Este artículo forma parte de otros cuya lectura es esencial para comprender las argumentaciones que se dan.
Lo publicado hasta ahora:
(CAMINO DE LOS DOLMENES II) Torcal de Antequera
CAMINO DE LOS DOLMENES III, EL ROMERAL
CAMINO DE LOS DOLMENES IV – EL DOLMEN DE MENGA
El dolmen fue descubierto por unos antequeranos en 1903 apedillados Viera. Está formado por un corredor de veintisiete piedras, que es la entrada. Tiene una cámara sepulcral en el centro del dolmen. Es notoria la diferencia de las piedras de los lados y las que hay en el techo: las primeras están mucho más cuidadas que las otras y encajan a la perfección en los rebajes realizados en las piedras de la entrada y del fondo. La cámara mortuoria es de planta cuadrada, cúbica, tiene unas dimensiones distintas a las del resto del dolmen: 210 centímetros de altura y 180 de ancho, mientras que el resto del dolmen tiene una altura de 185 centímetros y 120 de ancho. La longitud del dolmen es de 20 metros.
Aproximadamente a partir del 6.000 a. C. comenzó el Neolítico en la península. Al igual que en el resto de Europa, la asimilación de los fundamentos neolíticos se produce por influencia del Oriente Próximo, penetrando estos desde el área mediterránea hacia el interior entre el VI-IV milenio a.C. y fusionándose con los rasgos autóctonos de cada región. Así, la nueva economía agrícola–ganadera fue reemplazando a la de los cazadores-recolectores, favoreciendo la sedentarización de la población. En la Península ibérica la ganadería fue la actividad predominante en la mayor parte de las zonas, dadas las accidentadas condiciones orográficas. Se desarrollaron útiles específicos para las tareas agrícolas, tales como las azadas, hoces y molinos de mano, y adquirieron un gran desarrollo los instrumentos de madera, asta y hueso. Pero el cambio principal en el utillaje fue la aparición de la cerámica, primordial para la cocción de los alimentos y su conservación.
Uno de los fenómenos culturales más interesantes de la época es el de los monumentos megalíticos: enterramientos colectivos, comunes también a la fachada atlántica de Europa occidental y relacionados con el desarrollo de las creencias religiosas. Son de características muy diversas, desde la pequeña cista hasta la grantumba de corredor, pero todos ellos eran construidos con enormes piedras y techadas posteriormente con una o varias losas planas, aunque a veces se utilizaban elementos más pequeños. Se encuentran por todo el territorio peninsular y su utilización se prolongó hasta ya entrada la Edad del Bronce.
Fue construido hace unos 4.500 años, en el Milenio III a. C. aunque no se sabe con certeza la fecha de su construcción. Ha sido restaurado recientemente para habilitarlo a la visita. El dolmen de Viera está situado para en uno de los solticios se ilumine con luz natural la gran cámara interior
http://es.wikipedia.org/wiki/Prehistoria_en_la_pen%C3%ADnsula_ib%C3%A9rica#Edad_de_los_Metales
Después de ver las características técnicas de este dolmen junto con los de su compañero, el dolmen de Menga, no puedo por menos de volver a señalar las diferencias técnicas en su construcción.
Mientras que este dolmen de Viera y el de menga, suponen un auténtico reto por el colosal tamaño de las piedras empleadas y la exactitud en su ensamblaje final. El dolmen del Romeral el más moderno, está fabricado con pequeñas piedras y solamente la gran losa que cubre el falso techo de las dos estancias, nos recuerda a los otros dos.
Es como si algo hubiera cambiado. Como si ya no se contara con la presencia del maestro que explicaba y dirigía la construcción. Como si ese conocimiento antiguo se hubiera ido y ahora sólo se pudiera imitar a duras penas.
Sin embargo era preciso recordar algo, recordar un lugar, señalar otro y seguir intentando ese contacto primordial que guiaba a todos y proporcionaba los mejores resultados.
Ese recuerdo me trajo otro.
De repente aquel gigante de la colina. Aquel vigía que miraba al cielo me trajo una imagen parecida, segun mi entender y muy lejos de esta zona.
Gigante dormido de Machu Pichu
Los dos miran al cielo, los dos son vigilantes de un lugar sagrado. Un lugar de encuentro con los dioses.
Los dos señalan construcciones que denotan un saber antiguo.
Un conocimiento creador de nuevas sociedades. Sociedades que formaran culturas. Culturas que forman ya parte de nuestra Historia.
Si uno se sube arriaba del todo de la colina, de estos dos dolmenes. puede sentir una energía que fluye a traves del cuerpo. Una energía muy poderosa en un grado muy superior al que sentí en el dolmen del romeral.
Cuando mis manos tocaron aquellas piedras, no dejaba de asombrarme. En el dolmen de Menga encontré una huella de una mano muy especial. No estaba esculpida en la roca, parecía que una mano, más pequeña que la mía y con tan sólo 4 dedos uno de los cuales tenía una especie de garra
También quería señalar esas marcas circulares en el pozo de Menga. Dentro de mi entender, veo las marcas de una broca gigantesca impropia de la época y me pregunto ¿cómo es posible que estas marcas circulares pasen inadvertidas.
La historia oficial nos sigue hablando de enterramientos y de monumentos funerarios.
Despues de ver la necropolis de Osuna
http://maestroviejo.wordpress.com/2013/08/13/camino-del-los-dolmenes-la-necropolis-de-osuna/
De observar esas tumbas talladas en la piedra caliza una al lado de otra con sus ajuares funerarios, para mi resulta clara la diferencia con estos dolmenes .