Cuando una persona toma la valiente y hermosa decisión de comenzar un Proceso de Autoconocimiento, generalmente no sabe cómo hacerlo.
La mayoría de las personas hemos comenzado sin ni siquiera saber que habíamos comenzando, y menos aún con una dirección clara de hacia dónde ir y cómo.
Se supone que el sentido de ese Proceso es conocerse en todas las facetas, en todas las emociones y sentimientos, en los fallos y los miedos, con el objeto de ir modificándolos después para mejorarse.
Quien decida que lo que quiere es “Cambiar”, en la denominación de su decisión está bastante aproximado a lo que quiere, pero le sugeriría –y esto es más importante de lo que parece- que no use esa palabra. Que no diga “Voy a cambiar”. Lo que diga, cómo lo denomine, es la orden que se está dando a sí mismo y puede ser –y de hecho lo es- mal interpretada.
“Cambiar” es dejar el modelo de persona que uno está siendo para pasar a ser otro modelo distinto, pero que no es él mismo.
Es mejor proponerse Ser Uno Mismo, averiguar quién es Uno Mismo, descubrir a ese Uno mismo, permitir que se manifieste ese Uno Mismo.
Cuando alguien se propone “Cambiar” lo que quiere es dejar de ser como está siendo para pasar a ser un cúmulo de perfecciones, lo más a lo que se puede llegar, la persona perfecta, o lo que todos esperan y lo que va a gustar a todos –y si alguien lo hacer por este último motivo es más grave y peor todavía-.
El modelo ideal es un modelo, y no es Uno Mismo.
El modelo ideal es un personaje inventado –irreal, falso- con el que uno, aunque logre llegar a realizarlo, antes o después se va a sentir incómodo, extraño, porque se va a dar cuenta en algún momento de que tampoco está siendo él mismo.
Me gusta más AUTO-REALIZARSE, que interpreto como hacerse realidad uno mismo. Ser quien uno realmente es detrás del personaje que se ha inventado para vivir o sobrevivir en el mundo. (Realizarse es “sentirse satisfecho por haber logrado cumplir aquello a lo que aspiraba”)
Me gusta también DESCUBRIRSE, que me suena a quitar el persona que tapa a la persona. (Descubrirse es “Hallar lo que estaba ignorado o escondido. Destapar lo que estaba tapado o cubierto”)
Para conocerse lo mejor es observarse. Estar atento a uno mismo observándose como si uno fuera un desconocido del que se quiere saber todo, partiendo de cero, no dando nada por supuesto, desterrando los pre-juicios y las ideas pre-concebidas. Descubrirse.
Además de observarse, uno puede hacerse preguntas. Cuando uno se hace preguntas sería conveniente que tuviera en cuenta y respetara dos condiciones: no auto-engañarse nunca y no conformarse con un NO LO SÉ por respuesta. Siempre se sabe. Hay que hacer la pregunta del modo adecuado, en el momento adecuado, y en el sitio adecuado.
El modo de hacer la pregunta es importante porque si lo que uno quiere saber lo pregunta con una pregunta equivocada la respuesta no le va a servir. Si no lo hace en el momento adecuado –es conveniente estar muy relajado, en un sitio que nadie pueda interrumpir, y sin tener prisa- no va a aparecer la respuesta. Si no se hace la pregunta en el sitio adecuado puede que le pregunte a su mente por un asunto sentimental o que le haga un pregunta muy racional al corazón.
Cada uno ha de tener sus propias inquietudes y dudas que ha de convertir en preguntas. Sólo como ejemplo, dejo aquí algunas para ver, por ejemplo, cómo está tu relación contigo.
Recuerda: sinceridad, no auto-engañarte, y darte tiempo. Y si no aparece hoy, darte otra oportunidad mañana.
¿CÓMO ESTÁ MI RELACIÓN CONMIGO?
RESPETO: ¿Me respeto?
CUIDADO: ¿Me cuido?, ¿Me cuido lo suficiente?
ACEPTACIÓN: ¿Me acepto como soy?, ¿En qué no me acepto?
PERDÓN: ¿Me perdono fácilmente?, ¿Soy demasiado exigente e intransigente conmigo?
AGRADECIMIENTO: ¿Me agradezco las cosas que hago por mí?
JUSTICIA: ¿Soy justo conmigo?
AMISTAD: ¿Me trato amigablemente?, ¿Soy demasiado severo conmigo?
ANGUSTIA: ¿Me angustio mucho por las cosas que me suceden?
ODIO: ¿Me odio por algún motivo?
CULPABILIDAD: ¿Me siento culpable de alguna cosa?, ¿Soy capaz de admitir mi culpabilidad y no castigarme por ello?
ALEGRÍA: ¿Soy un persona alegre? Si no lo soy, ¿La razón que me aboca a no ser alegre realmente tiene razón de ser?
RESPETO: ¿Me respeto?, ¿Me respeto siempre?
Las respuestas a estas preguntas, más las que tienes que añadir, te van a dar unas pistas que puedes aprovechar.
Y recuerda que es un proceso largo. Si has tardado un montón de años en llegar a la situación en la que te encuentras, comprende que son muchos aspectos lo que tienes que revisar, así que date tiempo. Y amor.
Te dejo con tus reflexiones…
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