https://slavyangrad.es/2016/06/08/
La negativa del Servicio de Seguridad de Ucrania (SBU) a permitir el acceso del Subcomité de Naciones Unidas para la Prevención de la Tortura en lugares de privación de libertad supone el reconocimiento implícito de que Ucrania tiene algo que esconder, afirma Tatiana Pechonchik, directora del Centro Ucraniano de Información sobre Derechos Humanos.
“Al negar el acceso al Subcomité para la Prevención de la Tortura, Ucrania admite ante el mundo entero que no cumple con sus obligaciones y que tiene algo que esconder”, escribió en la edición ucraniana de “La Verdad Europea” (Европейская правда).
“La subdirectora de la misión de monitorización la ONU sobre derechos humanos en Ucrania, Fiona Frazer, afirmó que existen cárceles extraoficiales en Járkov, Zaporozhia, Mariupol y Kramatorsk”, afirmó en el artículo.
La autora de la información, citando al abogado de Járkov Alexander Shadrin, da numerosos ejemplos de víctimas de las prisiones ucranianas. Por ejemplo en 2014, Ignat Kromskogo pasó 95 días retenido en un centro de detención temporal en la región de Járkov que oficialmente no existe. Otro cliente de la abogada Yulia Kolesnikova pasó allí 38 días. “En ese tiempo, perdió 20kg y envejeció diez años”, afirmó la abogada.
Tatiana Pechonchik menciona también a una mujer de 74 años que, el año pasado, fue detenida en la localidad de Shurovo, región de Donetsk, cuando buscaban a su hijo. La mujer fue retenida en el edificio del SBU en Mariupol, donde fue golpeada y acusada de terrorismo.
La misión de la ONU también documentó el caso de tres mujeres que fueron detenidas en mayo de 2015 en la zona de Donbass bajo control ucraniano.
Entre ellas estaban la mujer de un comandante de uno de los destacamentos de la milicia y su hija. Según el informe, la hija fue duramente torturada y amenazada con violencia sexual.
“La única solución es volver a invitar a la delegación de la ONU a Ucrania y mostrarles todo lo que quieran ver. Y también explicar las razones: la incompetencia de las autoridades del SBU, que no conocían las obligaciones internacionales de Ucrania.
De momento, Vasyl Hrytsak se niega a reconocer ningún error”, afirmó.
“Espero que la situación cambie, que finalmente desaparezcan los centros de detención ilegal del SBU. Porque hay vías legales para detener y encarcelar a quienes hayan cometido delitos. Quiero creer que se va a realizar una investigación efectiva sobre estos casos”, afirmó Peconic.
El viernes, Vzglyad entrevistó a un ciudadano ucraniano que pasó por una de esas cárceles del SBU que en teoría no existen y sufrió la “inexistente” tortura.
Se trata del residente de Odessa Alexander Voskoboynikov, que ahora dirige la Televisión de Odessa, que opera desde la RPD.
En su opinión, el SBU espera que estas acusaciones y toda la historia sobre las torturas simplemente desaparezca y se olvide. “Viví sus torturas, abusos.
Estaba en un centro especial del SBU, que era una tortura. He visto qué hacen con quienes han combatido del lado de la RPD, cómo los torturan”, afirmó Voskoboynikov.
El viernes, la misión de supervisión de la ONU para los derechos humanos publicó un informe referido al periodo comprendido entre el 16 de febrero y el 15 de mayo de 2016. Concretamente, el informe recomienda a Kiev que el SBU cese en sus practicas de obtener confesiones de los detenidos a base de torturas y coerción física.
Como apunta el documento, la misión de Naciones Unidas recibió denuncias de detención arbitraria, privación de comunicación con detenidos, así como torturas y maltrato por parte de los representantes de las agencias de la ley de Ucrania.
Muchos de los casos documentados referidos a 2014 y principios de 2015 están relacionados con las actividades de los llamados batallones voluntarios en la zona de conflicto en Donbass. Sin embargo, los casos posteriores (2015-2016) acusan directamente al SBU.
El Servicio de Seguridad de Ucrania (SBU) niega las acusaciones.
El ministerio de Asuntos Exteriores ruso afirmó que el informe de la misión de la ONU en Ucrania pone de manifiesto las sistemáticas violaciones de los derechos humanos por parte de las autoridades ucranianas.