SABIDURIA DEL SILENCIO INTERNO Dr. Óskar Salazar

Aprende a ser como el Universo escuchando y reflejando la energía sin emociones densas y sin prejuicios. Siendo como un espejo, sin prejuicios, aprendemos a hablar de otra manera.

Con el mental tranquilo y en silencio, sin darle la oportunidad de imponerse con sus opiniones personales, evitamos que tenga reacciones, emociones excesivas. Simplemente permite que una comunicación sincera y fluída exista.

No te des mucha importancia, se humilde, porque como más superior te muestres, inteligente y prepotente, más te vuelves prisionero de tu propia imagen, viviendo en un mundo de tensión y de ilusiones.

Sé discreto, preserva tu vida íntima, de ésta manera te liberarás de la opinión de los otros, y llevarás una vida tranquila, volviéndote invisible, misterioso, indefinible e insondable como el Tao.

No compitas con los demás, vuélvete como la Tierra que nos nutre, que nos da lo que necesitamos. Ayuda a los otros a percibir sus cualidades, sus virtudes, y a brillar. El espíritu competitivo hace que crezca el ego, y crea conflictos inevitablemente. Ten confianza en ti mismo, preserva tu paz interna evitando entrar en la provocación y en las trampas de los otros.

No te comprometas fácilmente, si actúas de manera precipitada, sin tomar consciencia profundamente de la situación, te vas a crear complicaciones.

La gente no tiene confianza en aquellos que dicen si muy fácilmente, porque saben que ese famoso sí, no es sólido y le falta valor.

Toma un momento de silencio interno para considerar todo lo que se presenta y toma tu decisión después. Así desarrollarás la confianza en ti mismo y la sabiduría. Si realmente hay algo que no sabes, o que no tienes la respuesta a la pregunta que te han hecho, acéptalo, el hecho de no saber es muy incómodo para el ego, porque le gusta saber todo, siempre tener razón, y siempre dar su opinión muy personal.

En realidad el ego no sabe nada, simplemente hace de cuenta que sabe.

Evita el hecho de juzgar y de criticar. Uno se hace un favor si silencia la razón.

La maravilla la hace el hombre cuando no piensa. Es tremendo someter todo a los criterios de la razón. Eso es un atropello.

El hombre tiene otra parcela que es la imaginación. Es una parcela importante. La imaginación trabaja mucho. Te ilusionas. A veces haces horas extraordinarias. No deja de trabajar. Hay que dar descanso.

Devolver al silencio la imaginación. Para que luego pueda ser más creativa.

El mundo de nuestra emoción es otra pieza que hay que hacer descansar.

En un breve espacio de tiempo se está desalentado, animado, furioso, contento..Las emociones ahogan. Hay que devolver la calma. No excitarlas, darles calma. No nos pueden estrechar ni cansar. Devolver el silencio a la emoción. Es un acto lleno de salud. Otra pieza que existe en nosotros es la voluntad de desearlo todo. De poseerlo.

Es bueno dar silencio a nuestra voluntad. El deseo nos orienta hacia fuera.

No hay que desear nada. No es preciso. En este campo profundo todo está ya en el hombre. Todos los recursos están dentro. Hay que tener confianza.

Hay que sospechar que los recursos que necesitamos para vivir están dentro.

El silencio es bueno para alejar los deseos de uno mismo. Si yo vivo deseando algo…, me apoyo en otra cosa. Surge la agitación.

Nos aíslan de nosotros mismo. Silencio en nuestros deseos.

Para no alejarnos de nuestro corazón. Cuando todas las piezas entran en sosiego puede brotar la intuición. Es una luz rápida. Se enciende en nosotros y nos ayuda a caminar. Cuando algo se ve desde dentro, no se necesita ayuda ni respuesta. Nadie puede cambiarnos si la luz se hace dentro.

Nadie puede decirnos nada. Esta luz sólo se pone en marcha cuando todo se serena. No somos lo que nos empeñamos ser. Un silencio para permitirse ser. Permitirse vivir. La intuición es hija del silencio. La presencia del Reino en nosotros se intuye desde el silencio.

El silencio es el espacio para ésta intuición, esta revelación. No es callar por callar. Es callar para permitir que la vida se dilate, se expanda. Son los ruidos los que tapan esa fuerza interior. Los que nos dividen en mil piezas sin sentido. Acallarlos es encontrar de nuevo la confianza y la salud.

Buena Suerte! En el Silencio…

Texto del Monasterio Taoísta de Wudang
Traducido por el Dr. Oskar Salazar
www.eltaodelaconsciencia.org

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