Historia del masaje: La historia del masaje es muy antigua, pero ha habido períodos en el que el cuidado del cuerpo se consideró como sinónimo de pecado. Plinio, el célebre naturista romano, se sometía con frecuencia a los masajes y Julio César, que padecía epilepsia, hacía que cotidianamente lo -pellizcaran- para aliviar sus hemicráneas y sus neuralgias. Según Hipócrates: “El médico debe tener conocimiento de muchas cosas y también del masaje, porque el masaje puede descongestionar una articulación inflamada o, por el contrario, estimular un tejido carente de tonicidad”
Un buen terapeuta debe poseer intuición, psicología y capacidad para advertir bajo sus manos las tensiones y los bloqueos neuromusculares y actuar en consecuencia.
- Existe el masaje clásico comúnmente practicado en Occidente, basado en maniobras de roce, amasado, fricción, golpeteo y vibración. Se trata de un tipo de estímulo bastante enérgico y resulta aconsejable para las personas que poseen una estructura oseomuscular sólida. Los que presentan tendencia a los edemas, a la fragilidad capilar o a la celulitis, deben ser masajeados con mayores cuidados y en forma menos enérgica, para evitar la ruptura de capilares y la aparición de aquellos antiestéticos retículos azulados en los muslos, cuya desaparición sólo es factible mediante la inyección de sustancias esclerosantes. Este masaje está contraindicado en presencia de inflamaciones de nervios, de artritis, de traumas recientes -contusiones, torceduras, luxaciones- o de trastornos cardíacos o circulatorios, porque la intensidad y energía del tratamiento no están indicadas en el caso de una persona que no sea fuerte y robusta.
- El linfodrenaje, para aquellos que padecen trastornos de la circulación, esta técnica de masaje dulce que, además de resolver los problemas de hinchazón, ademas o estancamiento linfático, es excelente en los casos que se presentan síntomas de intoxicación, estrés, insomnio, nerviosismo y alteraciones del sistema neurovegetativo. Se trata de un masaje lento y monótono, con un ritmo preciso, relacionado con el flujo y reflujo de la linfa. Sus defectos son extremadamente válidos no sólo desde la perspectiva de la estética, pues encuentra una aplicación muy indicada también en las patologías de origen circulatorio y en las inflamaciones articulares y los estasis intestinales. Por otra parte, el linfodrenaje -drenaje linfático manual- constituye un excelente complemento a otras formas de masaje destinadas, por ejemplo, a reducir zonas del cuerpo afectadas por un exceso de grasa.
- También existen contraindicaciones: en las infecciones en fase aguda, por ejemplo, así como en los casos de tuberculosis o en presencia de tumores comprobados o sospechados, no resulta conveniente. En efecto, al practicar un drenaje linfático en los correspondientes nódulos en un sujeto afectado de estas enfermedades se corre el riesgo de favorecer la difusión de la enfermedad; especialmente en el caso de sospechosos tumores en el seno, es necesario evitar el masaje.
- El masaje energético, incluye todo tipo de estimulación que se refiere a la medicina tradicional de tipo oriental, como el shiatzu, la digitopresión, el micromasaje. Se trata de estimulaciones basadas en los meridianos de energía que constituyen la base teórica, requiere el conocimiento profundo de una filosofía alejada de la cultura occidental, pero que presenta una amplíadisima gama de aplicaciones y posibilidades terapéuticas. Produce un transporte de energía mecánica a los tejidos y restablece la funcionalidad, sólo se puede realizar sobre personas de estructura sólida y no en todas las edades.
- El masaje generador de reflejos: Todo estímulo específico y localizado induce a una rápida respuesta de estructuras biológicas y que, por lo tanto, cualquier tipo y técnica de masaje reviste por sí mismo, implícitamente, una característica generadora de reflejos cuya respuesra presenta modificaciones químicas, nerviosas, iónicas, hemodinámicas y energéticas. Van desde la reflexoterapia del pie al masaje generador de reflejos conectivo y hasta técnicas más complejas, como son el masaje gangliomar de chapman, el masaje dermálgico de Jarricot y el masaje de zona de Hirata.
Datos obtenidos de la esteticista y masajista Graziella Moioli Bonfanti, aunque no la conozcan y sus escritos sean en italiano, tiene una larga experiencia en todo tipo de masajes.