Aunque las palabras “estrés” y “tecnología” hoy en día son frecuentemente empleadas y conocidas, poco sabemos del término “tecnoestrés”, acuñado por el médico psiquiatra, Craig Brod en 1984, y más tarde empleado por Larry Rosen y Michelle Weil, en un libro del mismo nombre, que describía los efectos negativos que puede la tecnología provocar a nuestra salud mental y general.
Para la mayoría de nosotros hoy en día, la tecnología se ha vuelto indispensable, los teléfonos celulares, han pasado a convertirse en una herramienta para desempeñar múltiples tareas, desde enviar mensajes instantáneos hasta hacer pagos de servicios o diversas consultas. Lo cierto es que no podemos negar que la tecnología cada día nos facilita más nuestras actividades diarias, sin embargo, también debemos ser conscientes que no todos son beneficios.
El tecnoestrés se enfoca principalmente a los avances tecnológicos que involucran información así como comunicación, es decir, ordenadores, teléfonos móviles, tablets, etc.
¿Qué es el tecnoestrés?
Se puede definir tecnoestrés, al estrés cuya causa radica en la tecnología, es decir, en los efectos negativos a nuestro equilibro mental que la adaptación a la era tecnológica puede provocar. Puede haber distintos tipos de tecnoestrés, y posiblemente la tecnoansiedad, tecnofatiga y tecnoadicción sean los más comunes.
Tecnoansiedad: Se trata de la ansiedad que provoca el uso de tecnología, o bien su posible uso, el clásico ejemplo podría ser cuando sentimos ansiedad por que no sabemos hacer una operación en el cajero, o porque desconocemos como utilizar algún tipo de teléfono móvil, la tecnoansiedad también se relaciona con la fobia al uso de nuevas tecnologías e incluso manifestación de desagrado hacia las mismas.
Tecnofatiga: A diferencia de la tecnoansiedad, las personas que sufren de tecnofatiga en realidad se debe al uso constantes de tecnologías que terminan por desencadenar el cansancio mental.
Tecnoadicción: Es el tipo de tecnoestrés en el que la persona utiliza de forma excesiva y compulsiva la tecnología, por lo regular, les gusta estar al día con los avances tecnológicos y dispositivos, y su vida gira en torno a dicha tecnología.
Síntomas del tecnoestrés
Los efectos del tecnoestrés pueden ser muy diversos y distintos, desde miedo a recurrir a tecnologías, hasta ver nuestra vida social y familiar afectada.
Los síntomas, pueden incluir malestares físicos, dolores, entre otros que a continuación enlistaremos:
- Dolor de cabeza
- Dolor de cuello o sensación de cuello rígido
- Fatiga e irritabilidad
- Dolor de espalda
- Padecimientos estomacales
- Ojos irritados
- Insomnio y otras alteraciones del sueño
- Dolor de hombros o codo
- Falta de concentración
Algunas conductas también pueden ser indicadores de la presencia de tecnoestrés, tales como:
- Revisar el teléfono móvil compulsivamente
- Navegar en internet por horas sin objetivo de búsqueda
- Portar el celular a mano en todas partes
- Ansiedad cuando estamos lejos del ordenador o de la tecnología
- Ansiedad si no podemos conectarnos a internet
- Incapacidad para disfrutar el tiempo libre sin acceso a la tecnología
Medidas preventivas y soluciones
Es fácil ser víctimas del tecnoestrés en la actualidad, y es que la tecnología se ha convertido parte esencial de nuestras vidas tal como la conocemos, sin embargo, es importante saber que la moderación es una de las claves.
Si eres de las personas que siente ansiedad por las nuevas tecnologías, asesórate con alguien que las empleé y pide que te enseñe a utilizarlas, recuerda que este tipo de tecnologías pueden ser útiles si las empleamos de forma adecuada.
Si por el contrario eres víctima de la tecnofatiga, se aconseja tener un horario para tu trabajo, procura no llevarte el trabajo a tu hogar, y utiliza otros medios para dispersarte, como practicar algún deporte, salir a pasear, entre otras actividades que te ayuden a relajarte.
Otros consejos que pueden ser útiles si sufrimos de tecnofatiga, es hacer pausas para estirarnos y descansar nuestros ojos cuando trabajamos durante largas horas, además de tratar de mejorar nuestra postura cuando estamos sentados. Además, estirar nuestras piernas y músculos después de estar un largo tiempo trabajando sentados, es una buena idea.
Combatir la tecnoadicción por otro lado, puede tomar bastante tiempo, esto debido a que constantemente estamos bombardeados con nuevos avances tecnológicos.
Si notas que estás pasando demasiado tiempo navegando en internet o invirtiendo demasiado tiempo en teléfonos móviles, procura comenzar alimitar tus horarios, programa descansos del uso de la tecnología. Si tu problema es el móvil, ponlo en modo silencioso a ciertas horas, para que poco a poco vayas reduciendo la necesidad de utilizarlo y evita revisarlo durante la noche.
Realiza salidas o excursiones a sitios donde no tengas que utilizar la tecnología, despeja tu mente, también puede ser útil que practiques algún deporte o actividad de tu preferencia, o ejercicio, desarrollar interés por nuevas actividades que no involucren directamente el uso de tecnologías ligadas a la comunicación.
Si no notas mejoría de los síntomas y no puedes limitar el uso de la tecnología o la ansiedad que la misma te genera, procura consultar a un experto.
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