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Explicar cómo el magnate Donald Trump se volvió candidato presidencial republicano en Estados Unidos es un desafío para muchos. El profesor Randall L. Kennedy cree que la respuesta pasa por un dato histórico: el país tiene hoy a su primer presidente negro.
Profesor de derecho en la Universidad de Harvard, Kennedy sostiene que «el fenómeno Donald Trump se ha nutrido en gran parte del resentimiento»contra la presidencia de Barack Obama.
Más aún, este experto en temas raciales en EE.UU. cree que el aumento de la tensión entre policías y negros en varias ciudades o el sentimiento antiinmigrante de muchos también pueden deberse a que haya un afroestadounidense en la Casa Blanca.
Lo que sigue es un resumen del diálogo que BBC Mundo mantuvo con Kennedy, miembro de la Academia Americana de Artes y Ciencias y autor de varios libros, incluido «La persistencia de la línea de color: políticas raciales y la presidencia Obama».
¿Es posible ver el surgimiento de la candidatura de Trump como una respuesta racista al primer presidente negro de EE.UU.?
No hay dudas de que parte de lo que está alimentando la campaña de Trump es resistencia, resentimiento y antagonismo hacia la administración Obama. Y parte de eso viene del racismo.
¿Cree que si hubiera un presidente blanco, como era hasta que llegó Obama, Trump no sería candidato?
No. El fenómeno Trump realmente no tiene precedentes. Una de las cosas que desconcierta a los observadores políticos es que puedes tener una persona tan poco preparada, tan obviamente inadecuada para el cargo, tan ignorante de cosas básicas que esperarías que sepa alguien que quiere ser presidente de Estados Unidos… ¿Cómo puede ser que esa persona sea el abanderado de uno de los grandes partidos del país?
Por supuesto que no es todo raza. Pero no creo que sea accidental que esta es una elección que ocurre al final de la primera presidencia negra de EE.UU. El fenómeno Donald Trump se ha nutrido en gran parte del resentimiento y la reacción contra el primer presidente negro.
¿Las tensiones crecientes entre policías y negros en distintas ciudades, son también una consecuencia de la presidencia de Obama?
Hasta cierto grado, en EE.UU. estamos viendo y veremos en los próximos años reacciones al primer presidente negro. Fue algo tan extraordinario que Obama llegara a presidente, que ha trastornado a una parte del público estadounidense.
Cuando hablan de «recuperar el país» o «volver a hacer grande a América»… Causó semejante shock y desorientación la idea de una familia negra ocupando la Casa Blanca, que algunos estadounidenses están enojados. Lo vemos de varias formas. No me sorprendería si eso es parte de lo que ocurre con la policía.
Por mucho tiempo hubo un gran problema de brutalidad y mal comportamiento policial en general en EE.UU., pero particularmente dirigido a afro-estadounidenses. Y lo que ocurre recientemente es parte de la tecnología: lo estamos viendo. En las comunidades negras la gente hablaba de eso, lo sabía y presenciaba.
Pero ahora, teniendo todos básicamente una cámara en su teléfono, lo estamos viendo de una forma vívida. Y eso ha cambiado las cosas considerablemente en el terreno.
¿El sentimiento antiinmigrante es otro elemento que alimenta la campaña de Trump y puede asociarse a la presidencia de Obama?
Completamente. La animosidad antiinmigrante es en parte contra la inmigración ilegal, pero creo que es más amplio que eso.
Y otra vez debemos tener en cuenta que Donald Trump durante años fue un portavoz líder del denominado «movimiento birther» que sostiene que Barack Obama es un extranjero que no nació en EE.UU. y por lo tanto no es elegible para ser presidente de EE.UU.
Mucho del lenguaje antiinmigrante es en sí mismo racista. Hay un juez federal nacido en EE.UU. cuyos padres vinieron de México. Donald Trump intentó retratar a ese juez como un extranjero que no puede adjudicarse equitativamente una demanda que involucra a Donald Trump.
Todo este sentimiento antiinmigrante no apunta solo a gente que está en EE.UU. ilegalmente; tiene un alcance más amplio.
¿Barack Obama podría haber hecho algo diferente para evitar todo esto que usted describe?
No. ¿Si me parece que hay varios ámbitos donde criticar a Obama? Sí. Pero Barack Obama desde mi punto de vista se ha manejado de una forma admirable como presidente de EE.UU. y, si lo comparas a otros líderes políticos estadounidenses, es bastante obvio que tiene más conocimiento y habla mejor.
No creo que el «trumpismo» pueda atribuirse a algún error que Obama haya cometido. De hecho, creo que es precisamente porque Obama es tan bien hablado, elegante y sobresaliente que estas características han alimentado más el racismo de personas que no lo toleran. No podía haber hecho nada que yo sepa para obviar el movimiento Trump.
Hay expertos que creen que podría haber encarado de forma más directa los problemas raciales del país…
Bueno, quizá podría haberlo hecho: es un argumento razonable que podría haber hecho de la justicia racial una parte más prominente del cometido de su administración. Por otra parte, es posible que si lo hubiera hecho las cosas estarían peor…
Barack Obama no tuvo precedentes: la idea de un negro siendo presidente de EE.UU. Y fue muy cauto. Pudo haber pensado: «No quiero hacer nada que parezca que me involucro en algún tipo de nepotismo racial, como que estoy favoreciendo a los afroestadounidenses».
Por su mente pasó el preservarse a sí mismo como el presidente de todos los estadounidenses. Así se condujo. Creo que hubo una estrategia razonable de su parte. Y no me parece claro que una estrategia alternativa habría sido mejor.
En cambio, en términos de inmigración ha sido bastante activo: la cantidad de deportaciones ha aumentado durante su mandato…
Correcto. Me apena que haya habido tantas deportaciones durante la administración Obama. Pero eso no ha evitado que Donald Trump y la gente que lo apoya actúen como si el presidente no haya estado imponiendo la ley.
Ahora existe la posibilidad de que EE.UU. tenga su primera presidenta mujer. Siguiendo su línea de razonamiento, ¿se puede esperar, o ver ya, una reacción machista?
Ya, completamente. Parte de la oposición a Hillary Clinton es claramente oposición a la perspectiva de que una mujer esté al tope del gobierno de EE.UU. Lo vemos de varias formas, en el modo en que comentaristas hablan de Hillary Clinton. Está sometida a un doble rasero sexista.
Del mismo modo en que Barack Obama gusta menos debido a ciertos rasgos admirables que muestra, pasa con Hillary Clinton: el hecho de que tiene tanto más conocimiento que su oponente, que está mejor preparada, es detallista sobre políticas, es usado en su contra.
Y parte de la razón de que sea usado en su contra tiene que ver con el hecho de que es mujer.
No, no. Eso es un reduccionismo estúpido tan usual en los tiempos actuales.
También podríamos argumentar que este señor ve fantasmas racistas precisamente por ser él mismo negro.
Gran parte de la polémica discriminatoria negro – blanco nace del propio resentimiento histórico de los negros que se empeñan en no superar el pasado.
Argumentar que la oposición a Hillary es por sexismo, que el apoyo a Trump es por machismo y que la oposición a Obama es por racismo es infantil y ridículo. Y hace un flaco favor a la sociedad.
Desde hace tiempo existe un deseo de compartimentar a los ciudadanos en grupos aislados y enfrentados entre sí con base en » razones » populistas bobas.
Si Obama hubiese reactivado la economía y aumentado el desarrollo, seguridad y bienestar de los estadounidenses, estaría bien valorado. Siendo negro ( eso de » afroamericano » es una tontada ), blanco o a lunares.
La base del apoyo a Trump no está en la repulsa racista hacia el negro. Está en la fascista autoafirmación del que cree que » va perdiendo «; en el populismo desafiante, retador y avasallante del chulo del barrio; en la egolatría de un pueblo.
Y la oposición a Hillary nace de la repulsa hacia lo » más de lo mismo «. En situaciones complejas la gente busca lo diferente, lo novedoso e inusual. Y Hillary es continuismo político, casta. Se busca lo gritón, llamativo y arrogante.
También hay que señalar que Hillary es candidata por una cuestión de mercadotecnia. Hay muchas más mujeres votantes que hombres. Y más mujeres demócratas que republicanas.
Ya deberiamos superar el reduccionismo fácil de negro – blanco, hombre – mujer, ricos – pobres,……..etc.
Las cosas humanas suelen ser más complejas.