Cuando China entró en contacto con el hinduismo se creo la Filosofía Zen, intercambiando ideas que crearon un pensamiento práctico y espiritual. A continuación te presentamos los puntos más importantes que aplicados en tu vida, te ayudarán a ser una mejor persona y estarás más contenta que nunca.
La filosofía Zen te ayudará a estar más feliz, aplícala en tu vida
Una cosa a la vez
Una tarea, nada de multitareas. Un proverbio Zen dice “cuando camines, camina. Cuando comas, come”.
Hazlo pausadamente y con propósito
Aunque hagas una cosa a la vez, pueden realizarse aleatoriamente y con precipitación. Por el contrario tus acciones deberán ser razonadas y realizadas con pausa, así ganarás en concentración.
Hazlo de forma plena
Centra tu mente en la tarea y complétala antes de pasar a la siguiente. Si algo queda incompleto. Si preparas un bocadillo, no lo comas hasta que hayas recojas y limpiado todo lo que utilizaste para prepararlo.
Haz menos
Realices las tareas que realices serán esas y ninguna más. Menos tareas significa poner tu atención en ellas y las realizarás plenamente. Muchas tareas programadas harán que saltes de una a otra rápidamente sin pensar y sin concentrarte en ellas.
Espacia las tareas
Disponer de tiempo entre tareas te ayudará a concentrarte en ellas y te facilitará completarlas.
Asigna tiempo para ciertas tareas
Hay tareas diarias que requieren un horario específico. Determina el tiempo, esto asegura que las tareas sean realizadas regularmente. Si para ti una tarea tiene la importancia suficiente para realizarse con regularidad, asígnale el tiempo necesario.
Dedica tiempo a sentarte
Una parte fundamental de la vida del monje Zen es la meditación sentado (zazen). Esto requiere designar un tiempo simplemente para sentarse. La meditación ayuda a encontrase pero no hay por qué realizarla cuando estés sentado.
Hacer ejercicio puede ser una buena práctica para centrarse en uno mismo, cualquier actividad te pude ayudar a encontrarte.
Sonríe y ayuda a los demás
Los monjes Zen dedican parte de su día al servicio a los demás. Esto enseña humildad y aleja el egoísmo de sus vidas que se orientan al servicio. Dentro de la familia o fuera puedes dedicar ese tiempo a los demás. De igual forma sonreír y ser amable con todo el mundo ayuda a mejorar la vida de los que te rodean.
Piensa qué es necesario
Hay muy poco en la vida de un monje Zen que no sea necesario. En su armario no hay prendas exclusivas, ni muchos zapatos, nada de instrumentos tecnológicos, coches o comida basura (su dieta es vegetariana).
No es necesario vivir como un monje pero nos tiene que servir para recordar que hay muchas cosas en la vida que no son necesarias, y es interesante pensar que necesitamos realmente en nuestra vida y que cosas son necesarias.
Vive de forma sencilla
Libérate de aquello que no sea necesario o esencial. Para cada uno, esto será diferente, familia, lectura, ejercicio o lo amigos pueden ser algo esencial en tu vida. Decide que es lo más importante para ti y hazle hueco en tu vida eliminando lo que no sea esencial.