POR MATTHEW ROBERTSON, LA GRAN ÉPOCA
Este año el evento en Hong Kong celebrado cada dos años por la Sociedad de Trasplantes, es objeto de quejas y boicoteo sobre lo que los críticos llaman una postura laxa con respecto a la ética en los trasplantes
El centro de convenciones y exposiciones de Hong Kong será el anfitrión de la conferencia de la Sociedad de Trasplantes del 2016, en donde las reformas que se piden al sistema de trasplante de órganos en China serán el centro de atención. (Ted Aljibe / AFP / Getty Images)
En junio, se publicó un informe que examino a más de 700 hospitales en China y se presume que el Partido Comunista ha estado llevando a cabo una masacre industrializada secreta de prisioneros de conciencia por sus órganos. Los investigadores no encontraron ninguna refutación y líderes clave en el trasplante internacional están de acuerdo con algunas de sus importantes conclusiones.
Sin embargo, la clase dirigente del trasplante de órganos a nivel mundial no ha dicho nada. Altos funcionarios de trasplante no expresaron indignación, no dieron a conocer su preocupación por las afirmaciones de medicina para trasplantes que es utilizada como una nueva forma de asesinato en masa.
Tampoco enviaron preguntas de cortesía a las autoridades chinas, indagando sobre el origen del exceso de órganos humanos que han alimentado la oleada masiva y prolongada de trasplantes en China desde el año 2000. El informe, escrito por los investigadores Ethan Gutmann, David Kilgour y David Matas, estiman que entre 60.000 y 100.000 trasplantes por año se realizaron entre el 2000 al 2015, con presos de conciencia siendo la fuente más probable de los órganos.
En cambio, cuando The Transplantation Society (TTS) (La Sociedad de Trasplantes) va a llevar a cabo su conferencia bienal en Hong Kong este mes de agosto, China será la estrella.
En las sesiones como “La nueva era de trasplante de órganos en China” y “La Reforma de Trasplantes en China”, los funcionarios chinos tendrán la oportunidad de contarle a miles de profesionales de la medicina en la reunión más importante de la industria que han reformado a fondo su sistema, y que están en una legítima y renovada posición mundial sin haber pasado una sola nueva ley. Y sin un solo médico u oficial que explique lo que se ha descrito como un genocidio.
Cuestiones éticas
Pero en la conferencia de agosto, dos cuestiones preocupantes se destacan, dice la autoridad protectora de trasplantes. La primera es que la investigación clínica por los médicos chinos puede haberse basado en los órganos obtenidos de forma no ética. La segunda es que los altos ejecutivos de la TTS van a compartir un estrado con los médicos militares chinos y los cirujanos de trasplantes que son acusados de participar en el asesinato en masa de inocentes.
En el caso más notable, un médico chino bien conocido lleva una extraña doble vida: él es un importante cirujano de hígado, pero también sirve como un líder del órgano de propaganda política del Partido Comunista dedicado a incitar el odio contra Falun Gong, una práctica espiritual perseguida, la cual los investigadores dicen que es fuertemente el blanco para la extracción de órganos.
Dudosos médicos estarán en la conferencia de la TTS. (Tts2016.org)
Dudosos médicos estarán en la conferencia de la TTS. (Tts2016.org)
Las acusaciones de extirpación de órganos a practicantes de Falun Gong han perseguido a las autoridades chinas durante diez años, se ha visto diferentes niveles de asombro, incredulidad y escepticismo en la esfera pública global. Ahora, uno de los delegados prominentes de China en una conferencia internacional representará el nexo de estos dos campos de actividad.
En el mismo panel de este cirujano, Zheng Shusen, se encuentra el Dr. Jeremy Chapman, de Sydney, ex jefe de la TTS, actual editor de la revista médica Transplantation, y durante mucho tiempo un amigo personal del alto oficial de trasplante chino. Chapman también sirve como el presidente del programa científico de la conferencia, otorgándole la tarea de asegurar que los informes de China no utilicen investigación basada en órganos de prisioneros.
Sin embargo, un análisis de más de 50 presentaciones chinas, llevada a cabo por La Gran Época, muestra que al menos una docena plantean preguntas sobre el abastecimiento de órganos.
Fuentes desconocidas de órganos
Muchos de ellos no proporcionan ninguna información sobre el origen del órgano. Por ejemplo. “Factores que influyen en la fatiga en los receptores de trasplantes de hígado”, presentado por Liu Hongxia de la Universidad de Medicina China de Beijing, no proporciona ninguna información sobre de dónde procedían los 285 hígados, o cuándo se obtuvieron, por lo que es difícil emitir un juicio acerca de si fueron adquiridos de forma ética.
Wang Changxi ha realizado 700 trasplantes de riñón en China, en su mayoría durante un período en que el país no tenía sistema de donación voluntaria. (Archivos de hospital)
Wang Changxi ha realizado 700 trasplantes de riñón en China, en su mayoría durante un período en que el país no tenía sistema de donación voluntaria. (Archivos de hospital)
Otros estudios sufren una deficiencia similar. “El análisis patológico de 544 casos de biopsias de injerto heteroplástico renal”, y otro estudio en 658 trasplantes de riñón, ambos presentados por Wang Changxi, incluyen trasplantes renales realizados a partir de 2010. En el 2009, China sólo había llevado a cabo un total de 120 trasplantes de voluntarios, según las autoridades. Es por tanto una clara posibilidad de que muchos de estos trasplantes fueran involuntarios.
Desde 2005, las autoridades chinas han dicho que la gran mayoría de los trasplantes de órganos provienen de prisioneros ejecutados; desde el 2013, ha existido un sistema de trasplante voluntario en todo el país, aunque los datos fiables sobre sus operaciones son difíciles de conseguir.
Ambos presentadores tienen una dudosa historia. Liu Hongxia, según un artículo de revista en el 2003, participó en al menos 60 trasplantes de riñón desde enero de 1999 hasta mayo de 2002. Es casi seguro que ninguno de estos fue voluntario, y es estadísticamente probable que muchos de ellos pueden provenir de prisioneros de conciencia, dado que tales prisioneros se cree han sido la principal fuente de órganos en china desde el año 2000.
El mismo problema existe con Wang Changxi, quien realizó más de 700 trasplantes de riñón, de acuerdo con su perfil de hospital, la gran mayoría en un momento en que China no tenía sistema de donación voluntario. Otros presentadores o coautores se jactan de dudosas historias similares.
Hay otros casos diferentes de presentaciones donde no se establece el año del trasplante del órgano; en algunos casos, los años en cuestión coinciden con un período en que China afirmó tener un sistema voluntario de donación (posterior al 2013) -aunque no todos son de este tipo.
Incluso después de 2013, dado el continuo uso de órganos de prisioneros ejecutados y de prisioneros de conciencia, es imposible para las personas del extranjero, incluyendo a expertos internacionales en trasplantes, saber a ciencia cierta cuál investigación proviene de órganos obtenidos de forma voluntaria, y cual a causa de las ejecuciones.