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Stefano Carlino desciende bajo tierra, en un hoyo profundo ocupado por lo que parece un hidrante de agua de alta resistencia: un cabezal de pozo.
Debajo, un agujero estrecho que no se ve continúa cerca de medio kilómetro en la corteza terrestre.
Carlino, un vulcanólogo del Instituto Nacional de Geofísica y Vulcanología (INGV) de Italia, me muestra cables de fibra óptica que fluyen hacia los instrumentos en el interior del pozo de sondeo, los cuales miden temperatura, actividad sísmica y estrés.
Carlino, de 46 años, quien viene aquí al menos una vez por semana, baja la escotilla metálica que cubre la boca del pozo y le da una palmada afectuosa. «Mi bebé«, dice.
Para algunos, el sitio no es tan inofensivo.
Este es el pozo piloto del Proyecto de Perforación Profunda de Campi Flegrei (CFDDP), una ambiciosa iniciativa para perforar más de tres kilómetros en un supervolcán debajo del Golfo de Nápoles.
Campi Flegrei empequeñece al Monte Vesubio, el volcán más famoso de la región. Tiene el poder de matar a cientos de miles de personas e incluso cambiar el clima del planeta.
No saber o intentar saber: ¿qué es más peligroso?
Perforar en uno de los sitios geológicos más peligrosos del mundo puede parecer osado.
Los científicos detrás del proyecto, incluyendo Carlino, argumentan que el verdadero peligro es no saber lo suficiente para prepararse para una erupción.
Pero otros, dirigidos por un geoquímico llamado Benedetto De Vivo, temen que la perforación pueda causar una catástrofe.
La controversia gira en torno a algo mayor que un proyecto: es un debate acerca de cuán profundo debería hurgar la ciencia cuando la búsqueda del conocimiento está plagada tanto de riesgo como de recompensa.
Campi Flegrei es una caldera masiva, o volcán colapsado, que abarca gran parte del Golfo de Nápoles y la zona costera de los alrededores.
Las calderas son un tipo más malicioso de volcán que los «estratovolcanes» como el Vesubio, ya que no tienen una ventilación obvia o un pico central; en cambio, una gran cámara de magma subterránea alimenta conos de cenizas, cráteres y fumarolas en una gran superficie.
Para empeorar las cosas, cuando explotan las calderas generan algunas de las erupciones volcánicas más explosivas y destructivas.
Campi Flegrei ha tenido dos grandes erupciones: hace aproximadamente 15.000 años, la conocida como la Toba Amarilla Napolitana, y una hace alrededor de 39.000 años, llamada Campaniano Ignimbrita.
Ambos fueron eventos globales que causaron cambios climáticos; los descensos de temperatura debido a Campagnian Ignimbrita pueden haber contribuido a la extinción de los neandertales.
Misterio profundo
Carlino me conduce a la pintoresca ciudad costera de Pozzuoli, situada a unos 15 kilómetros al oeste de Nápoles.
Aquí, los cambios drásticos en el nivel del suelo en los últimos 50 años han causado grandes daños estructurales.
En el episodio más reciente, de 1982 a 1984, un notable «levantamiento» de dos metros forzó a alrededor de 36.000 residentes a evacuar el lugar; algunos nunca regresaron.
Treinta años más tarde, la fontanería del volcán sigue siendo un misterio.
Por ejemplo, los científicos no entienden completamente qué es lo que está levantando exactamente el suelo: fluidos calentados por el magma (menos peligroso) o el propio magma (mucho más).
El conocimiento de los geólogos se basa en los datos recogidos en la superficie, lo que ofrece una imagen incompleta.
Para entender realmente lo que está pasando, los científicos tienen que profundizar en lo subterráneo, según Christopher Kilburn, director del Centro de Peligros Aon Benfield de University College de Londres, quien ha estado estudiando en Campi Flegrei durante tres décadas.
«Si podemos hacer experimentos sobre la roca que está realmente allí, que se ha visto afectada por los fluidos y las altas temperaturas, entonces podemos tener una mejor idea de, por ejemplo, cómo esas rocas responderían a una inyección de magma«, dice Kilburn.
Esa era la idea cuando un grupo de científicos, incluyendo Carlino y Kilburn, propusieron el Proyecto de Perforación Profunda de Campi Flegrei en el 2008.
Los científicos tratan de perforar un pozo diagonal de aproximadamente 3,5 kilómetros de longitud por debajo del centro del Golfo de Nápoles, para la extracción de muestras del subsuelo y la instalación de termómetros, sismómetros y medidores de tensión a gran profundidad.
Tormentas y explosiones
La perforación profunda es una propuesta técnicamente difícil y extremadamente cara.
Tengamos en cuenta que en este momento, en que la nave espacial Voyager 1 viaja a más de 20.000 millones de kilómetros de la Tierra, los seres humanos todavía no han explorado más allá de 12,2 kilómetros por debajo de la superficie del planeta.
Esto se ha visto obstaculizado no sólo por las temperaturas extremas -tan calientes como 870º C– y una intensa presión, sino también por barreras creadas por el hombre.
El proyecto apenas había recibido el visto bueno cuando fue derribado por una tormenta mediática.
El 6 de octubre de 2010, menos de un año después de su aprobación, el diario Il Mattino de Nápoles publicó un artículo de primera página con el siguiente titular: «Si tocas el volcán de Nápoles va a explotar».
El artículo se basó en las afirmaciones de Benedetto De Vivo, profesor de la Universidad de Nápoles Federico II, quien advirtió que la perforación profunda en Campi Flegrei podría causar una explosión, terremotos, o incluso una erupción.
La alcaldesa de Nápoles, Rosa Russo Iervolino, suspendió el proyecto.
«Nuestro proyecto fue evaluado por un comité de los científicos más importantes y con experiencia en el campo de la vulcanología y la perforación científica», afirma Carlino.
«Estamos seguros de que no hay riesgo para la población».
Reacción en cadena
Cuando contactamos por correo electrónica a De Vivo para obtener su versión de los hechos, el profesor no se anda con rodeos: «Muy feliz voy a responder a sus preguntas acerca de la estúpida idea de hacer un pozo profundo en Campi Flegrei«, escribió.
El geoquímico sostiene que la perforación en Campi Flegrei podría causar una «explosión hidrotermal» si equipo de sondeo se topara con fluido subterráneo sobrecalentado.
De Vivo sostiene que una explosión tiene el potencial de causar una catastrófica reacción en cadena. «Se podría generar una erupción magmática», señala.
La probabilidad de este escenario es baja, admite De Vivo. Sin embargo, en un área poblada por millones, dice, no es lo suficientemente baja.
Hay muchas maneras menos peligrosas para que los científicos investiguen el funcionamiento subterráneo de Campi Flegrei, afirma, incluyendo examinar los pozos perforados con fines geotérmicos en la década de 1970.
Alrededor de un año después de que se suspendió el proyecto Campi Flegrei, un nuevo alcalde, Luigi de Magistris, fue elegido en Nápoles, y de nuevo dio luz verde a la perforación.
Pero para entonces, ya era demasiado tarde: la financiación y el equipo habían sido redistribuidos en otros lugares. Para completar el proyecto, el INGV necesita recaudar entre US$6 millones y US$8 millones.
Cuando el proyecto sea revivido, los napolitanos tendrá que decidir qué filosofía científica van a seguir: el cálculo del riesgo de Kilburn y sus colegas, o el principio de precaución de aquellos como De Vivo.