Una madre ha denunciado ante el Defensor del Pueblo catalán «Sindic de Greuges» la expulsión de su hija de 16 años de un centro de enseñanzas medias de la provincia de Barcelona por hablar en español.
Según afirma la madre de la joven expulsada, la clase era de español; aún así, la profesora la estaba impartiendo en catalán y exigió a los alumnos que hablaran en esa lengua. La respuesta de la estudiante fue rotunda: “No voy a hablar en catalán porque estamos en clase de español”.
La reacción de la dirección del centro no se hizo esperar: la joven de 16 años ha sido expulsada hasta después de Semana Santa.
Los hechos, que se produjeron ayer jueves 4 de abril, prueba, en opinión de la denunciante, la persecución ideológica en los centros educativos catalanes.
“No se puede consentir que porque nuestra lengua no sea la catalana, nos miren y nos traten como gentuza y ni siquiera quieran atendernos”, denuncia la madre de la alumna expulsada. Y añade: “No podemos permitir que en el siglo XXI te impongan el idioma que debes hablar, cuando el idioma más hablado en Cataluña, mal que le pese, es el español”.