Los extraterrestres de Encuentros en la tercera fase (1977) no tienen la cara que tienen porque sí. Cuando en abril de 1978, en el cine Astoria de Bilbao, les vi salir de la gigantesca nave nodriza en la base de la Torre del Diablo, creí saber por qué los desgarbados visitantes suscitaban empatía. Para mí, eran la versión alienígena de Barry Guiler, el niño abducido que interpreta Cary Duffey en la película de Steven Spielberg. Cada vez que he vuelto a ver el filme, una obra maestra que sintetiza como ninguna otra el mito ovni, he pensado lo mismo. Y, siempre que se lo he comentado a alguien, me ha mirado como a un bicho más raro que el que ya soy. Así que hace años que concluí que el parecido físico entre el niño y los extraterrestres de Encuentros era una obsesión mía sin fundamento. Estaba confundido.
El momento cumbre de Encuentros es cuando el ufólogo francés Claude Lacombe, a quien da vida François Truffaut, se comunica con uno de los visitantes mediante el lenguaje de signos de Zoltan Kodaly. El entrañable alienígena es, en realidad, una marioneta creada por Carlo Rambaldi, el padre de Alien y ET
https://youtu.be/4Wl1spBivis
existe una obsesión por los medios de desinformación en resaltar por todos los medios el acercamiento hacia cierto tipo de et´s curiosamente los considerados negativos …los grises con esoecial interés por spielberg y sus peliculas «Et» «encuentros…» «taken»…
se omiten deliberadamente los seres de apariencia humana tipo nordico que son realmente pacíficos