Noticia bomba: escándalo en USA tras la revelación del testimonio de un miembro del ejército americano, un militar con 20 años de servicio en Oriente Medio, que confirma lo que este blog afirmó hace nada menos que seis años: la supuesta operación militar que «ejecutó» al líder terrorista Osama Bin Laden –agente de la CIA que, en realidad, llevaba ya casi trece años muerto– fue una operación de imagen a mayor gloria de una administración que necesitaba presentar éxitos en la «guerra contra el terror» decretada por George Bush, un «fake» de dimensiones globales. Seguir leyendo SALE A LA LUZ EL ENGAÑO DE LA «EJECUCIÓN» DE BIN LADEN EN ABBOTTABAD
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¿Otro con el carnet de la CIA en la boca?
El Club de Lectura de Osama Bin Laden: ¿Todos los conspiracionistas son terroristas?
Hace unos días, el gobierno de Estados Unidos reveló una lista de los libros que supuestamente encontraron los Navy Seals que irrumpieron en la casa de Abbotabad, Pakistán, en la que se escondía Osama Bin Laden. Cuatro años después de este suceso, que fue tan oportuno para Barack Obama en su campaña de reelección, se montó un micrositio dentro del sitio web del Departamento Nacional de Inteligencia en el que se nos permite mirar “el anaquel” de libros de Bin Laden, como si el gobierno estuviera complaciendo nuestra curiosidad inocentemente.
La lista de lectura de Osama Bin Laden se caracteriza por una franca predilección por lo que podemos llamar la narrativa de la conspiración mundial, tanto en el aspecto del atentado del 9-11 como del nuevo orden mundial y la supuesta existencia de un control monolítico de la humanidad. Podemos ver entre sus libros de cabecera los Illuminati Bloodlines de Fritz Sprimgmaier, un libro que documenta la supuesta existencia de 13 familias que controlan el planeta como una especie de despiadada realeza transnacional. Llama la atención también el libro New Pearl Harbor, que sostiene que los ataques de 11 de septiembre ocurrieron con la complicidad del gobierno de George W. Bush, algo que podría generar cierta disonancia cognitiva si no fuera carnada para fanáticos. Podemos destacar también un libro del ex policía Michael Ruppert, quien denunció a la CIA de controlar el negocio de las drogas, algo en el mismo tono a lo que el periodista Gary Webb reveló en el San Jose Mercury News, recientemente llevado al cine en la película Kill the Messenger; un libro sobre la Reserva Federal de Estados Unidos, que maneja la tesis de que esta organización es privada (controlada por algo similar a las 13 familias Iluminati, ¿quién más si no?); un texto sobre el programa de control mental de la CIA MK-Ultra (otra posible disonancia cognitiva ya que Bin Laden parece haber estado vinculado a otra operación encubierta de la CIA, la Operación Ciclón en Afganistán a principios de los 80); un libro de Chomsky sobre la política hegemónica de Estados Unidos; libros sobre la historia de la guerra, Al-Qaeda y en general sobre estrategia militar. El más extraño de todos o al menos el que más contrasta es el Secret Teachings of All Ages, de Manly. P. Hall (más sobre este libro después). La lista es todo lo que podemos esperar de un terrorista obsesionado, insanamante aislado del mundo, buscando justificar sus actos bajo una lógica delirante, pero con cierta cultura; tiene un poco de todo dentro de una cierta zona periférica y dentro del perfil del individuo que por todos lados se ve escorado por una gigantesca conspiración.
El New York Times escribe sobre la selección literaria de Bin Laden que parece ser el resultado de “su necesidad de confirmar sus propias creencias sobre la rapacidad y la corrupción (para tal vez justificar sus ataques terroristas)”. The Guardian no tardó en mofarse de la respuesta de incredulidad de los llamados “9-11 truthers” quienes, dice el diario inglés, “obviamente desestimaron la lista” porque Bin Laden “ha estado muerto por casi 14 años”. No nos meteremos aquí en ese debate bizantino y caliginoso sobre la autoría de los ataques del 11 de septiembre y la supuesta muerte previa de Bin Laden (cuyas imagen fue, al menos en una ocasión, víctima del mal photoshop de las agencias de inteligencia de EU). La Web es un pantano muy fértil para quien quiera atreverse a desentrañar esta madeja de desinformación, manipulación, conspiranoia, fanatismo, pareidolia política y religiosa y demás alucinaciones cognitivas. Lo que nos interesa aquí son los hechos recientes, si es que pueden ser analizados sin tener que remitirse al insoluble hilo laberíntico que ciertamente anula cualquier conclusión final.
La publicación del “librero de Osama Bin Laden” podría parecer un poco intempestiva, sino fuera porque hace un par de semanas el periodista ganador del Premio Pullitzer, Seymour Hersh, dio a conocer su investigación sobre la muerte de Bin Laden. Hersh cuestiona seriamente la versión oficial y sugiere que el heroico asesinato de Bin Laden por los Navy Seals no fue tal; Bin Laden habría sido delatado por un miembro de ISI en Pakistán que quería cobrar la recompensa. Según Hersh no se recabo información de la casa de Abbotabad (como la famosa colección de porno de Bin Laden, la cual, lamentablemente para los porno(herme)nautas, el gobierno de Estados Unidos se ha negado a revelar). Básicamente lo que Hersh dice es que se trató de un montaje dramatizado que benefició electoralmente a Obama y que luego, por supuesto, fue llevado al cine contribuyendo al aparato de entretenimento militar que alimenta la cultura estadounidense. Claro que podemos dudar también de la versión de Hersh en un regressus ad infinitum y enfrentarnos con otra nueva muñeca matryoshka en el centro de una conspiración interminable (y es que lo único cierto parece ser que en este caso la certidumbre es escasa o nula). Hay quien podría pensar que el gobierno filtró la lista de lecturas de Bin Laden en respuesta a este controversial trabajo periodístico. La estrategia en todo caso parece ser entre más desinformación mejor; a estas alturas desenredar los hilos de la telaraña fractal parece casi imposible.
En esta maraña de confusión y manipulación, no me atrevería a afirmar nada concluyente. Pero si tuviera que decir mi opinión (acaso obligado por un Navy Seal holográfico), me inclinaría a pensar que la lista de de Osama Bin Laden ha sido editada, es quizás un proyecto de curaduría de la CIA. Algo como esa nueva corriente de arte hoax o como ese viejo recurso de adoctrinamiento cultural (la propaganda al estilo americano: disfrazada de democracia y transparencia). Tenemos ejemplos de black ops similares. Las filtraciones de Snowden muestran que agencias de inteligencia suelen infiltrar blogs y foros en Internet para difundir teorías de la conspiración y promover desinformación estratégica. Tenemos también el caso del agente Richard Doty, quien aceptó haber infiltrado el mundo de la ufología y sembrado información falsa para que los entusiastas del fenómeno OVNI creyeran que el gobierno de Estados Unidos tenía conocimiento de la existencia de seres extraterrestres en el planeta. En un principio esto parece contraintuitivo, ¿para que querría el gobierno de Estados Unidos hacer pensar a los ciudadanos que ocultan información sobre OVNIs y extraterrestres? Algunas personas consideran que es una forma de proteger operaciones militares secretas; otras consideran que es una forma de mantener a las personas distraídas, una versión del viejo pan y circo. Quizás algo similar ocurre con el circo mediático de Bin Laden, que es usado como la cortina de humo favorita de las agencia de inteligencia de Estados Unidos. Quizás la conspiración más poderosa que existe es la de hacernos creer que existe una conspiración tan poderosa e intrincada que apenas podemos concebir el nivel de su alcance e interpenetración… y por lo tanto nos abruma y nos hace pensar que no tenemos control de nuestras vidas. Aunque tal vez vemos causas secretas y conexiones ocultas donde sólo hay caos y confusión interna y como diría Terence Mckenna “nadie tiene el control”. No creo que vayamos a saberlo pronto y seguramente es mejor dedicar nuestra energía a otras cosas, puesto que tal vez estén en lo cierto estosinvestigadores que señalan que las teoría de la conspiración actúan como agentes infecciosos.
…Y, sin embargo, si tuviera que leer una motivación, un metamensaje, en la selección de lecturas de Osama Bin Laden, es la asociación simplista y visceral entre la teoría de la conspiración y el terrorismo. Un silogismo muy sencillo que se desprende de la facilidad con la que nuestra sociedad tipifica y vincula ciertos hábitos o conductas con un perfil determinado (en este caso el de terrorista-consipracionista), esto aunado a numerosos casos recientes en los que varios terroristas y asesinos psicópatas han sido expuestos como asiduos lectores de teorías de la conspiración, y a nuestra fascinación por la mente de estos individuos, que quiere encontrar sus motivaciones para mantener la coherencia de nuestro mundo. De alguna manera lo que nos está diciendo el gobierno de Estados Unidos, o mejor dicho, lo que el gobierno de Estados Unidos le está diciendo a los ciudadanos que viven enojados y atemorizados por el terrorismo (que es probablemente a quienes su micrositio va dirigido) es que consumir teoría de la conspiración es una luz roja que podría alertar sobre la presencia de un terrorista potencial, quizás como también un rostro árabe y una piel oscura se ha llegado a asociar con el terrorismo y el crimen.
Por último quiero hacer eco de la preocupación de Mitch Horowitz, quien escribe en Slate un artículoen defensa de The Secret Teachings of All Ages, el libro de Manly P. Hall, que se encuentra en la lista (¿negra?). Horowitz manifiesta su inquietud de que este libro sea estigmatizado como literatura para terroristas o incluso de conspiracionistas, siendo una obra erudita de la historia del ocultismo y las sociedades secretas. Esperemos que escribir sobre sociedades secretas y misticismo no vaya a ser también etiquetado como una actividad peligrosa. Dice Horowitz:
Como pueden haber leído, este estudio místico enciclopédico, publicado en 1928 por el erudito Manly P. Hall (1901-1990) apareció en los estantes de Bin Laden)… el volumen analiza todo desde las matemáticas pitagóricas hasta el esoterismo de los dramas de Shakespeare. Hall también teoriza que las llamadas sociedades secretas, desde los misterios griegos hasta las logias masónicas, ayudaron a moldear la vida occidental. Este material presumiblemente era del interés del líder terrorista de mente conspiracionista.
Horowitz duda que Bin Laden haya leído este libro y agrega que los valores de “ecumenismo y libertad religiosa” que Hall transmite, así como su celebración de una “búsqueda espiritual universal” entran en conflicto con las ideas que tenemos sobre Bin Laden como terrorista. Personalmente no he leído ningún otro libro de la lista, sólo el libro de Manly Hall y considero que es una obra invaluable, increíblemente erudita, especialmente porque Hall la escribió a los 27 años de edad, algo quizás comparable con las 900 tesis de Pico della Mirandola. Me sumó a la opinión de Horowitz porque creo que Manly Hall no recibe el reconocimiento que debería. Entiendo que el misticismo y la filosofía esotérica son temas complicados y no muy respetados en la actualidad; de cualquier manera creo que Hall, a quien se ha llamado “el maestro de los misterios”, en el futuro, si logra sortear campañas de desinformación, será valorado como uno de los grandes historiadores y divulgadores del hermetismo, la magia, el gnosticismo, la alquimia y demás corrientes de pensamiento esotérico que han sido importantes en la consolidación de la filosofía y la ciencia moderna. Hall es uno de los eslabones que ha preservado este conocimiento que corre el riesgo de perderse, principalmente ante la confusión y la desinformación tan propia de nuestros tiempos. Leer sus libros es una forma de evitar esta confusión, regresando a las fuentes: a Platón, a Pitágoras, a Plotino, a Buda, a Lao-zi y a otros de los grandes sabios que siguen siendo luces en el camino para cualquier persona interesada en el autoconocimiento y en el crecimiento individual.
Sigue al autor en Twitter: @alepholo
http://pijamasurf.com/2015/05/el-club-de-lectura-de-osama-bin-laden-todos-los-conspiracionistas-son-terroristas/
Lo que revelan los libros de «la biblioteca de Osama bin Laden»
Mientras era el hombre más buscado del mundo, Osama bin Laden mantenía consigo una pila de libros que revelan su interés en la política exterior de Estados Unidos, sus objetivos y puntos débiles.
La lista de ejemplares hallados en la «biblioteca de Bin Laden» fue divulgada por Washington este miércoles, en base al material incautado en el escondite del líder de al Qaeda en Pakistán cuando lo mataron en un operativo militar en mayo de 2011.
Entre los documentos desclasificados por la Oficina del Director de Inteligencia Nacional estadounidense también hay cartas de Bin Laden a seguidores de su red extremista y textos de discursos.
Pero varias de las sorpresas surgieron con el material de lectura en inglés de Bin Laden, que incluía libros sobre la estrategia militar de EE.UU. tras los ataques del 11 septiembre de 2001 que él mismo ordenó en Nueva York y Washington.
También figuran libros con teorías conspirativas o cuestiones económicas, y algunos con fuertes críticas a Washington y sus políticas hacia América Latina u otras regiones.
Lea: ¿Es falso el relato de EE.UU. sobre la muerte de Bin Laden?
Chomsky por dos
El intelectual estadounidense Noam Chomsky, acérrimo crítico de la política exterior de Washington, es el autor de dos de los libros encontrados en el escondite de Bin Laden.
Uno de ellos, «Hegemonía o supervivencia: el dominio mundial de EE.UU.», incluye consideraciones sobre el apoyo de Washington a gobiernos acusados de violar derechos humanos en regiones como Latinoamérica y un capítulo dedicado al «intervencionismo» estadounidense en el subcontinente.
Este libro fue recomendado por el fallecido presidente venezolano Hugo Chávez en 2006, durante un discurso ante la Asamblea General de la ONU en el que mostró un ejemplar, lo que disparó sus ventas.
Otra de las obras del lingüista Chomsky que tenía Bin Laden es «Ilusiones necesarias: control de pensamiento en las sociedades democráticas».
En sus páginas también hay críticas a la estrategia de Washington hacia el sur del hemisferio, enfocadas en su relación con Costa Rica y Centroamérica desde mediados del siglo XX.
Conociendo al enemigo
Otro libro sobre política exterior hallado en los estantes del líder de al Qaeda era «Las guerras de Obama», de Bob Woodward, uno de los periodistas estadounidenses que reveló el escándalo de Watergate en los años 70.
En este libro de 2011, Woodward analiza la estrategia militar del presidente estadounidense, Barack Obama, en países que eran clave para al Qaeda, como Afganistán o Pakistán.
Bin Laden también guardaba «Imperial Hubris«, de Michael Scheuer, un exjefe de la unidad de la Agencia Central de Inteligencia (CIA) dedicada a darle captura.
El propio líder de al Qaeda citó este libro en un largo mensaje que difundió en 2007, poco antes del sexto aniversario de los ataques del 11 de septiembre.
También apareció en su escondite un libro del historiador británico Paul Kennedy, «Auge y caída de las grandes potencias», que algunos ven también como un reflejo de su interés en acabar con el poderío de Washington.
Había además un libro dedicado a la reacción del gobierno de George W. Bush tras los ataques del 11 de septiembre, titulado «El nuevo Pearl Harbor».
Y otro sobre «armas antiaéreas y técnicas de guerrillas», que según el diario estadounidense The Washington Post podría reflejar la lucha de al Qaeda para sobrevivir a los ataques con aviones no tripulados.
¿Francia en la mira?
Una de las obras con teorías conspirativas que tenía Bin Laden era «Los secretos de la Reserva Federal», que señala que un grupo de agentes financieros controla al banco central estadounidense.
Su extinto autor, Eustace Mullins, negaba la existencia del Holocausto.
Otro de los elementos que llamó la atención en la «biblioteca de de Bin Laden» fue la cantidad de ejemplares y artículos hallados sobre economía, política y fuerza militar de Francia.
Jeffrey Anchukaitis, portavoz de la oficina de inteligencia estadounidense que divulgó los documentos, sostuvo que al parecer Bin Laden tenía interés en atacar económicamente a Francia con la esperanza de que «un colapso allí desencadenara uno en EE.UU. y el resto del mundo occidental».
Sin embargo, aclaró en declaraciones a la agencia de noticias AFP que el hecho de que tuviera esos libros «no significa que estuviera comprometido con ese curso de acción».
Coincidencia
Todos estos documentos fueron desclasificados luego de varios reclamos al gobierno de Obama para que diera a conocer el material incautado en la casa donde se ocultaba Bin Laden en la localidad paquistaní de Abbottabad.
Anchukaitis sostuvo en un comunicado que la divulgación de los documentos está en línea con el «pedido del presidente de mayor transparencia, consistente con prerrogativas de seguridad nacional».
Pero algunos han señalado la coincidencia entre esta desclasificación y la reciente publicación de un artículo del periodista estadounidense Seymour Hersh que afirma que la Casa Blanca mintió sobre el operativo en que murió Bin Laden.
Según Hersh, se trató de una acción conjunta de las fuerzas estadounidenses y paquistaníes, y no un operativo arriesgado y secreto de los primeros, que fue como se dijo.
Funcionarios del gobierno de Obama han rechazado el artículo tras su publicación.
Está previsto que en los próximos meses se sigan revisando y eventualmente desclasificando documentos sobre el extinto líder de al Qaeda.
¿Es falso el relato de EE.UU. sobre la muerte de Bin Laden?
Las acusaciones son explosivas y le dan una estocada al relato heroico que define el que se puede considerar el mayor éxito en política exterior del primer mandato del presidente de Estados Unidos, Barack Obama.
Según el periodista de investigación estadounidense ganador de un premio Pulitzer Seymour Hersh, el operativo de su país que acabó con la vida del que fuera el líder de al Qaeda, Osama Bin Laden en mayo de 2011, no fue una acción arriesgada y secreta, sino una operación conjunta de la inteligencia estadounidense y paquistaní.
Lea: Hollywood alimenta la polémica por la muerte de Bin Laden
La acusación del periodista -quien destapó los escándalos de la matanza de My Lai en Vietnam y de los torturas en la cárcel iraquí de Abu Ghraib- ha generado una fuerte polémica en EE.UU. y Pakistán, donde muchos señalan las que consideran escasas atribuciones y conclusiones cuestionables de la amplia investigación de Hersh.
«La noción de que la operación en la que mataron a Osama Bin Laden fue algo diferente a una misión unilateral estadounidense es evidentemente falsa», afirmó el portavoz de la Casa Blanca Ned Price, al señalar que el artículo está lleno de «inexactitudes y afirmaciones sin fundamento».
Según el texto de Hersh, desde 2006 Bin Laden estaba bajo control paquistaní y estaba siendo mantenido en Abbottabad con la ayuda financiera de Arabia Saudita.
Hersh alega que altos cargos paquistaníes permitieron a EE.UU. llevar a cabo su redada en el complejo en el que se encontraba Bin Laden -que considera un asesinato de facto- después de que EE.UU. descubriese su paradero presuntamente gracias a una fuente de inteligencia paquistaní.
Eso contradice la versión oficial de que se llegó a Bin Laden tras interrogar a detenidos de al Qaeda y gracias a una extensa investigación de un mensajero del exlíder del grupo.
¿Acuerdo EE.UU. – Pakistán?
La versión del periodista también indica que se llegó a un acuerdo que incluía permitir a EE.UU. llevar a cabo una exhaustiva vigilancia de la zona, obtener pruebas de ADN que confirmaran la identidad de Bin Laden e incluso que Pakistán entregase a un agente paquistaní que ayudara a guiar la operación.
Eso, siempre según el artículo, a cambio de que EE.UU. mantuviera su apoyo financiero a los servicios de inteligencia del país asiático y a sus líderes.
Como parte del acuerdo, asegura Hersh, Estados Unidos debía esperar una semana para anunciar la muerte de Bin Laden y simplemente debía decir que había muerto en un ataque con aviones no tripulados en Afganistán.
Sin embargo, Obama traicionó a los paquistaníes después de que uno de los helicópteros estadounidenses que participaban en la operación se estrellase, ya que la Casa Blanca temía que no podrían defender la historia.
Por eso, indica Hersh, Obama le habló a la nación aquella noche para anunciar que las fuerzas especiales de la Marina, los Navy Seal, habían llevado a cabo un ataque tras meses recopilando información secreta de inteligencia y de la que Pakistán no estaba al tanto, que concluyó con una balacera en la que murieron Bin Laden y otros cercanos colaboradores.
En los días siguientes surgieron otros detalles, en ocasiones conflictivos y que después fueron rechazados, lo que molestó a algunos comandantes de las fuerzas especiales estadounidenses y a autoridades de Defensa.
«Del autor de Alicia en el país de las maravillas»
«La historia de la Casa Blanca podría haber sido escrita por Lewis Carrol», escribió Hersh en el último número de la revista London Review of Books, en referencia al autor de «Alicia en el país de las maravillas».
Su artículo concluye con una amplia condena a la operación llevada a cabo por miembros del gobierno de Barack Obama.
«Las mentiras de alto nivel siguen siendo parte del modus operandi de la política exterior de EE.UU., junto con las cárceles secretas, los ataques con aviones no tripulados y las redadas nocturnas de las fuerzas especiales sin pasar por la cadena de mando oportunamente y evitando a quienes podrían echarlo para atrás», sostiene.
Nada más ser publicado, la voz sobre las conclusiones de su investigación se corrió rápido, llegando a dominar las conversaciones políticas y en redes sociales y a tumbar la página web donde se aloja debido al alto volumen de tráfico.
El caso apareció también en todos los diarios de Pakistán este lunes, según indica el periodista del servicio urdu de la BBC Jared Soomro.
Según Soomro, nadie en Pakistán cree que Bin Laden pudiera vivir en su complejo de Abbottabad sin que las autoridades supieran: «No es posible que EE.UU. haya entrado al espacio aéreo, realizado una operación de 45 minutos y que nadie lo supiera», indica el periodista, quien además agrega que si alguien tiene datos que sustenten la teoría de Hersh, no son de dominio público.
Críticas a la historia
Pero tampoco tardaron en aparecer las críticas a la versión de Hersh, entre ellas las de algunos colegas periodistas.
El corresponsal de la BBC para América del Norte, Anthony Zurcher, explica algunas de ellas:
• Fuentes no fiables: la mayor parte del artículo de Hersh se basa en declaraciones de autoridades de inteligencia de EE.UU. y Pakistán no nombradas. La única fuente identificada es un militar que sirvió en el ejército paquistaní hace más de dos décadas y citaba a «excompañeros» para sustentar sus alegatos.
• Afirmaciones contradictorias: Hersh desestima el hecho de que dos de los veteranos que participaron en el operativo en el que se puso fin a la vida de Bin Laden hablaron públicamente de operativos de la redada que contradicen su versión.
• Conclusiones poco realistas: ¿Por qué Arabia Saudita apoyó a un hombre que quería derrocar a la monarquía de ese país? ¿Por qué, si el apoyo de EE.UU. a Pakistán fue parte del acuerdo, se deterioraron las relaciones bilaterales tras el operativo? y, finalmente, si ambas naciones estaban cooperando, ¿era una redada la manera más simple de asegurarse que mataban a Bin Laden?
Y como suele pasar con las teorías de la conspiración, indica Zurcher, quizás las críticas más fuertes al artículo de Hersh es que se apoya en un gran reparto de personajes que operaron efectivamente mientras mantenían el secreto.
Irán afirma que tiene pruebas de que bin laden no murió a manos de e.e.u.u.
http://carlosagaton.blogspot.com.es/2015/02/iran-afirma-que-tiene-pruebas-de-que.html
La familia de bin Laden quiere pruebas de su muerte
Familiares de Osaba bin Laden quieren pruebas de que el líder terrorista está muerto y exigen que se investigue cómo fue asesinado, de acuerdo con Jean Sasson, quien ayudó a uno de los hijos de bin Laden a escribir sus memorias.
«Sólo quieren algunas respuestas, y realmente les gustaría saber qué sucedió exactamente, por qué no se les llamó», dijo Sasson, quien trabajó con Omar bin Laden para escribir un libro titulado Creciendo como un bin Laden.
Estados Unidos asegura que el comando especial de la Marina conocido como los SEALs mató a bin Laden el 2 de mayo durante una redada en Abbottabad, Pakistán, donde se escondía.
Las fuerzas de seguridad recolectaron material de inteligencia del refugio y después de que asesinaron a bin Laden depositaron su cuerpo en el mar. El gobierno de Barack Obama decidió no publicar fotografías del cadáver aunque algunos legisladores sí podrán verlas.
A los familiares de bin Laden «les gustaría poder ver pruebas del cadáver, al menos identificar el cuerpo, porque en el Medio Oriente es diferente: Realmente necesitan pruebas o la gente comienzará a creer –y esto ha sido dicho por otras personas además de mí– que no está muerto», dijo Sasson.
Su comentario se da un día después de que Omar bin Laden y sus hermanos emitieran un comunicado al que tuvo acceso The New York Times.
Sasson cuenta que Omar bin Laden –quien ha denunciado públicamente la violencia de su padre– la contactó y le dijo que tenía algo que decirle. Ella le preparó una carta que él aprobó.
El comunicado publicado en The New York Times es de los hijos y los herederos del conocido líder de Al-Qaeda, bin Laden.
«No estamos convencidos de la validez de la evidencia ante la ausencia de un cadáver, fotografías, un video que muestre que nuestro padre está muerto», dice el comunicado.
«Buscamos evidencia concluyente sobre las historias publicadas en relación a la operación Geronimo del 2 de mayo del 2011», añade.
El comunicado argumenta que en caso de que bin Laden haya sido víctima de una «ejecución sumaria», la ley internacional habría sido «descaradamente violada» y los estándares legales ignorados por Estados Unidos.
El comunicado cita los juicios del fallecido presidente de Iraq, Saddam Hussein así como del hombre fuerte de Serbia, Slobodan Milosevic, y hace notar que Osama bin Laden no tuvo un «juicio justo» ni «presunción de inocencia hasta que una corte comprobara su culpabilidad».
«Si Osama bin Laden murió como asegura el presidente de Estados Unidos, entonces preguntamos, como dicen los reportes de prensa, por qué un hombre desarmado no fue arrestado y llevado ante una corte para que la verdad fuera conocida por el mundo.
«Sostenemos que los asesinatos arbitrarios no son la solución a los problemas políticos», agregan.
Otros tres hombres, incluido uno de los hijos de bin Laden y una mujer murieron en la redada, mientras que una de sus esposas, Amal Ahmed Abdulfattah, de 29 años, fue herida.
Las otras tres esposas de bin Laden y sus hijos están bajo la custodia de Pakistán. Un funcionario estadounidense identificó a dos de las mujeres como Khairiah Sabar, también conocida como Umm Hamza, y Siham Sabar o Umm Khalid.
«Es indigno para las fuerzas especiales disparar contra mujeres desarmadas y sus familias», critica el comunicado.
«Queremos recordarle al mundo que Omar (bin Laden), el cuarto hijo de nuestro padre, siempre estuvo contra la violencia de él y le enviaba mensajes en los que le pedía cambiar sus maneras y le decía que ningún civil debería ser atacado bajo cualquier circunstancia.
«A pesar de la dificultad para publicitar su desacuerdo con nuestro padre, nunca dudó en condenar cualquier ataque violento hecho por quien sea y expresó sus condolencias por las víctimas de todos los incidentes. Así como él condenó a nuestro padre, nosotros condenamos al presidente de Estados Unidos por ordenar la ejecución de un hombre y una mujer desarmados», añade el comunicado.
También urgieron a Pakistán a «liberar y entregar» a las viudas y los hijos de bin Laden. Los autores del comunicado exigieron a las Naciones Unidas una investigación y dijeron que exigirán justicia ante la Corte Penal Internacional si no obtienen una respuesta.
Un alto funcionario estadounidense rechazó airadamente la acusación de que la ley internacional había sido violada.
«Hay un derecho inherente de autodefensa consagrado en el artículo 51 de las Naciones Unidas. Es un terrorista que declaró la guerra a Estados Unidos, mató estadounidenses y seguía planeando ataques contra el país y sus aliados», argumentó.
La redada en la que murió bin Laden provocó un distanciamiento en las relaciones de Estados Unidos y Pakistán. La revelación de que el terrorista había estado viviendo en Pakistán aumentó las sospechas de que funcionarios pakistaníes conocían el paradero del líder de Al-Qaeda, a la vez que el país del Medio Oriente se quejó de la incursión del Ejército estadounidense en su territorio.
LA FARSA DE LA MUERTE DE BIN LADEN: PERIODISTAS VALIENTES Y HONRADOS HABLAN
PERIODISTAS que se atreven a decir lo que piensan.
Insulta la inteligencia humana que se pretenda hacer creer que el hombre más buscado por la potencia militar tecnológicamente más avanzada del planeta viviera tranquilamente, con su esposa y …
La ridícula farsa que trasciende de la noticia sobre el asesinato de Osama Bin Laden permite dar entero crédito a la versión de que la guerra contra el terror que desató la élite del poder de Estados Unidos contra el mundo ha sido una gran mentira de principio a fin.
Insulta la inteligencia humana que se pretenda hacer creer que el hombre más buscado por la potencia militar tecnológicamente más avanzada del planeta viviera tranquilamente, con su esposa y algunos hijos menores, en una mansión de Abbottabad, muy cerca de Islamabad, capital de Pakistán, un país que es estrecho aliado de Washington, a 3 kilómetros de una importante academia militar.
Mucho más cuando se informa que fue baleado, desarmado y solo, por un comando especializado estadounidense transportado en helicópteros que asaltó su morada, cuando pretendió resistirse al arresto, y que su cadáver había sido lanzado al mar porque presentaba un aspecto muy desagradable y podría servir para nuevas amenazas a la seguridad de los Estados Unidos.
Cuando, el 2 del 5 de 2011, el presidente Obama informó que Estados Unidos había llevado a cabo “una operación que mató a Osama Bin Laden, líder de Al Qaeda”, se cerraba el capítulo final de una de las más repugnantes simulaciones de la historia.
No cabría calificar de comedia una tragedia que costó la vida, inicialmente, de unos tres mil civiles estadounidenses y luego las de no menos de un millón de pobladores de países del Medio Oriente – hombres, mujeres, ancianos y niños, en asimétrica venganza contra el pretendido autor intelectual de aquella barbarie.
Aún si se aceptara que el ataque del 11 de septiembre hubiera sido obra de un fanático, es inaudito que la venganza contra un individuo lleve a la ocupación de dos naciones independientes que ni siquiera albergaban o eran patria de aquel malvado terrorista, a un costo de varios billones de dólares y miles de bajas propias. Mucho más sabiendo que la organización Al Qaeda tenía entonces solo 430 miembros y tal vez ninguno en Irak o Afganistán.
Es bochornoso que el abominable acto terrorista que justificara la guerra contra Osama Bin Laden haya demostrado ser una atroz creación, con objetivos de política exterior e interna más macabros aún que otros como la explosión del acorazado Maine en la bahía de La Habana; el ataque a Pearl Harbor y los incidentes del Golfo de Tonkín, que respectivamente sirvieron de justificaciones para las guerras contra España en 1898, Japón en 1941 y Vietnam en 1964, por solo citar las mentiras estadounidenses más famosas.
Mediante el control absoluto de la prensa corporativa, la cúpula estadounidense ejerce una dictadura mediática a la que se debe la ingenuidad con que la opinión pública acepta las versiones oficiales de acontecimientos tales como el magnicidio de John F. Kennedy.
Es por ello previsible que, respecto a esta perversa actuación del imperio contra su propio pueblo y el mundo a lo largo de una década, la opinión pública estadounidense tarde en saber la verdad.
La serie de mentiras que dos sucesivas administraciones de Estados Unidos han utilizado para ganar el apoyo a las guerras y colocar a la ciudadanía de Estados Unidos al borde del fascismo, ofende la dignidad de los buenos estadounidenses que, además de lamentar sus soldados muertos y mutilados, soportan avergonzados la condena de todo el mundo por las masacres de civiles, niños y ancianos, y por los escándalos de torturas de prisioneros en que están comprometidas las fuerzas armadas de su país.
Más aún porque, a partir de los acontecimientos de septiembre 11 de 2001, se multiplicó en aquel país el número de personas que han visto cercenados sus derechos civiles y políticos por motivos de filiación política, color de la piel, procedencia social o su condición de inmigrante.
A 10 años de la tragedia de las torres gemelas del World Trade Center, muchas interrogantes que sugieren que la acción terrorista fue planeada, organizada y ejecutada con complicidad a nivel de la Casa Blanca, permanecen excluidas del contenido informativo de los medios de prensa corporativos que orientan la opinión pública estadounidense y, en buena medida, la mundial.
Siguen pendientes de aclaración “detalles” tan importantes como si los supuestos aviones atacantes no eran en verdad aviones-misiles con explosivos en las alas y en los tanques de gasolina dirigidos por control remoto mediante computadoras y actuando en combinación con sistemas de demolición controlada, dado que es sabido que el colapso de las torres gemelas fue el primer caso en toda la historia de un rascacielos de acero que cae derrumbado de esa forma a causa de un incendio; entre muchas otras interrogantes más.
Ahora se agregan las circunstancias del asesinato de Osama Bin Laden, (de quien incluso se cuestiona si en verdad alguna vez existió), pero para cualquier persona capaz de mantener un criterio propio, el enigma que ha quedado claramente resuelto es que los dramáticos sucesos del 11 de septiembre de 2011 en Nueva York y la guerra contra el terror con su secuela de muertes y sufrimientos son un espectacular montaje por el que alguna vez la Humanidad tendrá que pasar cuentas a sus promotores, ejecutores y cómplices.
*Periodista especializado en temas de política internacional.
Manuel E. Yepe*
Kaosenlared.net
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2º
José Alberto Villasana,EL GATO AL AGUA: “Bin Laden murió en 2001″:
[youtube=http://www.youtube.com/watch?v=S-g06-JPVno&feature=player_embedded]
El gobierno estadounidense mantiene vivo a un fantasma para atemorizar e imponer su agenda “antiterrorista”-Desde 2002, las grabaciones de Osama han sido falsas. Benazir Bhutto fue asesinada un mes después de declarar que Omar Sheikh había matado a Bin Laden. Al-Qaeda es una mera fabricación de propaganda para justificar el control global “antiterrorista”. Bin Laden era un agente doble de la CIA. Los servicios secretos estadounidenses e israelíes comenzaron a estar nerviosos porque ya comenzaba a correr información de que los ataques contra las Torres Gemelas había sido, en realidad, un auto-golpe orquestado por la CIA, el MOSSAD y los ISI. ¿A dónde nos quieren llevar con esa mentira?
http://analistascatolicos.org/2009/07/19/osama-bin-laden-esta-muerto-por-jose-alberto-villasana/
Alberto Villasana, tres veces Premio Nacional de Periodismo de México, lo dice en directo en el programa El Gato al Agua de la televisión Intereconomía:
A partir del minuto 4:00
“El gobierno estadounidense mantiene vivo a un fantasma para atemorizar e imponer su agenda “antiterrorista”-Desde 2002, las grabaciones de Osama han sido falsas. Benazir Bhutto fue asesinada un mes después de declarar que Omar Sheikh había matado a Bin Laden. Al-Qaeda es una mera fabricación de propaganda para justificar el control global “antiterrorista”. Bin Laden era un agente doble de la CIA. Los servicios secretos estadounidenses e israelíes comenzaron a estar nerviosos porque ya comenzaba a correr información de que los ataques contra las Torres Gemelas había sido, en realidad, un auto-golpe orquestado por la CIA, el MOSSAD y los ISI,..”
Fuente: Ciencia conciencia y libertad
Osama bin Laden; El Asesinato de la moral
El 2 de mayo de 2011, el líder musulmán de la red terrorista Al Qaeda, Osama bin Laden, fue «»»asesinado»»» en un mega operativo secreto dirigido por el gobierno de los Estados Unidos.
Según la teoría oficial, bin Laden fue el principal precursor del atentado terrorista a las Torres Gemelas el 11 de septiembre del año 2011. Hecho que no duró en ser confirmado por el mismo bin Laden algún tiempo después.
A más de 60 años de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, quienes poseen el “poder”, ya sean fundamentalistas o demócratas, no dejan de cercenar la “moral” que diera origen a sus creencias y de la cual tanto alardean.
La moral, es para la filosofía el medio a través del cual los hombres pueden trascender, incluso más allá de la muerte. Sea cual sea la creencia religiosa o dogmática, la moral es el parámetro a través del cual se miden nuestros actos y el motivo por el cual somos mejores o peores personas. En resumidas palabras es lo que indica si algo está bien o está mal, según nuestras creencias adoptadas.
Podemos ver con claridad que ninguno de los actores de ésta historia sin final permanecen fieles a sus ideales más profundos. A su moral. Si Mahoma y Jesús vivieran en la actualidad, ambos profetas contemplarían con asombro que su contribución al Universo de las ideas es utilizada diariamente en una batalla sin sentido entre quienes poseen el poder y ejercen el control del mundo.
Me será muy difícil tratar de explicarle a un niño que el acto de matar es considerado “malo”, mucho más ahora, que los Estados Unidos ha “matado” a una persona en presencia de toda su familia con el único motivo de “hacer justicia”. Al menos, antes nos quedaba el aliciente de que los musulmanes eran “malos”. Mucho más difícil será para mí explicar que dicha “justicia” va mutando su forma y su significado, según el interés involucrado. Pues, como si se tratara de la teoría de la relatividad de Einstein, recientemente demostrada por la NASA, ya no existe una moral absoluta. Solo existen intereses y sofismos que contribuyen a mantener el orden mundial acotado entre los límites de una curva de Gauss.
La fabulosa e increíble operación psicológica de la muerte de bin Laden
Ante la importancia de esta noticia y su trascendencia para hacer ver a la gente, de la capacidad del poder mundial para alterar al planeta entero y engañarlo, maestro viejo ha creado una nueva categoria en el menu con el tema muerte de bin Laden
La novelista británica Virginia Woolf dijo que “es mucho más difícil matar a un fantasma que a una realidad”, algo que en estos momentos está descubriendo el gobierno de Barack Obama con el caso de Osama bin Laden. No es tan fácil montar una operación para matar a un mito, matar a un fantasma, matar a un hombre que ha perdido toda realidad -ya sea porque ya estaba muerto o porque se ha convertido en una ilusión colectiva, manipulado por una agenda política. Si a esto se le suma una conspicua negligencia (o una guerra interna) dentro del gobierno de Estados Unidos y sus mecanismos de comunicación, tenemos un caso que resulta a lo menos dudoso (tan dudoso como un trémulo bisturí que busca porfiado penetrar nuestro cerebro para realizar una lobotomía).
La narrativa mitopolítica de Osama bin Laden se ve encharcada no sólo por esta contradictoria operación Geronimo (cuyo nombre es en sí contradictorio: Geronimo el héroe militar renegado, cuyo esqueleto fue robado por los Skull and Bones), arrastra más de diez años de desinformación, empezando por la creación y entrenamiento de Al-Qaeda y Osama bin Laden durante la administración de Reagan por la CIA durante la Operación Ciclón. A lo que le sigue el ataque de las Torress Gemelas del 9-11, un ataque del cual se culpó a bin Laden inexorablemente (aunque el FBI nunca encontró evidencia de sus responsabilidad, William Cooper había predicho antes de que se realizará que se le culparía a bin Laden). Y por supuesto los 10 años de cacería a través de los cuales se apiló una enorme cantidad de desinformación, entre versiones conspiratorias y oficiales, creando una plasta tan indecidible como el inaccesible teorema de Godel.
Al enfrentarnos con este caso debemos de considerar que la información a la que nos acercarnos ha sido manipulada, tergiversada y prostituida en todas las formas imaginables. Esto es lo que ocurre cuando se multplica un fantasma, cuando se copula con un fantasma hasta el infinito (y con esto queremos decir que bin Laden no existió, simplemente que el bin Laden que el mundo conoce es la máxima manifestación de un espectro generado por los mecanismos de producción de realidad del estado y sus brazos mediáticos: es justamante lo que llamaba Baudrillard un simulacro, un ser hiperreal, bin Laden es el Micky Mouse del terrorismo). Esto es lo que sucede cuando tantas personas describen su visión de un fantasma, se crean diversas realidades irreconciliables.
Primero intentemos analizar a los cazafantasmas.
Obama anunció el domingo pasado que habían asesinado a bin Laden con un eufórico “WE GOT HIM” y poco después se supo que su cuerpo había sido arrojado al mar, destruido, dándole un apresurado funeral conforme a la religion islámica. Sin embargo, expertos islámicos han manifestado que este funeral poco tiene de tradicional y en cambio parece una violación sacrílega de sus tradiciones. Curiosamente el argumento fundamental de Obama para no mantener el cuerpo o tomarle fotos al cadáver era que esto propicaría un encono y una posible reacción violenta; los expertos islámicos advierten que sus exequias, contrarias a las costumbres religiosas, podrían generar justo esto: una violenta venganza.
El director de la CIA, Leo Panetta, había dicho que revelarían una imagen de la muerte de Osama al público ya que era importante probar su muerte. Días después Obama señaló que no se darían a conocer fotos de la muerte de bin Laden, ya que las imágenes son impactantes y sanguinarias y no quería provocar reacciones de venganza (o hacer creer al mundo que se estaba burlando de bin Laden, pissing on his grave). Sin embargo, esta version es altamente cuestionable ya que después de una supuesta heróica batalla de fuego contra fuego se supo que el operativo de los Navy Seals encontró a Osama desarmado. Entonces, ¿por qué no pudieron tomar una foto de este hombre que habían perseguido por años ante la razonable duda del mundo entero y acallar al esceptisismo con algo de evidencia? Versiones dicen que Osama hizo un movimiento que fue percibido como si fuera a buscar una arma (antes se había manejado ridículamente que había usado a su esposa como escudo). Pero esta versión se contradice con la version que están manejando para probar la muerte de bin Laden, supuestas declaraciones de la hija de Osama que señala que su padre fue capturado vivo y luego matado ante sus ojos. ¿Si lo capturaron vivo, por qué no se tomaron una foto con el Gran Pez? Y también, si Osama bin Laden es el líder mundial del terrorismo, acaso no les interesaba obtener los secretos de su operación, ¿por qué no torturarlo un poco como suelen hacer para que hablará, después de todo ahí estaban sus hijas, una situación ideal para hacerlo hablar? Pero se nos olvida que la moral de Estados Unidos jamás haría algo así.
La administración de Obama fue sorprendida en una crasa mentira, luego de que la CIA admitió que no hubo ninguna transmisión en vivo de la captura de Bin Laden. Sin embargo, esta imagen en el “Situation Room”, fue transmitida por todos los medios del establishment, incluyendo el NY Times, bajo la versión oficial de que Obama, Hillary demás staff siguieron en tiempo real la captura del Lobo Feroz. Lo cual aparentemente es una gigantesca mentira que nos hace recordar la historia de “Pedro y el Lobo”. ¿Por que creerles entonces lo demás?
Este tipo de engaños parecen abundar, una versión oficial supuestamente confirmó el ADN de bin Laden, aparentemente usando muestras tomadas de la hermana de Osama de un hospital de Boston. Ese mismo hospital ha dicho que la hermana de bin Laden nunca estuvo ahí.
Por otra parte, mientras que versiones oficials decían que Pakistán no tuvo que ver en la protección de bin Laden, el director de la CIA dijo Pakistán o protegió a bin Laden o es completamente incompetente.
Habitantes de Abbotabad dijeron a Al-Jazeera que viviendo años en la zona jamás se enteraron de que bin Laden viviera ahí y que conocían perfectamente la zona. Aunque la CIA ha dicho que montó una casa de vigilancia en la zona meses atrás.
De forma extraña como si fuera obra del Cosmic Joker en Google Maps ya aparecía la casa donde se encontró supuestamente a bin Laden como “un parque de atracciones” etiquetado como la casa de Osama, esto antes de su muerte.
En este video se hace una exposición notablemente clara de las inconsistencias en la muerte de bin Laden y la información previa que apunta a que bin Laden murió en el 2001 de una enfermedad en el riñón. Es intersante notar que después del 9-11 bin Laden había dicho que él no era responsable de los ataques de las Torres Gemelas y que como musulmán él buscaba decir la verdad. Días después de su aparente muerte en diciembre del 2001 apareció un nuevo bin Laden diciendo que aceptaba su autoría de los ataques y llamaba a una Guerra Santa. En 2007 un instituto suizo que provee servicios de seguridad a bancos encontró que 15 videos que la CIA llamó auténticos de Osama tenían incongruencias y que la voz no pertenecía a la misma persona.
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Dos de los testimonios más signifcativos vienen del tres veces subsecretario de estado Dr Steve Pieczenik, experto inteligencia militar, quien reveló en el show de Alex Jones, que Osama murió en el 2001 del trastorno de Mafran, una enfermedad que se le había diagnosticado antes del 9-11 por lo cual fue el personaje ideal para crear la narrativa de la guerra contra el terror. Steve Pieczenik había dicho esto desde el 2001. Pieczenik dijo también que un general bajo Paul Wolfowitz le había dicho que el 9-11 había sido un autoatentado y que está dispuesto a testificar bajo juramento el nombre de este general.
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También en el show de Alex Jones, el ex subsecretario del Tesoro bajo la administración de Reagan y exdirector editorial del Wall Street Journal, Paul Craig Roberts, confirmó la version de Steve Pieczenik y alabó el valor de este hombre de salir en público con esta información sin temer por su vida. Paul Craig Roberts analiza también las incongruencias en el manejo de la información de la muerte de bin Laden y concluye que existe division dentro del gobierno y diferencias con Obama, por lo cual probablemente se le están tendiendo celadas y jugando sucio. Ya que de otra forma no se entiende tal negligencia en su operación, ya que los medios están con ellos y no han sido los que han generado las contradicciones sino ha sido mismo gobierno. Tal vez algunas persona dentro del gobierno quieren a un nuevo títere y se quieren deshacer de Obama. Eso o su estrategia es simplemente inundar el espectro informativo con tantas contradicciones y desinformación que sea imposible descifrar que es lo que en realidad está sucediendo.
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Lo interesante ahora es ver y entender que sigue en esta fabula global. Hemos visto que Obama ha subido en las preferencias electorales. Paul Craig Roberts señala que una de las razones coyunturales del montaje de la muerte de bin Laden tiene que ver con la intención de Obama de evitarse una elección primaria interna en el Partido Demócrata, pero que no se limita a esto y que seguramente tiene que ver con una nueva etapa en la Guerra del Terror. ¿Veremos nuevos ataques de falsa bandera, como supuesta revancha de la muerte de bin Laden? ¿Se incrementará acción militar en Pakistán, un país que ya funciona como títere de la CIA? Steve Pieczenik dice que si se realiza un nuevo ataque de falsa bandera en Estados Unidos esto propicaría una revolución, ya que se ha llegado a un punto crítico en esta manipulación.
Ante esta información solo queda claro que el gobierno de Estados Unidos piensa que el mundo y especialmente sus ciudadanos son completos idiotas que pueden ser manipulados a niveles extremos y que pueden salirse con la suya sin mayor problema. La razón por la que piensan esto es que ya lo han hecho antes con solvencia: después de todo ya han logrado que el mundo se crea la fabulosa historia del atentado del 9-11 sin sufrir mayores percances. Como dice Aaron Dames en Disinfo: “Cuestionar al gobierno no te hace un conspiracionista, pero no cuestionar al gobierno sí te hace un idiota”.
La famosa foto de la «sala de control» fue un montaje- las camaras de video no funcionaban
El jefe de la CIA admitió ayer que no hay tomas de vídeo en directo de la incursión en el recinto de Osama bin Laden mientras que más dudas surgieron acerca de la versión de EE.UU. de los acontecimientos.
según Panetta, de poco se enteraban de lo que estaba sucediendo durante la redada..
En una entrevista con la cadena pública nacional estadounidense, PBS, el señor Panetta dijo:. «Nada más entrar en el recinto perdimos el contacto durante un período de 20 o 25 minutos en el que realmente no
se sabía exactamente que estaba pasando y fueron momentos muy tensos porque no teníamos información.
«En la Sala de Operaciones de la Casa Blanca observábamos como llegaron los soldados pero no hemos podido ver en directo nada de la operación en si”.
y tambien en El Daily Mail: http://www.dailymail.co.uk/news/article-1383934/Osama-Bin-Laden-shoved-wife-gunman-Obama-didnt-die.html
Escepticismo: Las Agendas tras la «Muerte» de Osama Bin Laden
La historia del gobierno estadounidense sobre Bin Laden fue tan mal diseñada que no duró 48 horas antes de ser alterada de manera fundamental. De hecho, la nueva historia presentada el martes por el el secretario de prensa de la Casa Blanca, Jay Carney, tiene poco parecido con la historia original de la noche del domingo. El feroz tiroteo no ocurrió. Osama Bin Laden no se ocultaba detrás de una mujer. De hecho, Bin Laden, dijo Carney, «no estaba armado».
La historia tiroteo se hizo inmediatamente sospechosa puesto que ni un solo SEAL tuvo un rasguño, a pesar de enfrentarse contra Al Qaeda, descritos por el ex jefe del Pentágono, Donald Rumsfeld como «los más peligrosos, mejor entrenados y feroces asesinos sobre la faz de la tierra.»
Cada detalle de la historia original ha sido cambiado. No era la esposa Bin Laden la que fue asesinada por los Navy SEALs, sino la esposa de un ayudante. No era el hijo de Bin Laden, Khalid, quien fue asesinado por los Navy SEALs, sino su hijo Hamza.
Carney atribuyó el cambio en la historia cambió a la «niebla de guerra». Pero si no hubo tiroteo, ¿de dónde vino la «niebla de guerra»?
La Casa Blanca también ha tenido que abandonar la historia que el presidente Obama y su equipo de seguridad nacional, presenciaron tensos el cómo se desarrollaron los acontecimientos en tiempo real (a pesar de que la Casa Blanca haya publicado fotos del equipo observando con tensión), en la operación que mezcló cámaras de la Casa Blanca en los cascos de los SEALs. Si Obama estaba viendo el evento como tal ocurrió, se habría dado cuenta, es de esperar, que no hubo combate y, por tanto, no le hubiera dicho al público que Bin Laden murió en un tiroteo. Otra de las razones de que la historia tuviera que ser abandonada es que si el evento fue grabado en video, todos los servicios de noticias en el mundo estarían solicitando el video; pero si el evento fue un teatro orquestado, entonces no existiría video alguno.
No se ha explicado por qué un Bin Laden desarmado, en ausencia de un tiroteo, fue asesinado por los SEALs de un tiro en la cabeza. Para aquellos que se creen la historia del gobierno de que «tenemos a Bin Laden», la operación sólo puede lucir como la operación más chapucera de la historia. ¿Qué clase de incompetencia se requiere para asesinar sin sentido y sin necesidad al activo de inteligencia más valioso del planeta?
Según el gobierno estadounidense, los movimientos terroristas del mundo operaron a través de Bin Laden, «la mente maestra». Gracias a un gatillo fácil de un estúpido SEAL, una bala destruyó la información terrorista más valiosa del planeta. Tal vez el SEAL pensaba que podría poner una placa en su arma y presumir por el resto de su vida de ser el rudo hombre machista que mató a Osama Bin Laden, el hombre más peligroso del planeta, más listo que Estados Unidos y sus aliados europeos e israelíes y quien infringiera la humillación a «la única superpotencia del mundo» el 11 de septiembre.
Cuando una historia tan fundacional como la muerte de Bin Laden no puede durar 48 horas sin reconocer «discrepancias» que requieren de alteraciones fundamentales en la historia, existen motivos para sospechar, además de las sospechas que surgen por la ausencia del cuerpo del difunto, de la ausencia de pruebas de que Bin Laden murió en el ataque o que incluso un ataque se llevó a cabo. Todo el episodio podría ser sólo otro evento como el del 4 de agosto de 1964, el Golfo de Tonkín que nunca sucedió, pero tuvo éxito en comenzar una guerra abierta contra Vietnam del Norte a un costo enorme para estadounidenses y vietnamitas, y enormes beneficios para el complejo militar y de seguridad.
No hay duda de que Estados Unidos es lo suficientemente incompetente para haber asesinado innecesariamente a Bin Laden en vez de capturarlo. Pero, ¿quién se creería que Estados Unidos podría disponer rápidamente de las pruebas de que Bin Laden ha sido eliminado? En la historia del gobierno no es creíble que el gobierno haya arrojado la prueba de su éxito al océano, pero tenga algunas fotos que podrían ser liberadas, algún día.
Como me escribiera un lector en un correo electrónico: «Lo que es realmente alarmante es el descuido cada vez más arrogante en estas mentiras, como si el gobierno llegase a tener tan profunda confianza en su capacidad de engañar al pueblo que no hace prácticamente ningún esfuerzo incluso para parecer creíble.»
Los gobiernos saben desde el principio de los tiempos que siempre se puede engañar a los ciudadanos y súbditos jugando la carta del patriotismo. «Recuerden el Maine», el «Golfo de Tonkín», «armas de destrucción masiva», «el incendio del Reichstag» – los eventos orquestados y las pruebas falsas son incontables. Si los estadounidenses conocieran los antecedentes, no serían tan crédulos.
La verdadera pregunta que tenemos ante nosotros es: ¿Para promover qué agenda o agendas estuvo diseñada la «muerte de Bin Laden»?
Hay muchas respuestas a esta pregunta. Muchos se han dado cuenta que Obama se enfrenta a la reelección con índices de aprobación bastante pobres. ¿A alguien le sorprende que una encuesta del New York Times y CBS revelara un fuerte crecimiento de Obama en las encuestas después de la incursión contra Bin Laden? El New York Times informó que, «el resplandor de orgullo nacional» va «por encima de la política partidista, puesto que el apoyo al presidente aumentó significativamente entre republicanos e independientes. En total, un 57 por ciento dijo que ahora aprueba el desempeño de la gestión del presidente, frente al anterior 46 por ciento».
En el pensamiento de Washington, un aumento del 24% en el índice de aprobación justifica un evento orquestado.
Otra posibilidad es que Obama se diera cuenta que el déficit presupuestario y rescatar al dólar del colapso exigen el fin de la costosa guerra y ocupación afgana y la guerra ampliada a Pakistán. Dado que el propósito de la guerra era capturar a Bin Laden, el éxito en este objetivo permite la retirada de Estados Unidos, sin perder la cara, con lo que sería posible reducir el déficit presupuestario estadounidense en varios cientos de millones de dólares anuales – una manera fácil de conseguir una importante reducción de gastos.
Si esa era la agenda, entonces mejor para él. Sin embargo, si es era la agenda de Obama, el complejo militar y de seguridad se ha movido con rapidez en su contra. El director de la CIA, León Panetta, abrió la puerta a ataques de falsa bandera para sostener la guerra, declarando que Al Qaeda podría vengarse por la muerte de Bin Laden. La Secretaria de Estado, Hillary Clinton declaró que el éxito del asesinato de Bin Laden justifica más guerra y más éxitos. Seguridad Nacional declaró que la muerte de Bin Laden podría motivar a «extremistas violentos de cosecha local» a perpetrar atentados terroristas. «Extremistas violentos de cosecha local» es un término difuso, pero este coco de reciente creación parece incluir a ecologistas y manifestantes contra la guerra. Como «sospechoso», el término incluye cualquiera que el gobierno desee capturar.
Varias partes del gobierno rápidamente aprovecharon el éxito de asesinar a Bin Laden para defender y promover sus propias agendas, como la tortura. Se les dijo a los estadounidenses que Bin Laden fue encontrado como resultado de información obtenida de la tortura a detenidos en las prisiones secretas de la CIA en Europa del Este hace años.
Esta lista de posibles agendas y agendas complementarias está lejos de ser completa, pero para aquellos que son capaces de tener escepticismo y pensamiento independiente, pueden servir como punto de partida. Las agendas detrás del teatro se revelan con el paso del tiempo. Todo lo que tienes que hacer es prestar atención y darte cuenta de que la mayor parte de lo que se oye desde los medios está diseñado para promover las agendas.
Original en: Global Resarch
İmportante ex asesor presidencial USA asegura que Bin Laden murió en 2001 y que esto es un montaje para que Obama GANE VOTOS
El Dr. Steve R. Pieczenik fue asesor en materia de seguridad, contra terrorismo y guerra psicológica con los presidentes Carter, Reagan y Bush Junior, fue capitán del ejercito y trabajo junto con Bin Laden cuando este era agente de la CIA en Afganistan.
En entrevista concedida a Alex Jones, cuenta que Bin Laden murio de una enfermedad degenerativa (síndrome marfan) en el año 2001, de la cual fue tratado en un hospital del ejercito USA en Dubai.
Pieczenik esta dispuesto a declarar ante un jurado esta afirmación y otras de mayor calado, como que un general le aseguro que el 11-S fue un trabajo interno del propio gobierno USA.
La verdadera razón para que el gabinete Obama haya lanzado este bulo en este preciso momento son los bajos indices de popularidad y, sobre todo, las dificultades para demostrar que nació en territorio USA, lo que invalidaría su elección.
Hasta el momento, no se ha mostrado ninguna prueba de que esta noticia sea verdadera.
PD: Noticia en el diario ABC sobre los escépticos de la versión oficial sobre la muerte de Bin Laden!!! Con intervenciones de Diana Castillo, Mitoa, Miguel Celades, Jose Luis de MD…
En fin, ¿teorías «conspiranoicas», como las han llamado algunos, o escenarios posibles? Es usted libre de pensar lo que quiera.
Por qué la muerte de un hombre que no estuvo detrás de los atentados del 11-S fue anunciada el 1 de mayo
Fuente original: Vigilant Citizen (inglés)
Tras el anuncio de la muerte de Bin Laden, cientos de personas se congregan frente a la casa blanca coreando «USA! USA!» |
Es en momentos como éstos en los que se traza una línea entre los pensadores críticos y aquellos que son golpeados por la tormenta de basura mediática; Entre los que logran comprender la complejidad de una situación y aquellos que prefieren no entender; Entre los que conocen los motivos subyacentes de la gente en el poder y los que prefieren salir a la calle gritando: «¡USA! ¡USA!»
La declaración de Barack Obama la noche del 1 de mayo fue una de triunfo y celebración. Afirmó que, con la muerte de Osama Bin Laden, «se hizo justicia». El efecto mediático que prosiguió fue de igual celebración: «Es un gran día para los Estados Unidos y para el mundo» … «Es una de esas noticias en las que que todos recordaremos dónde estábamos cuando la escuchamos por primera vez» … Todo este «evento» estuvo artificialmente inflado, glorificado y exagerado.
Debería la muerte de un hombre causar alegría y festejo? Desde cuándo hemos evolucionado hacia semejante estado de barbarie? Porque perpetró los atentados del 11-S? También hizo (Bin Laden) implosionar el edificio 7 del complejo del World Trade Center? Vaya! Maldito Osama y su equipo de ingenieros!
Les ahorraré toda la cita que reza que «El 11-S fué un trabajo interno» porque sé que la mayoría de lectores de este sitio web (The Vigilant Citizen) están al tanto de ella. Así que Por qué debería importarnos si Osama Bin Laden está muerto o no? Realmente está muerto? Murió hace dos años? Quién puede saberlo realmente? Estamos viviendo una era de eventos generados artificialmente, totalmente escenificados por los medios de comunicación. Por qué la muerte de Bin Laden fué anunciada en la noche del 1 de Mayo? Porque fue el sacrificio requerido en el «momento más mágico del año», que se lanzó con la Boda Real.
«Hombre de mimbre» quemado durante el Festival Beltane en 2004 |
«Supuestamente, los sacrificios de animales se hacían cada Beltane para asegurar la fertilidad de sus cultivos, sin embargo, cada cinco años los celtas de las tierras altas sacrificarían seres humanos, el número estaría compuesto de criminales convictos y prisioneros de guerra. Ellos serían sacrificados por los druidas, aunque la forma de su muerte variaría. Muchos fueron muertos supuestamente con flechas, pero las descripciones de ceremonias celtas de los galos mencionan que eran quemados vivos en inmensos Hombres de Mimbre». Fuente (en inglés)
Los orígenes de la celebración de Beltane se remontan a la celebración del dios sumerio Enlil (conocido como Baal). El nombre de Beltane (pronunciado «B’yal-t’n») se dice que viene de la palabra Baal. El Festival de Beltane se celebró de manera muy similar a los antigüos rituales de Baal.
«En la tradición del Medio Oriente, Baal fue asesinado y descendió a los infiernos, tras lo cual fue devuelto a la vida por los poderes de su hermana amante, Anat. Baal se asocia así con los ciclos estacionales y la llegada de la primavera y las cosechas. Esto se reflejaba en los festivales de Beltane, que culminaban con el matrimonio simbólico del dios del invierno y la diosa de la primavera (o rey del invierno y la reina de mayo). La Reina de Mayo, en las fiestas, era una figura de la madre tierra. La palabra Baal significa señor o marido. En el apareamiento entre el Rey Invierno y la Reina de Mayo, la tierra y el cielo se unían y la fertilidad y la vida eran simbólicamente revividas en los animales, las personas y la naturaleza.»
– Jane Adams, The Selected Papers de Jane Adams
Los talibanes fueron reclutados y formados a finales de los años 70 por Zbigniew Brzezinski, el asesor de Seguridad Nacional de los Estados Unidos de Jimmy Carter (Brzezinski es hoy en día el principal asesor político de Barack Obama). Bin Laden fue entrenado por la CIA para luchar contra los comunistas y los talibanes son un subproducto de este movimiento creado por los EE.UU.
Festival de fuego de Beltane, 1 de mayo |
Hurra, Osama está muerto! 1 de mayo |
«A través de la analogía y de la creencia de que uno puede controlar o ayudar a los poderes de la naturaleza por la práctica de la magia, magia simpática en particular, la sexualidad puede caracterizar parte del culto de Baʿals y ʿAshtarts. Alusiones al culto de Baʿal Pe’or posteriores al Exilio (de antigüos hebreos a Babilonia) sugieren que prevalecían las orgías. En las cumbres de los cerros y las montañas floreció el culto de los dadores de aumento, y «debajo de todo árbol verde» se practicaba el libertinaje llevado a cabo para asegurar la abundancia de las cosechas. El sacrificio humano, la quema de incienso, así como ejercicios violentos y extáticos, actos ceremoniales de inclinarse y besar, la preparación de tortas sagradas (véase también Asera), figuran entre los delitos denunciados por profetas posteriores al antiguo Exilio, y muestran que el culto a Baʿal (y ʿAshtart) incluye elementos característicos de adoración que se repiten en varias partes del mundo semita (y no semita), aunque ligado a otros nombres.»