bien pudiera repetir la cacareada “verdad” de los políticos norteamericanos sobre la “amenaza rusa”. Así desde el inicio se explicaba la necesidad del alquiler de Rota, donde se han alojado ya miles de marinos e infantes, cuya tarea consiste en la defensa frente a “las intrigas de Moscú”, aun cuando los propios líderes españoles también se remitían a tal infundio. Lo principal consiste en que la mayoría de los españoles den crédito a la falsa amenaza de Moscú, si bien la principal causa del largo contrato para el país y para Andalucía en particular, es el cuantioso alquiler anual (sesenta millones de euros) y el otorgamiento por los norteamericanos de plazas de trabajo que necesitan muchos españoles.

Así y todo, el huésped washingtoniano abandonó Madrid con un sentimiento de pacificador que cumplió honestamente su deber con España.

vs/kg

http://spanish.ruvr.ru/2013_01_17/estados-unidos-Espana-cooperacion-defensa-Panetta-visita/