¿Está Ucrania al borde de la guerra civil, como ha dicho Putin? ¿Es Ucrania capaz de contener la rebelión prorrusa? Preguntas y respuestas del conflicto.
Su gobierno, débil y ya sin el apoyo firme de occidente, no ha logrado cambiar nada, pese a las esperanzas puestas en la plaza Maidán. Sin embargo, forzado por la humillación y con la intención de parar la hemorragia prorrusa, su presidente interino ha dado un ultimátum que no se ha cumplido y ha anunciado con una intervención militar que tiene pocos visos de triunfar.
La posibilidad de un conflicto internacional es aún lejano, pero el conflicto de guerra civil parece más posible, en un país roto en su caja de ahorros e ideológicamente. El presidente de Rusia, Vladímir Putin, ya ha hecho la advertencia. “Ucrania está al borde de la guerra civil”, advirtió en la madrugada del martes e una conversación telefónica la cancillera Angela Merkel.
¿PUEDE UCRANIA SOFOCAR LA REBELIÓN PRORRUSA EN EL SURESTE? |
El país está en los huesos. El descontento ciudadano es patente, ya que a la ilusión (y las víctimas) de la supuesta revolución de la plaza de Kiev no le ha seguido ningún cambio que mejore la vida o las libertades de los ucranianos.
El presidente interino, Alexandr Turchínov, no cuenta ni con el apoyo de sus ciudadanos ni con el de la comunidad internacional, que se precipitó a apoyar la revolución en sus inicios(con declaraciones y dinero) y que luego se ha distanciado, visto que no había cambios reales y que los que mandan son prácticamente los mismos.
Su capacidad económica es nula. Ucrania tiene una deuda pública de más de 50.000 millones de euros y la ayuda exterior no alcanza. Solo en gas le adeuda a Rusia 1.600 millones, según el propio Kremlin, que ha advertido que le cortará el suministro, lo que sería otro drama añadido para la población. Tan ahogada está de dinero que sigue vendiendo deuda pública a Putin, su supuesto enemigo político.
Con este panorama, es difícil imaginar que la anunciada operación militar de Ucrania en Donestk y otras zonas de rebelión pueda tener éxito. Sobre todo si Rusia decidiera intervenir con tropas, con la justificación del “derecho a proteger los intereses rusos” en la zona, como avisó Putin el 1 de marzo. O si lo hiciera bajo mano, algo que ya se está denunciando.
- Este mapa de 1769 muestra, en amarillo, los territorios que pertenecían al antiguo Imperio Otomano y, en azul, Rusia.. Foto: BBC Mundo” height=”51px” width=”67px”/>
- Pero esto no implicó un gran cambio porque todo era territorio soviético. Sin embargo, cuando la Unión Soviética colapsó en 1991, Rusia y Ucrania se separaron y Crimea quedó del lado ucraniano, como muestra este mapa de 1996 que refleja las fronteras actuales.. Foto: BBC Mundo” height=”51px” width=”67px”/>
- Ucrania Occidental se ha vinculado con Europa, por una buena razón. Tomemos como ejemplo Lviv, como se lo conoce ahora, que se encuentra en el extremo occidental del país. En el siguiente mapa, Lviv es el área naranja y su nombre está en ruso cirílico. Esta región fue parte de la Ucrania soviética y se la conoció como Lvov -una versión rusa de su nombre- hasta que la URSS colapsó en 1991 y el nombre volvió a ser Lviv.. Foto: BBC Mundo” height=”51px” width=”67px”/>
- El mapa muestra la anexión que estuvo incluida en el pacto Molotov-Ribbentrop (los ministros de Relaciones Exteriores de Moscú y Berlín) en 1939.. Foto: BBC Mundo” height=”51px” width=”67px”/>
- Luego fueron autorizados a volver, pero han permanecido reticentes a cualquier regreso a un gobierno conducido desde Moscú. Algunos ucranianos nacionalistas incluso veían a Stalin como un enemigo peor que Hitler. Por eso, Moscú aún mantiene sus sospechas y Vladimir Putin advierte una y otra vez sobre extremistas de derecha en Ucrania Occidental. En este mapa del siglo XVIII se ve cómo el territorio ruso llegaba hasta Kiev.. Foto: BBC Mundo” height=”51px” width=”67px”/>
¿PUTIN MANDARÁ AL EJÉRCITO A UCRANIA? |
De momento, la postura del Putin ha sido dar una imagen de protección paternal, pero sin intervenir con tropas o dinero a las claras, algo de lo que se le acusa. ¿Quién está financiando a los grupos paramilitares en la zona, entonces? De momento no hay respuesta oficial.
Sin embargo, Putin niega siempre que esos grupos rebeldes prorrusos tengan que vercon el Kremlin. La comunidad internacional parece que tampoco se cree esto último, ya que le piden constantemente que Rusia deje de interferir. Así lo ha hecho el propio Obama en conversación telefónica con Putin en la madrugada del martes.
Mandar tropas oficialmente supondría tirar de la cuerda con el peligro de que se rompa. Occidente necesita a Rusia, es verdad. Pero también hay dependencia a la inversa. El del sureste de Ucrania se convertiría en un conflicto armado en el que Ucrania tiene todas las de perder y quebraría aún más las relaciones de Rusia y las potencias occidentales, que miden todos los días sus palabras para dar avisos sin llegar a la ruptura.
¿OCCIDENTE SE ATREVERÁ A CASTIGAR A PUTIN? |
De momento todas las medidas que ha tomado tanto la Unión Europea como Estados Unidos, han evitado las verdaderas medidas económicas. De momento se ha castigado a personas de la oligarquía rusa y ucraniana con bloqueo de dinero, pero ninguna potencia ha impuesto restricciones al comercio. Saben que la respuesta sería devastadora para muchos países que exportan a Rusia o dependen del país en cuestión de energía, materias primas o incluso turismo (es el caso español).
Por ahora, el conflicto se trata en modo diplomático. Todos los días hay declaraciones de líderes europeos y de EE.UU., con respuesta del Kremlin. Sin embargo, aún hay maniobra para el diálogo. Eso sí, una intervención militar de Rusia, de momento poco probable a las claras,obligaría a endurecer el mensaje de occidente.
¿EN QUÉ REGIONES HAY MÁS SENTIMIENTO PRORRUSO? |
Una de ellas es Donestk, una de las regiones más pobladas de Ucrania. De ahí era Yanukovich. El 40% de los habitantes son de origen ruso. Siguiendo los pasos de Crimea, la región ha convocado un referéndum de adhesión a Rusia el próximo 11 de mayo.
Jarkóv. Es la segunda ciudad más grande y tiene mucho contacto con la cultura rusa, ya que está a 40 kilómetros del país. También tomada por fuerzas prorrusas, no ha declarado su independencia ni ha convocado referéndum.
Lugansk. El 70% de la población es de origen ruso. Las patrullas prorrusas han tomado el control y han hecho dimitir al gobernador ucraniano.
¿PUEDE HABER UNA GUERRA MUNDIAL… O UNA GUERRA CIVIL? |
La primera opción es muy lejana. Las potencias internacionales están aún muy lejos de esa posibilidad. Y aún quedan mecanismos de presión sobre Rusia, un país al que le interesa másexhibir su fuerza al mundo que utilizarla contra él.
La posibilidad de guerra civil en Ucrania es mucho más plausible. El país está dividido en muchas facciones: pro y antirrusos, nacionalistas, independentistas radicales, ultraderechistas… Y todo eso con varias combinaciones. Si le sumamos la inestabilidad económica, es un caldo de cultivo perfecto para un conflicto interno. Más aún contando con los intereses de Rusia en el país, que si bien niega su participación directa, deja hacer y se vefortalecida por la oleada independentista.
De hecho, el presidente ruso ya ha lanzado la advertencia a la cancillera alemana Angela Merkel en conversación telefónica este martes: “Ucrania está al borde de la guerra civil”. Putin opina que el hecho de que Ucrania “aplaste con fuerza las protestas” es tomar un “rumbo anticonstitucional”. De este modo, se prepara el camino a un conflicto que ocurra fuera de sus fronteras pero del que podría salir beneficiado.
¿Y SI SE REPITE EL CASO CRIMEA, QUÉ? |
A Rusia le interesa porque muestra su autoridad moral en la zona. Además, es un varapalo para Occidente, que se posicionó durante la revolución en Maidán claramente con la oposición a Yanukovich y apoyó un gobierno que no había salido de las urnas. Putin devuelve con la oleada de anexión la interferencia de las potencias en lo que él considera asuntos internos.
El ejemplo del referéndum Crimea muestra que se puede hacer, porque se ha hecho, pero para muchos países abre un peliagudo problema que se puede usar de antecendente: el de las declaraciones unilaterales de independencia.