from EL CIELO EN LA TIERRA.
12/6/16
El tiempo no existe, pero tú crees en él (Recordando lo que Es: 46)
El tiempo no existe, pero tú crees en él. Y esta creencia nubla tu consciencia, distorsiona tu pensar y condiciona tus actitudes y acciones… Observa y obsérvate:
+En tu vida y en la de los demás, en la Naturaleza, el Cosmos y la Creación, no existe el tiempo, sino los ciclos: naces, creces y envejeces; amanece y anochece; la marea sube y baja; la Luna Llena sigue a la Nueva y esta a aquella; los frutos crecen y maduran; las estaciones se relevan al compás del movimiento de la Tierra sobre sí misma y en torno al Sol; el sistema planetario surca la Vía Láctea en un recorrido elíptico; la galaxia entera lo hace por el Universo… Y todos estos ciclos interaccionan y se entrelazan, encajan y superponen dentro de un Ritmo perfecto y único que provoca e integra el ritmo propio de cada uno de ellos. ¿Dónde está aquí el tiempo? Sólo en tu imaginación.
+En el seno y en el discurrir de todos y cada uno de los ciclos sólo existen dos cosas, la una dentro de la otra: el aquí-ahora, la instantaneidad, un momento presente continuo en el que lo eterno se desenvuelve; y la cadena de causas-efectos generada y alimentada por cada acción y acontecimiento. Gráficamente, debido al despliegue permanente del aquí-ahora de instante en instante, cada ciclo puede ser representado como un círculo –se expresa así el desarrollo del ciclo en sí- y una espiral -por su repetición sucesiva y constante-. Y el tiempo, ¿dónde se encuentra? En ninguna parte.
+Gracias a la mente, a tu capacidad intelectiva, en el aquí-ahora puedes situar tu atención en un punto cualquiera del círculo y la espiral. Esto es lo que te lleva a pensar y hablar en términos de ahora-antes-después, hoy-ayer-mañana… Pero este uso de tus facultades intelectuales nada tiene que ver con el tiempo: es tan sólo el punto del círculo y de la espiral donde sitúas voluntariamente tu consciencia y enfocas tu creatividad para proyectar, programar y organizar de manera natural, poniendo tu atención en el aquí-ahora en aquello que desde el aquí-ahora corresponde precisamente planificar.
Sin embargo, crees en el tiempo. Y, a partir de ahí, surgen los problemas porque, debido a esa creencia, tu posicionamiento mental en el círculo y la espiral ya no lo efectúas desde lo que estás viviendo y viviendo toca, sino que abandonas el momento presente y te trasladas con la imaginación a lo que denominas pasado o futuro. Para colmo, ni te das cuenta de que te estás comportando tan estúpidamente. Y, así, simplemente, dejas de estar en el aquí-ahora: ya no vives la realidad que estás viviendo -se hace invisible para ti diluida entre tus pensamientos llenos de ficciones temporales-, sino una ilusión generada por una mente que opera sin tu mando consciente.
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Una nueva entrega de Recordando lo que Es se publica en este blog cada domingo.
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Publicado por Emilio Carrillo
El tiempo, rigurosamente hablando, no existe; pero sus efectos sí.
El tiempo no es una sustancia o elemento concreto, material; es un concepto, un ente. Viene a ser como el amor, que tampoco existe físicamente pero sí notamos sus efectos. Participamos de él.
Igualmente participamos del tiempo. La vida es movimiento ( cambio ) y todo movimiento implica tiempo. Si me levanto y camino hasta la cocina a por un vaso de agua y vuelvo a la silla, al regresar ya no soy el mismo que era cuando inicié la marcha, ni el entorno es el mismo tampoco. Todos los cambios que se han producido entre ambos momentos puntuales, han tenido lugar por un proceso sucesivo de causa y efecto. Ése proceso es objetivable y, mediante determinados convenios, medible. Y a ésa medición le llamamos tiempo.
¿ Existe pues el tiempo ? Sí, aunque se define por sus efectos no por su sustancia.
Teniendo un elemento rítmico, armónico, constante — un péndulo, un átomo que vibra, una cantidad de arena determinada con un calibre específico en dos recipientes de vidrio superpuestos y conectados por un pequeño canal de un grosor concreto — podemos establecer el número de veces que se repite el suceso ( la vibración, la batida del péndulo o la caida de granos de arena ) mientras acontece un suceso determinado. A éso le llamamos medida del tiempo.
De ésa medición extrapolamos un concepto abstracto al que denominamos » tiempo «. Por tanto el tiempo no tiene una existencia material concreta ( no es ) pero posibilita y enmarca todos los acontecimientos materiales que implican movimiento ( cambio del tipo que sea ).
De la misma forma el amor no existe físicamente, pero participamos de él. No somos capaces ( por que no existe ) de encontrar algo que sea » el amor » ni tampoco algo que sea » el tiempo «. Pero notamos sus efectos y vivimos en ése marco.
Pd. De igual forma que pensar en un amor pretérito ya acabado, o en uno posible inconcreto, resulta baladí e improductivo; pensar en el tiempo pasado, o por venir, no pasa de ser una ociosa distracción.
Al Parecer, el meollo a digerir en este asunto tan conjeturado por la dialéctica laberíntica de una mente, que solo trata de sobrevivir en el entorno dimensional limitado que percibe. Es ; ver la posibilidad de darnos cuenta, desde la experiencia consciente, que lo que DEFINIMOS como «tiempo» es solo una ilusión, derivada de una perspectiva limitada ( un modo de percibir en 3D, lo que en realidad se trata de planos perceptibles multidimensionalmente. ) Lo que le otorga una relatividad abordada desde el mundo cuántico. En donde el tiempo no existe.
Las leyes físicas del macro-mundo material, en el cual existimos PARCIALMENTE, no son aplicables al micro-mundo… De ahí, la necesidad de entender la relatividad del nano-mundo a través de las incertidumbres de la cuántica.
Lo intangible no puede ser detectado a través de los sentidos … Mas si PERCIBIDO. Solo que se trata de percepciones que trascienden todo concepto… Bienvenidos al mundo por descubrir de lo ABSOLUTO.
El tiempo, así como la materia; están tan estrechamente fusionados sinérgicamente, en el plano 3D, que sencillamente no pueden ser percibidas una sin la otra. Lo que nos lleva a deducir que la cualidad de relativismo » mágico » de una , ha de ser aplicada a la otra.
Aceleramos un vehículo lo suficiente hasta que su paso escape de nuestra capacidad de percibirlo… y entonces ese vehículo pasará ante nuestros ojos sin ser detectado… pero estará aun allí, fuera del plano 3D…. ¿ a donde va a parar el tiempo en todo esto ?. Pregunta que dejo en el tapete, para que cada quien procese sus propias conclusiones.
Me parece que lo esencial a extraer de este interesante post, lo podemos sintetizar, visualizando en el aquí y ahora, el siguiente extracto :
… ( todos estos ciclos interaccionan y se entrelazan, encajan y superponen dentro de un Ritmo perfecto y único que provoca e integra el ritmo propio de cada uno de ellos. ¿Dónde está aquí el tiempo? Sólo en tu imaginación. )
Je, je, je. A buen entendedor…
IN LAK´ECH.
Personalmente estimo que siempre que haya espacio hay tiempo, siendo en este caso algo palpable -xasi decir- por su dimensionalidad ( se puede experimentar su linea de recorrido ) . Esta situación se confunde con la capacidad mental de tratar de mantener la atención en «la experiencia presente… de cada momento» .
La percepcion del tiempo donde todas las cosas ocurren a la vez no es posible ya que disociaria la propia conceptualidad en fragmentos .Esa cualidad es solo del Absoluto.
Tanto para aquí y para alla el tiempo transcurre , tal vez difiera la capacidad y punto de vista de cada lugar en el que nos encontremos.
La ley de entropía es inherente al tiempo.
Tener la capacidad de recordar el pasado no tiene nada de malo lo que si puede ser desfavorable es la carga emotiva que puede despertar al recordar y/o la reacción que nos produce una experiencia en particular.