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¿Por qué tomamos sustancias para embrutecernos? León Tolstoi en un argumento memorable

Tolstoi

“El pueblo de los Estados Unidos gasta exactamente tanto dinero en la bebida como en el programa espacial,” bromeó alguna vez Isaac Asimov en una sabia contestación de 1969 a un lector en torno a la pregunta sobre el presupuesto del programa espacial.

Según recupera BrainPicks, para Tolstoi, nuestra conciencia es asimétrica, tiende abruptamente hacia caminos (esperados) pero incomprensibles. Podemos ir tanto hacia en bienestar como hacia los ‘vicios’.

Nuestras prioridades de la vida son salir de la rutina, romper con los hábitos, hallarnos en lugares donde no nos encontramos cotidianamente, y en cierta medida es una aspiración colectiva.

Antes que Asimov, en 1890 León Tolstoi, ya había escrito un ensayo muy suspicaz intitulado “¿Por qué los hombres nos estupidizamos?” (a la mitad de su obra maestra Calendario Sobre la Sabiduría), a manera de prólogo de un médico ruso llamado P. S. Alexeyev, incluido en un volumen póstumo de Recuerdos y Ensayos.

En torno a las capas psicológicas más profundas y aspectos filosóficos de abuso de sustancias y la adicción; décadas antes de la fundación de Alcohólicos Anónimos, y casi un siglo antes de que el abuso del alcohol fuera reconocido como enfermedad por la OMS, Tolstoi escribe:

¿Cuál es la explicación del hecho de que la gente usa sustancias para embrutecerse: vodka, vino, cerveza, hachís, opio, tabaco y otras cosas menos comunes: éter, morfina, etcétera? ¿Por qué empezó la práctica? ¿Por qué ha extendido tan rápidamente, y por qué se sigue extendiendo entre toda clase de personas, salvaje y civilizado? ¿Cómo es que donde no hay vodka, vino o cerveza, nos encontramos con el opio, hachís, y similares; o el tabaco, que es utilizado en todas partes?

¿Por qué la gente desea embrutecerse a sí misma?

Si preguntamos a cualquiera porqué bebe, seguro responderá que por que le gusta su sabor, o su efecto o porque todo mundo bebe, o porque ‘desinhibe’; mientras que los que toman vino, por ejemplo, hablarán de sus propiedades benéficas para la salud. Lo mismo pasaría si se cuestiona a un fumador.

Tolstoi va más allá de esta mezcla de apatía y de ignorancia, y halla la otra raíz del abuso de sustancias, y menciona entre otras cosas que se usa para ‘pasar el rato’. Podría ser excusable que se haga sólo porque sí, o para hacer algo de lo que normalmente nos avergonzaríamos, o  algo por el estilo, o ‘simplemente para pasar el tiempo ‘,  ’para animarse’, o ‘porque todo el mundo lo hace’.

Cómo podría ser para Tolstoi excusable que nos gusta tomar estupefacientes y

Hacer lo que trae un daño evidente para uno mismo y para los demás y usar todos esos recursos de la naturaleza que se utilizan para extraer con gran trabajo este preciado producto, sólo para estar en ‘armonía’ con los demás o uno mismo… Creo que debe obedecer a otra razón.

Tolstoi hace ver en sus explicaciones que en el fondo existe una disonancia entre el daño que nos hacemos a nosotros mismos, con tal de cumplir simultáneamente con la mirada del otro, lo que al parecer es más razonable.

El ‘qué dirán’, es decir, la sociedad, influye en que queramos beber vino y respirar el humo del tabaco.

Al observar su propia vida, un hombre puede a menudo notar en sí mismo dos diferentes seres: el uno es ciego y físico, el otro ve y es espiritual. El animal ciego come, bebe, descansa, duerme, se mueve y se propaga, como una máquina. El ser espiritual, que está ligado con el animal, no hace nada por sí mismo, sólo evalúa la actividad de ese ser animal; coincidiendo con él al aprobar su actividades, y que diverge de ella cuando la desaprueba.

Estos seres pueden compararse con la maquinaria una brújula, donde la aguja señala con un extremo hacia el norte y el otro al sur, pero se proyecta a lo largo de toda su longitud, muchas veces se intentar apuntar las agujas en la misma dirección es una inexactitud que evidentemente no ocurrirá de esa manera.

De la misma manera la visión del ser espiritual, cuya manifestación comúnmente llamamos conciencia, siempre apunta con un extremo hacia lo que está bien y la otra hacia lo que está mal, y no nos damos cuenta que mientras nosotros seguimos la aguja de lo correcto, el curso incorrecto siempre apunta en dirección contraria. Pero no es necesario siempre hacer algo contrario a la indicación de la conciencia para poder percibir ese ser espiritual, que a su vez muestra cómo la actividad del ser animal siempre ha apuntado en la dirección contraria a la indicada por la conciencia.

Y como navegante consciente de que está en el camino equivocado, no puede seguir en los remos, motor, o velas, hasta que haya adaptado su curso a las indicaciones de la brújula, o haya borrado de su conciencia esta divergencia que todo hombre ha sentido, la dualidad de la actividad animal y su conciencia, ya que podrá continuar sólo mediante el ajuste de este animal a las exigencias de la conciencia, o escondiéndose a sí mismo tales indicaciones que da la conciencia y acudiendo al llamado de su desdoblamiento animal.

Tolstoi insiste sobre la profundidad de esta dualidad humana:

Toda vida humana, podemos decir, consiste únicamente en estas dos actividades: (1) actividades que nos mantienen en armonía con la conciencia, o (2) escondiéndose a sí mismo las indicaciones de conciencia con el fin de ser capaz de seguir viviendo como hasta ahora.

Algunos  siguen la primera, otros la segunda. Para lograr la primera no hay más que un medio: la lucidez moral  —el aumento de la luz en uno mismo y la atención a lo que nos descubre—. Para alcanzar el segundo, para esconderse de sí mismo las indicaciones de conciencia, hay dos medios: uno externo y otro interno. El medio externo consiste en ocupaciones que desvíen nuestra atención de las indicaciones dadas por la conciencia; el método interno consiste en sí mismo en llevarnos hacia el encubrimiento y la oscuridad de la conciencia.

Como un hombre tiene dos formas de evitar ver a un objeto que está delante de él: o bien desviando su vista a otros objetos más llamativos, u obstruir a la vista de su mirada. Para que un hombre pueda esconderse a sí mismo las indicaciones de su conciencia existen dos maneras: ya sea por el método externo de desviar su atención a diversas ocupaciones, cuidados, diversiones o juegos; o por el método interno de obstruir en sí el órgano de la atención. Para las personas de aburrido, y limitado sentimiento moral, las desviaciones externas son a menudo más que suficientes para no percibir las indicaciones de la conciencia y de lo equivocado de sus vidas. Pero para las personas moralmente sensibles esos medios son a menudo insuficientes.

Los medios externos no llegan a desviar la atención de la conciencia de la discordia entre nuestra vida y las exigencias de la conciencia. Esta conciencia dificulta la vida, y con el fin de ser capaz de seguir viviendo como antes la gente recurre al método interno infalible y confiable,  que es el de oscurecer la conciencia misma envenenando el cerebro con sustancias estupefacientes.

Uno es no vivir de acuerdo a demandas de conciencia, sin embargo, carece de la fuerza necesaria para reformar la propia vida de acuerdo con sus demandas. Los desvíos que puedan distraer la atención de la conciencia de esta discordia son insuficientes, o se han vuelto obsoletos, por lo que con el fin de ser capaces de vivir, sin tener en cuenta las indicaciones que la conciencia da sobre lo equivocado de sus acciones (por envenenamiento temporal), detenemos la actividad del órgano a través del cual la conciencia se manifiesta, como un hombre cubriendo sus ojos se esconde de sí mismo lo que no quiere ver.

Para la unos la respuesta es externa, nos embrutecemos para olvidar ‘lo de afuera’, y para otros la respuesta es más interior. Para León Tolstoi, es más que eso, es una respuesta filosófica, psicológica y social. Tolstoi retoma el abuso de sustancias como un síntoma profundo de esta patología:

La causa del consumo mundial de hachís, opio, vino y tabaco, no radica en el sabor, ni en ningún placer, recreación, o la alegría que recibir, sino simplemente en la necesidad del hombre de esconderse a sí mismo las exigencias de la conciencia.

Más allá de eso, Tolstoi observa el papel de estos ‘turbadores de la conciencia’ como una forma de almacenar y guardar lo correcto (conciencia) y lo incorrecto (animal) en nuestra mente, es absolviendo a los actos del último a las exigencias de la primera:

Cuando un hombre esta sobrio se avergüenza de lo que le parece bien cuando está borracho. En estos términos tenemos la causa subyacente fundamental que llevó a los hombres a recurrir a los ‘estupefacientes’. Las personas recurren a ellos, ya sea para escapar de la vergüenza después de haber hecho algo contrario a su conciencia, o para ponerse de antemano en un estado en el que se pueden justificarse para cometer acciones contrarias a la conciencia, pero a las que su naturaleza animal los incita.

Un hombre sobrio se avergüenza de ir tras una prostituta, de robar, o de matar. Un hombre borracho no se avergüenza de alguna de estas cosas, y por lo tanto si un hombre quiere hacer algo que su conciencia condena, se embrutece a sí mismo.

Una observación particular, golpea por su actualidad escalofriante, ya que a la luz de epidemias de violaciones o crímenes, muchas veces no es raro que el agresor haya drogado a la víctima, o él mismo esté drogado:

No sólo la gente se embrutece para ahogar su propia conciencia, además sabiendo cómo actúa el vino, que intencionalmente embriaga de más, cuando comienza a hacerle cometer acciones contrarias a la conciencia. La gente se organiza para atontarse con el fin de privarse de conciencia.

Por esos crecidos de inmoralidad, Tolstoi se encarga de señalar,  los más dramático, pero no la causa más común de alarma en nuestra relación asfixiante con el alcohol que incremente su uso en la conciencia de las personas:

Todo el mundo sabe y admite que el uso de sustancias estupefacientes es una consecuencia de los remordimientos de conciencia, y que de cierta manera se utilizan los estupefacientes como sustancias vitales que se emplean para reprimir la conciencia. Todo el mundo sabe y admite también que el uso de embrutecedores no ahogan la conciencia: que un hombre borracho es capaz de hazañas de las cuales cuando está sobrio no pensaría hacer ni por un momento. Todo el mundo está de acuerdo en esto, pero por extraño que parezca, cuando el uso de estupefacientes no da siempre lugar a tales hechos como robos, asesinatos, violaciones.

Algunas veces se usan como medicina, otros como justificaciones del crimen o del vicio. Aún así, Tolstoi resuelve el problema de la conciencia y los vicios, a un grado filosófico que puede disfrutarse a los largo de un texto exquisito y un estilo predominantemente narrativo que convencerá al más reacio.

http://pijamasurf.com/2015/08/por-que-tomamos-sustancias-para-embrutecernos-leon-tolstoi-en-un-argumento-memorable/

El psicoanálisis a modo de arma en manos de los servicios secretos y militares.

Entrevista de Jens Wernicke al psicólogo Knuth Müller.
¿Por qué se callan los corderos? se pregunta el psicólogo y docente universitario Rainer Mausfeld en esta conferencia del pasado mes de junio 2015 [NT: Ver vídeo en Youtube].
Y nos responde: porque las élites sociales desde tiempos inmemoriales vienen haciendo lo imposible para inculcar sus criterios al pueblo llano imponiéndole sus propios criterios, que a menudo son contrarios a los de éste, como si fueran de “interés general”.
Y lo suelen lograr (pre)determinando lo que conocemos por ‘opinión publica’, tarea en la que se sirven de ‘tropas auxiliares’ como son los llamados “liquidadores”, los “spin doctores” y los asesores de relaciones públicas, en general.
Entre ellos, no debemos olvidar a los psicólogos. Acerca de su “liaison”, aún muy poco estudiada, con el ‘Estado dentro del Estado’ [referido a los Servicios Secretos], Jens Wernicke dialoga con Knuth Müller, doctor en psicología, que está a punto de publicar su amplio estudio titulado ”US-Geheimdienste und –Militär forschen seit Jahrzehnten zu Unterdrückung und Manipulation” [los servicios secretos y militares de EEUU llevan decenios investigando en materia de supresión y manipulación], lo cual no es un fenómeno aislado.
Sr. Müller, en su libro de próxima publicación, usted se ocupa de los enredos entre los psicólogos y los servicios secretos y militares norteamericanos. ¿Cómo llegó a decantarse por este tema? ¿Cuál era el motivo determinante?
Mi libro se ocupa no tanto de la profesión y categoría del psicólogo en general, como de los representantes de la Asociación Psicoanalítica Estadounidense [APsaA por sus siglas en inglés]. Entre ellos, había casi exclusivamente personas formadas en medicina psiquiátrica, puesto que los psicoanalistas sin formación médica básica no fueron admitidos por la APsaA hasta el año 1988.
Cuento entre los miembros de la referida APsaA los psiquiatras con posterior formación en el psicoanálisis, los candidatos en formación, así como los miembros ordinarios, extraordinarios y de honor procedentes de las organizaciones psicoanalíticas.

Y si bien es cierto que también encontramos a psicólogos, éstos suelen ser una minoría, lo cual no quiere decir que su aportación e influencia en la colaboración sea menor.

Todo lo contrario: Ya a finales de 1941 cabe referir que la primera división mundial en materia psicoanalítica de unos servios secretos – la ‘Psychoanalitic Field Unit’ del COI, la ‘Office of the Coordinator of Information’, una predecesora de la CIA – fue dirigida por un psicólogo con formación psicoanalítica.

El hecho de que me ocupase de este tema, se debe en primer lugar a una serie de casualidades. Investigando en otra materia distinta, descubrí que algunas personas miembros de la APsaA tenían un pasado militar y/o procedían de los servios secretos.

En un principio, sólo pretendía entender mejor qué era lo que unos psicoanalistas tenían que ver con los servicios secretos y el porqué.

A partir de una primera visita a los archivos estadounidenses, las pruebas documentales que allí encontré y que avalaban tal colaboración me dejaron muy asombrado; de repente tuve claro que había algo importante que investigar.

Tampoco debemos olvidar que mi indagación había comenzado unos cuatro años después de que unos psicólogos estadounidenses comenzaran a hacer públicas las torturas habidas en Abu Ghraib, Guantánamo y otros campos de tortura norteamericana.

Y con las imágenes de estas prisiones en la cabeza, con cada documento nuevo que probaba la colaboración con la ‘Intelligence Community’, la Comunidad de Inteligencia de los Estados Unidos, mi malestar iba en aumento, toda vez que resultaba más y más claro que se trataba de una colaboración institucional de larga evolución, que desde el primer momento resultaba más que reprobable.

Y el informe Hoffman de reciente publicación [NT1], encargado por la ‘American Psychological Association’ [APA por sus siglas en inglés], no deja lugar a duda sobre la triste actualidad del tema, confirmándonos todos y cada uno de los reproches y acusaciones críticas desde dentro y fuera de esta institución y hasta superando en parte las sospechas: ha quedado demostrado, por ejemplo, que toda la élite directiva de la APA, además de haber sostenido las torturas ordenadas por la Administración Bush, en ciertos aspectos las había posibilitado.
¿Y supongo que esto usted no se lo había esperado, al menos no hasta este extremo?
No. Como el candidato en formación que era entonces, yo daba por hecho que el psicoanálisis organizado había hecho suya la sentencia de Sigmund Freud “Cuantas veces el hacer sabe enmascararse como si fuera una vivencia pasiva”… quiero decir que esperaba que esos representantes del psicoanálisis hubieran interiorizado el citado leitmotiv de Freud como una mirada, crítica y ubiquitaria, y el oficio del psicoanálisis como un modo de pensar y obrar con fines ilustradores y emancipadores.
En tal caso, el calificativo “secreto” resultaría totalmente incompatible con cualquier actitud psicoanalítica, con la única excepción de que ninguno de los contenidos jamás ha de salir fuera del lugar de la consulta analítica… Pero recibí una buena lección, a saber, la existencia de un “Comité secreto” dentro de la organización psicoanalítica mucho antes de que se estableciese la colaboración institucional con los servicios secretos.
Los servicios secretos y militares de Estados Unidos llevan tiempo investigando en materia de supresión y manipulación. Mis investigaciones demuestran que con este fin también han podido contar con la ayuda de la Comunidad Psicoanalítica.
Y ese “Comité secreto” ¿de qué servía en concreto?
En el fondo, se trataba de establecer dentro de la Asociación Psicoanalítica Internacional (API) otra instancia de control y de operación separadas que pudiera ejercer su influencia en las decisiones organizativas y relativas a cuestiones de personal, publicaciones, etc. En este sentido, las desavenencias con C. G. Jung en 1913 sirvieron de pretexto para establecer una “Homeland Security”, un servicio de seguridad nacional con el fin de identificar e impedir a tiempo cualesquiera “tendencias disidentes”.
Y semejante “actividad”, integrándola en la “Comunidad de Inteligencia”, quedó ampliada y perpetuada. ¿Cómo hemos de imaginarnos los pormenores?
No debemos equiparar una con otra. El “Comité secreto” nada tenía que ver con los servicios secretos, pero sí con el hecho de que las decisiones fueran tomadas por personas en la sombra y a espaldas de los miembros de la API. Pues, el “Comité secreto” se consagró a salvaguardar el ya referido dogmatismo freudiano tal y como lo resaltaba Ferenczi.

Si bien aún no se vislumbraba ninguna colaboración con los departamentos de información, la fe en la omnipotencia del propio movimiento acabó por allanar el camino de la “liaison” con la “Comunidad de Inteligencia” estadounidense ya iniciada en 1940.

Durante los años 1940 a 1945, los que prevalecían ante todo eran temas relacionadas con la guerra y de actualidad en una colaboración de nuevo cuño entre el psicoanálisis organizado y los servicios secretos de EEUU. En los años de la posguerra, los contenidos y métodos se iban acoplando sucesivamente al clima, paranoico-esquizoide, de la Guerra Fría.
Durante la guerra, se trababa por ejemplo de analizar la propaganda del enemigo; los diversos caracteres, individuales y colectivos, de tipo y sospecha fascista, imperialista, aislacionista – ¡y ya comunista! – ; así como las propuestas de posibles estrategias y operaciones de guerra psicológica, tales como la de Ernst Simmel que propuso para el pueblo alemán una psicoterapia de onda corta. Otros propósitos eran estudios psico-históricos sobre Adolf Hitler; estrategias sobre el trato con Alemania después de la Guerra; el tratamiento de las llamadas “neurosis de guerra”; el análisis de los interrogatorios de los prisioneros alemanes de guerra; pruebas y formación de los futuros agentes secretos; reclutamiento de personas de varias nacionalidades para los servicios secretos de EEUU, así como experimentos con humanos con supuestos “sueros de la verdad”.
Acabada la segunda GM, los cuatro Aliados, recibieron, coleccionaron y explotaron frenéticamente los “logros” científicos procedentes del régimen nazi[NT2].
También los Estados Unidos iban buscando datos que pudieran dar pistas hacia desarrollos nuevos en los ámbitos de la medicina, la farmacología, la manipulación psicológica y la tortura, etc.
Uno de los psicoanalistas norteamericanos quien, al servicio de los servicios secretos y militares de EEUU, había participado en coleccionar y evaluar los experimentos médicos realizados en los campos de concentración y exterminio, hizo posible que desde los primeros años de la década de 1950, una clínica psiquiátrica en Nueva York, que aún existe, se aprovechara realizando experimentos parecidos por encargo de la ‘Comunidad de Inteligencia’ norteamericana.

Estas prácticas causaron en al menos uno de los casos conocidos la muerte a manos de otro psicoanalista que en absoluto ignoraba el trasfondo secreto y militar de sus experimentos que, no obstante, acabó realizando en pacientes psiquiátricos no informados, como si no existiera el llamado “Código de Núremberg”[NT3]. Pero las prácticas de ambos responsables en ningún momento tuvo una consecuencia jurídica ni ética profesional.

El triunfo de la psicología norteamericana del «yo» -que ante todo se distingue por el paradigma de la adaptación- llegó a ser la línea directriz del hacer psicoanalítico y no sólo en los Estados Unidos. Muchos psicoanalistas fueron convirtiéndose más y más en jueces que se consideraron los únicos competentes para diferenciar entre lo normal y lo anormal, entre lo supuestamente “sano” y “enfermo”.

De este modo, el tratamiento psiquiátrico de manifestaciones consideradas “anormales” se realizaba por todos los medios posibles. Al parecer, no hubo ningún tratamiento por invasivo que fuera, que no se consideraba apto para adaptar al paciente a la norma psiquiátrica de orientación psicodinámica.

Y gracias a las intervenciones de orientación psicoanalítica y su éxito – tales como la llamada “narcoanálisis” mediante barbitúricos en el tratamiento de las “neurosis de guerra” durante la segunda GM – los que durante ésta habían sido médicos militares, en la posguerra recibieron por el ministerio de veteranos de guerra y otras instituciones parecidas la financiación para su formación psicoanalítica pudiéndose colocar en puestos de alto prestigio en hospitales públicos y privados.
Y el enfoque psicoanalítico norteamericano, reducido ya a la viabilidad clínica,(para Alemania desde 1967, año que se introdujeron las directrices de la “psicoterapia analítica”, cabe decir otro tanto), iba degenerando en lo que podríamos llamar “dictado social”: extasiado por el rápido auge de esa normativa basada y fundada en la psicología del yo, el método, que en un principio se había consagrado a la emancipación de la persona, y que iba pasando a convertirse en el de asegurar el control y el dominio.
Y debo decir que los fundamentos de probada eficacia psicodinámica procedentes del régimen nazi no sólo se utilizaron en el ámbito de los servicios secretos; sirvieron, además, de herramientas para manipular a las masas mediante estrategias de publicidad y de propaganda política. Mucho se pudo aprender del régimen de Hitler. Sirva de ejemplo la siguiente cita de Hermann Göring de 1946:

“Por supuesto, la gente no quiere la guerra. Claro está. Pero después de todo, son los líderes del país los que determinan la política y es siempre algo muy simple arrasar al pueblo, tanto es una democracia, o un régimen fascista, o un parlamento o una dictadura comunista (…)

El pueblo siempre puede ser arrasado a los deseos de los líderes. Es fácil. Todo lo que tienes que decirles es que están siendo atacados, denunciar a los pacifistas por falta de patriotismo y poner al país en peligro.”. [NT4]

¿Quiere decir que a partir de este punto, nos enfrentamos pues a “dos problemas”. Los servicios secretos investigan acerca de la manipulación, propaganda, la tortura, etc. Pero también los analistas residentes conciben su labor en primer lugar en un sentido que delega los problemas sociales en el yo individual, y por así decirlo, en la responsabilidad personal del probando, forzando ante todo su adaptación al orden exterior establecido?
Sí, así se puede decir. Un argumento que se encuentra muy difundido, pero que no ha salido de mi mente. Pero al menos el CIE-10, la Clasificación Internacional de Enfermedades, en su décima versión, resulta muy evidente en este punto, cuando define los trastornos adaptativos como psicopatológicos.
Entonces le ruego que aclaremos un poco más estas dos dimensiones del problema. ¿Cómo siguieron las cosas en la ‘Comunidad de Inteligencia?
El cuerpo militar, ante todo, perseguía una cosa, la de aislar sustancias químico-biológicas para eliminar al enemigo con eficacia. Ya no se trataba de extinguirlo, sino de desorientarlo, incapacitarlo mediante sustancias químicas y biológicas para eliminarlofuncionalmente.
La meta de diversos programas de la CIA a partir de 1947 se centraba, no obstante, en poder realizar el sueño húmedo de todos los servicios secretos: la programación del “candidato manchuriano” [NT5], una marioneta humana inconsciente de esa programación pero capaz de realizar encargos secretos.
Esta investigación sistemática de las diversas técnicas de manipulación y control, que Rainer Mausfeld ya en 2009 calificó de “tortura blanca”, si bien no ha surtido aún los resultados deseados ni a nivel militar, ni en los servicios secretos, pero sus consecuencias psicológicas, que Mausfeld nos evalúa y documenta de modo tan drástico haciendo ver los efectos demoledores que la tortura psicológica surte en las personas, sirvieron luego de base para las “Standard Operating Procedures”, las habituales operaciones y procedimientos en las cárceles de tortura en el marco de la guerra de ataque de los EEUU a Afganistán e Irak, que hoy en día se nos presenta bajo el eufemismo de “Guerra contra el terror”.

En estos procedimientos se aplican ante todo técnicas de privación sensorial y de aislamiento; posturas corporales que inducen dolor y que, eufemísticamente, se llaman “posturas estresantes”; privación de sueño y de alimento, etc.

¿Y cómo debemos imaginarnos la organización de semejantes prácticas? ¿Es así que los responsables de todos los ámbitos implicados se reúnen en secreto para debatir cómo mejor cabe suprimir y engañar al pueblo?
En efecto, ese era el caso del por la APsaA en mayo 1941 constituido comité ‘Committee on Morale’, que pronto dependería de los servicios secretos del COI y a partir de 1942 del nuevo ‘Office of Strategic Services’ [OSS por sus siglas en inglés], la Oficina de Servicios Estratégicos, aunque sus integrantes no vieran en ello indicio capaz de suprimir ni de engañar a las masas, sino una aportación patriótica para la movilización bélica y la defensa de la democracia.
Los miembros del comité eran representantes de las más importantes sociedades psicoanalíticas de los EEUU, que se reunieron un total de 13 ó14 veces, encuentros a los que también fueron invitados agentes secretos y militares.

El comité mantenía además un estrecho vínculo con la ‘Pychoanalytic Field Unit’ que dirigía el psicólogo y psicoanalista Walter Langer.

En los meses anteriores al ataque al japonés Pearl Harbor, la cuestión consistía, por ejemplo, en ir vendiendo la guerra al pueblo americano, que se mostraba muy reservado al respecto. Pero Pearl Harbor operó todo un cambio – comparable con lo que pasó después de 11 de septiembre de 2001.

En los posteriores años de la segunda GM, los representantes del comité APsaA, por orden de la OSS, se dispusieron a realizar experimentos con supuestos “sueros de la verdad” en personas no informadas. Los contenidos del “Comité de la Moral” también sufrieron cambios durante este tiempo. Sus integrantes se vieron llamados a redactar una propaganda blanca, gris y negra basada en unos supuestos psicoanalíticos dados. [NT6]
En los años de la Guerra Fría hubo numerosos campos de ocupación que los servicios secretos y militares delegaban en la Comunidad psicoanalítica:
Adquirir y evaluar datos procedentes de los experimentos humanos nazi en materia seudo-médica.
Proceder y continuar determinados experimentos nazi.

Consultar en materia de lavados de cerebro, y en particular, recurriendo a las experiencias durante la Guerra de Corea.

Planificar y ejecutar estudios sobre la manipulación de las conductas humanas y la consciencia en el marco de investigaciones, directamente encargadas por la CIA o el cuerpo militar o mayoritariamente desarrollados en estrecha colaboración con la CIA y financiadas o directamente por la CIA o, aparentemente, por fundaciones más o menos conocidas.

Consulta inmediata de la CIA en planteamientos de índole psiquiátrica, como por ejemplo en el trato y tratamiento de tránsfugas y personas psicóticamente descompensadas o agentes de la CIA dependientes de drogas y alcohol.

Constituir un departamento de perfilado de la CIA para analizar líderes de naciones “enemigas” y finalmente sostener campañas difamatorias contra los “enemigos” de la Administración Nixon.
¿Nos podría citar un par de ejemplos concretos? ¿Cuáles eran según su criterio los proyectos comunes más cuestionables y reprobables en términos morales entre los psicoanalistas y la llamada ‘Comunidad de Inteligencia’?
Para poder entender mejor la dinámica psíquica de personas con inclinaciones totalitarias y finalmente resolverlas de modo analítico, en junio de 1941, el total de los integrantes de la APsaA fue requerido que aporten apuntes de sus respectivas análisis de pacientes que pudieran ser de interés en este contexto.

No solamente se trataba de recabar datos sobre actitudes fascistas, imperialistas o aislacionistas, sino además comunistas, a fin de que la APsaA, ya a partir de 1941, pudiera iniciar su marcha en dirección del Estado de vigilancia al estilo McCarthy, puesto que los datos – anónimos – remitidos de los pacientes llegaron a parar a una subdivisión de la OSS, la Oficina de Servicios Estratégicos.

Para la Comunidad Psicoanalítica, esta “traición de los pacientes” supondría el máximo accidente de diseño pensable. Imagínese que los apuntes de su analista llegan a manos de los servicios secretos… con afectuosos saludos de aquél.

En mi libro hay suficientes ejemplos que deben dar miedo a cualquiera. Pero lo que en términos morales resulta más cuestionable y reprobable es en mi opinión el hecho que hubiera una colaboración entre los servicios secretos y militares y la Comunidad Psicoanalítica que ésta hasta la fecha no ha admitido, ni cuestionado.

Y no sólo esto. Según mis experiencias, los documentos que he podido encontrar son puestos en tela de juicio por funcionarios de alto rango dentro de la Comunidad Psicoanalítica, a pesar de que cualquier interesado puede acceder a los archivos desde hace décadas. Así las cosas, me estoy preparando a futuras estrategias del tipo “matar al mensajero”.

¿Existen evidencias similares en relación con Alemania? ¿Acaso se sabe algo sobre enredos parecidos en Alemania?
Ignoro si ha habido contactos entre los psicoanalistas alemanes y la Organización Gehlen[NT7] o los posteriores servicios secretos alemanes (Bundesnachrichtendienst). El peso de mis investigaciones recae en la evolución del psicoanálisis en los Estados Unidos, por lo que me limito a invitar que cada uno investigue el fenómeno por su cuenta.
Y acerca de los efectos del psicoanálisis al margen de su vínculo con los servicios secretos y militares, ¿como nos podría esbozar este proceso en muy pocas palabras? ¿Qué es lo que anda mal?
El carácter formativo de los institutos psicoanalíticos, con independencia de cuan independientes o dogmáticos se puedan definir a si mismos, posee aquella misma estructura manipuladora, que sus representantes en el análisis de sus pacientes o de las estructuras sociales pretenden diagnosticar y disolver analíticamente.

De las personas que han pasado por análisis didácticos y de control no necesariamente han de surgir unas mentes resilientes a todo tipo poder y/o manipulación.

La causa habrá que buscarla en la para el formación aún necesaria capacidad de sufrimiento y de subordinación.

Donde se requiere adaptación en lugar de curiosidad para ir fomentando el actuar creativo y emancipador, se deja la puerta bien abierta a cualquier actitud autócrata. Una posible protección ante semejantes excesos podría consistir en reformar radicalmente el enfoque de la formación profesional.

 
¿Una última palabra?
Sí. Espero y deseo que los lectores no interpreten este libro como un ajuste de cuentas con el psicoanálisis. Esto no es lo que pretendía.

Antes bien pretendía proteger el psicoanálisis, ya que sigo convencido de su fuerza ilustradora y emancipadora que a diario puedo comprobar en mi consulta – a pesar de mi formación psicoanalítica.

Lo que pretendo es señalar que el psicoanálisis no es compatible con fines de manipulación publicitaria ni de estrategias militares y secretas. De ser abusado con estos fines, el psicoanálisis deja de existir o pierde su legitimación.
Gracias por esta entrevista.
Traducción de
Tucholskyfan Gabi
***
Knuth Müller
KNUTH MÜLLER, nacido en 1970, es pedagogo y psicólogo diplomado. Pasa consulta privada como psicoterapeuta psicológico y psicoanalista, actividad que simultánea con la docencia en el ‘Instituto para “Psicología Clínica” de la Steinbeis-Hochschule de Berlín. Sus publicaciones comprenden temática clínica y histórica acerca de la historia del movimiento psicoanalítico en los Estados Unidos.

 

Notas de Traducción:
[1] Informe Hofman en pdf
[2] Los logros de los nazis: Hitler’s Shadow en pdf
[3] Código de Núremberg
[4] La cita de Göring es tomada de
[5] Acerca del “candidato manchuriano” véase
[6] Acerca de la propaganda blanca, gris y negra, véase publicación de la alemana bpb
[7] Acerca de la Organziación Gehlen
Otras traducciones del alemán en el blog del viejo topo por Tucholskyfan Gabi
Por orden cronológico de publicación, desde ls más reciente
Lampedusa: La vergüenza de Europa, de Gesa Heinbach 10-11-13
Merkelandia: la democracia bloqueada, de Albrecht von Lucke 16-10-13
Un mundo felizmente vigilado, de Daniel Leisegang 19-07-13
¿Democracia o capitalismo? III, reseña de Jürgen Habermas (21-5-2013)
¿Democracia o Capitalismo? II, reseña de Jürgen Habermas (19-5-2013)
¿Democracia o capitalismo? I, reseña de Jürgen Habermas (19-5-2013)
http://carlosagaton.blogspot.com.es/2015/08/el-psicoanalisis-modo-de-arma-en-manos.html

Aida. ¿Somos materia evolucionada hasta el nivel de la consciencia?

http://extremisimo.com/wp-content/uploads/2009/09/swift-m31.jpg

Una Galaxia es simplemente una pequeña del Universo, nuestro planeta es, una mínima fracción infinitesimal de esa Galaxia, y, nosotros mismos, podríamos ser comparados (en relación a la inmensidad del cosmos) con una colonia de bacterias pensantes e inteligentes. Sin embargo, toda forma parte de lo mismo y, aunque pueda dar la sensación engañosa de una cierta autonomía, en realidad todo está interconectado y el funcionamiento de una cosa incide directamente en las otras. ¡Ah! Nada es pequeño ni grande, las dimensiones son relativas y dependen del contexto en el que las podamos medir.

      Sí, en nuestro universo si algo cambia, muchas otras cosas serán distintas

Pocas dudas pueden caber a estas alturas del hecho de que poder estar hablando de estas cuestiones, es un milagro en sí mismo. Después de millones y millones de años de evolución, se formaron las conciencias primarias que surgieron en los animales con ciertas estructuras cerebrales de alta complejidad que, podían ser capaces de construir una escena mental, con capacidad semántica o simbólica muy limitada y careciendo de un verdadero lenguaje.

La conciencia de orden superior (que floreció en los humanos y presupone la coexistencia de una conciencia primaria) viene acompañada de un sentido de la propia identidad y de la capacidad explícita de construir en los estados de vigilia escenas pasadas y futuras. mínimo, requiere una capacidad semántica y, en su forma más desarrollada, una capacidad lingüística.

Los procesos neuronales que subyacen en nuestro cerebro son en realidad desconocidos y, aunque son muchos los estudios y experimentos que se están realizando, su complejidad es tal que, de , los avances son muy limitados. Estamos tratando de conocer la máquina más compleja y perfecta que existe en el Universo.

Si eso es así, resultará que después de todo, no somos tan insignificantes como en un principio podría parecer, y solo se trata de tiempo. En su momento y evolucionadas, nuestras mentes tendrán un nivel de conciencia que estará más allá de las percepciones físicas tan limitadas. Para entonces, sí estaremos totalmente integrados y formando parte, como un todo, del Universo que presentimos.

El carácter especial de la conciencia me hace adoptar una posición que me lleva a decidir que no es un objeto, sino un proceso y que, este punto de vista, puede considerarse un ente digno del estudio científico perfectamente legítimo.

La conciencia plantea un problema especial que no se encuentra en otros de la ciencia. En la Física y en la Química se suele explicar unas entidades determinadas en función de otras entidades y leyes. Podemos describir el agua con el lenguaje ordinario, pero podemos igualmente describir el agua, al menos en principio, en términos de átomos y de leyes de la mecánica cuántica. Lo que hacemos es conectar dos niveles de descripción de la misma entidad externa (uno común y otro científico de extraordinario poder explicativo y predictivo. Ambos niveles de descripción) el agua líquida, o una disposición particular de átomos que se comportan de acuerdo con las leyes de la mecánica cuántica (se refiere a una entidad que está fuera de nosotros y que supuestamente existe independientemente de la existencia de un observador consciente.)

En el caso de la conciencia, sin embargo, nos encontramos con una simetría. Lo que intentamos no es simplemente comprender de qué manera se puede explicar las conductas o las operaciones cognitivas de otro ser humano en términos del funcionamiento de su cerebro, por difícil que esto parezca. No queremos simplemente conectar una descripción de algo externo a nosotros con una descripción científica más sofisticada. Lo que realmente queremos es conectar una descripción de algo externo a nosotros (el cerebro), con algo de nuestro interior: una experiencia, nuestra propia experiencia individual, que nos acontece en tanto que observadores conscientes. Intentamos meternos en el interior o, en la atinada ocurrencia del filósofo Tomas Negel, saber qué se siente al ser un murciélago. Ya sabemos qué se siente al ser nosotros mismos, qué significa ser nosotros mismos, pero queremos explicar por qué somos conscientes, saber qué es ese “algo” que nos hace ser como somos, explicar, en fin, cómo se generan las cualidades subjetivas experienciales. En suma, deseamos explicar ese “Pienso, luego existo” que Descartes postuló como evidencia primera e indiscutible sobre la cual edificar toda la filosofía.

Ninguna descripción, por prolija que sea, logrará nunca explicar cabalmente la experiencia subjetiva. Muchos filósofos han utilizado el ejemplo del color para explicar este punto. Ninguna explicación científica de los mecanismos neuronales de la discriminación del color, aunque sea enteramente satisfactorio, bastaría para comprender cómo se siente el proceso de percepción de un color. Ninguna descripción, ninguna teoría, científica o de otro , bastará nunca para que una persona daltónica consiga experimentar un color.

En un experimento mental filosófico, Mary, una neurocientífica del futuro daltónica, lo sabe todo acerca del sistema visual y el cerebro, y en particular, la fisiología de la discriminación del color. Sin embargo, cuando por fin logra recuperar la visión del color, todo aquel conocimiento se revela totalmente insuficiente comparado con la auténtica experiencia del color, comparado con la sensación de percibir el color. John Locke vio claramente problema hace mucho tiempo.

Pensemos por un momento que tenemos un amigo ciego al que contamos lo que estamos viendo un día soleado del mes de abril: El cielo despejado, limpio y celeste, el Sol allí arriba esplendoroso y cegador que nos envía su luz y su calor, los árboles y los arbustos llenos de flores de mil colores que son asediados por las abejas, el aroma y el rumor del río, cuyas aguas cantarinas no cesan de correr transparentes, los pajarillos de distintos plumajes que lanzan alegres trinos en sus por el ramaje que se mece movido por una brisa suave, todo esto lo contamos a nuestro amigo ciego que, si de pronto pudiera ver, comprobaría que la experiencia directa de sus sentidos ante tales maravillas, nada tiene que ver con la pobreza de aquello que le contamos, por muy hermosas palabras que para hacer la descripción empleáramos.

La mente humana es tan compleja que, no todos ante la misma cosa, vemos lo mismo. Nos enseñan figuras y dibujos y nos piden que digamos (sin pensarlo) la primera cosa que nos sugiere. De diez personas solo coinciden tres, los otro siete divergen en la apreciación de lo que el dibujo o la figura les sugiere.

Esto nos viene a demostrar la individualidad de pensamiento, el libre albedrío para decidir. Sin embargo, la misma prueba, realizada en grupos de conocimientos científicos similares y específicos: Físicos, matemáticos, químicos, etc., hace que el de coincidencias sea más elevada, más personas ven la misma respuesta al problema planteado. Esto nos sugiere que, la mente está en un estado virgen que cuenta con todos los elementos necesarios para dar respuestas pero que necesita experiencias y aprendizaje para desarrollarse.

¿Debemos concluir entonces que una explicación científica satisfactoria de la conciencia quedasiempre fuera de nuestro alcance?

¿O es de alguna manera posible, romper esa barrera, tanto teórica como experimental, para resolver las paradojas de la conciencia?

La respuesta a estas y otras preguntas, en mi opinión, radica en reconocer nuestras limitaciones actuales en campo del conocimiento complejo de la mente, y, como en la Física cuántica, existe unprincipio de incertidumbre que, al menos de momento (y creo que en muchos cientos de años), nos impide saberlo todo sobre los mecanismos de la conciencia y, aunque podremos ir contestando a preguntas parciales, alcanzar la plenitud del conocimiento total de la mente no será nada sencillo, entre otras razones está el serio inconveniente que suponemos nosotros mismos, ya que, con nuestro que podemos, en cualquier momento, provocar la propia destrucción.

Una cosa si está clara: ninguna explicación científica de la mente podrá nunca sustituir al fenómeno real de lo que la propia mente pueda sentir. ¿Cómo se podría comparar la descripción de un gran amor con sentirlo, vivirlo física y sensorialmente hablando?

Hay cosas que no pueden ser sustituidas, por mucho que los analistas y especialistas de publicidad y marketing se empeñen, lo auténtico siempre será único. Si acaso, el que más se aproximar, a esa verdad,  es el poeta.

emilio silvera

Aida. La Glándula Pineal es el centro de consciencia en nuestro cerebro. Ejemplo de activación.

La Glandula Pineal se encuentra fisicamente justo en el centro de nuestro cerebro, tiene forma de un fruto del arbol de pino por eso se llama Pineal, según estudios cientificos esta glandula su función es generar una hormona muy importante para le ser humano que es la Melatonina, que se genera cada vez que hay oscuridad para dormir, por eso es muy importante dormir bastante y bien y estar atento en lo que soñamos anotando y relacionado que mensaje puede estar ahí ya que puede ser un mensaje de nuestra conciencia más profunda.

Ubicación de la Glandula Pineal.
Pero para los espiritualistas, y diferentes religiones como el budismo, hinduismo, e incluso el catolicismo, (digo el catolicismo porque en su sede del Vaticano hay un gigantesco monumento del coco de pino en una de sus plazas), es el lugar donde se encuentra nuestra espiritulidad y conciencia, en el yoga o reiki es el sexto chakra y en las religiones el Tercer Ojo es por eso que por ejemplo que Buda tenia un peinado en forma del coco de pino y en muchas imagenes al igual que Krishna tienen un punto rojo entre medio de las cejas, o como el en las mujeres hindues que también tienen este punto. Monumento del fruto de pino en el Vaticano Ojos del Buda como ven hay un punto en el centro, es la pineal Ojos del Buda como ven hay un punto en el centro, es la Pineal.
      Faraón Neb-jeperu-Ra Tut-anj-Amón
El faraon egipcio Neb-jeperu-Ra Tut-anj-Amón, popularmente conocido como Tutankamon tiene en la parte superior de su cabeza una cobra que representa la Kundalini y la glandula pineal.
Para los antiguos egipcios y para muchas culturas antiguas como los Sumerios por ejemplo fue muy importante esta glandula ya que encontraban el umbral hacia otros mundos y dimensiones de hecho antes de morir en cualquier persona la Glandula Pineal es donde genera más elementos alucinogenos desde esta glandula es el momento previo de la muerte y asi entrar al otro lado. Faraon egipcio que en la parte superior de su cabeza hay una cobra que representa la Kundalini y la glandula pineal Para activar la Glandula Pineal hay diferentes maneras la más importante es en la meditación y la respiración que el más conocido esta impuesto por la escritora chilena Fresia Soto.
También en la parte de la Reflexología hay un punto del pie donde se puede estimular esta glándula.
Otra forma de estimularlo es a traves de plantas alucinogenas como el ayahuasca o el yopo ya que contienen DMT, pero es muy delicado ya que en algunos países esta prohibido y tiene que ser supervisado por personas que sepan del tema generalmente por verdaderos chamanes.
Como todo órgano humano tiende ser afectado por elementos externos por eso no hay que consumir comida basura, o con alto contenido químico, las bebidas gaseosas y energéticas, el fluor (que esta en el agua potable por eso hay que tomar con moderación), las bebidas alcoholicas y por supuesto las drogas de cualquier índole.
* Vamos allá a la estimulación de la Glándula Pineal, escuchen sonidos de alta frecuencia para activar la Glándula Pineal:

 

SABIENS.

¿Realmente nos volvemos más prejuiciosos a medida que envejecemos?

Una persona mayor con mala cara

¿Es cierto que a medida que nos hacemos más viejos, nos volvemos más prejuiciosos? ¿Existe una razón científica que lo explique?

Lee también: Los prejuicios nacionales que se enconden detrás de las búsquedas de Google

William von Hippel, profesor de Psicología de la Universidad de Queensland, en Australia, cree que no es inusual encontrar a personas que, con la edad, dejan de ser políticamente correctas.

Von Hippel compartió su opinión sobre el tema con la BBC.

Este artículo contiene expresiones que algunos lectores pueden encontrar ofensivas.

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Cuando en julio pasado se publicó «Ve y pon un centinela» de la escritora Harper Lee, admiradores de su primer libro publicado, «Matar un Ruiseñor», quedaron estupefactos ante la transformación de su protagonista, Atticus Finch -ahora con 20 años más encima- en un racista.

Puede que Atticus sea un personaje ficticio, pero su cambio de defensor solitario de un afroamericano acusado injustamente a un hombre de 72 años que se resiste a que se acabe de la segregación en las escuelas es muy real.

Mi investigación sugiere que, aunque mucha gente permanece sin prejuicios a lo largo de su vida, los adultos mayores tienen una tendencia a tener más prejuicios que sus contrapartes más jóvenes.

Los psicólogos solían creer que los prejuicios más grandes de las personas de mayor edad se debían al hecho de que habían crecido en una época menos igualitaria. En contraste con esta visión, hemos reunido evidencia de que cambios normales del cerebro en la tercera edad pueden llevar a mayores prejuicios entre este grupo de personas.

Image copyrightReuters
Image captionLos admiradores del personaje Atticus Finch se quedaron horrorizados de verlo convertido en racista.

Los lóbulos frontales son la última parte del cerebro que se desarrolla mientras progresamos a través de la infancia y la adolescencia, y la primera parte que se atrofia según envejecemos.

La atrofia de los lóbulos frontales no disminuye la inteligencia, pero degrada áreas del cerebro responsables por inhibir pensamientos irrelevantes o inapropiados.

La investigación sugiere que esta es la razón por la cual las personas de más edad tienen más problemas para encontrar la palabra que están buscando. Y por qué tienen una probabilidad todavía más alta de expresar en voz alta ideas que antes hubieran reprimido.

Nuestra investigación indica que a los adultos de más edad simplemente les cuesta más reprimir sus prejuicios que a los adultos más jóvenes

Las personas famosas están en desventaja cuando sus lóbulos frontales comienzan a encongerse, ya que mucho de lo que dicen queda registrado públicamente.

Pero la desinhibición también resulta costosa para quienes no están expuestos al escrutinio público.

Cuando daba clases en el Williams College de Massachusetts, una estudiante afroamericana me contó cómo su abuelo blanco había comenzado a aludir a ella, usando una expresión considerada como muy ofensiva, como «su nietecita negra».

A ella eso la conmovió y afectó negativamente. No podía entender por qué su abuelo diría tal cosa cuando sabía que él la amaba y que todavía gozaba de sus facultades mentales.

Las consecuencias de sus palabras deshinibidas eran sustanciales, aunque sólo generaba fricción entre familiares y amigos.

En nuestra investigación, encontramos evidencia de una gama de problemas de este tipo.

Cerebro, con los lóbulos frontales marcadosImage copyrightThinkstock
Image captionEl especialista cree que durante la juventud el cerebro es más eficiente para reprimir las ideas que no van a gozar de aceptación social.

Por ejemplo, los adultos mayores de nuestros experimentos tenían mayor probabilidad que los jóvenes de apoyarse en estereotipos y encontraban más difícil contener sus pensamientos estereotípicos.

Pero la historia no termina ahí: también encontramos que los adultos de más edadtienen mayor probabilidad de comportarse en forma socialmente insensible en una variedad de áreas. Todavía más, todos esos efectos sólo aparecen entre adultos mayores que muestran signos de un funcionamiento pobre del lóbulo frontal.

Hay dos maneras de interpretar las expresiones desinhibidas de los adultos de mayor edad.

¿Quizás sus aseveraciones muestran la verdadera personalidad de la persona, que finalmente emerge cuando no puede reprimir sus creencias?

En otras palabras, quítale lo políticamente correcto que se activa gracias a los lóbulos frontales y encontrarás lo que el abuelo de mi estudiante había estado pensando en realidad todos estos años.

La otra posibilidad es que nuestras habilidades inhibitorias no supriman nuestra personalidad, sino que más bien le den forma.

Una persona encerrando figuras en un dibujoImage copyrightThinkstock
Image caption¿Finalmente decimos lo que pensamos cuando envejecemos?

En mi escuela primaria de Anchorage, Alaska, algunos de los niños solían echarle nieve dentro del abrigo a un niño que tenía distrofia muscular porque sus limitaciones físicas evitaban que pudiera protegerse.

Yo creo que esos niños se volvieron adultos que verdaderamente creían que era moralmente condenable atormentar a niños discapacitados, pero también sospecho que mis excompañeros de clase dependen de sus habilidades inhibitorias para mantener sus actitudes más tempranas y primitivas bajo control.

Desde esta perspectiva, la habilidad inhibitoria no actúa evitando que las personas expresen sus verdaderas opiniones, sino reprimiendo sus opiniones anteriores.

Nuestra investigación indica que a los adultos de más edad simplemente les cuesta más reprimir sus prejuicios que a los adultos más jóvenes.

Para volver a Atticus Fich, pareciera que algunos adultos mayores comienzan a mostrar prejuicios que incluso no habían mostrado tener antes.

Estos cambios en las actitudes sociales no son inevitables, pero son comunes. Y las personas que de pronto se encuentran a sí mismas menos tolerantes o más prejuiciosas pueden quedar sorprendidas por el cambio en sus propias actitudes. Un cambio que puede afectar sus amistades y su posición en la sociedad.

Aida. Cambiar nuestro cuerpo sin mover un dedo – «El Poder de la Mente»

¿Cambiar nuestro cuerpo sin mover un dedo? 
Interesante experimento realizado allá por el año 1992 y que reafirma las últimas investigaciones de la influencia que ejerce la mente sobre el cuerpo, o sobre la materia.
¿Podemos elegir una posibilidad del «Campo Cuántico» y «Sentir» emocional-mente una situación futura antes de que se materialice?
Si podemos cambiar la configuración del cerebro con nuestros pensamientos, ¿qué efectos tendrá sobre el cuerpo?
Mediante el simple proceso de repetir mentalmente una actividad, podemos obtener grandes beneficios. El siguiente ejemplo que se describía en un artículo del Journal of Neu­rophisiology de 1992 nos muestra que pasó literal-mente.
Dividieron a los participantes del estudio en tres grupos:
-A los sujetos del primer grupo les pidieron que ejercitaran un dedo de la mano izquierda, contrayéndolo y relajándolo una hora al día, cinco días a la semana, durante un mes.
-A los del segundo grupo les pidieron que repitieran mental-men­te el ejercicio durante el mismo espacio de tiempo, pero sin mover físicamente el dedo.
-Los del grupo de control no ejercitaron ni el dedo ni la mente.
Al terminar el estudio, los científicos compararon los resultados:
Los participantes del primer grupo y los del grupo de control fueron sometidos a una prueba para averiguar quienes tenían más fuerza en los dedos. A los del grupo que realizaron el ejercicio la musculatura del dedo les aumentó un 30 por ciento comparados con los del grupo de control.
Todos sabemos que si un músculo soporta una carga de manera repetida se fortalece. Lo que los científicos seguramente no se podían imaginar es que a los sujetos del segundo grupo que hicieron el ejercicio mentalmente la musculatura del dedo ¡les aumentó un 22 por ciento!
La mente les produjo un efecto físico cuantificable en el cuerpo. Es decir, el cuerpo cambia sin necesidad de participar en la experiencia física.
Al igual que los investigadores han trabajado haciendo pruebas a sujetos ejercitando los dedos mentalmente o imaginando tocar las escalas musicales en el piano, los experimentos han comparado la experiencia práctica con la repetición mental en sujetos flexionando los bíceps con mancuernas.
Los resultados fueron los mismos. Los bíceps se fortalecían tanto si los participantes los ejercitaban física como mentalmente. Pero los que lo hicieron mentalmente experimentaron cambios fisiológicos sin necesidad de realizar la experiencia física.
Cuando el cuerpo cambia física/biológica-mente como si la experiencia hubiera sucedido, aunque sólo la hayamos realizado con el pensamiento o el esfuerzo mental, desde una perspectiva cuántica demuestra que la situación ya ha ocurrido en nuestra realidad.
Si el cerebro actualiza su configuración como si la experiencia ya hubiera sucedido física-mente, y el cuerpo cambia genética o biológica-mente (demuestra que ya ha ocurrido), y ambos cambian sin «hacer» nosotros nada en las tres dimensiones, en este caso significa que la situación ha ocurrido tanto en el mundo cuántico de la conciencia como en el mundo de la realidad física.
Cuando visualizas mentalmente una realidad futura deseada una y otra vez hasta que el cerebro cambia físicamente como si ya la hubiera vivido, y la sientes emocional-mente tantas veces que el cuerpo cambia como si ya la hubiera experimentado, no te detengas…¡porque es cuando la situación te encuentra!… Y llega del modo más inesperado, lo cual te demuestra que ha surgido de tu relación con una conciencia superior, y este descubrimiento te inspira a hacerlo una y otra vez.
Este forma de configurar nuestra realidad, cada día más, está dejando de considerarse como algo extraño y esotérico… simplemente lo que desconocíamos está saliendo a la Luz de una conciencia mas despierta y expandida.
(Joe Dispenza)
fuente/crisol-life.blogspot.com.es

Aida. ¿Asombrarnos? ¡Tenemos tantos motivos!

        No es que el Universo sea más de lo que imaginas, es que siempre será, mucho más de lo que puedas imaginar

La ciencia que estudia las leyes que determinan las estructura del Universo con referencia a la materia y la energía de la que está constituído. Se ocupa no de los cambios químicos que ocurren, sino de las fuerzas que existen entre los objetos y las interrelaciones entre la materia y la energía. Tradicionalmente, el estudio se dividía en campos separados: calor, luz, sonido, electricidad y magnetismo y mecánica (Física clásica).

Desde el siglo XX, sin embargo, la Mecánica cuántica y la Física relativista han sido cada vez más importantes; el desarrollo de la Física moderna ha estado acompañado del estudio de la Física atómica, Física nuclear y Física de partículas, molecular…

La Física de cuerpos astronómicos y sus interacciones recibe el nombre de Astrofísica, la Física de la Tierra, recibe la denominación de Geofísica, y el estudio de los aspectos Físicos de la Biología se denomina Biofísica. Tenemos que concluir que sin la Física, no sabríamos cómo es el universo que nos acoge y el por qué del comportamiento de la materia-energía que en él está presente.

Gracias a los aceleradores de partículas hemos podido llegar muy lejos hacia atrás en el tiempo para poder saber sobre cómo se pudo formar y, “suponer” cómo pudo surgir. Cuando llegamos a los 10-35 de segundo desde el comienzo del tiempo, entramos en un ámbito en el que las condiciones cósmicas son poco conocidas.  Si las grandes teorías unificadas son correctas, se produjo una ruptura de la simetría por la que la fuerza electronuclear unificada se escindió en las fuerzas electrodébil y las fuertes.  Si es correcta la teoría de la supersimetría, la transición puede haberse producido antes, había involucrado a la gravitación.

Aún no había Carbono que se produciría mucho más tarde, en las estrellas, mediante el efecto triple alfa

En el universo tempranop la primera materia (hidrógeno y Helio) era llevada por la fuerza de gravedad a conformarse en grandes conglomerados de gas y polvo que interacioban, producían calor y formaron las primeras estrellas a los doscientos años del comienzo del tiempo y, sus cúmulos y aglomerados se convirtieron en las primeras galaxias que, tampoco sabemos a ciencia cierta, que mecanismos pudieron seguir para formarse.

Elaborar una teoría totalmente unificada es tratar de comprender lo que ocurrió en ese tiempo remoto que, según los últimos estudios está situado entre 13.700 y 15.000 millones de años, cuando la perfecta simetría -que se pensaba, caracterizó el Universo-, se hizo añicos para dar lugar a las simetrías rotas que hallamos a nuestro alrededor y que nos trajo las fuerzas y constantes Universales que,  paradójicamente, hicieron posible nuestra aparición para que ahora, sea posible que, alguien como yo esté contando lo que pasó.

Realmente, carecemos de una teoría que nos explique lo que pasó en aquellos primeros momenmtos y, hasta que no tengamos tal teoría no podemos esperar comprender lo que realmente ocurrió en ese Universo temprano.  Los límites de nuestras conjeturas actuales cuando la edad del Universo sólo es de 10-43 de segundo, nos da la única respuesta de encontrarnos ante una puerta cerrada. Del otro lado de esa puerta está la época de Plank, un tiempo en que la atracción gravitatoria ejercida por cada partícula era comparable en intensidad a la fuerza nuclear fuerte.

Así que, llegados a este punto podemos decir que la clave teórica que podría abrir esa puerta sería una teoría unificada que incluyese la gravitación, es decir, una teoría cuántica-gravitatoria que uniese, de una vez por todas, a Planck y Einsteins que, aunque eran muy amigos, no parecen que sus teorías (la Mecánica Cuántica) y (la Relatividad General) se lleven de maravilla. Cuando los físicos tratan de hermanar las dos teorías… ¡Aquello echa chispas! Y, aunque el problema esté muy bien planteado, las respuestas son un galimatias y aparecen los dichosos infinitos que no se dejan renormalizar. La Mecánica cuántica y la Gravedad no parecen llevarse nada bien y, de esa manera, la fuerza que mantiene unidos los planetas en el Sistema solar, las estrellas en las galaxias y las galaxias en los cúmulos… ¡recorre solitaria el universo!

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Claro que, los cien mil millones de neuronas que tenemos en el cerebro (tantas como estrellas en la Vía Láctea), no dejan de generar nuevas ideas que van a la búsqueda de una teoría cuántica de la gravedad, es decir, una teoría en la que puedan convivir todas las fuerzas. Parece que dicha teoría subyace en la no comprobada teoría de cuerdas que, como algunos dicen, es una teoría del futuro para la que no disponemos de los medios necesarios que permita su comprobación empírica, es decir, para verificar dicha avanzada teoría se necesita la energía de Planck (1019GeV), y, esa energía, ni en algunas generaciones futuras la podremos obtener.

Y, a todo esto, tenemos que pensar en el hecho cierto de que átomos, moléculas  y conexiones se pudieran estructurar en un conjunto complejo para poder formar pensamientos surgidos de algo nuevo que antes no estaba presente en el Universo: ¡La Vida! Que evolucionada pudo llegar, en algún caso, a generar no sólo pensamientos sino que también, llegaron los sentimientos y nos hizo adolescentes. Ahora, estamos a la espera de que llegue la mayoría de edad, ese tiempo en el que se deja de hacer chiquilladas y la seriedad predomina en los comportamientos que están aconsejados por la sabiduría de la experiencia. Pero para que eso le llegue a la Humanidad… ¡Falta mucho, mucho, muchísimo Tiempo!

Miramos hacia el “infinito” que está presente en lo muy pequeño y en lo muy grande, para tratar de comprender. Hemos inventado telescopios y miscroscopios, aceleradores de partículas y otros ingenios como los espectrómetros de masa que nos han permitido desvelar secretos profundamente escondidos en la Naturaleza.

Hemos llegado a poder discernir la relación directa que vincula el tamaño, la energía de unión y la edad de las estructuras fundamentales de la Naturaleza. Una molécula es mayor y más fácil de desmembrar que un átomo; lo mismo podemos decir de un átomo respecto al núcleo atómico, y de un núcleo con respecto a los quarks que contiene.

La cosmología  sugiere que esta relación resulta del curso de la historia cósmica, que los quarks se unieron primero, en la energía extrema del big bang original, y que a medida que el Universo se expandió, los protones y neutrones compuestos de quarks se unieron para formar núcleos de átomos, los cuales, cargados positivamente, atrajeron a los electrones cargados con electricidad negativa estableciéndose así como átomos completos, que al unirse formaron moléculas. Si es así, cuanto más íntimamente examinemos la Naturaleza, tanto más lejos hacia atrás vamos en el tiempo.

    Todo lo grande está hecho de cosas pequeñas conformadas en la debida proporción para que existan mundos, estrellas, galaxias y seres vivos. No debemos olvifdar, sin embargo, que existe un “universo invisible” dentro de este universo nuestro en el que ocurren muchas cosas que influyen de manera real en éste,

Aquí, generalmente comentamos sobre la Física pura en sus dos versiones de la Relatividad y la Mecánica Cuántica que engloba ese universo particular de lo microscópico donde se mueven las partículas que conforma todo aquello que podemos observar en el Universo y que llamamos la Materia Bariónica, y, al mismo tiempo, nos ocupamos de la interrelación que entre los cuerpos físicos ocurren y las fuerzas que están presentes, así como, de las constantes universales que en nuestro universo, son las responsables de que todo funcione como lo hace.

Hablamos de física y no puedo dejar de pensar en cómo la mente humana, ha podido profundizar tanto en el conocimiento de la Naturaleza hasta llegar a números tan complejos como el de las constantes de la Naturaleza: la constante de Planck en sus dos versiones, h y ħ; la igualdad masa-energía de Einstein, la constante gravitacional de Newton, la constante de estructura fina (137) y el radio del electrón.

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En ciencias se entiende por constante física el valor de una magnitud física cuyo valor, fijado un sistema de unidades, permanece invariable en los procesos físicos a lo largo del tiempo. En contraste, una constante matemática, las constante de la Naturaleza representan un valor invariable que no está implicado directamente en ningún proceso físico. Algunas de ellas son:

  • Constante de Planck: h = E/v
  • Constante de Planck racionalizada: ℎ = h/2π
  • Igualdad masa-energía: E = mc2
  • Constante gravitacional: F = m1m2G/d2
  • Constante de estructura fina: α = 2πe2/hc
  • Radio del electrón: r0 = e2/mc2

                      ¡Me encantan sus mensajes!

Es verdaderamente meritorio el enorme avance que en tan poco tiempo ha logrado la Humanidad en el campo de la física, la cibernética, la Inteligencia artificial… En aproximadamente un siglo y medio, se ha pasado de la más absoluta oscuridad a una claridad, no cegadora aún, pero sí deslumbrante. Son muchos los secretos de la Naturaleza física que han sido desvelados, y el ritmo parece que se mantiene a un muy meritorio ritmo gracias a inmensas estructuras que, como el Acelerador de Hadrones (LHC), nos ha llevado hacia atrás en el Tiempo muy cerca del comienzo, después del Tiempo de Planck cuando la materia y la energía se distribuyeron para conformar el Universo que conocemos hoy.

¡El tiempo!, ése precioso bien (bueno, al menos lo que entendemos por Tiempo) está a nuestro favor. Sólo tenemos que ir pasando el testigo para alcanzar las  metas propuestas. Pongamos nuestras esperanzas en que no seamos tan irresponsables como para estropearlo todo. ¿Nos haremos mayors alguna vez? Tenemos que pensar a lo grande, en el conjunto universal y dejarnos de parroquialismos locales, olvidarnos del Yo y pensar en el Nosotros.

Astronomía, gravedad o electromagnetismo; cuestiones sencillas de entender para los iniciados y, a veces, muy complejas para la gente corriente. Por tal motivo, si escribo sobre estos interesantes temas, mi primera preocupación es la de buscar la sencillez en lo que explico. No siempre lo consigo. Por ejemplo, expliquemos el magnetismo.

                                                                                     Magnetismo

Grupo de fenómenos asociados a los campos magnéticos. Siempre que una corriente eléctrica fluye, se produce un campo magnético; como el movimiento orbital de un electrón y el espín de los electrones atómicos son equivalentes a pequeños circuitos de corriente, los átomos individuales crean campos magnéticos a su alrededor cuando los electrones orbitales tienen un momento magnético neto como resultado de su momento angular. El momento angular de un átomo es el vector suma de los momentos magnéticos de los movimientos orbitales y de los espines de todos los electrones en el átomo.

Las propiedades magnéticas macroscópicas de una sustancia tienen su origen en los momentos magnéticos de sus átomos o moléculas constituyentes. Diferentes materiales poseen distintas características en un campo magnético aplicado; hay cuatro tipos de comportamientos magnéticos.

a)          En diamagnetismo, la magnetización está en la dirección opuesta a la del campo aplicado, es decir, la susceptibilidad es negativa. Aunque todas las sustancias son diamagnéticas, es una forma débil de magnetismo que puede ser enmascarada por otras formas más fuertes. Tiene su origen en los cambios introducidos por los campos aplicados en las órbitas de los electrones de una sustancia, siendo la dirección del cambio opuesta a la del flujo aplicado (de acuerdo con ley de Lenz).

Existe, por tanto, una débil susceptibilidad negativa (del orden de -10-8 m3 mol-1) y una permeabilidad relativa ligeramente menor que 1.

b)           En paramagnetismo, los átomos o moléculas de la sustancia tienen momentos magnéticos orbitales o espín que son capaces de estar alineados en la dirección del campo aplicado. Éstos, por tanto, tienen una susceptibilidad positiva (aunque pequeña) y una permeabilidad relativa ligeramente mayor que 1.

El paramagnetismo aparece en todos los átomos y moléculas con electrones desapareados; es decir, átomos libres, radicales libres y compuestos de metales de transición que contienen iones con capas de electrones no llenas.

También ocurre en metales como resultado de momentos magnéticos asociados a los espines de los electrones de conducción.

c)          En sustancias ferromagnéticas, dentro de un cierto rango de temperaturas, hay momentos magnéticos atómicos netos, que se alinean de forma que la magnetización persiste después de eliminar el campo aplicado.

Por debajo de una cierta temperatura llamada punto de Curie (o temperatura de Curie), un campo magnético en aumento aplicado a una sustancia ferromagnética causará una magnetización creciente hasta un valor máximo, llamado magnetización de saturación. Esto es debido a que una sustancia ferromagnética está constituida por pequeñas regiones magnetizadas (1 – 0’1 mm de ancho) llamadas dominios.

El momento magnético total de la muestra de sustancia es el vector suma de los momentos magnéticos de los dominios constituyentes. Dentro de cada dominio, los momentos magnéticos atómicos individuales se alinean espontáneamente por fuerzas de intercambio, que dependen de si los espines de los electrones atómicos son paralelos o antiparalelos.

Sin embargo, en un trozo no magnetizado de material ferromagnético, los momentos magnéticos de los dominios no están alineados; cuando un campo externo es aplicado, esos dominios que están alineados con el campo aumentan de tamaño a expensas de otros.

En un campo muy intenso, todos los dominios se alinean en la dirección del campo y producen la alta magnetización observada. El hierro, el níquel, el cobalto y sus aleaciones son ferromagnéticos. Por encima del punto de Curie, los materiales ferromagnéticos se vuelven paramagnéticos.

Este gráfico muestra la precisión atómica del antiferromagnético a escala atómica con la punta de un microscopio de efecto túnel. Los átomos de hierro se colocan sobre una superficie de nitruro de cobre y obligado por dos átomos de nitrógeno (barras azules) en un arreglo regular separados por un átomo de cobre (amarillo).

d)          Algunos metales, aleaciones y sales elementales de transición, muestran otro tipo de magnetismo llamado antiferromagnetismo. Esto ocurre por debajo de cierta temperatura, llamadatemperatura de Néel, a la cual se forma espontáneamente una red ordenada de momentos magnéticos atómicos en la que momentos alternos tienen direcciones opuestas. No hay, por tanto, momento magnético resultante en ausencia de un campo aplicado.

En el fluoruro de manganeso, por ejemplo, esta disposición antiparalela ocurre por debajo de una temperatura de Néel de 72 K. Por debajo de esta temperatura, el ordenamiento espontáneo se opone a la tendencia normal de los momentos magnéticos de alinearse con el campo aplicado. Por encima de la temperatura de Néel, la sustancia es paramagnética.

Una forma especial de antiferromagnetismo es el ferrimagnetismo, un tipo de magnetismo mostrado por las ferritas. En estos materiales, o bien los momentos magnéticos de los iones adyacentes son antiparalelos y de intensidad desigual, o bien el número de momentos magnéticos en una dirección es mayor que el número de los que hay en la dirección opuesta.

Mediante una adecuada elección de los iones de tierras raras en las redes de ferrita es posible diseñar sustancias ferrimagnéticas con magnetizaciones específicas para su uso en componentes electrónicos.

Si nos queremos referir al geomagnetismo, estaremos hablando de la ciencia que estudia el campo magnético terrestre.

Si una barra de imán es suspendida en cualquier punto de la superficie terrestre, de forma que se pueda mover libremente en todos sus planos, el polo norte del imán apuntará en una dirección aproximadamente al norte. El ángulo (D) entre la dirección horizontal a la que apunta y el meridiano geográfico en ese punto se llama declinación magnética. Se toma positiva al este del norte geográfico y negativa al oeste. La aguja no estará horizontal salvo en el ecuador magnético. En todos los demás lugares formará un ángulo (/) con la horizontal, llamado inclinación magnética.

En todos los polos magnéticos / = 90º (+90º en el polo norte y -90º en el polo sur), y la aguja será vertical.

Las posiciones de los polos, que varían con el tiempo, eran en los años setenta aproximadamente 76, 1º N, 100º W (N) y 65, 8º S, 139º E (S). El vector intensidad (F) del campo geomagnético se determina por I, D y F, donde F es la intensidad magnética local del campo medida en gauss o teslas (1 gauss = 10-4 teslas). F, I y D, junto con las componentes verticales y horizontales de F y sus componentes norte y este, son llamados los elementos magnéticos.

Esta explicación del geomagnetismo podría ser más larga y completa, con muchos más datos técnicos y matemáticos, sin embargo, ¿a quién le gustaría? A eso me refería antes cuando decía “…mi primera preocupación es la de buscar la sencillez en lo que explico. No siempre lo consigo.

                        Si el tema no interesa… cada cual irá a lo suyo sin prestar atención al orador

Si a continuación pongo un ejemplo práctico y explico el magnetismo de manera muy técnica y completa, que seguramente no sea del interés del lector de ciencia no iniciado. Éste no quiere estas complejidades que, por muy perfectas que puedan resultar técnicamente hablando, siempre les resultarán aburridas, tediosas, y lo que es peor, incomprensibles.

Los buenos escritores-divulgadores de la ciencia deben contar los fenómenos naturales revistiéndolos de un atractivo y misterioso toque mágico que se se muestre ante los ojos de la mente del lector y,  produciéndoles asombro y sorpresa por tales maravillas queden embebidos en el relato y en las cosas maravillosas que allí se están tratándo. Y, en Física, amigos míos, casi todo lo que te enciuentras son maravillas de la Naturaleza que, cuando comienzas a comprender… ¡Es imposible dejar de mirar!

Si contamos la historia de una estrella, desde que nace a partir del gas y del polvo cósmico hasta que muere en una explosión de supernova para convertirse en otro objeto estelar diferente, al oyente le resultará atractivo o pesado, interesante o incomprensible, según quién y cómo lo cuente.

Me preocupa cuando escribo que lo que estoy contando pueda aburrir al posible lector.Siempre procuro ceñirme a la verdad científica y exponer los hechos con la veracidad requerida y, sin embargo, eso es totalmente posible aunque le podamos dar un pequeño toque de fantasía que lo hará más atractivo. Claro que, por mucho que querámos fantasear sabemos que en el mundo y en todo el Universo, las leyes que rigen son iguales para todo y para todos y lo que pasa aquí también pasará allí, aunque ese allí esté a miles de millones de años-luz de nosotros.

         Aquí tenemos un ejemplo de lo que digo, la Naturaleza se repite

En los extraños mares de otros planetas, sin tener en cuenta la composición química, es difícil imaginar que la evolución de lugar a una forma más sencilla de locomoción que la que se produce ondulando colas y aletas. Que la propia evolución encontraría este tipo de propulsión viene avalado por el hecho de que, incluso en la Tierra, esta evolución se ha produción de manera totalmente espontánea e independiente. Los peces desarrollaron la propulsión cola-aleta; después, ellos mismos evolucionaron hasta convertirse en tipos anfibios que se arrastraban por tierra firme hasta llegar a ser reptiles. Lo cierto es que hemos llegado a saber que, de una u otra manera, ¡la vida se abre camino!

Por ejemplo, en nuestro planeta el ornitorrinco representa la primera rama de mamíferos a partir de un ancestro con características de ambos mamíferos y reptiles de hace 166 millones años. De alguna manera se mantiene una superposición de funciones, mientras que los mamíferos posteriores perdieron sus rasgos de reptil. Comparando el genoma del ornitorrinco con el ADN de otros mamíferos, incluidos los seres humanos que llegaron a lo largo del transcurso del tiempo, y los genomas de los pájaros, que bifurcan hace unos 315 millones años, ayuda a definir la evolución.

Algunos  reptiles fueron evolucionando y dieron lugar a a los mamíferos. Pero cuando algunos de estos últimos regresaron al mar (los que luego han sido ballenas y focas, por ejemplo), sus piernas volvieron a evolucionar hacia las formas de las aletadestinadas a la propulsión por el medio acuatico y a la navegación.

Aunque la vida tardó más de diez mil millones de años en hacer acto de presencia -al menos en la Tierra y, seguramente en otros planetas también- en sus formas más primitivas, supo adaptarse y evolucionar hasta llegar al momento presente en el que, sólo el uno por ciento de las especies que han existido en el planeta están vivas, el resto no pudo soportar los cambios y al no adaptarse, se extinguieron. Así seguirá siendo siempre: Adaptarse o morir.

Sí, es posible que hoy seámos nosotros la especie predominante en el planeta Tierra pero, no debemos olvidar que no siempre ha sido así. Antes ni estábamos aquí y, durante ciento ciencuenta millones de años reinaron en nuestro mundo aquellos terribles lagartos, los Dinosaurios que desaparecieron hace ahora sesenta y cinco millones de años para que nosotros, pudiéramos aparecer y evolucionar hasta conseguir hablar de mecánmica cuántica y relatividad general pero… ¿Y mañana? ¿Seguiremos siendo la especie dominante?

      Yo no estaría tan seguro de eso. El mañana es incierto

La Tierra con sus especies de vida seguirá su camino adelante, siempre hacia el futuro incierto y desconocido que dependerá de ¡tántas cosas! Y, mientras tanto, como hemos mantenido siempre, en otros mundos distintos al nuestro y repartidos por los confines de nuestra propia Galaxia y de muchas otras que albergan mundos ignotos, otras criaturas estarán elucubrando sobre las mismas cuestiones que nosotros lo hacemos para poder discernir sobre el saber del mundo, de la Naturaleza, del Universo.

¿Qué puede haber en Gliese 581 g? Hemos llegado a descubrir más de mil mundos extraterrestres que es como un grano de arena en la inmensa playa del Universo, y, cientos de miles de millones de mundos estan exparcidos por las galaxias que pueblan el Cosmos y, en muchos de ellos, extrañas y enigmáticas criaturas habrán podido desvelar secretos de la materia y de la luz, del átomo y de las estrellas y, también como nosotros estarán pensando en cómo poder llegar hacia esos otros mundos que albergan vida e inteligencia.

Nosotros seguiremos avanzando aquí y “ellos” también lo harán “allí” donde quiera que ese “allí” pueda encontrarse que, será lejos, muy lejos. Tan lejos estamos de esos otros seres inteligentes que el hecho cierto de que no lo hayamos podido ver aún, nos habla de que, como nosotros, necesitan evolucionar mucho más para que, ese contacto se pueda producir.

Tampoco sería descabellado pensar que, la Naturaleza, tan sabia ella, tenga dispuesto que las especies estén cada una en su lugar, sin molestarse ni interferirse entre sí, que evolucionen en su propio entorno sin ingerencias que siempre vendrán a distorsionar lo que ya existe para cambiarlo en el mejor de los casos, o, aniquilarlo en el peor.

¿Quién sabe?

emilio silvera

Aida. La Máscara de Ángeles y Demonios / Depredadores de otra Dimensión

Publicado el 20 ago. 2015

Los Gnósticos, que dirigieron las Escuelas de Misterios del Cercano Oriente en la antigüedad, enseñaron que el verdadero espíritu de los seres humanos, nous authenticos, es parte de la inteligencia cósmica que impregna la naturaleza, pero debido a la intrusión de los Arcontes, este «pensamiento nativo» o «genio nativo» puede ser subvertido e incluso ocupado por otra mente.
Advirtieron que los Arcontes invaden la psique humana, que se entrometen mental y psicológicamente, aunque también pudieron confrontarnos físicamente. Su impacto principal, sin embargo, es en nuestra sintaxis mental, en nuestros paradigmas y creencias

«La Manipulación del Lenguaje»


Transmitido en vivo el 26/08/2015.
Ponentes: – Yolanda Soria – Sergio Manuel Pop – Jaime Garrido – Iván Martínez – Cristian Zeballos – Cristóbal Toro – Thomas Klauss – Luís Palacios

Empezamos relatando que en una posible línea de tiempo existió un mito, donde la humanidad vivía en la Edad de Oro y probablemente eran seres telepáticos , luego, no se sabe por qué, hubo una gran crecida de las aguas en el planeta y con ello un gran diluvio y se perdió un conocimiento ancestral, eso dio paso a nuestra humanidad y con ello a la GRAN MANIPULACION del Lenguaje, aquí empieza esta historia , ¿por qué y para qué nos introducen esta manera de NO crear nuestra realidad?


Yolanda Soria: www.biodescodifica-t.com
Sergio Manuel Pop: monor.org
Jaime Garrido: periodismo-alternativo.com
Iván Martínez: granmisterio.org/tag/ivan-martinez
Cristian Zeballos: tupropiocamino.wordpress.com
Cristóbal Toro: www.misteriosaldescubierto.es
Thomas Klauss: www.youtube.com/channel/UCfTVM3tJhxyEKckeukFlFwg/featured
Luís Palacios:
www.lacajadepandora.eu

Asfixia Cognitiva: ¿Qué pasa cuando la razón «desconecta» las emociones?

Una colaboración de Adriana Babè

Durante años la sociedad ha enaltecido el valor de la lógica y la racionalidad. Por eso, pensamos que actuar de forma racional y objetiva es la mejor alternativa. Sin embargo, no siempre es así, hay casos en los que se puede producir una auténtica asfixia cognitiva.
Nuestro cerebro “cognitivo” es el encargado de regular la atención consciente y las reacciones emocionales, antes de que estas se vuelvan desproporcionadas. De cierta forma, ese control que ejerce el cerebro “cognitivo” nos libera de lo que podría ser una tiranía de las emociones, una vida completamente dirigida por los instintos.
Una investigación realizada en la Universidad de Stanford ha desvelado cuál es el papel de ese cerebro “cognitivo”. Cuando los participantes miraban fotos desagradables, de cuerpos mutilados o rostros desfigurados, sus cerebros emocionales reaccionaban inmediatamente. Sin embargo, si se esforzaban por controlar sus emociones, las regiones corticales tomaban el mando y bloqueaban la actividad del cerebro emocional.
Desde esta perspectiva, podemos comprender que el cerebro “cognitivo” nos puede ahorrar un sufrimiento innecesario, y también permite que nuestras reacciones emocionales no se nos escapen de las manos. Sin embargo, lo que a primera vista puede parecer positivo, encierra un gran riesgo: a fuerza de usar la razón, podemos terminar perdiendo el contacto con el cerebro emocional y sus llamadas de socorro, es lo que se conoce como “asfixia cognitiva”.

Es más difícil tomar decisiones cuando el cerebro emocional está “apagado”

Un control excesivo de las emociones puede dar paso a un temperamento poco sensible. Cuando el cerebro no permite que la información emocional desempeñe su papel, se producen otros problemas. Por una parte, es más difícil tomar decisiones porque no experimentamos ninguna preferencia “en el fuero interno”, es decir, no percibimos esas sensaciones en el cuerpo que nos indican qué camino seguir, y que no son más que un eco “visceral” de nuestras emociones.
Debido a la asfixia cognitiva, podemos ver a personas que tienen muy desarrollada su parte intelectual pero han descuidado las emociones. Para estas personas, tomar decisiones es difícil porque se pierden en consideraciones infinitas sobre los detalles, no tienen un instinto o un sexto sentido que las guíe, han perdido la brújula emocional que inclina la balanza y nos ayuda a decidir.
De hecho, el cerebro emocional es tan importante como el cognitivo, porque es el principal encargado de señalarnos cualquier posible peligro. El cerebro emocional evalúa la información que proviene del medio y puede desatar el mecanismo de lucha o huida, que nos puede poner a salvo si nuestra vida está en peligro. También es el encargado de señalarnos que una decisión no nos conviene porque podría hacernos daño emocionalmente. El cerebro emocional es un guardián celoso que también puede ser muy útil a la hora de tomar decisiones.
De hecho, un estudio particularmente interesante llevado a cabo en la Universidad de Ámsterdam encontró que cuando las personas deben elegir un cuadro, pensar sobre los detalles, de forma racional, no es la mejor alternativa. De hecho, al cabo de un mes, las personas más satisfechas con su elección fueron aquellas que se dejaron llevar por su intuición, que dejaron hablar al cerebro emocional.

La asfixia cognitiva nos mata poco a poco

La asfixia cognitiva también acarrea graves consecuencias para nuestro bienestar. Permitir que el cerebro cognitivo “desconecte” las emociones implica que no seremos capaces de percibir las pequeñas señales de alarma que envía el sistema límbico. Eso significa que habremos perdido la conexión con nuestro “yo” más profundo, por lo que, al final, estaremos violentando nuestros valores y nos haremos sufrir, quizás atándonos a un trabajo o a una relación de pareja que en realidad no nos satisface.
Un ejemplo perfecto de asfixia cognitiva se aprecia en los hombres que han aprendido, de niños, que sus emociones no eran aceptables. Han crecido escuchando que “los chicos no lloran”, de manera que aprenden a reprimir sus sentimientos y después les resulta muy difícil expresarlos. Sin embargo, se ha demostrado que reprimir las emociones no las calma, no nos sentiremos mejor porque escondamos el dolor.
Además, reprimir las emociones a favor de la razón no solo nos puede hacer muy desdichados sino que también puede traducirse en problemas físicos. De hecho, enfermedades como el estrés, la fatiga sin una causa aparente, los trastornos gastrointestinales, los problemas de la piel, las enfermedades cardíacas y las infecciones recurrentes tienen en su base un patrón de represión emocional.
Cuando suprimimos o escondemos las emociones, en vez de expresarlas, estas terminan provocando problemas de salud que pueden llegar a ser muy graves. En este sentido, un estudio realizado en la Universidad de Berkeley ha llegado a la conclusión de que reprimir las emociones pesa más sobre nuestro corazón y las arterias que las emociones en sí mismas, aunque estas tengan una valencia negativa.
En este experimento los investigadores apreciaron que las emociones son reacciones muy intensas que despiertan cambios a nivel fisiológico. Sin embargo, para controlar las emociones debemos poner en marcha un proceso de inhibición. En teoría, suprimirlas no debería provocar una activación fisiológica, pero resulta que no es así. De hecho, al reprimir las emociones se produce un aumento de la actividad somática y de la frecuencia cardíaca, así como una activación a nivel simpático. Todo esto sugiere que intentar suprimir las emociones, tanto las negativas como las positivas, tiene un elevado costo a nivel físico.
Moraleja: la represión emocional tiene un costo demasiado elevado, tanto para nuestro equilibrio psicológico como para nuestra salud física. Las emociones no son nuestro enemigo, son señales a las que debemos prestarles atención. El secreto no radica en esconderlas, sino en experimentarlas y superarlas.
Fuentes:
Wiseman, R. (2009) 59 seconds.Think a litle, change a lot. Nueva York: Alfred A. Knopf.
Dijksterhuis, A., & van Olden, Z. (2006) On the benefits of thinking unconsciously: Unconscious thought increases post-choice satisfaction. Journal of Experimental Social Psychology; 42: 627–631.
Gross, J. & Levenson, R. (1997) Hiding Feelings: The Acute Effects of Inhibiting Negative and Positive Emotion. Journal of Abnonnal Psychology; 106(1): 95-103.
http://www.rinconpsicologia.com/2015/08/asfixia-cognitiva-que-pasa-cuando-la.html

Para ser feliz debes aprender a ignorar a muchas personas

feliz

Muchas veces alejarnos de las personas conflictivas no solo es una cuestión de comodidad, sino de salud mental. Hay actitudes que nos llegan a desequilibrar tanto que nos bloquean y nos impiden realizarnos, sometiendo nuestro bienestar emocional a sus antojos.

Todos sabemos de buena tinta que nuestras relaciones no siempre nos aportan algo positivo, aunque realmente lo esperemos. A pesar de que somos conscientes de esto,no cuesta darnos cuenta de que estamos alimentando intercambios tóxicos.

O sea, nos parece algo “tonto” e incoherente pero, sin embargo, no podemos escapar de la realidad. Sacrificar nuestro bienestar por los demás está a la orden del día para cada uno de nosotros.

Así que nos encontramos ante el triste panorama de vivir sometidos a relaciones insanas con personas que no nos aportan sinceridad ni buenas emociones. Es decir, intercambios cargados de intereses y egoísmosPor eso, para poder crecer debemos de aprender a ignorar a cierta gente en ciertos momentos.

El verdadero fracaso es cuando dejas de intentar algo

¿Qué es lo que debemos ignorar para ser felices?

Las situaciones a partir de las que conviene comenzar a regalar nuestra ausencia son variopintas. Normalmente podemos reconocer con facilidad lo que nos turba pero es posible que nos lleve un tiempo en otras ocasiones.

Conocerlas nos ayudará a tomar conciencia de la realidad e incluso puede ayudarnos a anticipar estas cuestiones, de manera que podamos impedir que nos hagan más daño que el inevitable. Dicho esto, veamos algo más detenidamente lo que debemos aprender a ignorar:

1.Las críticas de los demás. Nadie nos puede afectar sin nuestro consentimiento. O sea, somos nosotros lo que damos validez a las opiniones de los demás. Lo que otros piensen sobre las decisiones que tomamos no debería importarnos, ya que es tan probable que nosotros nos equivoquemos como que ellos lo hagan.

2. La creación de inseguridades. Hay personas que se piensan que son expertos en la vida de todo. Estos acaban consciente o inconscientemente, creando inseguridades y pequeñas frustraciones en la gente que les rodea. Procura ignorar este tipo de actitudes, pues solo te conducen a la frustración.

3. Preocuparnos por lo que no podemos controlar. Si nos preocupa cómo va a actuar esa persona o qué va a hacer o decir, algo va mal. O sea, la gente no va haciendo daño deliberadamente y no debería de tenernos en vilo que nos respeten o no. Si esto ocurre, es mejor de que alejes de esa persona.

http://lamenteesmaravillosa.com/para-ser-feliz-debes-aprender-a-ignorar-a-muchas-personas/

Aida. Jugando a Matar Sueños

02 Abril 2015
del Sitio Web GazzettaDelApocalipsis

Es un proceso tan sutil que no nos damos ni cuenta.

Lo tomamos como si fuera una anécdota, como algo cotidiano. Pero lo cierto es que sigilosamente nos están robando la capacidad para imaginar, concebir y visualizar realidades alternativas.

Mediante herramientas cotidianas de mero entretenimiento, nos están arrebatando una de las capacidades más extraordinarias de las que disponemos y a este paso, en pocas generaciones, la capacidad para visualizar mundos propios y alternativos habrá quedado reducida a la nada.

La naturaleza humana habrá cambiado radicalmente, sin que tan solo nos hayamos percatado de ello y esa transformación conducirá a nuevas estructuras y relaciones sociales; un nuevo escenario humano que, por lo que podemos intuir, tendrá muy poco de positivo.

De hecho, parece como si toda la industria del entretenimiento estuviera centrada en alcanzar este oscuro objetivo.

El ejemplo más representativo y más significativo de este proceso sutil pero tan crucial, lo encontramos en los videojuegos, la industria del entretenimiento más poderosa en estos momentos.

VIDEOJUEGOS – LA PUNTA DE LANZA DEL «NUEVO MUNDO»
La mayoría de gente creerá que este es un tema menor, especialmente, la gente más mayor, que probablemente considera a los videojuegos como una distracción vaga y casi incomprensible.

Pero el mundo de los videojuegos es la punta de lanza del cambio que se avecina:

en su interior contiene el germen del nuevo mundo, la semilla de la que brotará la enredadera que estrangulará nuestra conciencia individual para siempre, si no hacemos nada para remediarlo.
Los videojuegos actuales no son más que el primer paso hacia la realidad virtual y hacia la inmersión mental completa en realidades artificiales pre-creadas.
Actualmente solo nos permiten intuir vagamente la magnitud y el alcance del entretenimiento del futuro, de la misma forma que las sombras chinescas podrían haber servido para intuir lo que acabaría siendo el cine.

El gran problema de los videojuegos es que la mayoría de nosotros solo nos fijamos en sus efectos más aparentes y superficiales, como son la promoción de la violencia o la adicción que provocan.

Pero hay elementos profundos mucho más determinantes que pasan desapercibidos a primera vista.

Nadie se percata de la carga subliminal que conllevan y que está relacionada con los mecanismos profundos que configuran el Sistema.

Y es que los videojuegos no sólo refuerzan las estructuras actuales del Sistema, sino que acabarán configurando las estructuras de la sociedad futura, porque atacan directamente a los mecanismos más básicos de nuestra mente.

Obviamente, no estamos diciendo que los creadores de videojuegos sean personas malvadas cargadas de malas intenciones, ni que su única obsesión sea promocionar la violencia y destruir la conciencia de los individuos.

Ciertamente, los videojuegos son creaciones extraordinarias, repletas de talento, creatividad e inventiva.

Algunos de ellos son auténticas obras de arte que, como mínimo, merecerían el mismo nivel de admiración y reconocimiento que el mejor cine.

Además, numerosos estudios (haría falta ver quién los paga) demuestran que jugar a videojuegos ayuda a activar los reflejos y la coordinación, desarrolla el aprendizaje visual y ayuda a tomar decisiones con rapidez (aunque quizás todo eso también pueda conseguirse practicando deportes).
Nadie podrá discutir eso, ni nadie podrá discutir tampoco que existen muchos videojuegos positivos, educativos y creativos que pueden ayudar al desarrollo mental.

Pero tampoco nos engañemos:

la inmensa mayoría de videojuegos y especialmente los más exitosos y adictivos, implican competitividad, violencia, destrucción y muerte.
La mayoría de videojuegos que triunfan sientan las bases para una paulatina deshumanización, un entorno social en el que el dolor o la muerte ajena se convierten en un espectáculo visual vacío de toda implicación emocional.

Además, los videojuegos en general, implícitamente, fomentan el egoísmo más profundo, pues todos ellos contienen, de forma sutil y sibilina, el mismo mensaje:

«sólo puedes ganar tú y nadie más puede ni debe hacerlo».
Eso crea una percepción de competitividad horizontal, en la que el enemigo siempre está a nuestro alrededor; es alguien de nuestro mismo rango y debe ser eliminado sin compasión para que nosotros podamos alcanzar el triunfo.
VIOLENCIA Y VIDEOJUEGOS
Como decimos, la violencia y la destrucción en los videojuegos es generalizada.

Un alto porcentaje de videojuegos están centrados en,

  • la competitividad ciega y egoísta
  • la destrucción
  • la muerte y los bajos instintos
Si los analizamos con atención, veremos que en el fondo la mayoría de videojuegos se limitan a lo mismo:
crear un entorno virtual en el que la violencia y la destrucción tienen un sentido lógico a nivel argumental, diferente al que encontramos en nuestra vida cotidiana.
Por ejemplo, si salimos a la calle, la narrativa de nuestra realidad cotidiana no incluye la posibilidad lógica de la violencia y la destrucción explícitas:
la gente pasea, va al trabajo, los coches circulan y todo se desarrolla en medio de un relativo orden y tranquilidad.
La violencia o la destrucción son elementos que aparecen excepcionalmente a gran escala y que nos impactan debido a su desencaje con la narrativa de lo cotidiano.

Sin embargo, si salimos a la misma calle inmersos en una situación de guerra, en medio de una epidemia zombi o bajo una invasión alienígena, ese mismo entorno cotidiano estará inmerso en una nueva lógica narrativa en la que la violencia será inherente y tendrá un sentido lógico.

Así pues, los videojuegos, básicamente se limitan a crear entornos ficticios en los que esa lógica de la competitividad extrema, la violencia o la muerte tienen un sentido argumental, lo que demuestra que en el fondo no son más que vehículos concebidos para permitir precisamente la expresión de esa violencia.

De hecho, la mayoría de videojuegos, lo que principalmente nos permiten es matareliminar y destruir sin que nada ni nadie nos castigue por ello.

A muchos quizás les parezca un disparate, pero parece que nadie se percata de que incluso los videojuegos aparentemente más inocentes están centrados en matar, eliminar o destruir.

Los primitivos videojuegos de marcianitos consistían básicamente en matar y en la actualidad, jueguitos como los Angry Birds, a pesar de su aspecto infantiloide, siguen conteniendo en su interior una evidente carga de violencia y muerte.
Incluso los juegos tipo Candy Crush, tan popularmente extendidos y que parecen tan cándidos, consisten en alinear elementos para eliminarlos físicamente en nuestro beneficio.
EL MENSAJE DE FONDO

Si lo analizamos, veremos que hay pautas repetitivas en la mayoría de los videojuegos:

  • El concepto de eliminación y destrucción de elementos molestos o contrarios a nuestros intereses, expresados de mil y una maneras diferentes.
  • La competitividad y el egoísmo, basados en el triunfo único del jugador por encima de todo lo demás, sin dejar lugar a la cooperación desinteresada.
  • El triunfo obtenido a través de la acumulación (bien sea de dinero, de puntos o de muertos).
  • El finalismo, es decir, la consecución de metas, objetivos o misiones concretas y perfectamente pre-definidas, que determinan la diferencia entre éxito o fracaso y que siempre son establecidas por el creador del juego y nunca por el propio jugador.
Todos estos mecanismos estructurales están en un segundo plano y nos pasan desapercibidos porque acabamos centrando nuestra atención en el aspecto superficial del juego y en su expresión formal.
Pero más allá de la apariencia que pueda tener el juego, este mensaje subliminal constante, repetido una y otra vez hasta la saciedad, acaba configurando nuestra visión de la realidad, de la sociedad y de las soluciones que debemos aplicar para afrontar situaciones o resolver todo tipo de conflictos.

Un ejemplo claro de ello, es que si le pedimos a cualquier persona que imagine un juego divertido que no consista en acumular puntos, realizar una misión concreta finalista, competir, eliminar o destruir nada, le será muy difícil crearlo o imaginarlo, hasta el punto de que nos dirá que,

«es imposible crear un juego que no implique estos parámetros y que a la vez sea realmente divertido«.
Y posiblemente tendrá razón…
Nuestra mente ha sido programada a nivel profundo con estos mecanismos, inherentes en casi todos los aspectos de nuestra cultura, incluidos los videojuegos, hasta el punto de que difícilmente nos divertiremos con juegos que no incluyan estas características.

El Sistema al completo está basado en este tipo de mecanismos y pautas:

  • finalismo
  • triunfo por acumulación
  • competitividad y egoísmo
  • eliminación y actitudes destructivas para alcanzar el triunfo
El problema es que estamos tan inmersos en el Sistema, que la mayoría de gente, cree que las cosas no pueden ser de otra manera.

Pero la verdad es que nuestras estructuras mentales y el Sistema al completo, podrían ser muy distintos si fuéramos capaces de crear las condiciones necesarias.

JUGANDO EN UN MUNDO DIFERENTE
Imaginemos, por ejemplo,
  • un mundo en el que desde pequeñitos, en lugar de la idea de competitividad como actitud esencial para alcanzar el triunfo, se nos inculcara el concepto de cooperación desinteresada
  • un mundo en el que en lugar de la destrucción o la eliminación, el éxito se alcanzara a través de la construcción y la creación de elementos nuevos no existentes previamente
  • en el que la acumulación de unidades de un determinado elemento (puntos, medallas, galardones, dinero) no fuera valorado y no tuviera sentido
  • un mundo en el que no se diera valor a la consecución final y pragmática de un objetivo concreto, sino que todo el valor recayera, no solo en la belleza del camino que se recorre, sino en cómo se recorre ese camino
Y ahora imaginemos,
¿cómo sería un videojuego en un mundo en el que las personas tuvieran estos mecanismos mentales instalados en sus mentes?
Lo primero que podemos deducir del juego es que, al no estar basado en la competitividad con los demás, no existiría el concepto de ganador y perdedor.

Es fácil deducir que el juego tampoco dispondría de una idea finalista de éxito o fracaso y por lo tanto, probablemente, el juego nunca terminaría ni tendría limitaciones temporales.

Además, el juego no estaría basado en matar, destruir o eliminar elementos, sino que estaría basado en la creación constante de elementos nuevos y por lo tanto, lo que se valoraría por encima de todo sería la forma en que esos elementos fueran creados, su belleza inherente y quizás su función instrumental.

Sabiendo todo esto, visualicemos cómo podría ser un videojuego en este mundo.

Podríamos imaginar a muchos jugadores reunidos, construyendo en común estructuras espaciales, visuales y sonoras dinámicas, constantemente cambiantes a medida que cada jugador aportara un nuevo elemento expresivo al conjunto, lo que implicaría que todas las partidas serían radicalmente diferentes entre sí, pues cada aportación nueva cambiaría las condiciones que marcarían el desarrollo posterior del juego.
Esos juegos podrían consistir,
  • en la creación conjunta de edificios o ciudades fabulosas
  • en la composición de sinfonías surrealistas repletas de sonidos inimaginables y cambiantes
  • en la concepción de espacios tridimensionales fantásticos repletos de propiedades únicas o en la creación de estructuras danzantes dotadas de movimientos abstractos difíciles de concebir desde nuestro punto de vista
Estas «partidas» probablemente no acabarían nunca y cada una sería una obra de arte abstracta en sí misma.
Ahora imaginemos a alguien criado desde pequeño con estos conceptos tan diferentes a los nuestros y démosle uno de nuestros videojuegos de shooters, en los que te dedicas a disparar a diestro y siniestro hasta que te matan.

¿No le parecerían muy aburridos nuestros juegos al jugador de ese otro mundo?

Probablemente le chocaría que un juego tuviera un final; cuando le dijéramos que el éxito consiste en acumular puntos, probablemente lo consideraría algo absurdo y vacío de sentido y muy probablemente se aburriría recorriendo una y otra vez, escenarios no cambiantes creados por un desconocido en los que siempre repetir el mismo tipo de acciones destructivas.

A alguien cuya diversión consistiera en crear continuamente elementos nuevos y sorprendentes, ¿cómo le podríamos convencer de lo divertido que es romper y destruir elementos creados por un tercero?

Su forma de pensar y de concebir la realidad, sería muy diferente de la nuestra. Al fin y al cabo, estaríamos ante un tipo de persona para la cual, una carrera atlética no tendría ningún sentido.

Cuando alguien le explicara que en una carrera «gana el que llega antes a un determinado lugar», probablemente nos preguntaría,

«¿y eso para qué sirve?»
En su mundo no finalista, las personas correrían solo para conseguir que cada paso dado representara un disfrute y fuera bello por sí mismo y el concepto de «carrera competitiva», carecería de todo sentido y sería visto como algo vacío de contenido que no aporta nada.
Nos diría,
«¿para qué queréis llegar tan temprano a tal lugar, si lo divertido es recorrer el camino saltando y bailando sin preocuparse por el tiempo transcurrido?»
De la misma forma, cuando le contáramos que la satisfacción del fútbol consiste en ser el que mete más veces una pelota entre 3 palos durante 90 minutos, probablemente se quedaría perplejo y nos preguntaría,
«¿Qué gracia tiene meter una pelota entre 3 palos muchas veces?»
Probablemente, para él lo divertido sería hacer cosas con la pelota que no se le hubieran ocurrido nunca a nadie y hacerlas cada vez de forma diferente e innovadora.
Ahora realicemos el trayecto opuesto y imaginemos a un jugador de videojuegos de nuestro mundo, jugando a unos de esos videojuegos de creación abstracta de ese mundo imaginario, en los que no hay finalidad, triunfo, ni competición.

Para alguien de nuestro mundo, un juego de este tipo sería algo insoportablemente aburrido y difícil de comprender.

Nos diría,
«¿cómo puedo divertirme con un juego que no puedo ganar, que no tiene ningún objetivo y que nunca termina?»
Con todas estas elucubraciones, lo que queremos exponer es que existe una programación mental profunda inculcada por el Sistema que transforma nuestra visión de la realidad y que, por ejemplo, se expresa en aquello que nosdivierte o entretiene; y los videojuegos son un claro exponente de ello.

Todos nuestros videojuegos, en el fondo, están basados en la acumulación, la competición, la destrucción y el finalismo.

Estos mecanismos esenciales subyacen en un segundo plano, de la misma forma que subyacen en la forma en que se estructura el Sistema y por ende, en la forma en que somos educados o programados por la sociedad desde que nacemos.

Así pues, poco importa que le quitemos a nuestro hijo el sangriento videojuego de «matar zombis» y en su lugar lo hagamos jugar al Angry Birds, al Candy Crush, al Parchís o al Ajedrez, porque los mecanismos de fondo de todos estos juegos son siempre los mismos, con diferentes formas de expresión.

Estas son las estructuras esenciales en las que no se fija nadie, cuando precisamente son las más importantes, porque representan el esqueleto del Sistema en sí.
Hasta ahora hemos hablado de videojuegos, pero podemos extrapolar el mismo análisis realizado a otros elementos de nuestra existencia relacionados con el Sistema.

Por ejemplo, cuando emprendemos alguna de esas revoluciones o transformaciones sociales que parecen cambiarlo todo, en realidad no estamos cambiando nada más que la apariencia externa del Sistema.
Cuando alguien pretende,

  • terminar con la Monarquía para instaurar la República
  • sacar a los Conservadores para poner a los Progresistas
  • acabar con la Dictadura para instaurar la Democracia,
…en realidad solo está cambiando el «God of War» por el «Angry Birds».
A primera vista, realmente parece un cambio radical y las personas con una visión más superficial creerán convencidas que están protagonizando una transformación histórica.

Pero en el fondo, el Sistema solo cambia de piel:

solo cambian los uniformes, los logos, el color de la bandera o la nomenclatura aplicada a la organización del estado.
Cambiamos sangrientos enemigos por simpáticos cerditos, pero en realidad, los mismos mecanismos psíquicos que lo sustentan todo, permanecen intactos.

Nadie dice que no debamos luchar a nivel social, enarbolar las banderas de los ideales o implicarnos activamente en conseguir transformaciones socio-económicas.

Hacerlo es indispensable si queremos transformar la sociedad.

Pero todas esas revoluciones y cambios, por positivas y justas que ahora nos parezcan, no servirán de nada si cada uno de nosotros no nos sumergimos en lo más hondo de nuestra psique y arrancamos de ahí las profundas raíces del Sistema.

A la mayoría de gente le resulta incómodo e ingrato aceptar esta cruda realidad, pero es así:

las revoluciones de masas no existen.
Fuente: http://www.bibliotecapleyades.net/ciencia/ciencia_conscioussociopol95.htm

¿Pueden los hijos heredar genéticamente los traumas de sus padres?

Los cambios genéticos asociados al trauma sufrido por los sobrevivientes del Holocausto pueden transmitirse a sus hijos y, posiblemente, a las subsecuentes generaciones.

Ésta es la conclusión a la que llegó un equipo de investigadores del Hospital Monte Sinaí, en Nueva York, Estados Unidos, que comparó la composición genética de un grupo de 32 hombres y mujeres judíos con la de sus hijos. El grupo en estudio había vivido en un campo de concentración o sufrido bajo el régimen nazi,

Esta información se comparó a su vez con la de otras familias judías que no habían vivido en Europa durante la Segunda Guerra Mundial.

Se sabe que los hijos de las familias que fueron víctimas directas son más propensos a sufrir desórdenes vinculados al estrés. Y «los cambios genéticos en estos niños sólo pueden ser atribuidos al hecho de que sus padres estuvieron expuestos al Holocausto», señala Rachel Yehuda, profesora de Psiquiatría y Neurociencia y líder del proyecto de investigación.

El estudio, dicen sus autores, presenta un ejemplo claro en humanos de cómo la herencia epigenética puede afectar los genes de nuestros hijos e incluso nuestros nietos.

«Es la primera evidencia en humanos -de la que tenemos conocimiento- de una marca epigenética en la descendencia basada en la exposición de los padres, antes de la concepción», afirma Yehuda.

¿Qué es la epigenética?

La teoría de la herencia epigenética es controvertida.

Sostiene que el estilo de vida -las influencias del medio ambiente- como por ejemplo el fumar, el estrés o la dieta pueden provocar cambios genéticos en nuestra descendencia y jugar un papel importante en su desarrollo.

Lo que está científicamente aceptado es que la única forma de transmitir información biológica entre las generaciones es a través de los genes que están contenidos dentro del ADN.

Sin embargo, nuestros genes cambian por la influencia del ambiente mediante una suerte de etiqueta química (el epigenoma) que se adhiere a nuestro ADN y que funciona como un interruptor: modifica la expresión de los genes activándolos o silenciándolos.

Según estudios recientes, estas etiquetas podrían transmitirse de alguna manera entre las generaciones.

Incógnita

Y estas etiquetas epigenéticas fueron las que el equipo de Nueva York encontró en la misma porción de un gen -asociado a la regulación de la hormona del estrés– tanto en los sobrevivientes del Holocausto como en sus hijos.

Mediante una serie de análisis clínicos, el equipo descartó que esto se debiese a experiencias traumáticas vividas por los hijos, y por eso concluye que fueron heredadas de sus padres.

Pero si tomamos precisamente el caso de los hijos de los sobrevivientes del Holocausto, ¿no podríamos explicar su predisposición a sufrir desórdenes vinculados al estrés por el hecho de haber escuchado historias terribles de esta experiencia en los relatos de sus padres?

Para Yehuda, esto es muy poco probable, ya que esto no permitiría explicar las diferencias que se manifestaron en los casos en los que el sobreviviente fue la madre o el padre.

De acuerdo al estudio, los hijos de padres con desorden de estrés postraumático son «probablemente más propensos a la depresión», mientras que el efecto contrario parecería darse en los hijos de madres que sufren el mismo desorden.

Participante

Josie Glausiusz, periodista e hija de un sobreviviente, participó en una de las investigaciones llevadas a cabo por el equipo del Hospital Sinaí.

En un artículo publicado el año pasado en la revista Nature, cuenta su experiencia y cómo se desarrolló el estudio.

«Mi padre nunca fue diagnosticado formalmente con desorden de estrés postraumático. Pero sé que mi padre, que cumplirá 80 este año, también me contó historias esperanzadoras», explica Glausiusz.

Aún así, le explicó Yehuda, «si crees que tu padre tiene síntomas, tú probablemente seas más vulnerable a la depresión o a la ansiedad».

«Hay posibilidades de que exista un vínculo real entre los síntomas de tu padre y los tuyos, y que el problema no esté ligado necesariamente a la transmisión genética, sino a la epigenética».

No obstante, los investigadores no han logrado entender todavía cómo se produce esta transmisión.

Yehuda cree, sin embargo, que estas modificaciones bioquímicas se producen antes de la concepción en los padres, pero, en la madre, pueden ocurrir antes de la concepción o durante la gestación.

Esta teoría fue demostrada con anterioridad en ratones.

http://www.24horas.cl/noticiasbbc/pueden-los-hijos-heredar-geneticamente-los-traumas-de-sus-padres-1765821

Aida. La adaptación como signo de juventud

EL DESAFÍO DE ADAPTARSE A TODA EDAD

 

Mientras no haya avejentamiento emocional, los condicionamientos y/o adversidades que se evidencian en la vejez (lentitud física, dolores articulares, problemas de desplazamiento, tristeza e inactividad), en realidad no serían retrocesos si media el aprendizaje y la conciencia del tiempo. Por lo tanto, el concepto de adversidad no debería adscribirse a la idea de retroceso, por el simple hecho de que quien sufre cualquier adversidad podría superarla en la medida que haga intervenir un aprendizaje superador.

El viejo se rejuvenece emocionalmente cuando advierte en cada momento de su vida la oportunidad del aprendizaje. Por su parte, el joven se avejenta cuando retrocede por falta de aprendizaje. Al respecto, podríamos identificar algunas situaciones que se deslizan en el trayecto de la vida cotidiana de cualquier individuo:

  • Si tenemos en cuenta que la capacidad productiva constituye el punto óptimo de lo que es capaz una persona, podríamos imaginar dicho estado culmen como una meseta que expresa el puntaje máximo de su productividad y potencialidad.
  • Pero, se observa, a través de la experiencia propia y ajena y como producto de la edad y el transcurso del tiempo, que a partir de esa meseta van apareciendo menoscabos y limitaciones en la capacidad de respuesta a los estímulos. Para el observador común, esto significa retroceso. Probablemente lo sea, si nos atenemos a la disminución de la velocidad de reacción de las capacidades y habilidades que antaño el sujeto mantenía en su esplendor.
  • Ese esplendor que antes mereciera un puntaje elevado, hoy podría estar disminuido, oscilando en puntajes medios o inferiores. La mayoría frente a este dato evidente y desalentador, da por cancelada su superación personal en cualquier aspecto de la actividad que desplegaba. Si bien antes se justificaba un esfuerzo para ser más o lograr más, hoy parecería que no, por lo que muchos dirán que ese objetivo de superación ya no tiene sentido.
  • Otros, en cambio, frente a ese evidente menoscabo, deciden comenzar una nueva etapa, como si haciéndose niños o adolescentes empiezan a aprender, a re-aprender o adquirir habilidades compensatorias para iniciar un nuevo período en sus vidas.
  • En caso que se decida por un nuevo aprendizaje, el proceso cognitivo que ello exige lleva implícito el caudal y refinamiento de la experiencia vivida y el nivel de conciencia adquirido. Es así como, a través de estos valores, el sujeto logra emprender un proceso que le permita adquirir habilidades nuevas que compensen a las anteriores.
  • Quizás por haber perdido o disminuido sus capacidades, el sujeto no pueda montar a caballo, pero por el solo hecho de intentarlo de nuevo, o de adaptarse a otra situación donde no sería similar el resultado de antaño, ese intento adaptativo entra a formar parte de una nueva visión acerca de las propias capacidades.
  • El esfuerzo adaptativo del anciano contiene una carga evolutiva superior a la que emplea el joven. Y aunque se presenten en escenarios de tiempo diferentes y hasta con resultados de menor calidad, aquí se cumple uno de los deseos de todo ser humano: haber aprendido lo que se aprendió en el pasado con la experiencia de hoy.
  • Es decir, debajo de la meseta, en la aparente regresión y minusvalía de la vejez, se podría reiniciar un proceso de nuevos aprendizajes. Es así como entran a jugar y a intervenir una serie de mecanismos y modelos mentales que harían más refinado esta etapa de superación y de nuevas adaptaciones.
  • Para ello, el anciano que así lo decida, podrá enriquecer su conciencia con la experiencia adquirida y transformarla en una fuente de sabiduría y perfeccionamiento. Si por haber caído en la renguera el anciano ya no puede correr con velocidad y flexibilidad, el intentar lograr caminar por sí mismo, aún por debajo de la meseta exitosa de antaño, ello podría permitirle un nivel de aprendizaje adaptativo y más reflexivo que el adquirido en la etapa juvenil.
  • Este es un desafío para los ancianos y enfermos incurables que, habiendo sufrido el paso del tiempo y la adversidad, podrían ser más conscientes de la habilidad y la capacidad que todavía serían capaces de desplegar o adquirir. De allí, quizás provenga el concepto de la sabiduría que caracteriza al anciano.

El viejo sabio afronta de manera apacible, paciente y silenciosa el devenir de su vida y ello le permite aprender y superarse para encontrar una comprensión superior de su propia vida. Alejado de toda manía de comparación y de la ambición y codicia que pugnan por triunfar en un sistema competitivo, percibe su vida de manera intensa, autónoma y sin quedar atrapado ni esclavizado en los estereotipos y valores regidos por el binomio precario e insuficiente del éxito-fracaso.

Ensayos para el Pensamiento Creativo