Los alumnos de 4º de la ESO que suspendan las dos convocatorias establecidas por curso para la evaluación final de ESO y quieran estudiar algo el año siguiente sólo podrán matricularse de Formación Profesional Básica. Esta modalidad de la LOMCE está dirigida a alumnos de entre 15 y 17 años que sólo han superado el primer ciclo de la ESO, es decir, hasta 2º.
Así lo recoge Europa Press de fuentes del Ministerio de Educación en relación con aquellos estudiantes que, habiendo aprobado el último curso de la ESO, no pueden continuar sus estudios en FP de grado medio ni Bachillerato por no contar con el título que sólo se obtiene con la superación de la evaluación externa.
Las mismas fuentes añaden que tras un ciclo de FP Básica (un año de duración) los alumnos pueden pasar a la FP de grado Medio o volver a presentarse a la evaluación final de ESO las veces que necesiten hasta aprobarla.
Por su parte, los que suspendan la ‘reválida’ de Bachillerato las dos convocatorias establecidas para cada curso, no podrán acceder a la Universidad ni a enseñanzas artísticas superiores, pero sí matricularse en algún ciclo de Formación Profesional de grado superior.
En marcha en 2017
El Consejo de Ministros ha dado luz verde este viernes 29 de julio al decreto que regula las evaluaciones de Secundaria, que, según el calendario de la LOMCE, la de ESO (alumnos de 15 y 16 años) se pondrá en marcha en 2017, pero no será hasta 2018 cuando los alumnos tengan que aprobarla para obtener el título de la ESO. Lo mismo ocurre con la de Bachillerato (17 y 18 años), que en el primer año de aplicación, 2017, no servirá para titular, pero sí para acceder a la Universidad.
Las evaluaciones del último curso de ESO y Bachillerato constarán de pruebas de las materias troncales (cinco asignaturas), dos opcionales y una específica, que no sea ni Educación Física ni Religión. El Ministerio de Educación, Cultura y Deporte determinará el marco general de la prueba, las características, el diseño y los contenido.
Serán las comunidades autónomas «las responsables de la aplicación material de las pruebas, incluida su elaboración, fijación de los tribunales, fechas y lugares, así como, reclamaciones». Los profesores de la escuela pública y sus equipos directivos aplicarán las evaluaciones, que serán controladas en los centros educativos por el profesorado durante su realización.
En la nota final de la evaluación de ESO contará en un 70 % la media de las calificaciones del curso y en un 30 % la de la prueba final. En Bachillerato el 60 % del peso de la nota será, igual que en la ley anterior, la media de las calificaciones del curso y el 40 % la obtenida en la evaluación final.
Aumento del fracaso escolar
Desde la Federación de Asociaciones de Directivos de centros Públicos (FEDADI) lamentan en declaraciones a Europa Press que el Ministerio de Educación no haya subsanado «el limbo» en el que van a encontrar los jóvenes que no aprueben la ‘reválida’ de ESO, pese a haberlo denunciado en varias ocasiones.
Asimismo, alertan de que esta situación va a provocar que España aumente la tasa de fracaso escolar, es decir, de alumnos que no acaban ni siquera la educación obligatoria. «¿Qué hacemos si suspende un diez por ciento de los chavales? ¿Les dejamos en la calle?», pregunta el presidente de FEDADI, Alberto Arriazu, en declaraciones a Europa Press.
Asegura que esta situación puede generar un problema logístico porque «no va a haber plazas suficientes» de FP Básica y, sin embargo, en FP de grado medio «se van a quedar vacías».
Este director cree que los que no aprueben la evaluación de ESO están en «clara desventaja». A los que no pasen la de Bachillerato, sin embargo, se les permite acceder a ciclos de FP de grado superior para los que «hasta ahora era necesario el título». Por ello, no entiende «por qué no dejan a los de 4º de la ESO sin reválida superada que accedan a FP de grado medio».
Desde esta federación rechazan de plano las evaluaciones ligadas a la obtención del título por su carácter «finalista», ya que consideran que «no tiene en cuenta el progreso del alumno». «Evaluaciones externas sí, pero no ligadas a la titulación», asevera, para añadir que el título de ESO es el «más básico» que hay en España, «a la altura del título de ciudadano».