Para la ciencia es un hecho indiscutible que los humanos son la causa del calentamiento global, y ya se comienzan a observar grandes cambios. Desde el inicio del nuevo siglo (2000 – 2013), cada año ha sido incluido entre los 15 más calurosos desde que comenzó el registro hace 134 años. La intensidad de los fenómenos climáticos extremos también ha aumentado. Las experiencias recientes son un poderoso recordatorio de que ningún país, rico o pobre, está hoy a salvo de los impactos de los desastres vinculados con el clima.
Bajemos la temperatura, un informe preparado por el Potsdam Institute for Climate Impact Research para el Banco Mundial, ofrece una visión panorámica de los últimos descubrimientos científicos en la materia y sostiene que estamos en una trayectoria hacia un mundo 4°C (7,2°F) más cálido a fines de este siglo. El documento muestra una imagen clara de los devastadores efectos que esto tendría en la agricultura, los recursos hídricos, los ecosistemas y la salud humana. Si bien todas las regiones se verán afectadas, aquellas en peores condiciones para adaptarse -como las más pobres y vulnerables- sufrirán los mayores efectos. Un informe de seguimiento, centrado en los impactos del cambio climático en África al sur del Sahara, Asia meridional y Asia sudoriental, informa que si el mundo se calienta en 2°C (3,6°F) –nivel que podría alcanzarse en 20 a 30 años– habrá escasez generalizada de alimentos, olas de calor sin precedentes y tormentas más intensas.
El Banco Mundial cree que se debe evitar un planeta 4°C más cálido y que es posible hacerlo. Para ello, se requieren medidas globales inmediatas que permitan detener el aumento de las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) en esta década, ayudar a los países a prepararse para un mundo 2°C más cálido y adaptarse a los cambios que no se pueden revertir.
La institución está intensificando su trabajo en el ámbito de la mitigación, adaptación y gestión del riesgo de desastres y, cada vez más, incorpora un enfoque climático en sus operaciones.
27 octubre 2014
Deforestación de bosques y selvas en el mundo.
«Cada año se deforesta un área del tamaño de Panamá o de Portugal»
«Cada minuto se deforesta una superficie equivalente a 36 campos de fútbol»
- Entre 74.000 a 93.000 kilómetros cuadrados de bosques y selvas se deforestan cada año. Esta superficie equivale a deforestar un área del tamaño de Panamá o de Portugal (WWF).
- Los bosques juegan un rol vital como sumideros de dióxido de carbono (CO2), el gas de efecto invernadero más importante. Se estima que un 15% de CO2 se libera cada año debido a la deforestación. Sólo las selvas tropicales «secuestran» 210 gigatoneladas de carbón que evitan formar parte de los gases que causan el calentamiento global.
- La biodiversidad es riquísima. Por ejemplo, en el Amazonas, cerca del 17% de la selva se perdió en los últimos 50 años, debido principalmente al cambio en el uso de suelos, de selva a suelos para ranchos de ganado y agricultura. La minería ilegal que contamina el medioambiente, la extracción insostenible de árboles figuran como acciones importantes en detrimento ambiental.
- Cerca del 80% de las especies documentadas de plantas y animales viven en las selvas tropicales. Esta cifra te da una idea de la importancia de la conservación de los mismos.
- Si las emisiones de carbono producto de la deforestación fueran contabilizadas como contaminantes, Brasil e Indonesia entrarían en la lista de los 10 países más contaminantes del planeta
- De seguir estos ritmos de deforestación tan elevados, se calcula que en 100 años ya no existirían selvas tropicales. Los bosques y las selvas son vitales en materia de investigación para la fabricación de medicamentos. Más de 121 remedios naturales son usados como medicinas.
- El 20% del oxígeno generado a nivel mundial proviene de los bosques tropicales de la Amazonía.
- Más de 28.000 especies de plantas y animales se estiman que desaparecerán en los próximos 25 años debido a la tala de árboles. Más de 13 millones de hectáreas se deforestan para ampliar la frontera agrícola en Sud América y el Este de Asia. La mitad de las selvas de trópico ya no existen.
- El cambio climático está causando más sequías y si consideramos que la deforestación afecta el Ciclo del Agua cuando los árboles absorben el agua subterránea y la liberan a la atmósfera en la transpiración de las plantas. Deforestando ya se altera ese ciclo volviendo más secas las áreas afectadas.
- Cerca al 70% de las plantas y animales viven en los bosques. Si se sigue alterando el ecosistema la afección es muy grande y casi imposible de recuperarse las condiciones primarias.