La familia de bin Laden quiere pruebas de su muerte

Familiares de Osaba bin Laden quieren pruebas de que el líder terrorista está muerto y exigen que se investigue cómo fue asesinado, de acuerdo con Jean Sasson, quien ayudó a uno de los hijos de bin Laden a escribir sus memorias.

«Sólo quieren algunas respuestas, y realmente les gustaría saber qué sucedió exactamente, por qué no se les llamó», dijo Sasson, quien trabajó con Omar bin Laden para escribir un libro titulado Creciendo como un bin Laden.

Estados Unidos asegura que el comando especial de la Marina conocido como los SEALs mató a bin Laden el 2 de mayo durante una redada en Abbottabad, Pakistán, donde se escondía.

Las fuerzas de seguridad recolectaron material de inteligencia del refugio y después de que asesinaron a bin Laden depositaron su cuerpo en el mar. El gobierno de Barack Obama decidió no publicar fotografías del cadáver aunque algunos legisladores sí podrán verlas.

A los familiares de bin Laden «les gustaría poder ver pruebas del cadáver, al menos identificar el cuerpo, porque en el Medio Oriente es diferente: Realmente necesitan pruebas o la gente comienzará a creer –y esto ha sido dicho por otras personas además de mí– que no está muerto», dijo Sasson.

Su comentario se da un día después de que Omar bin Laden y sus hermanos emitieran un comunicado al que tuvo acceso The New York Times.

Sasson cuenta que Omar bin Laden –quien ha denunciado públicamente la violencia de su padre– la contactó y le dijo que tenía algo que decirle. Ella le preparó una carta que él aprobó.

El comunicado publicado en The New York Times es de los hijos y los herederos del conocido líder de Al-Qaeda, bin Laden.

«No estamos convencidos de la validez de la evidencia ante la ausencia de un cadáver, fotografías, un video que muestre que nuestro padre está muerto», dice el comunicado.

«Buscamos evidencia concluyente sobre las historias publicadas en relación a la operación Geronimo del 2 de mayo del 2011», añade.

El comunicado argumenta que en caso de que bin Laden haya sido víctima de una «ejecución sumaria», la ley internacional habría sido «descaradamente violada» y los estándares legales ignorados por Estados Unidos.

El comunicado cita los juicios del fallecido presidente de Iraq, Saddam Hussein así como del hombre fuerte de Serbia, Slobodan Milosevic, y hace notar que Osama bin Laden no tuvo un «juicio justo» ni «presunción de inocencia hasta que una corte comprobara su culpabilidad».

«Si Osama bin Laden murió como asegura el presidente de Estados Unidos, entonces preguntamos, como dicen los reportes de prensa, por qué un hombre desarmado no fue arrestado y llevado ante una corte para que la verdad fuera conocida por el mundo.

«Sostenemos que los asesinatos arbitrarios no son la solución a los problemas políticos», agregan.

Otros tres hombres, incluido uno de los hijos de bin Laden y una mujer murieron en la redada, mientras que una de sus esposas, Amal Ahmed Abdulfattah, de 29 años, fue herida.

Las otras tres esposas de bin Laden y sus hijos están bajo la custodia de Pakistán. Un funcionario estadounidense identificó a dos de las mujeres como Khairiah Sabar, también conocida como Umm Hamza, y Siham Sabar o Umm Khalid.

«Es indigno para las fuerzas especiales disparar contra mujeres desarmadas y sus familias», critica el comunicado.

«Queremos recordarle al mundo que Omar (bin Laden), el cuarto hijo de nuestro padre, siempre estuvo contra la violencia de él y le enviaba mensajes en los que le pedía cambiar sus maneras y le decía que ningún civil debería ser atacado bajo cualquier circunstancia.

«A pesar de la dificultad para publicitar su desacuerdo con nuestro padre, nunca dudó en condenar cualquier ataque violento hecho por quien sea y expresó sus condolencias por las víctimas de todos los incidentes. Así como él condenó a nuestro padre, nosotros condenamos al presidente de Estados Unidos por ordenar la ejecución de un hombre y una mujer desarmados», añade el comunicado.

También urgieron a Pakistán a «liberar y entregar» a las viudas y los hijos de bin Laden. Los autores del comunicado exigieron a las Naciones Unidas una investigación y dijeron que exigirán justicia ante la Corte Penal Internacional si no obtienen una respuesta.

Un alto funcionario estadounidense rechazó airadamente la acusación de que la ley internacional había sido violada.

«Hay un derecho inherente de autodefensa consagrado en el artículo 51 de las Naciones Unidas. Es un terrorista que declaró la guerra a Estados Unidos, mató estadounidenses y seguía planeando ataques contra el país y sus aliados», argumentó.

La redada en la que murió bin Laden provocó un distanciamiento en las relaciones de Estados Unidos y Pakistán. La revelación de que el terrorista había estado viviendo en Pakistán aumentó las sospechas de que funcionarios pakistaníes conocían el paradero del líder de Al-Qaeda, a la vez que el país del Medio Oriente se quejó de la incursión del Ejército estadounidense en su territorio.

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