Muchas personas sospechaban que el estilo de vida moderno no contribuye mucho que digamos a la inteligencia, sin embargo pruebas de inteligencia en el siglo XX sugerían que en realidad el ser humano se estaba volviendo un poco más inteligente en promedio (si es que consideramos que la prueba de IQ es una medición adecuada). Esto se conoce como el efecto Flynn. Sin embargo, un importante estudio longitudinal sugiere que este efecto se ha empezado a revertir en los últimos 20-30 años.

Investigadores de Noruega tomaron en cuenta más de 730 mil pruebas de IQ entre hombres de 1970 a 2009 y notaron que existe una disminución de casi 7 punto por generación, siendo la última la menos inteligente. Como nota el sitio especialista en neurociencia PsyPost, se tienen datos similares en el Reino Unido y en otros países escandinavos, así que no es un fenómeno exclusivo.

Por otra parte, a la distancia y en superficie, uno pensaría que si los países escandinavos, que suelen encabezar los rankings de calidad de vida, están viviendo esta tendencia es muy probable que se presente también en todo el mundo, o al menos en países occidentales que comparten el mismo tipo de cultura. Lo más interesante de esto es determinar a qué se debe la caída. Anteriormente se creía que el efecto Flynn tenía que ver con mejoras materiales, nutrición, acceso a educación, salud, etc. Y es posible que se deba eso, sólo que quizás los efectos materiales en la inteligencia pueden llegar a un tope y quizás se han empezado a revertir debido a efectos ambientales y socioculturales que podrían haber cobrado mayor peso.

Como dice el blogger Tyler Cowen, la forma más simple de entender esto es que «hemos empezado a construir un ambiente que induce más a la estupidez». Quizás esto es un tanto simplista, pero parece irrefutable a la luz de la evidencia. Ahora bien, ¿en qué consiste un «ambiente que induce a la estupidez»?

Los autores del estudio señalan que los posibles detonadores son «mala nutrición, mala educación y el surgimiento de nuevas tecnologías». Lo de mala nutrición más que a comer comida chatarra, como ocurre, eso sí, en países como México y Estados Unidos, en todo caso parece más deberse a pesticidas y otros químicos que podrían estar contaminando los alimentos.

Las otras dos causas suenan aún más plausibles. Hace unos años publicamos una nota aquí sobre las impresiones del profesor universitario Charles Simic, quien notó justamente este mismo declive progresivo en las universidades. Según Simic, cada generación entraba sabiendo menos de historia y literatura. Por otro lado, está claramente documentada la crisis que están viviendo las humanidades. Y el caso de la tecnología es algo sumamente alarmante. Aunque no podemos vincularlo directamente con este estudio, es evidente que la tecnología digital amenaza seriamente la capacidad de controlar la atención de sus usuarios, fundamentalmente porque capitaliza dicha atención. El hecho de que la atención de los usuarios sea parte esencial de la economía digital ha hecho que se diseñen todo tipo de plataformas que incorporan feautures para cautivar la atención de manera adictiva, algunas conscientemente sirviéndose del circuito de recompensa del cerebro, mediado por la dopamina. Además de la comida chatarra, la cultura chatarra podría tener un efecto aún más nocivo.

https://pijamasurf.com/2018/07/estudio_cientifico_muestra_que_el_ser_humano_se_esta_volviendo_mas_estupido/