http://carlosagaton.blogspot.com.es/2016/09/eeuu-se-revuelve-contra-nicaragua.html
Pero recordamos a los agoreros y derrotistas que una vez consiguió expulsar a los sandinistas del poder y ahora están ahí otra vez y desde hace tiempo.
La actitud de EE.UU. forma parte de su política encaminada a no desaparecer como superpotencia mundial; sin embargo y sea como fuere, se den pasos adelante y pasos hacia atrás vinculados a la estrategia de desestabilización permanente implementada por Washington, EE.UU. está condenado al rol de potencia regional si no se atomiza en varios Estados.
Lo sé, no es «políticamente correcto» amargar el día a los latinoamericanos, todos felices por la firma de la
paz en Colombia.
Pero precisamente por eso elijo una historia latinoamericana para atemperar las esperanzas y poner las cosas en su sitio.
Pacificada Colombia (atención a la presencia del FMI en la firma del acuerdo de paz), anulado de hecho el famoso ALBA (inoperante tras la muerte de Chávez) y más que moribundas todas las estructuras más o menos integracionistas existentes en América Latina, EEUU acaba de dar un paso de calado para demostrar que está ahí, siempre presente y siempre amenazante con los díscolos.
Los díscolos no son hoy Venezuela, ni Ecuador, ni El Salvador, ni siquiera Cuba (
Ana Belén Montes sigue encarcelada en EEUU).
Los díscolos son Bolivia (Evo siempre pone el dedo en la llaga) y Nicaragua.
Sí, ya sé lo que vais a decir de Daniel Ortega y del actual Frente Sandinista. O de Rosario Murillo.
Pero Nicaragua se está convirtiendo en el gran enemigo de EEUU en América Latina desde que acordó la construcción de un canal alternativo al de Panamá por su territorio.
Va a atravesar la mitad del territorio de los pueblos creole y rama y corre el riesgo de destruir el lago Cocibolca, la mayor reserva de agua dulce del país, que tiene que dragarse para dar paso a la envergadura de los buques que lo van a surcar y que dejarán en un juego de niños el canal de Panamá.
Con ser esto verdad, EEUU aprovecha el asunto y pone a comer de su mano a los críticos con este megaproyecto.
Va a ser curioso ver cómo responden estos grupos, si mantienen su independencia o vuelven a comportarse como la «contra», al servicio del patrón.
A finales de mayo el proyecto recibió el empujón definitivo después de que la Comisión Nacional de Desarrollo del Gran Canal de Nicaragua decidiese iniciar la segunda fase del proyecto, es decir, el práctico inicio de las obras.
Por no adelantar acontecimientos, diré simplemente que el viernes pasado la Cámara de Representantes de EEUU aprobó por unanimidad un proyecto de ley para que «las instituciones financieras» (léase el FMI o el BM) «frenen los préstamos» a Nicaragua «hasta que celebre unas elecciones libres, justas y transparentes».
El golpe de estado en Brasil contra
Dilma Rousseff ha sido libre, justo y transparente.
Antes lo fue el golpe contra Manuel Zelaya en Honduras y antes otro contra
Fernando Lugo en Paraguay.
Todo muy democrático y con una fuerte implicación de Clinton en ellos, sobre todo en Honduras.
Lo que entiende EEUU -y sus vasallos europeos, que pronto se sumarán al carro sancionador- lo dejan muy claro no sólo en estos casos, sino en Siria, o en Ucrania, o en cualquier otro lugar como Zambia, donde otras elecciones han tenido lugar y al ganar un partidario de un acercamiento a China y a Rusia se ha comenzado a hablar de «irregularidades» y de «pucherazo».
Lo de libres, justas y transparentes está muy bien si ganan los nuestros, pero no si ganan los otros.
Que se lo pregunten a Evo Morales o a Cristina Fernández, seguro que lo cuentan mucho mejor que yo.
Lo que ha aprobado la Cámara de Representantes, por unanimidad, se llama «
Nica Act«.
Según demócratas y republicanos, al unísono (tomad nota quienes creáis que hay alguna diferencia entre
Clinton y Trump), «el régimen de Ortega no respeta ni los derechos humanos ni la democracia en ese país».
Además, «ha conducido a la inestabilidad política y económica al país».
Europa se está hundiendo, la inestabilidad política y económica es evidente.
Pero tranquilos, majetes, en vuestros sillones: Europa no tiene un Daniel Ortega, así que no hay por qué preocuparse.
Nica Act significa Legislación de Condicionamiento a la Inversión en Nicaragua y ahora va a pasar al Senado para su aprobación.
Luego tiene que ser sancionada por Obama, o su sustituto si es que no se hace antes del traspaso de poderes.
No penséis que Obama, o quien sea, va a vetarla (como acaba de hacer con una ley que permitía demandar a
Arabia Saudita por el
11-S), por lo que más o menos en el primer trimestre de 2017 estará en vigor.
Así que si queréis disfrutar de algo, tenéis hasta entonces para hacerlo aunque desde ya tendríais que estar con los ojos bien abiertos.
En Nicaragua no se ha asesinado a ningún dirigente ecologista (aunque sí se ha detenido a alguno de ellos), como sí se ha hecho y se está haciendo en Colombia, aún ahora, con la firma del acuerdo de paz (van 12 asesinados).
Hoy es un día de celebración en casi todo el continente latinoamericano, pero como se cierren los ojos a la siguiente gran campaña que se acaba de anunciar de nada servirán estos fuegos artificiales, bonitos como el sueño de una noche de verano.
Y no estaremos precisamente en la comedia de Shakespeare, sino en una tragedia que ni siquiera el gran Manuel Cuadra podría relatar.