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Sincronicidad: el significado de las coincidencias en un universo espejo

Investigamos a fondo la sincronicidad, uno de los grandes enigmas del universo: ¿cuál es el significado de las coincidencias? ¿pueden haber eventos sin causas? ¿borran las sincronicidades la frontera entre el mundo de los sueños y el mundo despierto? ¿Seguir las sincronicidades, los signos sutiles en el camino, nos puede llevar al Tao?

Uno de los aspectos más enigmáticos y cautivadores del universo en el que vivimos es la sincronicidad. A todos nos ha pasado en alguna ocasión una coincidencia tan improbable que nos resulta ominosa, mágica, epifánica o perturbadora. Conexiones entre sucesos, personas e información que trascienden la realidad convencional: como si las cosas tuvieran hilos invisibles que sólo por momentos  —en estados de conciencia elevados o por una misteriosa alineación— podemos vislumbrar.

Aunque el concepto de sincronicidad existe al menos desde el tiempo de los Vedas, fue el psicólogo suizo Carl Jung quien acuñó el término e inició el estudio de este fenómeno de manera rigurosa, si no científica: la dificultad de abordar la sincronicidad desde una metodología solamente científica yace en que los eventos que se concatenan lo hacen sin tener una causa, al menos no una causa que podamos encontrar dentro de los límites de la física clásica y de un universo mécanico. Consciente de la vastedad y elusividad del principio de la sincronicidad, Jung ensayó diversas definiciones a manera de un acercamiento teórico. Empezando desde lo más general y sintético podemos decir con Jung que la sincronicidad es “la ocurrencia temporal coincidente de eventos acausales”, que es un “principio de conexión acausal”, una “coincidencia significativa” o que es un “paralelismo acausal”.

Pero la sincronicidad para Jung va mucho más allá de estas someras descripciones. Toca y se entronca con los campos más profundos de la mente humana, siendo en muchos casos una manifestación externa del inconsciente colectivo, a veces materializada a través de símbolos. Jung creía que las “coincidencias” no solo estaban gobernadas por el azar —siendo que su probabilidad de suceder era tan poca que podrían considerarse estadísticamente significativas— sino por una dinámica más profunda. Coincide en esto con el texto gnóstico del Kybalion, que dice: “Azar no es más que el nombre que se da a una ley desconocida; hay muchos planos de causación”. Y para ampliar la madeja de posibles conexiones, recordemos que Don Juan le dice a Carlos Castaneda, como si fuera un experto jugador de póquer de realidades alternas, que la suerte es una forma de poder.

Al igual que su concepto de los arquetipos, Jung, lo mismo que el físico Wolfgang Pauli, pensaba que la sincronicidad era una expresión de lo que llamaba unus mundus, una realidad unificada subyacente de la cual todo lo que vemos emerge y a la cual todo regresa. Este unus mundus es similar a la teoría de la mecánica cuántica de David Bohm expuesta en La Totalidad y el Orden Implicado, en la que se postula la existencia de una especie de mar universal de energía infinita del cual se desdobla —o se ex-plica— el mundo material fenoménico que percibimos, el cual apenas es una ondulación en la superficie de lo inconmensurable. Para Jung la improbable pero significativa coincidencia de una sincronicidad era posible por el hecho de que tanto el observador como el evento observado a fin de cuentas brotan de una misma fuente, del unus mundus. Es decir, la conexión acausal, a distancia, sin la aparente acción de una fuerza física (conocida) sería posible porque en profundidad todos los eventos y todos los sujetos que perciben un evento no son más que la misma cosa. El uno es el otro: es el mismo. “We are like islands in the sea, separate on the surface but connected in the deep”, dijo à propos William James. Es como si todo lo que ocurriera en el universo en realidad ocurriera dentro de una sola mente, que por momentos y siempre en la superficie, padece una esquizofrenia omnipotente. Pero más allá de sugerir esta idea un tanto trillada de la unidad subyacente, del todo en cada parte, del holograma que se proyecta en el mundo, en fractales, investiguemos la sincronicidad y deshebremos el misterio de la coincidencias.

Cables de un Universo Paralelo /¿Qué hay detrás de una coincidencia?

Después de esta breve introducción al fascinante mundo de la sincronicidad, entremos en materia. Aquí lo interesante son las sincronicidades, las experiencias, lo que se vive y mistifica.  Estoy seguro de que todas las personas que están leyendo este texto sobre la sincronicidad —el cual pretende ser un espejo— han sentido el asombro medular de descubrir que una coincidencia en sus vidas tiene un significado oculto. Es decir, que más allá de lo inefable y extraño que puede ser que yo me haya encontrado en la calle a una persona que no había visto hace años justo después de haber soñado con ella la noche anterior, o de que por alguna razón decido abrir un libro y en esa página “azarosa” me encuentro con la palabra exacta que  antes ya flotaba en mi mente, o tal vez estoy considerando viajar y salgo a la calle y veo las placas de un coche que dicen LSD, estas co-ocurrencias nos están diciendo algo, el universo o nosotros mismos estamos queriendo comunicar algo, algo que va más allá de la trivialidad cotidiana en la cual generalmente nos movemos. Veamos algunos ejemplos.

En su ensayo Synchronicity (1952) Jung relata un evento sincrónico  que ha pasado a ser un referente:

Una joven paciente soñó, en un momento decisivo de su tratamiento, que le regalaban un escarabajo de oro. Mientras ella me contaba el sueño yo estaba sentado de espaldas a la ventana cerrada. De repente, oí detrás de mí un ruido como si algo golpeara suavemente la ventana. Me di media vuelta y vi fuera un insecto volador que chocaba contra la ventana. Abrí la ventana y capture a la criatura mientras volaba hacia el interior de la habitación . Era la analogía más próxima a un escarabajo de oro que pueda darse en nuestras latitudes, a saber, un escarabeido (crisomélido), la Cetonia aurata, la «cetonia común», que al parecer, en contra de sus costumbres habituales, se vio en la necesidad de entrar en una habitación oscura precisamente en ese momento. Tengo que decir que no me había ocurrido nada semejante ni antes ni después de aquello, y que el sueño de aquella paciente sigue siendo un caso único en mi experiencia.

[vimeo http://vimeo.com/1614686]

Jung interpretó que la aparición material de un escarabajo onírico tenía un contenido simbólico altamente significativo para el presente de su paciente. El escarabajo es un símbolo egipcio del renacimiento —algo que la psique dentro de un proceso de sanación o de alquimia necesita experimentar: morir para renacer en su sí mismo; los símbolos son el lenguaje de los sueños. Esta afirmación en la realidad “objetiva” de la imaginación subjetiva nos sugiere que la sincronicidad podría actuar como un vaso comunicante entre el mundo de la vigilia y el mundo de los sueños, erradicando, al menos parcialmente, la brecha supuestamente insalvable entre estos mundos. Según Braud y Anderson, la sincronicidad es  ”una coincidencia significativa entre un estado interno, usualmente de necesidad, y un evento externo inexplicable que corresponde a/o responde la necesidad”.

Siguiendo este tren de ideas podemos hablar de algo como un “dreamwake continuum“, similar a Alcheringa, el “Tiempo del Sueño” de los aborígenes australianos, en el que se disuelven las fronteras entre lo que soñamos y vivimos, es más, lo que hacemos soñando se filtra a la realidad y se convierte en lo que vivimos —posiblemente las ideas platónicas y los arquetipos que gobiernan el mundo en la psicología jungiana se proyecten a nuestra realidad desde estos espacios astrales de ensueño. El mismo Jung percibió esta analogía creativa en la sincronicidad: “La sincronicidad en sentido estricto solo es un caso especial de un orden general acausal que da lugar a actos de creación en el tiempo“. De manera más poética, Octavio Paz había dicho: “Hay que dormir con los ojos abiertos /hay que soñar con las manos/soñemos sueños activos de río/buscando su cauce/sueños de sol soñando sus mundos”.  Una disciplina etérea probablemente rendirá frutos: las imágenes que generamos en el fuero interno —con el fuego interno— se podrán volver vibrantes edificios para experimentar los deseos narrativos más profundos de nuestro espíritu.

Regresando a las experiencias puntuales de sincronicidad —y es inevitable tomar excursiones momentáneas para conectar diversos aspectos, cauces no lineales que confluyen simultáneamente tejiendo un mandala más complejo— recordemos que Jung escribió que el caso del escarabajo dorado fue el más sobresaliente ejemplo de sincronicidad que vivió. Tal vez esto sea cierto pero quizás haya una sincronicidad entrelazada a Jung aún más sorprendente. En el marco del 40° aniversario de la muerte de Carl Gustav Jung, la Dra. Irene Gad contó la siguiente anécdota sincromística:

La tarde en que Jung murió, una gran tormenta eléctrica estalló sobre su casa en Künsnach, como si la naturaleza misma se hubiera movilizado a reconocer el evento. Y casi justo en el momento en el que murió, un relámpago atronó su árbol favorito en el jardín. Algunos años después Laurens van der Post estaba haciendo una película sobre la vida de Jung. La última secuencia iba a a ser filmada en la casa de Jung.

Laurens van der Post continúa:

Cuando llegó el momento de hablar directamente a la cámara de la muerte de Jung y  empecé a describir cómo un rayo demolió su árbol favorito, otro rayo cayó en el jardín. El relámpago sonó tan fuerte que me produjo un sobresalto. Y hasta la fecha, el sobresalto, el relámpago y el impedimento de habla que me provocó pueden ser vistos en la película, así como el rayo aparece en la pantalla sobre el lago atormentado y los árboles agitados por el vendaval.

El relámpago, se sabe, es el símbolo de la divinidad suprema en diferentes culturas y  evoca una especie de muerte luminosa. El árbol evidentemente es el símbolo más común de la vida. Jung se habría servido un festín simbólico para analizar esta, su última sincronicidad. De cualquier forma parece una tributo merecido del universo —un broche de oro Ouroboros— que el padre de la sincronicidad haya dejado el mundo con una sincronicidad tan especial. Un sí celestial,  una caravana cósmica o un dios que le cierra el ojo. Y a la vez el rayo en el cielo como un eterno signo de interrogación, de un enigma que pese a tener un momento de desnuda claridad, sigue ahí.

SINCRONUMEROLOGÍA

Los númenes de la sincronicidad, esos geniecillos de las manecillas de la realidad, también habitan en los números. Uno de los casos más Seguir leyendo Sincronicidad: el significado de las coincidencias en un universo espejo

Los planes del CERN para un año de física aún más intenso en el LHC

Artículo publicado por Amy Dusto el 13 de febrero de 2012 en Symmetry Breaking

Los científicos del CERN empezarán a hacer funcionar el Gran Colisionador de Hadrones a más energía que nunca cuando termine la parada técnica invernal a mediados de marzo, según anunció hoy el laboratorio en un  comunicado de prensa.

Los científicos y la dirección del CERN tomaron la decisión de aumentar la energía del LHC de 7 a 8 TeV tras una reunión en Chamonix, Francia, que ha durado una semana.

LHC © by µµ

Una mayor energía significa una mayor tasa de colisiones entre protones en el LHC. El equipo de operaciones predice que, con este aumento de energía, los experimentos del LHC deberían recopilar más del doble de datos en 2012 de los que tomaron en 2011. Este incremento de datos es significativo para la búsqueda del Higgs y debería dar suficientes datos para demostrar o excluir a finales de 2012 la existencia del Higgs.

Aumentar el ritmo de colisión provocará que se aumente, en general, el número de eventos físicos interesantes, aunque los científicos creen que tendrán que filtrarlos, a partir de una pila mayor que antes, de otros menos interesantes. El año pasado, por ejemplo, los físicos del experimento ATLAS vieron 15 eventos extra por cada por cada uno que merecía la pena estudiar. Ese número probablemente se duplicará este año.

Los científicos decidieron hacer funcionar el LHC hasta el momento a la mitad de la energía para la que está diseñada la máquina. Tomaron dicha decisión de funcionar a menor energía después de un accidente que tuvo lugar cuando se puso en marcha en 2008. Los imanes del acelerador funcionan en un estado superconductor y se enfrían con helio líquido. Los problemas con una interconexión entre imanes provocaron el calentamiento y rápida expansión del helio, desplazando aproximadamente unos 50 imanes. Para evitar el riesgo de otro cierre anual por reparaciones, los científicos reiniciaron en 2010 a 7 TeV.

Los operadores se sienten cómodos aumentando la potencia de la máquina tras un año 2011 de éxitos a 7 TeV, mejorando su comprensión de las interconexiones y completando más pruebas, dice Steve Myers, director de aceleradores y tecnología en el CERN. No aumentarán la energía hasta los 14 TeV hasta algún momento después de una parada más larga de unos 20 meses a finales de 2012.

Para los operadores de la máquina, el principal desafío de pasar a 8 TeV y trabajar con tasas de colisión más altas será reducir el tamaño de los haces de partículas en los puntos de colisión dentro del detector, dice Mike Larmont, líder del grupo de operaciones para el LHC y sus inyectores. Comprimir los haces en estos lugares requiere de una fineza y cuidado extremos.

La plétora de eventos de colisión proporcionará otro desafío para los experimentadores, hambrientos de datos como están. Para procesarlo todo, las colaboraciones usan sus propias simulaciones software, conocidas como Monte Carlos, por la ciudad famosa por sus juegos de azar. Las simulaciones usan la estadística para predecir los tipos de partículas que se crearán en las colisiones con distintas características en el LHC. Los científicos están revisando constantemente los algoritmos para mantener el ritmo de los cambios en las operaciones de la máquina.

Aunque las simulaciones son necesarias, reescribirlas y asegurar su precisión puede ser un gran desafío para los experimentos, dice el físico de ATLAS Bill Murray. El pasado septiembre su colaboración empezó a usar un nuevo conjunto de Monte Carlos. En tres meses y medio, fueron capaces de simular por completo un récord de 1500 millones de eventos. Pero el trabajo fue agotador y apenas terminó a tiempo para la actualización de diciembre del Higgs.

Ahora, con el inminente aumento de energía a 8 TeV, los científicos tendrán que luchar contra el mismo problema de ajustar el software y terminar los análisis para las conferencias del verano. Depurar y simular eventos no debería ser un problema; es cuestión de cuánto tiempo necesitará ese trabajo. Con la carrera por el Higgs en marcha, y la idea de que éste podría ser un año que merezca el Nobel, ningún físico de partículas quiere frenar. “Va a ser muy laborioso durante mayo y junio”, dice Murray. “Pero debería ser entretenido”.

El software usado por CMS, la otra colaboración en lucha por el descubrimiento, necesita sólo aproximadamente la mitad de potencia de procesado que el software de ATLAS, dice Murray. Puede que sea más fácil que CMS logre antes los resultados del Higgs, comenta – pero esto no evitará que su colaboración lo intente con más ganas que nunca.

“Para 2014 los inconvenientes [de tener que rehacer las Monte Carlos de la colaboración] deberían desaparecer”, dice Murray. “Por tanto, para mí, los inconvenientes son a corto plazo. Al final deberíamos terminar con más datos a una mayor energía, de forma que se abarque más física”.

Los haces empezarán a funcionar alrededor del 15 de marzo y las primeras colisiones a toda la energía prevista deberían verse tras tres semanas. La caza del Higgs y de otra física pasarán luego a su máxima potencia.


Autor: Amy Dusto
Fecha Original: 13 de febrero de 2012
Enlace Original

Un cable mal conectado es el responsable de que OPERA observara neutrinos superlumínicos

La noticia del día. Una mala conexión de fibra óptica entre una unidad de recepción de GPS y la tarjeta de entrada/salida de un ordenador es el culpable  de que los neutrinos parecieran superlumínicos en el experimento OPERA entre el CERN y Gran Sasso. El error se ha arreglado apretando a mano la conexión. ¡Madre mía! Los ríos de tinta que han corrido y tocando un conector los neutrinos vuelven a ser sublumínicos. ¡Qué error más tonto! El experimento que observó que los neutrinos muónicos llegaban 60 nanosegundos antes de tiempo (siendo más rápidos que la velocidad de la luz en el vacío) ha sufrido la ley de Murphy que afirma que lo que puede fallar, fallará. La mayoría de los físicos sabíamos que había un error y que tenía que ser un error sutil que solo los propios miembros de la colaboración OPERA podrían detectar. Nos lo ha contado Edwin Cartlidge, “BREAKING NEWS: Error Undoes Faster-Than-Light Neutrino Results,” https://edubirdie.com/blog/faster-than-light-neutrino-results-were-false, que cita como fuente a físicos de la propia colaboración OPERA. No habrá confirmación oficial hasta que se ratifique de forma definitiva que este es el problema, pero cuando el río suena…

PS: James Gillies, portavoz del CERN, ha confirmado a The Associated Press que el problema con el sistema de GPS usado por OPERA para medir la velocidad de los neutrinos se conoce desde principios de mes (aunque no se ha desvelado hasta hoy). Fuente: “‘Faster than light’ measurement blamed on loose cable,” CBC News, Feb. 22, 2012.

PS 2: Alan Boyle, “Glitch found in faster-than-light setup,” Cosmic Log, 12 feb. 2012, afirma que mañana habrá un anuncio oficial por parte de la colaboración OPERA sobre el fallo; por lo que parecen ya tienen planificado para mayo repetir el experimento con pulsos cortos de neutrinos (como en octubre de 2011). Mañana os informaré de las buenas nuevas.

PS 3: Eugenie Samuel Reich, “Faster-than-light neutrino measurement has two possible errors,” Nature News, 22 Feb. 2012, nos comenta la noticia incluyendo un anuncio oficial de la propia colaboración OPERA.

“The OPERA Collaboration, by continuing its campaign of verifications on the neutrino velocity measurement, has identified two issues that could significantly affect the reported result. The first one is linked to the oscillator used to produce the events time-stamps in between the GPS synchronizations. The second point is related to the connection of the optical fiber bringing the external GPS signal to the OPERA master clock.

These two issues can modify the neutrino time of flight in opposite directions. While continuing our investigations, in order to unambiguously quantify the effect on the observed result, the Collaboration is looking forward to performing a new measurement of the neutrino velocity as soon as a new bunched beam will be available in 2012. An extensive report on the above mentioned verifications and results will be shortly made available to the scientific committees and agencies.”

Por lo que parece, además del problema de la conexión con el cable de fibra óptica, desde OPERA se afirma que hay otro problema asociado a cómo se asigna el tiempo de llegada a cada neutrino; según OPERA ambos efectos son contrapuestos y se podrían compensar entre sí, manteniendo inalterado el resultado sobre los neutrinos superlumínicos; hasta que en mayo se repitan las medidas teniendo en cuenta correcciones para ambos efectos, desde OPERA se afirma que aún no se puede afirmar que se haya descubierto el error.Caren Hagner, miembro alemán de la colaboración OPERA que no firmó el artículo de OPERA de septiembre de 2011, pero que sí lo hizo con el de diciembre que se envió a una revista internacional, afirma que por ahora la colaboración OPERA no va a publicar ningún análisis cuantitativo de estos efectos y que habrá que esperar hasta mayo.

Un cable mal conectado es el responsable de que OPERA observara neutrinos superlumínicos

Los físicos predicen la existencia de cristales temporales

Si los cristales existen en las dimensiones espaciales, entonces deben existir también en la dimensión temporal, dice Frank Wilczek, ganador del premio Nobel de física.

Una de las ideas más poderosas de la física moderna es que el Universo está gobernado por la simetría. Esta idea enuncia que ciertas propiedades de un sistema no cambian cuando son sometidas a alguna clase de transformación.

Por ejemplo, si un sistema se comporta de la misma manera, independientemente de su orientación o movimiento en el espacio, esto significa que debe obedecer a la ley de la conservación del momentum.

Si un sistema produce un mismo resultado, independientemente de cuándo se lleva a cabo, es que debe obedecer a la ley de la conservación de la energía.

Esta poderosa forma de pensar nos la ofrece el matemático alemán, Emmy Noether. De acuerdo con su famoso teorema, cada simetría es equivalente a una ley de conservación. Y las leyes de la física son básicamente el resultado de una simetría.

Igualmente poderosa es la idea de la ruptura de simetría. Cuando el universo muestra menos simetría que las ecuaciones que lo describen, los físicos dicen que se ha roto la simetría.

Un ejemplo bien conocido es la solución de baja energía, asociada con la precipitación de un sólido desde una solución, o sea, la formación de cristales, que tienen una periodicidad espacial. En este caso, la simetría espacial se rompe.

Cristales espaciales están bien estudiados y bien entendidos. Pero plantean una pregunta interesante: ¿Permite el universo la formación de periodicidades similares en el tiempo?

Actualmente, Frank Wilczek, del Instituto Tecnológico y de Massachussetts y Al Shapere, de la Universidad de Kentucky, han discutido esta cuestión y concluyen que la simetría temporal parece tan frágil como la simetría espacial en bajas energías.

Este proceso debiera conducir a la periodicidad que ellos llaman cristales temporales. Es más, los cristales de tiempo deben existir, probablemente, bajo nuestras propias narices.

Exploremos esta idea un poco más en detalle. En primer lugar, ¿qué significa para un sistema que se rompa la simetría temporal? Wilczek y Shapere se imaginan un sistema, descrito completamente en su más bajo estado energético, independientemente del tiempo.

Debido a que es su estado más bajo de energía, este sistema debe estar congelado en el espacio. Por lo tanto, si el sistema se mueve, se rompe la simetría temporal. Esto es el equivalente a que el más bajo estado enerético tiene el valor mínimo de una curva en el espacio, en lugar de un único punto aislado.

En realidad, esto no es tan extraordinario. Wilczek, señala que un superconductor puede transportar una corriente (mover masas de electrones) incluso en su más bajo estado de energía.

El resto es básicamente matemática. De la misma manera que las ecuaciones de la física permiten la formación espontánea de cristales espaciales, periodicidades en el espacio, de igual forma debería permitir la formación de periodicidades en el tiempo o cristales temporales.

En concreto, Wilczrek considera la espontánea ruptura de simetría en un sistema cerrado de mecánica cuántica. Aquí es donde las matemáticas se vuelven un tanto extrañas. La mecánica cuántica obliga a los físicos a pensar sobre valores imaginarios de tiempo, o iTime, como lo llama Wilczek.

Él muestra que las mismas periodicidades deben surgir del iTime y que eso debe manifestarse como un comportamiento periódico medible en diversos tipos de propiedades termodinámicas.

Las consecuencias de esto son importantes. Para empezar, se trata de la posibilidad de que este proceso proporcione un mecanismo para medir el tiempo, una vez que el comportamiento periódico sea parecido a un péndulo. «La formación espontánea de un cristal temporal representa la aparición espontánea de un reloj», señala Wilczek.

Otra posibilidad es que sea posible explotar los cristales temporales para realizar cálculos usando energía cero. Como él mismo dice, «es interesante especular con un sistema de mecánica cuántica, cuyos estados pudieran interpretarse como un conjunto de qubits, y que pudiera diseñarse para atravesar un paisaje programado de estados estructurados en el espacio de Hilbert a lo largo del tiempo.»

En general, se trata de un argumento sencillo. Pero la simplicidad es a menudo engañosamente poderosa. Por supuesto, habrá disputas sobre algunos de los problemas que ello plantea. Uno de ellos es que el movimiento que rompe la simetría temporal parece un poco desconcertante. Wilczek y Shapere, ya lo reconocen: «Hablando en términos generales, lo que estamos buscando se camina peligrosamente cerca del movimiento perpetuo.»

Esto necesitará un poco de defensa. Pero si alguien tiene el pedigrí para impulsar estas ideas, es Wilczek, físico ganador del Premio Nobel.

Veremos con interés cómo prosigue el debate.

Pedro Donaire

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Un español estará ocho meses aislado en la Antártida buscando neutrinos

El físico español Carlos Pobes, de la Universidad de Zaragoza, ha comenzado su aislamiento de ocho meses en la base científica estadounidense Amundsen-Scott en la Antártida, donde estará incomunicado. El ‘Winter Over’, un periodo donde la base queda aislada en completa oscuridad y con temperaturas que pueden llegar a los -80º C, ha comenzado y el último avión presente en la base ha abandonado el emplazamiento.

Hasta el próximo mes de octubre, Carlos Pobes se hará cargo del telescopio de neutrinos IceCube, un experimento que involucra a 39 institutos de investigación de 11 países y que trata de detectar neutrinos con una serie de detectores enterrados en el hielo antártico.

Este telescopio aprovecha los casi 3 kilómetros de espesor del hielo antártico para capturar neutrinos procedentes de todos los rincones del Universo.

Primera fotografía del Universo

Se espera que el IceCube obtenga una «primera fotografía» del Universo con neutrinos y servirá, además, para recabar información fundamental para resolver misterios como el origen de los rayos cósmicos, precisa la UZ en un comunicado.

Completado en varias fases, el IceCube lleva menos de un año tomando datos en su configuración final, que cubre un kilómetro cúbico de volumen. Los neutrinos son partículas eléctricamente neutras, cuya masa es inapreciable y es tan esquiva que se requieren enormes volúmenes para situar los detectores y largos tiempos de exposición para poder capturar un número suficiente.

Además, algunos fenómenos astrofísicos que producen neutrinos pueden durar sólo unos segundos, por lo que se hace imprescindible que el detector esté tomando datos de manera continua, y tanto Pobes como su colega sueco deberán garantizar el correcto funcionamiento del telescopio en un ambiente de extrema crudeza térmica.

La particular ubicación de la base Amundsen-Scott, situada en el Polo Sur del planeta, la hace ideal para estudios de diversa índole, desde climatología hasta cosmología. Situada a casi 3.000 metros de altitud en medio de la meseta antártica, la temperatura media anual en la base ronda los -50º C, y pueden llegar a alcanzarse incluso los -80º C en invierno.

Accesible sólo durante cuatro meses

Eso hace que sólo durante cuatro meses al año sea posible volar allí y el resto del año la base queda completamente incomunicada y unas 50 personas permanecen aisladas en ella para garantizar el correcto funcionamiento de los distintos experimentos.

Pobes, natural de la localidad zaragozana de Gallur, es el tercer español en la historia que vivirá en situación de aislamiento en la base, tras Luis Aldaz (1965) y Francisco Navarro (1984), y será el primero en el experimento IceCube.

El investigador aragonés fue seleccionado entre 50 candidatos de todo el mundo por la Universidad de Wisconsin-Madison (EEUU) tras superar un proceso de selección con rigurosas pruebas médicas y psicológicas.

«Serán seis meses de aislamiento total con temperaturas medias inferiores a los 60 grados centígrados bajo cero«, comenta Pobes por correo electrónico desde la base, en la que se encuentra desde octubre pasado para aclimatarse a las condiciones de vida.

«Pero también tendremos la oportunidad de disfrutar de la noche polar y sus espectaculares auroras, un privilegio que solo un reducido grupo de personas puede contemplar cada año», agrega, según la nota difundida por la UZ.

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El universo desde la nada: De Einstein, un sacerdote belga y el rompecabezas del Big Bang

Esto es un pequeño extracto del nuevo libro del físico Lawrence M.Krauss, donde explica por qué no somos el centro del universo, «Un universo desde la nada: del por qué existe algo en lugar de nada».

Era una noche oscura y tormentosa. A principios de 1916, Albert Einstein acababa de terminar la obra cumbre de su vida, una larga década de intensa lucha intelectual para obtener una nueva teoría de la gravedad, que fue llamada teoría general de la relatividad. Pero no era sólo una nueva teoría de la gravedad, también abarcaba una nueva teoría sobre el espacio y el tiempo. Y fue la primera teoría científica que podía explicar cómo se mueven los objetos a través del universo, y cómo el mismo universo pudo evolucionar.

Sólo había un pequeño problema, cuando Einstein empezó a aplicar su teoría para describir el universo como un todo, se iba haciendo cada vez más evidente que la teoría no describía el universo en el que nosotros aparentemente vivimos.

Ahora, casi un centenar de años más tarde, aún es difícil apreciar plenamente cuánto ha cambiado nuestra imagen del universo en tan sólo el transcurrir de una vida humana. En cuanto se refiere a la comunidad científica en 1917, el universo era estático y eterno, y consistía de una sola galaxia, la Vía Láctea, rodeada por un vasto, infinito y oscuro espacio vacío. Esto es, después de todo, lo que imaginas cuando miras hacia arriba, a ese cielo de la noche con tus ojos, o con un pequeño telescopio, y en esa época tampoco había muchas razones para sospechar lo contrario.

En la teoría de Einstein, como en la anterior teoría de Newton de la gravedad, la gravedad es una fuerza puramente de atracción entre todos los objetos. Esto significa que es imposible disponer de un conjunto de masas situadas en reposo para siempre en el espacio. Su mutua atracción gravitatoria, terminará por hacer que se derrumben hacia el interior, en manifiesto desacuerdo con un universo aparentemente estático.

La cuestión de que la relatividad general de Einstein no parecía muy consistente con la imagen del universo fue un golpe más grande para él de lo que uno pueda imaginar, debido a eso me permito prescindir del mito de Einstein y de la relatividad general, que siempre me ha molestado. Se da por supuesto que Einstein trabajó de manera aislada en una habitación cerrada durante años, utilizando la pura razón y el pensamiento hasta llegar a su bella teoría, independiente de la realidad (tal vez, como algunos teóricos de cuerdas hoy día). Sin embargo, nada de eso podría estar más lejos de la realidad.

Einstein siempre estuvo profundamente guiado por experimentos y observaciones. Mientras que él realizaba muchos «experimentos mentales«, y a lo largo de una década, aprendió nuevas matemáticas y seguió muchas pistas falsas teóricas en el proceso, antes de que finalmente produjera una teoría que resultó en verdad de una matemática hermosa. Sin embargo, el momento más importante de su relación con la relatividad general, tuvo que ver con la observación. Durante las últimas y frenéticas semanas en las que estaba completando su teoría, compitiendo con el matemático alemán David Hilbert, utilizó sus ecuaciones para calcular una predicción de lo que parecía un oscuro problema astrofísico: una ligera precesión en el «perihelio» (el punto más cercano) de la órbita de Mercurio alrededor del sol.

Durante mucho tiempo, los astrónomos habían observado que la órbita de Mercurio se desviaba ligeramente de lo que predecía Newton. En lugar de ser una elipse perfecta que regresaba a sí misma, la órbita de Mercurio mantenía una precesión (aquello significaba que el planeta no volvía precisamente al mismo punto después de una órbita, de esta manera, la orientación de la elipse se desplazaba ligeramente en cada órbita, en definitiva, que trazaba una especie de patrón parecido a una espiral) de una cantidad increíblemente pequeña: 43 segundos de arco (aproximadamente 1/100 de grado) cada siglo.

Cuando Einstein realizó su cálculo de la órbita con su teoría de la relatividad general, el número le salió a la perfección. Tal como lo describía el biógrafo de Einstein, Abraham Pais: «Creo que este descubrimiento fue, con mucho, la experiencia emocional más fuerte de la vida científica de Einstein, tal vez de toda su vida». Él contaba que sentía las palpitaciones de su corazón, como si «algo hubiese estallado» en su interior. Un mes más tarde, cuando describía su teoría a un amigo, como de una de «belleza incomparable», dejaba relucir su satisfacción por la forma matemática, aunque ya no informara de palpitaciones, claro.

Pero el aparente desacuerdo entre la relatividad general y la observación en lo tocante a la posibilidad de un universo estático no duró mucho (aun cuando esto causara que Einstein introdujera una modificación en su teoría, que más tarde declaró como su mayor error; pero de esto ya hablaremos más adelante). Todo el mundo (con la excepción de ciertas juntas escolares de Estados Unidos) ahora saben que el universo no es estático, sino que se está expandiendo y que dicha expansión se inició en un punto increíblemente caliente y denso, llamado Big Bang, hace unos 13,7 mil millones años. Con igual importancia, sabemos que nuestra galaxia es solamente una más de las quizá 400 mil millones de galaxias del universo observable. Como los primeros trazadores de mapas terrestres, sólo hemos comenzado a trazar plenamente el universo en sus escalas más grandes. No es de extrañar que en las últimas décadas hayamos sido testigos de cambios revolucionarios en nuestra imagen del universo.

El descubrimiento de que el universo no es estático, sino que está en expansión, tiene un profundo significado filosófico y religioso, ya que sugiere que nuestro universo tuvo un principio. Y un principio implica creación, y la creación agita las emociones. A pesar de que tardó varias décadas, desde su descubrimiento en 1929, la noción de expansión de nuestro universo desde un Big Bang, hasta que lograse una confirmación empírica independiente, el Papa Pío XII lo anunció en 1951 como evidencia del Génesis. Así dijo:

«Parecería que la ciencia de hoy en día, tras dar la espalda a través de los siglos, ha conseguido dar testimonio del majestuoso momento del primordial Fiat Lux (hágase la luz), cuando junto con la materia, de allí brotó, desde la nada, un mar de la luz y la radiación, y los elementos se dividieron y agitaron y se formaron en millones de galaxias. Por lo tanto, con la concreción que le es característico a las pruebas físicas, [la ciencia] ha confirmado la contingencia del universo y también la bien fundada deducción de una época en la que el mundo surgía de las manos de su Creador. Así pues, la creación se llevó a cabo. Nosotros decimos: «Por lo tanto, hay un Creador. Por lo tanto, Dios existe.»»

La historia completa es en realidad un poco más interesante. De hecho, la primera persona en proponer un Big Bang fue un sacerdote belga y físico llamado Georges Lemaître. Lemaître tuvo una notable combinación de capacidades. Comenzó sus estudios como ingeniero, fue artillero condecorado en la Primera Guerra Mundial, luego cambió a las matemáticas mientras estudiaba para el sacerdocio en la década de 1920. Más tarde se interesó por la cosmología, estudiando primero con el famoso astrofísico británico Sir Arthur Stanley Eddington, antes de trasladarse a la Universidad de Harvard y, finalmente, recibir un segundo doctorado en física del MIT.

En 1927, antes de recibir su segundo doctorado, Lemaître ya había resuelto las ecuaciones de Einstein de la relatividad general, y demostró que la teoría predice un universo no estático, de hecho, sugiere que el universo en que vivimos se está expandiendo. La idea parecía tan escandalosa que el propio Einstein le espetó la conocida frase «Tus matemáticas son correctas, pero tu física es abominable.»

Sin embargo, Lemaître prosiguió con fuerza, ya en 1930 propuso que nuestro actual universo en expansión comenzó en un punto infinitesimal, que él llamó «átomo primitivo» y que este principio representaba, en alusión al Génesis quizá, «el día sin ayer».

Así pues, el Big Bang, que el Papa anunció, lo había propuesto por primera vez un sacerdote. Uno podría pensar que Lemaître se habría emocionado con esta validación papal, pero él ya había discurrido que esta teoría científica tendría consecuencias teológicas y se adelantó, eliminando un párrafo del borrador de su artículo de 1931 sobre el Big Bang, donde comentaba acerca de este tema.

De hecho, más tarde expresó su objeción a la afirmación del Papa en 1951, que sostenía el Big Bang como la prueba del Génesis (entre otras cosas porque se dio cuenta de que si su teoría se demostrara más tarde que era incorrecta, entonces los asertos católico-romanos del Génesis podrían ser impugnadas). En esa época, él había sido elegido por la Academia Pontificia del Vaticano, llegando a ser su presidente. Como él mismo dijo, «Por lo que puedo ver, una teoría se mantiene completamente al margen de cualquier cuestión metafísica o religiosa». El Papa nunca volvió a plantear el tema en público.

Seguir leyendo El universo desde la nada: De Einstein, un sacerdote belga y el rompecabezas del Big Bang

El análisis del tiempo fractal y nuestra realidad cuántica: Fundamentos científicos de la conciencia.

Presentamos la ponencia de Rafael López Guerrero, en la VIII Edición de  Ciencia y Espíritu: Fundamentos científicos de la Conciencia, el análisis del tiempo fractal y nuestra realidad cuántica.

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El análisis del tiempo fractal y nuestra realidad cuántica: Fundamentos científicos de la conciencia.

Lo más caliente de la Tierra: Rayos X calentando metal a 2 millones de grados

niquilando una pieza de aluminio con el más poderoso láser de rayos X del mundo, los físicos han calentado la materia a 2 millones de grados centígrados, lo que lo convierte en lo más caliente que hay sobre la Tierra.

Solamente lugares como el centro del Sol o el centro de una explosión nuclear son más calientes.
 Para los investigadores, sin embargo, este nivel de calor cósmico no era una meta sino un efecto secundario.

El equipo está ayudando a completar una hoja de ruta para el estudio de un vertiginoso rango del plasma del universo (gases con igual número de electrones e iones positivos que, a diferencia de otros gases, conducen la electricidad y responder a los campos magnéticos).

«Ya teníamos datos sobre un extremo del plasma, el plasma tenue», un material tan difuso que pasa inadvertido en el vacío, comentaba el físico Richard Lee, que ayudó a realizar las pruebas en el SLAC National Accelerator Laboratory en San Mateo, California.

«Así pues, hicimos esto para estudiar el otro extremo», la «materia densa caliente» que ellos mismos crearon, añadió Lee. (ver «Creando la materia más densa en la máquina del Big Bang«)

«Una vez que se tienen esos datos, se pueden mejorar los modelos de ordenador para indicar lo que está pasando con el plasma sobre el espectro», dijo Lee, que fue coautor de un estudio sobre la materia densa caliente en la edición de esta semana de la revista Nature.

Reventando la materia como en un volcán

Para crear la materia densa caliente, Lee y sus colegas usaron el SLAC’s Linac Coherent Light Source, o LCLS. Este dispositivo puede activar rápidamente el más potente pulso rayos X del mundo, su fuerza viene de la capacidad de la máquina para enfocar pulsos láser en un solo punto tres veces más pequeño que el ancho de una sola célula sanguínea.

Los pulsos no se calientan las puntas de las muestras, sino más bien van vaporizando de manera uniforme de dentro hacia fuera.

«Su objetivo revienta como el cráter de un volcán», comparaba Lee.

La extraordinaria intensidad, rapidez y uniformidad del pulso láser hacen que una pieza de aluminio, del tamaño de un sello de correos, se convierta en plasma. Al repetir el experimento reiteradamente, los investigadores consiguieron reunir mucha información sobre el comportamiento del escasamente entendido plasma.

El equipo está ahora utilizando los datos para hacer predicciones sobre los tipos de plasma entre los dos extremos, lo que se considera la materia densa caliente.

Con el tiempo, el trabajo podría ayudar a los astrofísicos a entender mejor los turbulentos procesos de lo más profundo del sol, o tal vez dentro de los núcleos de los planetas gigantes gaseosos, como Júpiter.

Estos hallazgos también podrían ayudar a los investigadores que están probando a generar energía de fusión controlada, una energía que se libera cuando se fusionan dos núcleos atómicos ligeros.

El National Ignition Facility de Livermore, California, por ejemplo, está tratando de usar un láser para aniquilar un objetivo y convertirlo en plasma, y provocar así la fusión nuclear.

Para ello, sin embargo, el primer equipo debe encontrar una manera de «afinar» su láser, para controlar la materia densa caliente que pueden aparecer bajo las reacciones previstas de fusión del dispositivo.

Los resultados del SLAC puede proporcionar al equipo de Livermore el tipo de datos que necesitan para mejorar su máquina.

Al establecer un límite superior para un tipo de energía láser de rayos X que destruya la muestra, con los nuevos hallazgos podrían ayudar a algunos los investigadores que utilizan los láser de rayos X como una especie de microscopio para la interconexión profunda en artefactos preciosos y otros objetos.

«Hemos destruido nuestro objetivo, pero la mayoría de la gente quiere usar láser de raos X para ‘ver’ a través de ellos», dijo Lee. «Es como Superman. Él conseguía usar su visión de rayos X sin que se quemaran las cosas.»

  • Referencia: NationalGeographicNews, 27 enero 2012, por Dave Mosher
  • Imagen: La cámara en la que el aluminio se convierte en «materia densa caliente» a través del bombardeo de rayos X. Fotografía cortesía de Sam Vinko, de la Universidad de Oxford.
  • Pedro Donaire
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Una mirada al entrelazamiento cuántico

El entrelazamiento cuántico es un pilar de la física moderna, sobre lo que vale la pena reflexionar acerca de cuánto tiempo  tardó en emerger. Lo que empezó como una visión perspicaz, aunque vaga, por Albert Einstein, languideció durante décadas hasta convertirse en una rama de la física experimental y, paulatinamente, de la tecnología moderna.

Dos memorables frases de Einstein capturan perfectamente la rareza de la mecánica cuántica. «No puedo creer que Dios juegue a los dados con el universo«, con la que expresaba su incredulidad de que la aleatoridad de la física cuántica era tan genuina como impermeable a cualquier explicación causal. La «Acción fantasmal a distancia«, es la otra, que hace referencia al hecho de que la física cuántica parece permitir influencias que viajan más rápido que la velocidad de la luz. Esto inquietaba a Einstein, cuya teoría de la relatividad prohíbe cualquier tipo de propagación superluminal.

Estos argumentos eran cualitativos y se dirigían a la visión del mundo ofrecida por la teoría cuántica, en lugar de su poder de predicción. A Niels Bohr se le ve comúnmente como el santo patrón de la física cuántica, defendiéndose de los repetidos ataques de Einstein. Suele quedar como el último ganador en esta batalla de ingenios. Sin embargo, la escritura de Bohr era terriblemente oscura. Él fue conocido por decir «nunca te expresarás con más claridad de lo que eres capaz de pensar», un lema que hizo muy suyo. Sus argumentos, como los de Einstein, fueron cualitativos, rozando las razones  filosóficas. La discusión de Einstein-Bohr, aunque de importancia histórica, no podía resolverse experimentalmente, y como ya sabemos, el experimento es el juicio final para validar las ideas teóricas de la física. Durante décadas, el fenómeno fue, simplemente, ignorado.

Todo eso cambió con John Bell. En 1964, él ya entiendió cómo convertir las llamadas sobre el “ juego de dados» y la «acción fantasmal a distancia» en una simple desigualdad de apasionantes mediciones sobre dos partículas. La desigualdad se satisfacía en un mundo donde Dios no jugada a los dados ni había ninguna acción fantasmal. La desigualdad se infringe si el destino de las dos partículas están entrelazadas, por lo que si medimos una propiedad de una de ellos, inmediatamente conocemos de la misma propiedad de la otra, sin importar lo lejos que estén una de otra. Este estado en el que las partículas se comportan como hermanos gemelos se dice que está entrelazado, un término introducido por Erwin Schrödinger.

Incluso el trabajo de Bell tardó años en ser reconocido. Su desigualdades fueron probadas por primera vez por Stuart Freedman y John Clauser, utilizando pares de fotones entrelazados, en 1972. Los tests más extensos de Alain Aspect y su equipo, una década más tarde, pusieron a descansar las persistentes dudas de que esto podría ser un efecto artificial.

Paulatinamente, los físicos han ido demostrando que el entrelazamiento cuántico no sólo era extraño, sino también útil. Era un recurso para los protocolos de procesamiento de información, como la teleportación, la densa codificación y la computación cuántica. Bell, por desgracia, no vivió lo suficiente para presenciar la reciente explosión de interés por el entrelazamiento.

El mundo de las pequeñas partículas, sin duda extraño, resulta emocionante para los físicos, y esta rareza también comienza a extenderse por el mundo cotidiano de las cosas grandes. La revolución cuántica no ha hecho más que empezar.

  • Referencia: blogs.ScientificAmerican.com,  30 de enero 2012, por Vlatko Vedral
  • Imagen: Vlatko Vedral
  • Pedro Donaire
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Circuitos electromagnéticos atraviesan el espacio

Es de conocimiento común que una carga eléctrica debe fluir en un circuito para que un campo magnético pueda crearse.

El 30 de mayo de 1908, el laureado Nobel Hannes Olof Gösta Alfvén nació en Norrköping, Suecia. Su trabajo en la física del plasma, y ​​el movimiento de partículas cargadas, en particular, es fundamental para la teoría de el Universo Eléctrico.

En la década de 1930, Alfvén propuso que la Vía Láctea, contiene un campo magnético a gran escala, de tal manera que los rayos cósmicos (partículas cargadas) se podía mover en órbitas en espiral a lo largo de sus brazos. Su argumento era que, si el plasma fuera un componente fundamental de la galaxia, eso facilitaría el flujo de carga eléctrica, y por tanto, emergería un campo magnético. Pero en aquella época, el espacio era considerado solamente como un vacío, y las fuerzas cósmicas electromagnéticas y los haces de partículas eran considerados inexistentes por los astrofísicos convencionales.

Hoy en día, los astrónomos continúan reflexionando sobre cómo se generan los campos magnéticos  alrededor de las estrellas y las galaxias. Todavía desconocen qué da a esos campos su forma y su fuerza. La mayoría de los astrónomos creen que las galaxias están unidas por la gravedad de las nubes de gas de hidrógeno y el polvo, combinados a lo largo de millones (si no miles de millones) de años, por lo que la electricidad como agente activo continuo para la formación escapa a su imaginación.

Los astrónomos modernos creen que los campos magnéticos del espacio son algo así como fragmentos «primordiales» remanentes del Big Bang. Se basan en esta idea como una explicación de cómo se formaron las galaxias en el Universo.

En un comunicado de prensa de abril de 2010, informaban que según un modelo de formación de galaxias el gas frío que caía dentro de una galaxia, las explosiones de supernovas, el nacimiento de estrellas y la rotación de la galaxia en sí misma, eran responsables de crear los campos magnéticos galácticos. Sin embargo, en su modelo debían faltar algún que otro factor, ya que no fueron capaces de predecir los campos observados en diversas estructuras galácticas.

Según con un reciente comunicado de prensa, los investigadores han usado pulsos láser “han creado ciertas condiciones análogas a las del inicio del universo, cuando las galaxias se estaban formando». El cómo saben cuáles son esas condiciones se trata de una cuestión importante. No obstante, su «nuevo» entendimiento es que el proceso de la batería Biermann genera los campos magnéticos.

En la década de 1950, Biermann se dio cuenta que un campo magnético puede ser generado por el movimiento de partículas cargadas. Puesto que las nubes de corrientes de partículas cargadas atraviesan el espacio, cualquier separación de la carga en estas nubes iniciará un campo eléctrico. Como se ha indicado muchas veces en estas páginas, un campo eléctrico, no importa cuán débil sea, originará una corriente eléctrica, ipso facto, aparecerá un campo magnético.

A pesar de la «revelación» que las corrientes eléctricas llevan a los campos magnéticos en las galaxias resultaba refrescante, es evidente que los astrónomos siguen dependiendo de «ondas de choque» y las «burbujas» para explicar el punto de partida. La separación de carga, no se considera como condición primordial del Universo.

Otro cuestión que tampoco se considera es que las partículas cargadas se mueven en un circuito. Si bien la visión consensuada científica sólo permite aislar las «galaxias isla» en el espacio, el Universo Eléctrico enfatiza la conectividad de una red activa eléctricamente.

Las galaxias están inmersas en un circuito de electricidad que fluye a través del cosmos, de principio a fin. No hay forma de saber de dónde viene ni a dónde va la corriente, pero nosotros lo vemos en los campos electromagnéticos y en la radiación sincrotrón que permea el espacio.

  • Referencia: Thunderbolts.info, 27 enero 2012, por Stephen Smith
  • Imagen detallada por infrarrojos, del polvo cargado eléctricamente en la M51, galaxia del Remolino. Crédito: NASA, ESA, M. Regan y B. Whitmore (STScI), R. Chandar (Universidad de Toledo), S. Beckwith (STScI), y el Hubble Heritage Team (STScI / AURA)
  • Pedro Donaire
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El CERN quiere resolver el gran misterio de la antimateria

La cuestión de si la anti-materia ejerce una especie de «anti-gravedad» pronto podrá ser respondida, según los investigadores de la Universidad de California en Riverside, que se están acercando a abordar la cuestión de una vez por todas. El equipo dice que ha preparado parejas estables de electrones y de partículas antimateria, los positrones. Un haz de estas parejas se pueden utilizar para resolver finalmente el enigma de la anti-gravedad.

La física actual sostiene que, en el nacimiento del Universo, la materia y la antimateria fueron creadas en cantidades iguales, pero cuando se entrecruzaron, se fueron destruyendo una a otra en destellos energéticos de luz. Lo que plantea la pregunta, ¿por qué cualquier universo llegado a ser lo que es ahora, y por qué está hecho mayoritariamente de materia normal?

Uno de los atributos que más puede diferenciar la anti-materia es su comportamiento gravitatorio. La mayoría de los científicos creen que la anti-materia atrae a la materia normal.

Un equipo del Gran Colisionador de Hadrones del CERN teoriza que la antimateria también puede repeler, lo cual tiene implicaciones para la cuestión de por qué el Universo no desapareció en un destello de luz gigantesco, tan pronto como se formó y también podría ayudar a explicar por qué el Universo se está expandiendo cada vez más rápido.

Ellos han creado pares electrón-positrón, que se encuentran en órbitas estables alrededor de uno del otro, un positronio en el que las parejas son protegidas de los colisiones y de que se destruyan entre sí mediante un cuidadoso vertido de energía entre ellos para crear lo que se conoce como «estados de Rydberg» donde las partículas pueden moverse en diferentes órbitas alrededor unas de otras conforme alcanzan energías más altas. Estos átomos del positronio de Rydberg les hace girar en altas energías, con una duración relativamente grande de tres mil millonésimas de segundo.

El equipo del CERN LHC, esperan extender este método hasta unas pocas milésimas de segundo, preparan un haz de átomos artificiales y observan de qué manera se desintegran.

  • Referencia: DailyGalaxy.com, 27 enero 2012
  • Fuente: CERN y BBC.co.uk / noticias.
  • Imagen: Leonid Butov / UCSD
  • Pedro donaire
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REVOLUCIÓN CUÁNTICA [película documental con audio en español – 52 minutos]

[youtube=http://www.youtube.com/watch?v=l0syLTck3bw&feature=youtu.be]

¿Sabrías decir cuál es el objeto de estudio de la física cuántica o a qué es un cuanto?… ¿Has oído hablar alguna vez del ordenador cuántico?…
Posiblemente no, pero seguro que sí que conoces el láser, la resonancia magnética, o utilizas CD y DVD en tu vida cotidiana. Estos son sólo algunos de los avances de los que podemos disfrutar hoy en día gracias a la física cuántica. Este innovador documental te sumerge en el complejo e interesante mundo de la física cuántica gracias a unas estupendas animaciones en 2D y 3D, y una valiosa selección de entrevistas. Recorreremos dieciséis ciudades a lo largo de seis países diferentes para reunir a algunas de las mentes más brillantes del mundo, como el reconocido científico Stephen Hawking, con los que analizaremos el impacto que esta revolución tecnológica, en la que nos encontramos actualmente, puede llegar a tener en el mundo del futuro.