Un nuevo estudio en el que los científicos prolongaron la vida de ratones de laboratorio en un 23% gracias a una proteína especial puede allanar el camino para que los humanos celebren sus 120 años, según sus autores.
Científicos israelíes potenciaron el suministro de la proteína SIRT6 -que «controla el ritmo del envejecimiento saludable», pero que suele disminuir en el sistema con la edad- en 250 ratones y lograron unos resultados increíbles.
La esperanza de vida de sus sujetos de prueba no sólo aumentó en un 23%, sino que también se mostraron más jóvenes y menos susceptibles al cáncer en comparación con los ratones ordinarios, según ha revelado un artículo revisado por expertos y publicado recientemente en la revista Nature Communications.
«Los cambios que observamos en los ratones pueden ser trasladables a los seres humanos, y de ser así sería emocionante», declaró al periódico Times of Israel el profesor Haim Cohen, de la Universidad de Bar-Ilan, que dirigió la investigación.
Si los humanos reciben un impulso proteínico equivalente, su esperanza de vida media podría alcanzar casi los 120 años, afirmó. En 2019, antes de la pandemia de Covid-19, la ONU estimaba que la esperanza de vida media era de 72,6 años.
El laboratorio de Cohen busca actualmente formas de aumentar con seguridad los niveles de la proteína SIRT6 en las personas. Los ratones fueron modificados genéticamente, pero los humanos necesitarían fármacos para conseguir el mismo efecto.
«Estamos desarrollando pequeñas moléculas que pueden aumentar los niveles de SIRT6, o hacer que las cantidades existentes de la proteína sean más activas», dijo el científico, añadiendo que espera resultados concretos en dos o tres años.
Cohen lleva mucho tiempo trabajando en el tema, y ya informó de un aumento del 15% en la esperanza de vida de los ratones en 2012. Sin embargo, su remedio solo funcionaba entonces en roedores macho.
En el nuevo estudio, en el que han colaborado científicos internacionales, entre ellos el profesor Rafael de Cabo, de los Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos, se ha observado una gran mejora. Los animales macho vivían un 30% más que sus homólogos del grupo de control, mientras que la esperanza de vida de las hembras también crecía un 15%.
El síntoma del envejecimiento en los ratones es la pérdida de la capacidad de extraer energía de las grasas y el ácido láctico tras un pequeño periodo sin comida. Pero, según el artículo, los animales con altos niveles de SIRT6 no tenían ese problema a pesar de su mayor edad. Además, sus vidas no sólo eran más largas, sino de mejor calidad, ya que tenían menos colesterol, presentaban menos casos de cáncer y podían correr más rápido.