La creación de Fiyi y el dios serpiente

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El dios Serpiente juega un papel importante en muchas religiones y mitos de todo el mundo. Sin embargo, la mayoría de las veces su papel se identifica con el Mal, aunque el denominador común de la Serpiente dios es que quiere que los humanos obtengan “el» conocimiento (como en el ejemplo de la serpiente en el Jardín del Edén, en las religiones cristianas).

En la mitología de las islas Fiyi, en una de las historias de la creación más populares, el dios Serpiente no es sólo un dios importante, sino el primero y “siempre vivo” Dios que creó a los primeros seres humanos. Su nombre es Gran Serpiente Degeí, Dios Supremo. Según la creencia, fue el creador de las islas Fiyi y de todos sus habitantes además de ser quien juzga a las almas de los fallecidos y quien decide su futuro en el más allá.

Según la leyenda, en principio todo era agua y crepúsculo y sólo existía una isla, la isla de los dioses, que flotaba en alguna parte, en el borde del mundo y podía ser visible durante el amanecer. Degeí estaba solo y el único ser vivo era el halcón Turukawa.

Turukawa no podía hablar y lo único que hacía era volar alrededor de la Tierra, hasta que empezó a recoger hojas y hierbas creando un nido donde, finalmente, se formaron dos huevos. El gran Dios Degeí llevó los huevos a su casa, donde construyó un lecho y los calentó con su cuerpo. Cuando los huevos eclosionaron, dos seres humanos diminutos nacieron de ellos y los tomó como sus hijos.

Una vez que nacieron los primeros seres humanos, fueron trasladados a un árbol vesi donde Degeí construyó un refugio, les alimentó y les enseñó los secretos de la naturaleza. Pero mantuvo a sus hijos separados. Plantó árboles como plátanos, dalos y ñames alrededor de ellos para que pudieran encontrar comid fácilmente. Sin embargo, los seres humanos sólo podían comer del árbol del plátano y no del dalo (o taro) ni del ñame, porque no conocían el fuego y los frutos de estos árboles no se podían comer crudos. Dalo y ñame eran los alimentos de los dioses.

Cuando los primeros humanos crecieron, se conocieron y pidieron a Degeí que les mostrase cómo usar el poder del fuego y cómo comer el alimento de los dioses… Y Degeí les enseñó.

Después de un tiempo los primeros humanos dejaron a Degeí se fueron a vivir sólos y tuvieron su primer hijo. Degeí no estaba enojado ya que sabía que sus hijos y los hijos de sus hijos lo adoraban como su Dios.

Según la leyenda, el primer pueblo que Degeí creó en Lautoka fue donde se estableció el pueblo de Viseisei. Resulta muy interesante llegados a este punto, hacer notar que en Fiyi no hay serpientes, por lo que el concepto de la serpiente dios Degeí no sólo es extraño, sino que su historia es muy similar a la mitología hindú y a la serpiente Kaliya, pero con la gran diferencia de que, mientras Degeí es un dios bueno, Kaliya se presenta como una serpiente malvada.

Los mitos de Fiyi son muy interesantes porque son de los pocos que representan al dios Serpiente como un dios bueno y no lo asocian con el mal. Sin embargo, el estudio meticuloso de las mitologías y religiones mundiales, nos muestran fácilmente que era así con casi todos los dioses Serpiente, pero por diferentes razones su papel fue transformado en malvado.

Según las leyendas locales, el dios Serpiente Degeí vive en una cueva en la sierra Nakavadra de Viti Levu.

Autor: John Black

https://www.ancient-origins.es/origenes-humanos-folclore/mito-creacion-fiji-002285

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