James recordó su anterior nombre (James Huston II) y sus padres decidieron encontrar a familiares del piloto fallecido para ponerlos en contacto con el pequeño de once años. Cual fue sus sorpresa cuando el niño los reconoció y les reveló detalles que solo el fallecido podría conocer.
Después de esta extraña experiencia la familía decidió viajar a Japón a la zona donde el avión de James fue abatido por la artillería. El niño que hasta entonces había dibujado la escena de su muerte entre llamas, quedó en paz y apartir de ese momento dibuja el lugar rodeado de delfines.
Esta singular historía no es el único caso de un niño que recuerda su vida anterior, de hecho hay miles y por lo que comentan los psicologos cada vez hay más casos documentados. Al parecer todos podemos recordar nuestra vida pasada de pequeños, solo que con el paso del tiempo lo vamos olvidando.
La historia de James Leninger, el niño en el que aparentemente reencarnó el piloto James Huston ha sido documentada en el libro Soul Survivor.
En la novela «Las Benévolas» de Jonathan Littell, hay un pasaje en la que un judio del Caucaso, habla al protagonista de algo similar. De como todos recordamos nuestra vida anterior de niños. Comenta como un ángel nos hace olvidarla poniéndonos su dedo entre el labio superior, de ahí la separación y la marca que todos tenemos en el centro de éste. Enhorabuena por el blog, lo decubrí hace poco y es la primera vez que comento. Un saludo a todos.