El zoológico de París exhibe desde ayer un enigmático organismo unicelular cultivado en laboratorio que parece un hongo pero interactúa como un animal. Apodado ‘blob’, la criatura es de color amarillo, cuenta con 720 géneros y es capaz de autorregenerarse.
El misterioso moho no tiene boca, ni cerebro, ni estómago, ni ojos, aunque puede detectar alimentos y digerirlos. Además, se regenera en dos minutos si se lo corta por la mitad.
La criatura es parte integrante de una nueva exhibición del Parque Zoológico de París, abierta al público desde el pasado sábado. «Es uno de los misterios de la naturaleza», lo califica Bruno David, director del Museo de Historia Natural de París, que incluye el Parque Zoológico de París.
«No queda claro dónde colocarlo en el árbol de la vida», añade con ironía en referencia al organismo, que apareció hace 500 millones de años. Durante mucho tiempo se consideró que era un hongo, antes de ser eliminado de este reino para unirse, en la década de los 90 a la subclase de los amebozoos, que incluye las amebas.
La criatura puede alcanzar hasta 10 metros en laboratorio, donde también puede subdividirse. También puede morir de muchas formas, aunque también puede permanecer inactivo, secándose. «En este estado es casi inmortal. ¡Incluso se lo puede poner en el microondas unos minutos!», afirma Audrey Dussutour, uno de los investigadores.
Jaune vif, cet organisme unicellulaire sans cerveau, est capable de se déplacer, de manger, ou même de résoudre des problèmes. Le parc zoologique de Paris accueille à partir de samedi un nouvel occupant, le “blob” #AFP pic.twitter.com/F0m6E53cGJ
— Agence France-Presse (@afpfr) October 16, 2019
El nombre ‘blob’ procede de una película de terror de ciencia ficción de 1958 protagonizada por un joven Steve McQueen, en el que una forma de vida desconocida, consume todo lo que encuentra en una pequeña ciudad de Pennsylvania (EE.UU.). Sin embargo, el ‘blob’ real es completamente inofensivo.