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Riad patrocina la campaña electoral de la precandidata demócrata, Hillary Clinton, con más de 40 millones de dólares, lo que equivale a cerca del 20% del fondo que su campaña ha recaudado en los últimos dos años.
“Arabia Saudí siempre ha patrocinado tanto al Partido Republicano como al Partido Demócrata y en las elecciones actuales también provee, con total entusiasmo, el 20 por ciento del costo de la campaña de Hillary Clinton”, dijo el domingo el príncipe heredero adjunto saudí, Mohamad bin Salman, según un informe oficial de la agencia oficial jordana Petra, que luego fue eliminado por razones no específicas (el portal estadounidense Gulf Affairs reprodujo el reporte original en este enlace).
Este hecho, si es confirmado, supondría un gran delito por parte de Clinton, según las leyes estadounidenses, que advierten contra la financiación de países extranjeros, dado que estos podrían ejercer influencia sobre las posturas de los candidatos una vez en el poder.
Por su parte, la agencia de noticias jordana no ha dado explicación alguna sobre la eliminación del informe ni ha respondido a los reporteros del portal Web Middle East Eye acerca de este asunto, que ya ha servido para aumentar las controversias en torno a la candidatura de Clinton y a su casi nula ejemplaridad moral.
No es la primera vez que se producen revelaciones acerca de los vínculos entre la familia de Clinton y Arabia Saudí. En 2008 se supo que Riad había donado entre 10 y 25 millones de dólares a la Fundación Clinton, cuando ella trataba de ser presidenta de Estados Unidos.
Pese a ser considerada por una mayoría de electores estadounidenses como una “mentirosa compulsiva”, Hillary Clinton será, con toda probabilidad, la candidata del Partido Demócrata a las presidenciales de Estados Unidos.
Su rival, Bernie Sanders, que pierde con un margen de cerca de 300 delegados, tiene ya pocas esperanzas de enfrentarse a Donald Trump para ocupar la Casa Blanca, salvo un posible enjuiciamiento de Clinton por el escándalo de sus correos electrónicos.