La política exterior de Estados Unidos ha normalizado el absurdo cotidiano. En Washington están empeñados en presentar a Rusia como un Estado en quiebra, un paria de los mercados mundiales cuyas pretensiones en Ucrania han fracasado.
Al gobierno ruso las sanciones no le permiten comprar mercancías fuera del país, ni pagar sus deudas, ni recibir pagos del extranjero. A los particulares les ocurre otro tanto. Los servicios bancarios y de pago en línea han ido cerrando uno a uno. Después de Visa, Mastercard, American Express, le siguieron otras alternativas como PayPal, Google Pay y Apple Pay, que bloquearon millones de transacciones.
El Kremlin estudia recurrir a las criptomonedas, que no dependen de ningún organismo central. “Se está debatiendo activamente la idea de utilizar las monedas digitales en las transacciones para las liquidaciones internacionales”, dijo el viernes Ivan Chebeskov, jefe del departamento de política financiera del Ministerio ruso de Finanzas. Cualquier ruso que tenga una cartera de criptodivisas en una plataforma en línea o en un libro mayor podría eludir la prohibición con otro titular de otra cuenta.
Permitir las criptomonedas como medio de liquidación para el comercio internacional contrarrestaría el impacto de las sanciones occidentales, que han visto restringido el acceso de Rusia a los métodos tradicionales de pago internacional.
El Ministerio de Finanzas está estudiando añadir la última propuesta sobre pagos internacionales a una versión actualizada de un proyecto de ley, según el periódico Vedomosti.
El banco central ya está experimentando con un rublo digital, una moneda digital centralizada (MNBC) para crear un nuevo orden monetario de circulación interior, pero también con sus nuevos socios, empezando por China, que ya está a la vanguardia del yuan digital.
Pero el Kremlin quiere ir más allá del plan del banco central (que optó por una prohibición de las criptomonedas para privilegiar su MNBC), y permitir el mercado de criptomonedas de forma más amplia, al tiempo que lo regulan.
Mientras Estados Unidos presiona a sus aliados para que impidan el pago de los hidrocarburos importados de Rusia en dólares, un parlamentario ruso planteó la idea de aceptar el pago en bitcoin, la criptomoneda más popular en Rusia, contra las entregas de gas y petróleo.
Hace meses que se discute este tema y, aunque el gobierno ruso espera que las criptomonedas se legalicen como medio de pago tarde o temprano, aún no han llegado a un acuerdo.
Gracias a que el precio de la energía es barato, Rusia es importante para la minería de criptodivisas de alto consumo energético.
También se han lanzado varios criptoactivos rusos en plataformas de intercambio locales.
Rusia estudia recurrir a las criptomonedas para eludir las sanciones económicas