- Las divergencias de opiniones entre Brasilia y USA y la Unión Europea impidieron sacar adelante un texto más ambicioso.
URGENTE 24 El documento final de NETmundial consiste en una serie de principios básicos que den legitimidad y gobernanza a Internet de forma democrática y que reconozca la necesidad de que la red sea manejada para el interés público.
La declaración incluyó 6 principios básicos:
Libertad de expresion: Todos tienen el derecho a la libertad de opinión y expresión, sin ninguna limitante, así como a buscar, recibir y comunicar información e ideas a través de cualquier medio a través de las fronteras.
Libertad de asociación: Las personas tienen el derecho a una asamblea pacífica y de asociación en la red, ya sea a través de redes sociales o cualquier plataforma.
Privacidad: El derecho a la privacidad debe ser protegido, lo cual implica el derecho a no ser sujeto a vigilancias arbitrarias o fuera de la ley, así como la recolección, el procesamiento y la utilización de la información personal. Los procedimientos y las legislaciones en materia de vigilancia de comunicaciones, intercepción de información personal, la vigilancia masiva, deberían ser revisadas con la intención de defender la privacidad y los derechos.
Accesibilidad: Las personas con discapacidades deben disfrutar el completo acceso a los recursos en línea y se debe promover el diseño, desarrollo, producción y distribución de información, tecnologías y sistemas accesibles para todos.
Acceso a la información: Todos deben tener derecho a acceder, compartir, crear y distribuir información en Internet, basados en la legislación internacional de derechos de autor.
Desarrollo: Todas las personas tienen el derecho al desarrollo y la red tiene un papel clave en ayudar a cumplir las metas del desarrollo sustentable global y es una herramienta vital para dar a la gente en condición de pobreza los medios para participar en el desarrollo.
El documento condena la llamada “vigilancia masiva” en Internet y también hace un llamamiento a que esta sea perseguida según la legislación internacional, en alusión a lo denunciado y probado por Edward Snowden. Pero no incluyó ni una sola mención a la NSA (Agencia Nacional de Seguridad estadounidense), encargada de espiar a Gobiernos aliados, empresas privadas y ciudadanos anónimos, entre ellos, la propia presidenta brasileña Dilma Rousseff.
Luego, el debate sobre la inclusión del concepto de ‘neutralidad‘ (que todos los servicios de Internet tengan el mismo acceso y a la misma velocidad, sin preferencias) atrasó el consenso en torno a la llamada Declaración de Sao Paulo. El documento, de apenas 10 páginas, es un pálido reflejo de la que para muchos era una cumbre histórica, celebrada en un país —Brasil— que acababa de aprobar la primera Constitución de Internet. En la llamada Ley de Marco Civil, precisamente, la neutralidad era uno de los caballos de batalla del Gobierno brasileño.
Este movimiento se producía justo 24 horas después de que la Comisión Federal de Comunicaciones (FCC), el organismo independiente encargado de la regulación de la web en USA, anunciara que revisaría la normativa actual para facilitar que los proveedores de Internet ofrezcan servicios a diferentes velocidades.
De esta forma, los proveedores de conexión a la Red, a cambio de pagos extras, podrían garantizar una velocidad privilegiada a unas empresas (por ejemplo, las de alquiler de películas) sobre otras, acabando con el principio de “neutralidad de la Red” (todos los contenidos circulan a igual velocidad) que ha garantizado su funcionamiento desde su creación.
Las divergencias de opiniones entre Brasilia y USA y la Unión Europea impidieron sacar adelante un texto más ambicioso.