Un buen maestro, líder, padre o mentor es alguien que está atento al tipo de guía que necesita su estudiante, equipo, hijo o aprendiz. Nuestro maestro, Thich Nhat Hanh (o Thay), era muy consciente de comprender a sus estudiantes; era capaz de ver a cada estudiante de manera diferente y reconocer qué tipo de medicina necesitaba. Las afirmaciones positivas eran muy buenas para algunos monjes novicios porque aumentaban su confianza. Pero para otros, este mismo enfoque podía conducir a un orgullo o arrogancia excesivos, lo que causaba sufrimiento. En esas situaciones, Thay tenía que dar el equivalente verbal del “ palo zen ”, el golpe con la vara de madera que tradicionalmente se usa durante la meditación para devolver el estado de alerta a un monje que sufría una falta de concentración. Seguir leyendo Sopa de melón amargo