Los científicos que estudian un cuásar a 13.000 millones de años luz creen haber descubierto una «dirección» hacia el universo que, si se demuestra que es cierta, no sólo rompería la teoría de la gravedad de Einstein, sino también el modelo estándar de la cosmología.
El universo está gobernado por cuatro fuerzas fundamentales que lo unen: la gravedad, la fuerza nuclear débil, la fuerza nuclear fuerte y el electromagnetismo.
Resulta que la constante física fundamental para medir el electromagnetismo entre las partículas cargadas es en realidad sorprendentemente inconsistente, a pesar de ser responsable de atar los electrones a los núcleos dentro de los átomos y evitar que casi todo se desmorone.
Eso es según los investigadores de la Universidad de Nueva Gales del Sur (UNSW) en Australia, que usaron imágenes y datos del Very Large Telescope en Chile para medir esta fuerza en los primeros mil millones de años del universo.
Los resultados han hecho que el equipo se cuestione si realmente puede haber un efecto «Ricitos de Oro», o un equilibrio perfecto entre estas fuerzas fundamentales, que se requiere para que la vida exista en absoluto.
«Poniendo todos los datos juntos, el electromagnetismo parece aumentar gradualmente cuanto más miramos, mientras que hacia la dirección opuesta, disminuye gradualmente», dice el astrofísico John Webb de la UNSW, añadiendo que, en otras direcciones del cosmos, la fina estructura constante que gobierna el electromagnetismo sigue siendo la misma, indicando alguna forma de direccionalidad.
Sus nuevas lecturas, combinadas con los datos recogidos de estudios separados, indican variaciones en esta «constante», lo que puede (una vez más) alterar nuestra actual y muy discutida comprensión del universo que nos rodea.
En otras palabras, el universo puede haber tenido alguna vez un «norte» y un «sur», o puntos definitivos basados en estas variaciones de la constante electromagnética.
«[El nuevo estudio] parece apoyar esta idea de que podría haber una direccionalidad en el universo, lo cual es muy extraño», dice Webb, lo que implica que el universo puede no ser realmente el mismo, en un sentido estadístico, en todas las direcciones.
Los hallazgos del equipo también fueron apoyados por una investigación separada, y en gran parte no relacionada, en los EE.UU. por un equipo que encontró una ‘direccionalidad’ similar entre los rayos X.
Aún es demasiado pronto para hablar de todas las implicaciones de la investigación, pero puede obligar a los que trabajan en la Gran Teoría Unificada, la búsqueda de una fuerza unificadora singular en el universo que une a todos los demás, a replantearse todo.
Lanzar una llave adicional en los trabajos es la posible existencia de una quinta fuerza fundamental, según una investigación publicada el año pasado.
De hecho, nuestro modelo estándar de cosmología se basa en un universo isotrópico (uno que es el mismo en todas las direcciones). Este modelo, a su vez, se basa en la teoría de la gravedad de Einstein que, como habéis adivinado, asume que las leyes de la naturaleza son constantes.
En otras palabras, podríamos tener que repensar grandes secciones de nuestra física y nuestra comprensión del universo que nos rodea, y encontrar reemplazos completamente nuevos (aunque emocionantes) si esta nueva investigación resulta ser cierta.
«…Es algo que tienes que probar porque es posible que vivamos en un universo extraño», dice Webb.