Tony Parsons lleva diez años comunicando este mensaje no dualista con absoluta claridad. Su alegre franqueza hace que el mensaje se transmita con calidez y buen humor. Tony nos invita al simple descubrimiento del secreto abierto.
Autor de «El secreto abierto» y de varios otros libros, Tony facilita debates abiertos sobre la no dualidad en Londres y Europa. Más información
La mente malinterpreta el mensaje no-dualista
Halina: Cuando hablamos por teléfono, mencionaste tu interés en que este mensaje no se vea distorsionado.
Tony: La mente teme este mensaje. En cierto sentido, el mensaje sobre el no-dualismo es sobre la no-mente, se trata de ir más allá de la mente. Por tanto, la mente tiene que ocupar su lugar en el mundo y ser solo una herramienta, en lugar de ser un falso protagonista.
Así que cuando la mente escucha este mensaje, intentará cualquier forma de compatibilizarse con él. Cuando alguien viene a una reunión, lo que escuchará es su mente luchando por sobrevivir.
La mayoría de los enfoques religiosos del advaita incorporan a la mente como una forma de auto-supervivencia. La transformación trata de la muerte de algo, de la pérdida de estar separado, de la pérdida de ser un individuo. Cuando la mente escucha este mensaje, encontrará cualquier forma de hacerse encajar en él para que la historia de la persona pueda continuar. Lo que se escucha en estas reuniones es lo siguiente: «Quiero seguir adelante y la única manera de poder continuar siendo una persona es buscar, ¡así que cómo se atreve a decirme que no hay nada que buscar!».
H: Y una de las formas en que la mente distorsiona este mensaje es interesándose mucho por tu apariencia, por el mensajero, el personaje y la personalidad de Tony Parsons.
T: Absolutamente, hay una fascinación por mí y por la pregunta: “¿cómo es estar iluminado?” Esto es ridículo ya que no hay ningún individuo que esté iluminado. Es otra forma de decir: “¿Tu persona permanece después de la iluminación?… ¡porque yo quiero que mi persona perviva en todo caso!”
H: Todo sucede como antes, pero se hace evidente que eso no le sucede a nadie.
T: Absolutamente. Es el fin de la individualidad. Así que el individuo no obtiene nada de ello. Nadie se beneficia de la liberación.
H: Es imposible que el individuo imagine “no ser”.
T: El mayor temor surge cuando la gente se encuentra con este particular mensaje sin distorsión alguna. Se intuye, en él, que trata de su propia muerte. Manifiesta la ausencia o desaparición de aquello con lo que nos identificamos, y eso se teme más que a cualquier otra cosa.
Así que la mente tratará de evitarlo o camuflarlo de mil modos distintos. Por ejemplo, es interesante observar que el consabido método de auto-indagación, aun estando muy cerca de este mensaje de desaparición de la mente, todavía ofrece una oportunidad para la supervivencia mental bajo la forma de desapego de lo observado. Esto implica que todavía hay alguien ahí que es consciente de lo que sucede en la vida.
H: Cuando mencionas la palabra desapego me recuerda otra interpretación errónea de la idea budista del desapego. Una nueva traducción del texto original sugiere que no es el desapego en sí mismo lo que hay que buscar, sino que la liberación es el desapego del concepto del yo.
T: Eso cambia bastante el mensaje. Pero lo único que yo añadiría es que este mensaje no se refiere al desapego del yo, sino de ver que no hay ningún yo. Simplemente no existe. No hay ningún yo del que tengas que desapegarte.
H: Hay un recuerdo de ser alguien que suponía que cuando el yo muriera iba a ocurrir algo así como convertirse en una especie de extraterrestre, clamando que está dejando el cuerpo y que este se quedará derretido en el suelo. La muerte del yo iba a ser dolorosa según esta expectativa.
T: Sí (risas). La gente tiene miedo de su propia muerte.
H: Otro temor que ronda en estos temas era el de que pudiera surgir alguna novedad en las relaciones con la familia, etc. Halina podría perder el amor por su hijo, por ejemplo.
T: Sí; existe el miedo a perder la vida y eso incluye el amor a un hijo. Creo que lo que es sorprendente descubrir después de la liberación, es que no hay un «tú» que tenga un hijo y que no hay un hijo. Todas esas cosas se caen por la ventana. Pero, en su lugar, pueden presentarse conductas como los cuidados maternales, la amabilidad, etc., sin que haya ningún esfuerzo personal en ello. Así que algo mucho más rico ocupa el lugar de lo que pensamos que son nuestros papeles.
H: ¿Diría usted que la creencia de ser un yo separado es una identificación excesiva con el pensamiento?
T: Absolutamente. Después de la liberación el sueño del pensamiento continúa, pero no hay nadie que lo escuche y esa es la diferencia. Cuando parece haber alguien escuchando, este presunto alguien le da tanto poder al proceso de pensar que se identifica plenamente con él y cree firmemente en la historia de sí mismo como ente diferenciado.
H: Eso me recuerda otra expectativa que suele haber consistente en la creencia de que en la liberación no habrá más neurosis ni dolor.
T: Sí, eso es muy agradable; se puede entender, ya que ha sido la enseñanza básica de lo que se entiende por estar iluminado, que serás bendecido y vivirás en la dicha. ¡Hurra! Pero es tan irreal… Y esto se deriva de la idea de que la liberación tiene algo que ver con la persona. Después de la liberación, la neurosis sigue sucediendo alegremente. (Risas) ¿Por qué no habría de hacerlo?
H: Eso genera otro malentendido: cuando la gente ve cualquier peculiaridad en la personalidad, entonces piensan que no puede haber liberación ya que la persona no parece ser perfecta.
T: Sí; es una cosa extraordinaria, ¡¿no?! La mente buscará cualquier manera de encajar esto. (Risas)
H: Otra pregunta que surge a menudo es: ¿por qué hay sufrimiento?
T: Cuando hay separación hay sufrimiento aparente. Creemos que pasar hambre es sufrimiento, pero en realidad toda persona separada vive en el sufrimiento y eso les empuja a buscar una solución. Tradicionalmente las religiones enseñan que si cambias puedes ir más allá del sufrimiento. El menaje revolucionario no-dualista, el secreto abierto, es que «lo que» sufre llega a su fin. Cuando no hay «nadie», nadie sufre. Suena demasiado simplista para la mente.
En esa situación todavía hay dolor en el cuerpo, pero cuando ese dolor era vivido por una persona, había toda una capa de sufrimiento añadida al dolor: “¿Por qué me ha tenido que pasar esto a mí?”.
La comunicación de lo ilimitado en las reuniones
H: Volviendo a su pasión por comunicar todo esto. Cuando me dispuse a hablarlo con Ud. me pareció muy claro que esto no tiene nada que ver con la personalidad de Halina. El mensaje tiene vida y energía propias.
T: Esta mente está explorando qué decir a continuación en esta charla, y razona que, puesto que estoy hablando de nuevo en Londres, debería decir algo diferente a lo que ya comuniqué en el pasado, pero cuando llega el momento de empezar a hablar, me levanto y veo que no aparece ninguna idea preconcebida de lo que va a salir de esta boca. Esta cosa sale de la nada y habla a través de este cuerpo. Tony Parsons se sienta ahí y ve cómo sucede esta cosa increíble. A veces las palabras que aparecen pueden sorprender al propio Tony Parsons. A veces los asistentes expresan una pregunta diferente a todas las previas y la mente se pregunta «¿cuál podría ser la respuesta a esta pregunta?». Cuando la pregunta termina de enunciarse, repentinamente, surge de aquí una voz que no está guiada por la mente. Es una respuesta a la pregunta. Sale de la nada. (Se ríe con ganas).
H: Le he oído utilizar el símbolo de la cruz al hablar de la coexistencia del tiempo y la intemporalidad.
T: Tengo una formación cristiana y supongo que, en la psique de la mayoría de los occidentales, el simbolismo de la cruz es mucho más poderoso de lo que creemos. Parece que hay un mundo horizontal o lineal que es tiempo, causa y efecto, historia… En realidad, ese mundo horizontal que creemos que es real, es en realidad una parábola que habla de la verticalidad. Aquí nos adentramos en el profundo misterio, que nadie puede describir, de que este punto de encuentro donde la verticalidad se encuentra con la horizontalidad es realmente atemporal. No es como si hubiera una verticalidad moviéndose a lo largo de la horizontal, sino que ese punto en medio de la cruz es el «ser» atemporal. El Ser atemporal no es nada que aparentemente esté sucediendo.
H: ¿Qué es lo que somos?
De alguna manera, el sentimiento de eso se abre en la comunicación sobre esto. Recuerdo cuando asistí por primera vez a estas reuniones. Le dije a mi amigo Richard que aceptaba quedarme diez minutos y que después me largaría para ir de compras, pero en el momento en que entraste en la sala surgió una sensación de intemporalidad.
T: Sí, creo que eso es más poderoso que nada. Todas estas palabras… Estoy escribiendo un nuevo libro y pienso: ¡qué increíble colección de palabras…! Lo más poderoso es que esa energía, esa infinitud, no pertenece a nadie.
Hay otra cosa que ocurre en el público y que es bastante poderosa. Se trata de que aparece una repentina comprensión de que no hay ninguna expectativa por parte de nadie en la sala. La audiencia de aparentes buscadores se ve simplemente como el ser. Desde este punto de vista, no hay ninguna persona separada en la audiencia.
H: La expectativa es parte de la prisión, ¿no es así? ¿La expectativa es un problema?
T: Absolutamente. En el mundo espiritual donde hay un maestro hay expectativas de que el estudiante se eleve hasta un cierto nivel. Eso simplemente no ocurre en las reuniones de no-dualidad. Y eso es muy poderoso.
H: ¿Querría decir algo sobre lo que ocurre en las reuniones que tienen el formato de preguntas y respuestas?
T: Definitivamente siento que hay un cierto número de personas en la audiencia que se atrincheran más intensamente en sentirse separados. (Risas). Tú puedes verlo también, puedes comprender que cuando la mente escucha este mensaje quiere devaluarlo o evitarlo y encontrar algo que lo colapse. Si no puede hacerlo, racionalizará todo lo que se dice.
Así que muchas personas nunca escucharán realmente lo que se dice y no se atreverán a hacerlo. Entonces se irán con una idea confusa o con una racionalización, o una interpretación errónea de lo que se ha dicho.
Pero cuando hay una buena disposición –aunque de nadie– aparece una apertura a esta infinitud que es muy poderosa.
La otra cosa interesante con relación al público es que yo diría que el 60% de los asistentes nunca hacen preguntas. Estas son las personas que ya han venido más veces y las preguntas han dejado de interesarles.
Si se escuchan realmente las respuestas, estas siempre llevan a la gente de vuelta a la desconexión mental. Esto le ha pasado a mucha gente. La mente hace muchas preguntas y luego se da por vencida porque no está llegando a ninguna parte.
H: Sí, recuerdo mis primeras veces haciendo muchas preguntas y luego gradualmente se agotaron. Fue durante los años en los que me sentaba sin preguntas, cuando el “yo” moría.
T: Bastantes personas me dicen al final de un encuentro que vinieron con bastantes preguntas inicialmente, pero se sentaron y todas las preguntas se desvanecieron. ¡Es increíble! (Risas).
H: Solía llamarte por teléfono con preguntas para intentar conseguir esa cosa: la sensación de las reuniones, la alegría palpable.
T: Eso es más transformador que cualquier otra cosa.
H: Es lo que somos y lo que pasamos por alto a través de la historia en el tiempo. Nuestra educación tradicional no lo incorpora.
T: En lugar de eso, nos enseñan a lograr cosas.
H: Nos enseñan a pasar por alto ese sentimiento que siempre estuvo ahí, esa alegría tangible que es tan poderosa.
T: Totalmente, porque estamos en un mundo orientado a los objetivos, a las metas.
La no-dualidad y la ciencia moderna
H: Es interesante que muchos jóvenes acudan a las reuniones y escuchen este mensaje. Es un mensaje de anarquía que contradice el mensaje de autoridad de las sociedades tradicionales.
T: Tengo la sensación de que la autoridad ha perdido su control sobre la generación más joven. No hay duda de que la autoridad religiosa se ha derrumbado prácticamente y que la autoridad política se está derrumbando. Los jóvenes tienen la sensación de que hay algo más allá de la idea de autoridad. Están muy entusiasmados con este mensaje que es la anarquía pura y absoluta. Este es el secreto abierto, que no hay autoridad, no hay guion, no hay destino. No hay nada «allá arriba» que haga que la vida ocurra.
H: La vida surge espontáneamente.
T: Sí, es un mensaje muy poderoso y revolucionario respaldado por muchos descubrimientos científicos que se están haciendo en estos días.
H: En el nivel cuántico las leyes de la naturaleza son diferentes a las de este nivel, por lo que la configuración de nuestro mundo no es lo que parece. Muchos científicos están concluyendo que hay una unidad subyacente que existe fuera del tiempo.
En el campo cuántico las cosas cambian dependiendo de si se les pone el foco de la observación o no.
T: Sí, el otro campo interesante es la neurociencia. Un científico de Holanda ha demostrado recientemente que a una edad muy temprana sucede algo en el cerebro donde se simula un «yo» para proteger al organismo de lo que parece ser un mundo separado.
H: El cerebro simula un paisaje y a medida que crecemos aprendemos a tomar en serio la simulación.
T: A partir de la supervivencia, entra en juego toda la historia sobre el control y el funcionamiento de la vida y la elección. (Riéndose). En realidad, todo se basa en una simulación.
H: ¿Diría usted que en el transcurso de la historia la no-dualidad constituye un nuevo cambio de paradigma? Hace mucho tiempo creíamos que vivíamos en un mundo plano con el cielo encima. Luego Copérnico descubrió que orbitamos alrededor del sol. Más recientemente, una visión terapéutica se ha centrado en la autoconciencia. Ahora se percibe una unidad del ser.
T: En cierto sentido se podría decir que sí, pero la propia naturaleza del no-dualismo está más allá de la idea de cambio o evolución.
H: ¿Entonces, no hay evolución desde una perspectiva no-dualista?
T: Si deseas fingir que existe tal cosa como la historia o el tiempo, entonces este mensaje siempre ha estado disponible pero naturalmente oculto por la mente que lo proyecta en un dogma. Esto no es un cambio en la evolución, sino un reconocimiento de lo que ya es.
La sensación de Ser
H: ¿La liberación no cambia la naturaleza de la vida?
T: Exactamente.
Lo interesante de este momento es que estos encuentros no se habrían producido hace quince años. En los últimos diez años ha habido una repentina explosión del no-dualismo. Aunque hay miles de libros y enseñanzas por ahí, bajo el título de Advaita, que son muy confusos, ha habido una gran apertura a este mensaje.
H: ¿Sabe a qué se debe esto?
T: Tal vez estemos llegando al final de la civilización tal como la conocemos. El Ser emerge cuando el mundo aparentemente está llegando a su fin, por lo que la unidad se ve más fácilmente. Este mundo vuelve a caer en el “Ser”, para aparentemente comenzar de nuevo como otra historia.
H: Como la expiración y la inspiración o un orgasmo.
T: Sí, así es. Al final del orgasmo todo se vuelve aparente y luego todo vuelve a casa para un día emerger de nuevo.
H: Todo es así todo el tiempo en este mundo holográfico, exhalar e inhalar, no es sólido.
T: Sí, ja, ja, es alucinante, ¿no? (risas). Hermoso, asombroso… impresionante. Allí y no allí.
H: Y cuando no existe el yo, el asombro infantil ve la belleza de todo ello.
T: Sí, es sorprendente.
H: Me gusta la descripción de Claire de «el suave asombro» por la maravilla de toda esta apariencia.
T: Es una descripción perfecta. Es una maravilla constante.
H: Cuando hubo el despertar aquí, parecía haber un momento en el que había una diferencia entre saber que «yo» no era nada y saber que «lo que soy» lo es todo. Era como deambular por una casa vacía cuando te estás mudando y se han llevado todos los muebles, las paredes siguen en pie, pero ya no es tu hogar. No había dueño, pero la casa seguía allí con las habitaciones vacías.
Hace poco hablé con alguien que se dio cuenta de que no era «nada», pero no se había dado cuenta de que lo que es, es «todo». ¿Hay algo que pueda decir sobre esto?
T: Hay un despertar. El todo no se ve porque todavía hay un «yo» sutil, casi invisible, que busca. Claire y yo hablamos con mucha gente. Nuestra experiencia con ellos, y con nosotros mismos, es que puede haber una visión preliminar de esto, pero también un sutil alguien que sigue ahí. Finalmente, esa parte de ese buscador desaparece y sólo queda el todo. Hasta que no haya nadie, nunca se puede ver que todo lo que hay es todo, porque todavía hay alguien mirando. (Risas).
H: ¿Hay un observador sutil?
T: Sí. En la mayoría de las personas hay un residuo que finalmente desaparece. En ocasiones es posible que algunas personas no tengan este residuo y vayan directamente a la liberación.
T: Como un niño pequeño, cuando el «yo» es simulado, hay un abandono del «ser» que el niño recordará durante algunos años. Luego eso se pierde en la capa superior del «yo». Así que el despertar es un volver hacia el ser.
H: Reconozco esto en mi hijo, ya que el sentido del «yo» se está desarrollando allí. Los límites están surgiendo en esa sensación de ser ilimitada. No puede comprender que pueda haber un mundo sin «mi».
T: Sí, esto se relaciona con tu última pregunta y es que no se puede ver que sólo hay todo hasta que no hay nadie mirando. Y que se busca algo en el tiempo que es atemporal.
H: Buscar nunca es encontrar.
T: Exactamente