Entre los participantes se encontraba el almirante retirado Tim Gallaudet, exjefe de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA). En su testimonio escrito, Gallaudet aseveró que “la confirmación de que los UAP están interactuando con la humanidad me llegó en enero de 2015”. En esa fecha -dijo- recibió en un correo electrónico el famoso vídeo Go Fast, capturado por sensores de un F/A-18 de la Marina. La “prueba” sin embargo, desapareció de su cuenta y de la de otros destinatarios al día siguiente sin explicación. Esta circunstancia pone en evidencia la existencia de una “mano negra” destinada a ocultar las pruebas que respaldan la presencia de tecnología avanzada en nuestros cielos.

El contralmirante retirado de la Marina estadounidense Tim Gallaudet

También declaró ante el Comité de Supervisión de los UAP el mediático Lue Elizondo, exfuncionario del Departamento de Defensa y responsable del Programa Avanzado de Identificación de Amenazas Aeroespaciales (AATIP). Reiteró su creencia en la existencia de tecnología no humana operando en las proximidades de instalaciones militares sensibles alrededor del mundo.

Según Elizondo, tanto Estados Unidos como otras naciones podrían poseer tecnología UAP recuperada. Sin embargo, no ofreció pruebas ni detalles sobre programas de recuperación de tecnología no humana porque, según dijo, estaba limitado por las restricciones legales de seguridad nacional, una situación que ha levantado suspicacias entre los entusiastas de la vida extraterrestre.

«El Comité de Supervisión de la UAP, en pocas palabras: ‘Sólo puedo responder a eso en una sesión a puertas cerradas’ ‘Tengo testigos creíbles, pero no te diré quiénes son’ ‘Confía en mí, hermano’ Qué pérdida de tiempo, dinero y recursos -protestaba uno de los muchos usuarios de X en la misma línea» -escribía un usuario en su cuenta en X.

En su testimonio escrito, Elizondo afirma que «en el escenario mundial se está desarrollando una carrera armamentista secreta.»

Un momento destacado de la audiencia del 13 de noviembre de 2024 se produjo cuando la presidencia, ostentada por la republicana elegida para el Congreso de Carolina del Sur, Nancy Mace, interrogó a Elizondo.

“¿El gobierno ha llevado a cabo programas secretos de recuperación de accidentes de UAP? ¿Sí o no?”, preguntó Mace. Elizondo, que habló bajo juramento, dijo que sí.

“¿Fueron diseñados para identificar y aplicar ingeniería inversa a naves extraterrestres? ¿Sí o no?”, preguntó Mace. Elizondo dijo que sí.

Mace continuó: “En su libro, usted mencionó que los empleados del gobierno que resultaron heridos por UAP fueron puestos en licencia y recibieron una compensación del gobierno por sus lesiones. ¿Es correcto?” Elizondo dijo que era correcto.

Elizondo también declaró que el secreto del programa UAP del gobierno es: “Todo para ocultar el hecho de que no estamos solos en el cosmos”.

Michael Gold, exadministrador asociado de NASA, y Michael Shellenberger, periodista y fundador de la plataforma Substack, también participaron en la audiencia.

El primero enfatizó en su testimonio escrito la importancia de superar el estigma que históricamente ha impedido un diálogo científico sobre estos fenómenos, y sugirió que se asignen más fondos para el desarrollo de tecnologías que permitan una investigación más rigurosa. Shellenberger, por su parte, propuso una legislación que promueva la transparencia en temas de UAP y pidió que los fondos públicos no se destinen a programas no revelados al Congreso.

Pero, sin lugar a dudas, lo que todo el mundo esperaba de Shellenberger es mayor información sobre el programa secreto Immaculate Constellation,un asunto que sacó a la palestra la incisiva representante Nancy Mace al mostrar un documento oficial del Pentágono de 12 páginas de la Constelación Inmaculada, que figura en el Registro del Congreso. “Este Programa de Acceso Especial no reconocido que su Gobierno dice que no existe”.

El documento exhibido por Mace es revelador. En la versión pública a la que hemos tenido acceso, la información se organiza en siete categorías de pruebas, que incluyen: un Programa de Acceso Especial No Reconocido (uSAP); Inteligencia de Imágenes (IMINT); inteligencia humana (HUMINT); inteligencia de señales (SIGINT); registros burocráticos del gobierno de los Estados Unidos; registros históricos del gobierno de los Estados Unidos; y otras fuentes confidenciales.

Según el informe, la misión principal de IMMACULATE CONSTELLATION es recopilar imágenes con fines de inteligencia sobre «Fenómenos aéreos no identificados (UAP) y vehículos de reproducción (ARV/RV) que utilizan misiones asignadas y recursos de inteligencia militar de EE.UU. no asignados. Como parte de una red de SAP vinculada a la Inteligencia Humana (NHI) y tecnologías UAP, IMMACULATE CONSTELLATION actúa como un nexo para recopilar, analizar y difundir inteligencia sobre las actividades, capacidades, y ubicaciones de amenazas aeroespaciales anómalas que se originan en fuentes extranjeras o no identificadas.»

El documento detalla diferentes casos que han llamado la atención -incluso- de los negacionistas. A través de su cuenta en X, por ejemplo, el debunker Mick West exhortaba a la AARO (Oficina de Resolución de Anomalías en Todos los Dominios)  a hacer públicos «tantos de estos videos como sea posible y a compartir su análisis para que podamos obtener algo de claridad lo antes posible.»

El folio que comparte detalla algunos incidentes significativos, como el de un triángulo equilátero que se especifica se trata de un ARV/RV (Advanced Re-entry Vehicle) de origen desconocido; de un gran disco que utiliza nubes como ocultamiento; de la experiencia de un piloto y un conjunto de sensores que detectaron un UAP en forma de boomerang y grabaron en infrarrojo; o de otra filmación FLIR que muestra un UAP en forma de medusa cruzando la frontera entre Estados Unidos y México.

No obstante, medios como The Guardian han preferido centrar la información en otros aspectos de la sesión plenaria como cuando la republicana Laura Boebert, antigua partidaria de la teoría de la conspiración QAnon le preguntó a Shellenberger si existía algún reporte sobre UAP que indique la existencia de una base bajo la superficie del océano.

«Creo que aproximadamente el 5% de nuestro océano ha sido estudiado por el hombre», le señaló a Shellenberger quien terminó diciendo que no había oído hablar de una base extraterrestre submarina, pero dijo que una fuente había descrito un «orbe que salía del océano y era recibido por otro orbe».

La delcaración por escrito de Shellenberger tiene 214 páginas, e incluye una extensa cronología de informes sobre UAP desde 1947 hasta 2023.

Los testigos de la audiencia prestan juramento de decir la verdad

Los UAP no siempre han sido un tema de debate serio en el Capitolio. Muchos políticos, aparentemente, no quieren ser reconocidos como creyentes y, pese a los intentos de desestigmatizar el asunto, cambiando siglas y llevando el debate a la seguridad nacional o atrayendo a notables científicos, los UAPs siguen centrados en la existencia de extraterrestres, en el secreto gubernamental y la conspiración. Pero, a diferencia de lo que sucedía décadas atrás, ahora el Gobierno estadounidense está gastando importantes sumas de dinero en su investigación. Lo que nos lleva a las preguntas que la presidenta Mace formuló en voz alta: “Si gastamos dinero en algo que no existe, ¿por qué lo gastamos? Y si existe, ¿por qué lo ocultamos al público?”