Si un artista de pinturas cristianas se encontrara con una nave alienígena o tuviera un encuentro cercano, ¿cómo influiría este acontecimiento en su obra? ¿Le ayudaría a interpretar de otra manera el aspecto «divino» de las Sagradas Escrituras? A continuación, presentamos algunos ejemplos célebres que han sido señalados como posibles representaciones de esta última posibilidad.
Crédito: Diego Cuoghi.
El Milagro de la Nieve (c. 1428-32), de Masolino da Panicale
Esta obra es conocida por mostrar un episodio religioso de la tradición católica que narra el milagro de la nieve (Miracolo della neve en italiano). La leyenda cuenta que en el siglo IV, la Virgen María apareció en un sueño tanto al Papa Liberio como a un noble romano llamado Juan, pidiéndoles que construyeran una iglesia en el monte Esquilino de Roma. La confirmación divina de la ubicación de la iglesia se produjo milagrosamente en agosto, cuando cayó una inusual y copiosa nevada en pleno verano.
En la pintura de Masolino da Panicale, se representa este evento milagroso con la figura de la Virgen María acompañada por ángeles, extendiendo un velo de nieve sobre el lugar donde se construirá la iglesia. La representación de nubes lenticulares se asemeja a una flota de naves espaciales alienígenas, supervisadas por Jesús y María.
¿Podría ser que el llamado milagro de la nieve una alegoría de una invasión de platillos voladores? Vale la pena señalar que, incluso en las estaciones más frías, la nieve es rara en Roma. Aunque también lo son los ovnis… presumiblemente.
Livre des Bonnes Meurs (c. 1430), de Jacques Legrand
Livre des Bonnes Meurs es una obra escrita en el siglo XV por Jacques Legrand, un clérigo y moralista francés.
Como el título lo indica (‘Libro de las Buenas Costumbres’ en español), sus hojas están destinadas a guiar a las personas en la cotidianidad y a enseñarles cómo llevar una vida recta y virtuosa de acuerdo con los principios cristianos. Proporciona instrucciones sobre temas como la piedad, la caridad, la humildad y la rectitud moral.
El interés contemporáneo en las páginas del manuscrito, empero, tiene menos que ver con su contenido y más con una llamativa imagen en el reverso del folio 129. Con tonos ricos, representa a la diosa de la suerte Fortuna junto a su rueda, rodeada por un grupo de suplicantes masculinos, con una esfera dorada decorada flotando de manera extraña en el cielo sobre ellos.
¿Podría ser el Sol, un globo aerostático primigenio o algún artilugio «divino» como el globus cruciger (globo crucífero)? Lo cierto es que algunas de las personas representadas en la parte superior derecha de la pintura parecen sorprendidas por esta aparición.
La Virgen de San Giovannino (c. siglo XV), de Domenico Ghirlandaio
La obra representa una escena religiosa en la que la Virgen María sostiene al Niño Jesús en brazos, mientras San Giovannino (San Juan Bautista de niño) está a su lado.
Lo que hace que esta pintura sea particularmente intrigante es la presencia de algo extraño en el cielo detrás de las figuras principales. En el fondo, se puede ver un objeto que a menudo se ha interpretado como una especie de disco volador o una nave espacial. Esto es potenciado por un hombre en segundo plano que claramente está avistando el ovni junto a su perro.
Israel, pon tu esperanza en el Señor (siglo XVIII), autor desconocido
En la ciudad medieval de Sighisoara, Rumania, los turistas que visitan la antigua Iglesia del Monasterio Dominicano se sorprenden al encontrarse con una enigmática imagen que parece representar un objeto volador no identificado. Esta pintura única adorna una de las paredes y ha generado fascinación y especulación sobre su origen y significado.
Algunos han especulado que podría ser una representación de la ascensión del profeta Elías al cielo a bordo de un torbellino, tras la aparición de Yahvé en un carro de fuego.
Más información sobre esta pintura puede ser encontrada AQUÍ.
El Bautismo de Cristo (c. 1710), de Aert de Gelder
En esta obra se observa a Jesús en las aguas del río Jordán mientras Juan el Bautista le sumerge para bautizarlo.
Lo extraño tiene su presencia, nuevamente, en el firmamento. Allí se ve un enorme disco que, aparentemente, sería una representación del «Espíritu de Dios descendiendo como una paloma y posándose sobre [Jesús]» (Mateo 3:16).
¿Acaso podría ser que el artista holandés intentaba transmitirnos algo sobre una audiencia extramundana para este episodio significativo de la tradición cristiana?
La Crucifixión de Cristo, 1350
Proclamado por la UNESCO Patrimonio de la Humanidad en 2004, el monasterio Visoki Decani, en Kosovo, es la iglesia medieval mejor conservada de los Balcanes y todo un símbolo de la religión ortodoxa serbia.
Más allá de su incontestable valor histórico/cultural, esta iglesia ha cautivado el interés de los defensores de la hipótesis del antiguo astronauta a causa de una provocativa pintura de la crucifixión de Jesucristo que muestra en el cielo dos raros objetos «tripulados» por personajes sentados en su interior, cuyas manos parecen patentizar de la mejor manera la actitud de aquél que está manipulando los controles de alguna clase de ingenio volador.
La crucifixión de Cristo, siglo XI
Similar a la obra anterior, este fresco bizantino pintado en las paredes de la catedral ortodoxa de Svetitskhoveli, en Mtskheta, Georgia, parece mostrar dos naves en el cielo observando con su «ojo» atentamente el momento de la crucifixión de Jesús.
Tradicionalmente, los historiadores de arte que han estudiado esta pieza sostienen que los extraños objetos representan, en realidad, a ángeles de la guarda. Sin embargo, esta afirmación entra en conflicto con el hecho de que durante el periodo bizantino estos ángeles eran dibujados con alas. Otros han sugerido que son representaciones del Sol y la Luna.
Tapices de la Vida de la Virgen María, c. siglo XV
La colegiata de Notre Dame, en Beaune, Francia, alberga tapices medievales históricos. Entre ellos, hay dos que destacan por algo fuera de lo normal. El primero se titula «La Vida de la Virgen María» y el segundo «Magnífica». Ambos forman parte de un grupo de cinco tapices que representan momentos importantes en la vida de la Virgen María.
Las anomalías se observan nuevamente en segundo plano, muy disimuladamente. Allí aparece un objeto en forma de platillo volador que los expertos en arte, no obstante, han interpretado como «sombreros eclesiásticos».
Anunciación con San Emigdio, de Carlo Crivelli, 1486
En esta pintura, se muestra la Virgen María, el arcángel Gabriel y, en el fondo, se observa a Saint Emidius, un santo cristiano. La obra destaca por su detallada ornamentación, la riqueza cromática y la minuciosidad en la representación de los elementos… Pero también por la forma en que la protagonista está recibiendo el anuncio.
El mensaje es irradiando como un láser desde una suerte de nave. Es el tipo de luz, según los defensores de la hipótesis del antiguo astronauta, consistente con las reportadas en secuestros alienígenas modernos, lo que abona a la teoría de que María fue, en realidad, abducida e inseminada artificialmente por extraterrestres.
El relicario del Vaticano, s. VI-VII
En la Biblioteca del Vaticano se encuentra una caja relicario que contiene piedras de Palestina, del siglo VI o VII. Una de las imágenes que adorna el interior de la tapa representa a María en la tumba de Jesús. Detrás, se eleva un extraño objeto, con una cúpula con diferentes entradas —o luces— desde donde sale un haz de luz.
Natividad, de Domenico Ghirlandaio, c. 1492
Actualmente conservada en la Universidad de Cambridge, esta obra de arte muestra la escena clásica de la Sagrada Familia. A lo lejos se puede ver un «ángel» sobrevolando el cerro —cuya forma recuerda a una platillo volador camuflado en un nube— para anunciar a los pastores el nacimiento del Niño. En el lado opuesto, una «estrella brillante» guía a los Magos en su tortuoso viaje para encontrar al Salvador que acaba de venir al mundo.
Hay que recordar aquí un pasaje del Evangelio Apócrifo de Santiago que dice lo siguiente:
«Al llegar al lugar de la gruta se pararon (se refiere a José y a la partera), y he aquí que ésta estaba sombreada por una nube luminosa. (…) De repente, la nube empezó a retirarse de la gruta y brilló dentro una luz tan grande, que nuestros ojos no podían resistirla. Ésta, por un momento, comenzó a disminuir hasta tanto que apareció el Niño».
Glorificación de la Eucaristía, de Ventura Salimbeni, 1600
Cuando el pintor italiano realizó este trabajo para la iglesia San Lorenzo de San Pedro, Montalcino, en la toscana itálica, jamás imaginó que su obra sería recordada por teorías sobre visitas de alienígenas en el siglo XXI.
El objeto de la polémica es el que se encuentra entre Jesús y el Santo Padre, que posee una forma muy similar al famoso Sputnik, el satélite ruso que comenzó la carrera espacial con EE.UU. en 1957. En la parte inferior izquierda del objeto, además, se puede observar una especie de «ojo» telescópico
Referencias:
Art and Aliens: gli UFO nella storia dell’ arte
Is There a UFO in That Renaissance Painting?
OVNIs en el arte – Infobae.
Por MysteryPlanet.com.ar.
Posibles ovnis en 12 obras de arte religiosas: ¿Se muestran visitas extraterrestres?