Esta frase nietzscheana fue citada por el eminente psiquiatra y neurólogo judío-austríaco Viktor Frankl (1905-1997), sobreviviente a varios campos de concentración nazis y fundador de la Logoterapia, en su libro El hombre en busca de sentido (1946)
Aquí tenemos dos extractos del mencionado libro del Dr. Frankl, donde aparece la frase de Nietzsche:
Las palabras de Nietzsche: «Quien tiene algopor qué vivir, es capaz de soportar cualquiercómo» pudieran ser la motivación que guía todas las acciones psicoterapéuticas y psicohigiénicas con respecto a los prisioneros. Siempre que se presentaba la oportunidad, era preciso inculcarles un porqué —una meta— de su vivir, a fin de endurecerles para soportar el terrible cómo de su existencia. Desgraciado de aquel que no viera ningún sentido en su vida, ninguna meta, ninguna intencionalidad y, por tanto, ninguna finalidad en vivirla, ése estaba perdido. (1)
Y yo me atrevería a decir que no hay nada en el mundo capaz de ayudarnos a sobrevivir, aun en las peores condiciones, como el hecho de saber que la vida tiene un sentido. Hay mucha sabiduría en Nietzsche cuando dice: «Quien tiene un porqué para vivir puede soportar casi cualquier cómo.» Yo veo en estas palabras un motor que es válido para cualquier psicoterapia. Los campos de concentración nazis fueron testigos (y ello fue confirmado más tarde por los psiquiatras norteamericanos tanto en Japón como en Corea) de que los más aptos para la supervivencia eran aquellos que sabían que les esperaba una tarea por realizar. (2)
He aquí el texto original de Nietzsche en alemán, que se encuentra en su libro Götzen-Dämmerung (Crepúsculo de los Ídolos), en la sección “Sprüche und Pfeile” (Sentencias y Flechas), §12:
Hat man sein warum? des Lebens, so verträgt man sich fast mit jedem wie? — Der Mensch strebt nicht nach Glück; nur der Engländer thut das.
Y aquí la traducción del citado aforismo que hace Andrés Sánchez Pascual en su versión del Crepúsculo de los Ídolos:
Cuando uno tiene su propio ¿por qué? de la vida se aviene a casi todo ¿cómo? — El ser humano noaspira a la felicidad; sólo el inglés hace eso. (3)
Referencias:
(1) FRANKL, VIKTOR, 1946, El hombre en busca de sentido, Barcelona, Editorial Herder (12. ed., 1991), p.81.
(2) Ibid., p.106.
(3) NIETZSCHE, F: El crepúsculo de los ídolos. (Trad. A. Sánchez Pascual). Ed. Alianza. Madrid. 2004, p. 35.