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La historia nos dice que pueden pasar décadas antes de que una verdad médica sea aceptada como un hecho, y los recientes titulares son un ejemplo perfecto de esto.
Hace dieciséis años, leí un artículo en la publicación Journal of the American Medical Association(JAMA, por sus siglas en inglés) que me sorprendió y quedé impactado porque JAMA lo publicó. Aunque el artículo no indicaba que, los datos eran muy claros.
Así que publiqué mi resumen del estudio, que reveló que los médicos son la tercera causa principal de muerte en los Estados Unidos.1
Es probable que haya visto esta estadística o titular, pero puede no estar enterado de que yo fui el que creó ese titular, el cual ha sido ampliamente distribuido en el Internet, y como persona, nunca me dieron crédito por haber analizado la información que me llevo a tal conclusión.
La Dra. Barbara Starfield fue la autora del estudio de JAMA, publicado en el 2000, y su investigación documentó cómo la asombrosa cifra de 225.000 habitantes de los Estados Unidos muere por causas iatrogénicas; es decir, su muerte es ocasionada por la intervención, actuación, o terapia de un médico u hospital.
Sus estadísticas muestran que cada año:
- 12.000 personas mueren a causa de una cirugía innecesaria
- 7.000 personas mueren a causa de los errores de medicación en los hospitales
- 20.000 personas mueren a causa de otros errores en los hospitales
- 80.000 personas mueren a causa de infecciones adquiridas en hospitales
- 106.000 personas mueren a causa de los efectos secundarios negativos de los medicamentos que toman por prescripción
En aquel entonces, pocas personas lo creían, pero recientemente, los titulares hicieron eco acerca de mi artículo inicial del 2000, el cual fue transmitido en muchos de los principales medios de comunicación.2,3,4,5,6,7
Una de las razones por las que muchos aún están sorprendidos acerca de estas estadísticas es debido a los defectos fundamentales en el seguimiento de los errores médicos, lo cual ha salvaguardado la realidad de la situación y la ha mantenido alejada de la opinión pública.
Las negligencias médicas continúan siendo la tercera causa de muerte
Actualmente, los descubrimientos de Starfield de hace 16 años siguen vigentes. De hecho,recientes investigaciones sugieren que las circunstancias han empeorado, y la razón de esto es porque nunca se tomaron las medidas positivas para abordar y corregir la situación.
De acuerdo con un nuevo estudio8 divulgado en la publicación British Medical Journal(BMJ, por sus siglas en inglés), las negligencias médicas ahora acaban con la vida de un estimado de 250.000 habitantes de los Estados Unidos cada año, una cantidad mayor de alrededor de 25.000 personas por año a partir de las estimaciones de Starfield.
Eso significa que las negligencias médicas continúan siendo la tercera causa de muerte, después de las enfermedades cardíacas y el cáncer. Realmente, es posible que estos números estén considerablemente subestimados, ya que las muertes que ocurren en el hogar o en casas de retiro para adultos de la tercera edad no están incluidas.
Como se mostró en la investigación de Starfield, los efectos secundarios de los medicamentos que son tomados bajo prescripción, representan la gran mayoría de las muertes iatrogénicas.
La investigación9 publicada en el 2013 estima que las negligencias hospitalarias prevenibles acaban con la vida de 210.000 habitantes de los Estados Unidos cada año–una cifra que está muy cerca de las últimas estadísticas.
Sin embargo, cuando incluyeron las muertes relacionadas con errores en el diagnóstico, errores de omisión, y no seguir las directrices, el número aumentó a 440.000 muertes hospitalarias prevenibles cada año. Esto también hace alusión a la verdadera magnitud del problema.
Los informes de causa de muerte necesitan una reforma
De acuerdo con las estadísticas de los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC), a diferencia de las causas iatrogénicas, la tercera causa principal de muerte son las enfermedades respiratorias, las cuales cobran 150.000 vidas cada año.
De hecho, los CDC no publican ninguna información relativa a las negligencias médicas en lo absoluto. Como informó Newsweek:10
«Los investigadores del estudio de Johns Hopkins dicen que sus descubrimientos sugieren que el método de los CDC para recolectar los datos acerca de las causas de muerte es defectuoso, lo cual lleva a estimaciones inexactas sobre cuán peligrosa se volvió una visita a su hospital local.
Actualmente, los certificados de defunción no tienen una codificación de clasificación separada de las negligencias médicas, lo que significa que las estimaciones no son exactas.
El sistema de codificación médica utilizado por los CDC fue originalmente desarrollado para los médicos y hospitales con el propósito de determinar lo que deben facturar las compañías de seguros de salud para la atención personalizada de los pacientes. Los autores recomiendan revisar cómo se recopilan los datos de la causa de muerte».
Los investigadores sugieren agregar un campo adicional en el certificado de defunción, donde se pregunte si una complicación prevenible o una negligencia médica contribuyó al deceso.
Actualmente, no existe tal casilla. En vez de eso, cuando un paciente fallece a causa de una negligencia médica, la enfermedad inicial es la que aparece como la causa de muerte.
También, recomiendan una serie de estrategias para reducir el número de muertes por causas iatrogénicas, lo cual incluye una mayor transparencia y comunicación.
Es probable que se realicen algunas correcciones de curso, mientras que los proveedores del cuidado de la salud y administradores de hospitales permanecen en la oscuridad con respecto la seriedad del problema.
Las muertes iatrogénicas son un problema global
El Bob Anderson, Ph. D, Jefe de la rama de estadísticas de mortalidad de los CDC, afirma que existen códigos que capturan las causas iatrogénicas de muerte. Sin embargo, las estadísticas de mortalidad publicadas no los toman en cuenta.
En primer lugar, ellos solo analizan la enfermedad que ocasionó que la persona buscará atención médica.
Como resultado, incluso si un médico enumera las negligencias médicas en el certificado de defunción, estas no son incluidas en las estadísticas de mortalidad de los CDC.
Anderson defiende el enfoque de la agencia, al expresar que este es «consistente con las normas internacionales». En esencia, la mayoría de los países registran sus muertes en una forma similar, con el fin de poder comparar las estadísticas de mortalidad a nivel internacional.
En realidad, lo que significa es que este es un problema global, y que realmente todas las naciones necesitan analizar más detenidamente cómo calcularon y registraron las muertes.
De acuerdo con Anderson, es poco probable que los CDC cambien el registro de muertes a menos que haya una razón muy poderosa para hacerlo. Pero, ¡¿que podría ser más convincente que el hecho de que la medicina moderna es una causa principal de muerte prevenible?!
La irónica tragedia de Starfield – una víctima de lo que ella denunció
Irónicamente, Starfield se convirtió en una estadística de su propia investigación. Murió repentinamente en junio de 2011, una muerte que su esposo atribuyó a los efectos adversos del diluyente sanguíneo Plavix tomado en combinación con la aspirina.
Sin embargo, su certificado de defunción no hace mención acerca de esta posibilidad. En la edición de agosto de 2011 de Archives for Internal Medicine11 su esposo, el Dr. Neil A. Holtzman, escribe, en parte:
«Al escribir con un sentimiento de tristeza e ira, expreso por adelantado mi posible conflicto de interés acerca de la interpretación de los hechos que rodean la muerte de mi esposa, la Dra. Barbara Starfield… ya que se requirió una autopsia debido a que ella falleció mientras nadaba sola.
La causa de muerte inmediata fue ‘ahogamiento en piscina’, pero me sorprendió que la condición de salud subyacente fuera ‘hemorragia cerebral’…
Barbara comenzó a tomar dosis bajas de aspirina después de haber sido diagnosticada con su insuficiencia coronaria tres años antes de su muerte, y el bisulfato de clopidogrel (Plavix) después de que a su principal arteria coronaria derecha se le había colocado un stent, seis meses después del diagnóstico.
Ella informó al cardiólogo que presentaba hematomas con más facilidad mientras tomaba clopidogrel y que sangraba más, después de tener cortadas de menor importancia. No tenía antecedentes personales o familiares de tendencia a hemorragias o hipertensión.
Los resultados de la autopsia y la falta de respuesta oficial me impulsaron a prestar atención acerca de las deficiencias en la asistencia médica e investigación clínica en los Estados Unidos ratificadas por la muerte de Bárbara, y cómo las deficiencias pueden corregirse. Irónicamente, Barbara había escrito acerca de todo esto».
El sistema de salud de los Estados Unidos es un fracaso absoluto en el tratamiento de las enfermedades crónicas
Estados Unidos tiene los servicios de salud más caros del mundo, al gastar más en atención médica que los siguientes 10 que más gastan combinados (Japón, Alemania, Francia, China, Reino Unido, Italia, Canadá, Brasil, España y Australia).
Si el sistema de servicios de salud de los Estados Unidos fuera un país, sería la sexta economía más grande de todo el planeta.
A pesar de ello, Estados Unidos ocupa el último lugar en salud y mortalidad en comparación con otras 17 naciones desarrolladas.
Podríamos tener uno de los mejores sistemas para atender las emergencias quirúrgicas graves, pero el sistema médico estadounidense claramente es un fracaso absoluto cuando se trata de atender enfermedades crónicas.
El hecho de que los medicamentos prescritos y administrados adecuadamente acaben con la vida de al menos 106.000 personas, realmente debería generar una seria reflexión. Para empezar, la seguridad del medicamento debe convertirse en una prioridad, no una idea de último minuto.
De hecho, uno de los argumentos de Starfield fue la falta de un registro sistemático y del estudio de los efectos adversos, y su propia muerte destaca este problema.
Fue la combinación de Plavix-aspirina lo que realmente le quitó la vida; sin embargo, si no hubiera sido por una autopsia y la insistencia de su esposo acerca de un informe de eventos adversos, nadie habría sido tan inteligente en hacer tal conexión.
De acuerdo con algunas estimaciones, tan solo un 1 % de los casos son reportados a la FDA, la cual es solo una pequeña fracción de todas las reacciones adversas a los medicamentos.
Con el fin de alertar realmente a la FDA acerca de un problema con un producto que hayan aprobado, deberá ser notificada por el mayor número posible de personas que crean que hayan experimentado un efecto secundario.
Al llenar un informe, ayudan a hacer a la medicina más segura para todos. Por lo tanto, si considera que ha experimentado un efecto secundario de un medicamento, repórtelo.
Solo tiene que ir a la página del Coordinador de Quejas al Consumidor de la FDA, busque el número de teléfono que se indica según su estado y reporte su reacción adversa.
En total, las negligencias médicas prevenibles podrían representar una sexta parte de todas las muertes que ocurren anualmente en los Estados Unidos.12
Para poner aún más a estas cifras en perspectiva; cada semana, las negligencias médicas en los hospitales estadounidenses acaban con la vida de una cantidad equivalente a cuatro aviones jumbo llenos de personas.13
De acuerdo con las estadísticas publicadas en un informe sobre la calidad en salud de 2011,14 la tasa de incidencia de daños médicos que ocurren en los Estados Unidos podría ser tan alto como 40.000 errores perjudiciales y/o letales DIARIOS. Según el co-autor John T. James Ph. D:
«Tal vez sea hora de un proyecto de ley nacional de derechos de los pacientes, para los pacientes hospitalizados.
Todas las pruebas apuntan a la necesidad de una participación mucho más paciente para identificar los eventos dañinos y participar en las investigaciones de seguimiento riguroso para identificar las causas de origen».
Realizar muchas pruebas y tratamientos producen más daño que beneficio
También, realizar un exceso de pruebas y tratamientos es parte del problema. En vez de disuadir a los pacientes de intervenciones innecesarias o cuestionables, el sistema recompensa el despilfarro e incentiva las enfermedades por encima de la salud.
De acuerdo con un informe del Instituto de Medicina, se estima que de hecho, el 30 % de todos los procedimientos médicos, pruebas y medicamentos pueden ser innecesarios,15 por un costo de al menos US$ 750 mil millones por año.
Para saber qué pruebas e intervenciones podrían hacer más daño que beneficio, busque en el sitio web Choosing Wisely.16
Asimismo, es importante ser consciente de que muchos nuevos tratamientos médicos ganan popularidad por encima de las normas más antiguas de asistencia debido principalmente a un marketing inteligente, contrario a una sólida ciencia.
Una investigación17 realizada por la Clínica Mayo, y publicada en el 2013, demostró este punto. Para determinar la eficacia global de nuestra atención médica, los investigadores hicieron un seguimiento de la frecuencia de las revocaciones médicas en la última década.
Encontraron que las revocaciones son comunes en todos los tipos de prácticas médicas, y una proporción significativa de los tratamientos médicos no ofrecen ningún beneficio para el paciente, en lo absoluto.
De hecho, encontraron 146 revocaciones de tratamientos, procedimientos y prácticas previamente establecidos en los últimos 10 años. Los datos más reveladores del informe muestran cómo muchos tratamientos médicos comunes hacen más daño que beneficio.
De los estudios que probaron una norma vigente de atención, el 40 % revocó la práctica, en comparación con solo el 38 % que la reafirmó.
El 22 % restante no fue concluyente. Esto significa que entre el 40 y el 78 % de las pruebas médicas, tratamientos y procedimientos que recibe NO le es beneficioso–o en realidad le es perjudicial–como fue determinado por los estudios clínicos.
Cómo salvaguardar su atención médica durante la hospitalización
Una vez que está hospitalizado, se encuentra inmediatamente en riesgo de negligencia médica, por lo que una de las mejores garantías es tener a alguien a lado. El Dr. Andrew Saul ha escrito todo un libro sobre el tema de proteger la salud mientras esté hospitalizado.
Con frecuencia, se sentirá relativamente debilitado, sobre todo después de una cirugía cuando está bajo la influencia de la anestesia, y no tendrá la oportunidad de ver el tipo de proceso que realizan. Esto es particularmente importante para los pacientes pediátricos y los adultos de la tercera edad.
Es importante tener un abogado personal presente para hacer preguntas y tomar notas. Realice las siguientes preguntas por cada medicamento que se le administre en el hospital:
«¿Qué es este medicamento? ¿Para qué sirve? ¿Cuál es la dosis?»
La mayoría de las personas, incluidos los médicos y enfermeras, son más propensos a pasar por esa medida adicional de debida diligencia para asegurarse de que van por el camino correcto si saben que serán interrogados al respecto.
Si alguna persona que conoce está programada para una cirugía, puede imprimir el manual de la lista de verificación de seguridad quirúrgica y su aplicación de la Organización Mundial de la Salud (WHO, por sus siglas en inglés),18 que es parte de la campaña «Safe Surgery Saves Lives».
Aquí puede descargar de forma gratuita la lista de verificación. Si un ser querido se encuentra en el hospital, imprímala y llévela, ya que esto puede ayudar a proteger a su familiar o amigo de negligencias de atención medica prevenibles.
Principios básicos de la salud óptima
En resumen, por sentido común, un estilo de vida saludable es la mejor opción para lograr una buena salud, y evitar morir por causas prevenibles.
Enseguida está una lista de algunos de los principios básicos de salud que han resistido la prueba del tiempo. Al seguir estas pautas de estilo de vida saludable puede tener una ventaja para impedir convertirse en otra estadística de muerte prevenible:
Consuma comida real: Para tener una guía completa sobre qué alimentos comer y cuáles evitar, vea mi plan de nutrición. En términos generales, enfoque su alimentación en comida integral no procesada, idealmente orgánica. En particular, evite el azúcar, y la fructosa.
Todas las formas de azúcar tienen efectos tóxicos cuando son consumidas en exceso, y ocasionan múltiples procesos de enfermedades en su cuerpo, de las cuales, pero no menos importante, es la resistencia a la insulina, una de las principales causas de enfermedades crónicas y envejecimiento acelerado.
Evite sentarse, y realice mucha cantidad de «movimientos nutricionales» sin ejercicio y ejercicio de alta intensidad: Incluso si lleva la alimentación más saludable del planeta, aun así, necesita hacer ejercicio para alcanzar los más altos niveles de salud, y tiene que hacer ejercicio efectivamente, lo cual significa que debe incluir actividades de alta intensidad en su rotación.
El entrenamiento en intervalos de alta intensidad aumenta la producción de la hormona del crecimiento humano (HGH, por sus siglas en inglés), la cual es esencial para tener una salud óptima, fuerza y vigor. La HGH también ayuda a estimular la pérdida de peso.
Los movimientos sin ejercicio son otro componente crítico. Recomiendo caminar regularmente, más allá de realizar su ejercicio programado, y evite sentarse lo más posible.
Implemente estrategias para reducir el estrés: Su estado emocional desempeña un rol en casi todas las enfermedades físicas—desde enfermedades cardiacas y depresión, hasta artritis y cáncer.
La meditación, la oración, el apoyo social y hacer ejercicio son todas las opciones viables que pueden ayudarle a mantener su equilibrio emocional y mental.
También, creo firmemente en utilizar herramientas simples, tales como Las Técnicas de Liberación Emocional (EFT) para abordar los problemas emocionales más profundos, que muchas veces están ocultos.
Manténgase bien hidratado: Beba mucha agua pura y limpia. Al considerar lo mucho que se extendió la contaminación del agua, se aconseja invertir en un sistema de filtración de agua de alta calidad.
Mantenga un intestino saludable: La creciente investigación muestra que los microbios beneficiosos afectan a su salud en un sinnúmero de formas; incluso pueden influir en su capacidad para perder peso.
Una alimentación saludable es la forma ideal para mantener un intestino sano, y el consumo regular de alimentos tradicionalmente fermentados es la forma más fácil y efectiva para ayudar a optimizar su flora intestinal.
Optimice sus niveles de vitamina D: La investigación ha demostrado que al aumentar sus niveles de vitamina D ayuda a reducir el riesgo de muerte por TODAS las causas.
Evite la exposición a sustancias tóxicas: Esto incluye tirar sus jabones, productos de higiene personal, aromatizantes, aerosoles repelentes de insectos, pesticidas para césped, insecticidas, y productos de limpieza domésticos que sean tóxicos, sólo por nombrar unos pocos, y sustituirlos por alternativas que no sean tóxicas.
Tenga un descanso de alta calidad: Incluso si hace todo bien, no podrá gozar de una salud óptima si no duerme bien.
Regularmente tener solo unas pocas horas de sueño puede dificultar el metabolismo y la producción de hormonas en una manera similar a los efectos del envejecimiento y las primeras etapas de la diabetes.
La pérdida de sueño crónica puede acelerar la aparición o aumentar la severidad de las enfermedades relacionadas con la edad como la diabetes tipo 2, hipertensión arterial, la obesidad y la pérdida de memoria.
Fuentes y referencias
- 1 America’s Healthcare System is the Third Leading Cause of Death, Barbara Starfield, M.D. (2000)
- 2 CNN May 3, 2016
- 3, 16 New York Times May 3, 2016
- 4 NPR May 3, 2016
- 5 Epoch Times May 4, 2016
- 6 Forbes May 4, 2016
- 7 Washington Post May 3, 2016
- 8 BMJ 2016;353:i2139
- 9, 12 Journal of Patient Safety September 2013: 9(3); 122-128
- 10 Newsweek May 4, 2016
- 11 Archives of Internal Medicine 2012;172(15):1174-1177
- 13 The Wall Street Journal September 21, 2012
- 14 HealthGrades 2011 Healthcare Consumerism and Hospital Quality in America Report
- 15 The Wall Street Journal September 21, 2012
- 17 Mayo Clinic Proceedings August 2013
- 18 WHO Checklist for Safe Surgery