En Europa las políticas de inmigración van en sentido contrario a lo que hace Sánchez, mientras Meloni es el ejemplo de cómo afrontar el problema.
Pedro Sánchez lleva seis años dando bandazos y giros en su política inmigratoria, estrenándose en junio de 2018 con el acogimiento de los 630 del Aquarios para acabar felicitando a los policías marroquíes por haberse empleado a fondo en la valla de Melilla. O más recientes los bandazos protagonizados esta semana en la minigira por África.