El hombre ha utilizado para comunicarse el lenguaje del cuerpo desde hace miles de años, pero a día de hoy sólo se ha estudiado científicamente una mínima parte del mismo. Lo que comunicamos, es decir la información, solo llega a cerca de la mitad de los que nos escuchan, el resto del mensaje llega a través del lenguaje corporal.
El lenguaje corporal dice mucho de nosotros y saber interpretarlo es muy sugestivo, aunque también tenemos que saber que este lenguaje tiene algunas incorrecciones que hace que tampoco debamos tomarlo al pie de la letra.
Los gestos son un tema cultural, los aprendemos inconscientemente de nuestro entorno.
Tenemos como ejemplo las muestras de afecto de los latinos con besos, abrazos y diferentes saludos tangibles frente a la frialdad de los anglosajones con muy pocas expresiones afectivas. La forma de vestir también puede considerarse como una forma de lenguaje corporal.
Este lenguaje muestra nuestras prácticas sociales, y es un espejo que enseña las emociones de las personas que observamos.
Nuestra mente a veces aparenta un lenguaje corporal que no es el propio, solo para obtener ciertas ventajas, pero es difícil engañar totalmente con él, un ejemplo, son las palmas de la mano cuando las mostramos se relacionan con la honestidad, pero cuando quien habla abre las palmas hacia afuera y sonríe muestra que está mintiendo, también le pueden delatar las pupilas dilatadas o una ceja levantada, o una comisura que tiembla.
Hay personas que aunque no aparentan ser desagradables, crean desconfianza, hay algo en ellas que hace que no enfaticemos y esto pasa porque hay alguna incompatibilidad entre su lenguaje oral y su lenguaje corporal.
Otras, al contrario, transmiten un atractivo sin ser muy habladoras y esto se debe porque su dicción oral está en línea con su expresión corporal y transmiten confianza y cordialidad.
Los movimientos en el lenguaje corporal
El lenguaje corporal tiene tres clases de movimientos:
- Los faciales,
- Los gesticulares
- Los posturales
Analicemos el significado de algunos movimientos solo de forma orientativa:
Encogernos de hombros es una señal universal de duda, de no saber qué está pasando. Consta de tres partes, se enseñan las palmas queriendo decir que no ocultamos nada, con una inclinación del cuerpo para protegernos de una agresión y una ceja levantada, que es un saludo.
Señalar con el dedo con la mano cerrada quiere demostrar mando. Subconscientemente despierta sentimientos negativos en quien es señalado porque se siente dominado, incluso a nivel físico.
En la cara es donde mejor se reflejan las emociones. En ella debemos interpretar los gestos como una sucesión y no por separado porque solos, pueden leerse de diferentes formas.
En la cara se muestran muchos movimientos inconscientes de bloqueos de lo que queremos decir, oír o ver y no lo hacemos.
Una sonrisa sincera provoca arrugas alrededor de los ojos, cuando la fingimos no aparecen.
Las cejas subidas son señal de preocupación, sorpresa o miedo y esto pasa por la carga que les provocan estos sentimientos. También indican que estamos riendo y es un saludo social que indica seguridad y agrado.
Los diferentes tonos de voz, muestran nuestro interés por la situación en la que nos encontramos.
Cuando dos personas coinciden, sus actitudes y movimientos se parecen entre ellos e incluso el lenguaje verbal será más comprensible para ambos.
Cuando miras a alguien a los ojos usualmente provocas alguna reacción que puede ser buena o negativa. Los ojos claros dejan ver más las emociones positivas porque muestran más las pupilas dilatadas. Una mirada muy fija es señal de que nos engañan.
Cuando alguien está inclinado hacia atrás y relajado siente que tiene poder y el control.
Los brazos levantados en forma de V indican victoria y alegría. Pero lo contrario, los brazos cruzados señalan que estamos a la defensiva.
Las piernas cruzadas son señal de resistencia, baja receptividad también de que la persona está cerrada mental, emocional y físicamente.
Reír con otros indica que quizás les importamos. El humor juega un papel importante en el desarrollo personal, muestra un deseo de relacionarnos.
Una mandíbula cerrada, el cuello tenso o el ceño fruncido revelan estrés.
Las posturas autoritarias muestran liderazgo, natural o aprendido, hay algunas señales y comportamientos que las personas usan cuando sienten poderosos o líderes o al menos cuando quieren convencernos que lo son. Mantienen un talante recto, caminan con firmeza, pisando fuerte, gesticulan con las manos, etc.
La postura es la forma de lenguaje no verbal más fácil de expresar, y observar.
Estudiar la postura de las personas en una disputa es muy interesante, podemos observar quién está a favor de quién, incluso antes de que hablen.
Las personas que no se conocen evitan utilizar las mismas posturas. La imitación es una forma en que los demás expresan que combinan con nosotros o que no les gustamos.
JOSEP MASDEU BRUFAL
Naturópata