Boeing 747 es seguido por un OVNI más grande que 2 portaaviones

Hoy en día, se sabe que algunos pilotos y militares han reportado sus encuentros con objetos voladores tan grandes como un campo de fútbol. Y que incluso científicos han aceptado la posibilidad de que los ovnis que vemos en nuestra atmósfera salgan de naves nodrizas. Uno de los primeros y más creíbles casos que respaldan esta idea tuvo lugar en 1986 en los cielos de Alaska.

Durante 30 minutos, los ovnis fueron rastreados en radares militares y civiles, y todo el encuentro fue verificado por un alto funcionario de la Administración Federal de Aviación (FAA). El incidente recibió cobertura mediática en todo el mundo. Imagen: Interpretación artística del objeto volador gigante avistado desde el vuelo JAL 1628.

El capitán Kenju Terauchi, con más de 10.000 horas de experiencia como ex piloto de combate y veterano en aerolíneas, fue designado para comandar el vuelo 1686 de Japan Airlines (JAL) el 17 de noviembre de 1986. Esta ruta comprendía dos etapas: la primera desde París hacia Reikiavik y Anchorage, y la segunda desde este último destino hacia Tokio, Japón.

Durante la primera fase del vuelo, alrededor de las 5:09 p.m. hora de Alaska, el Centro de Control de Tráfico Aéreo de Anchorage (ATC) se comunicó con el JAL 1628, que se encontraba a unas 104 millas al noreste de Fort Yukon en ese momento. El controlador de vuelo solicitó al piloto ajustar su trayectoria para dirigirse al sur de Fort Yukon y Fairbanks. En respuesta, el copiloto inclinó el avión hacia la izquierda, aproximadamente 15 grados. En ese preciso instante, el capitán, situado en el lado izquierdo de la cabina, avistó luces no identificadas por debajo y a la izquierda de su ventana.

Inicialmente, Terauchi asumió que eran aeronaves militares y las pasó por alto. Sin embargo, unos minutos más tarde, se percató de que estas luces, de origen desconocido, lo estaban siguiendo.

Peligroso acercamiento y maniobras evasivas

El vuelo 1628 se puso en contacto con el Centro de Anchorage dos veces en rápida sucesión y preguntó si había otras aeronaves en la zona. El ATC respondió que no había aviones militares y que el radar terrestre no mostraba ninguna aeronave aparte del Vuelo 1628. Luego, las dos luces comenzaron a moverse de manera errática.

Terauchi recordó en su informe oficial a la FAA, lo siguiente (editado para mayor claridad y concisión):

«Las luces estaban lo bastante lejos como para no representar un peligro inmediato. Me pasó por la mente que quizás se trataba de ovnis. Su comportamiento era extraño, moviéndose de manera inusual. De repente, sin previo aviso, dos naves surgieron justo delante de nuestro avión, proyectando destellos de luz. La cabina se iluminó intensamente y pude sentir el calor emitido por sus propulsores en mi rostro.

»Después de tres o siete segundos, el resplandor similar al de los motores a reacción cesó, transformándose en un reducido círculo de luces, mientras estas naves comenzaban a volar a la misma altitud y velocidad que la nuestra. Desde el centro de las naves, intermitentemente, emanaba un destello de luces, como si fuera un fuego incandescente. Tenían una forma cuadrada al verlos de lado —aunque en realidad eran cilindros— y se desplazaban a unos 500 a 1.000 pies por delante de nuestra posición, levemente más alto. Su tamaño era comparable al fuselaje de un DC-8 [similar en tamaño a un Boeing 707].

»Es imposible para cualquier máquina hecha por el hombre aparecer repentinamente frente a un avión jumbo que vuela a 910 kilómetros por hora y moverse en formación paralela. Pero no nos sentimos amenazados o en peligro.

»Las naves se mantuvieron en formación durante aproximadamente tres a cinco minutos. Después, se desplazaron hacia adelante en línea, ligeramente a más altitud que nosotros, ubicadas unos 40 grados a nuestra izquierda. No comunicamos esta acción al Centro de Anchorage. Para ser honestos, nos quedamos simplemente maravillados.

»Había una luz blanca pálida en la dirección en la que las naves se alejaron, siguiéndonos. El Centro de Anchorage respondió que no veían nada en su radar. Ajusté nuestro radar meteorológico digital a 20 millas de distancia, ángulo de radar al horizonte. Y ahí estaba, en la pantalla: un objeto grande, verde y redondo, había aparecido a siete u ocho millas de distancia.

Ruta del vuelo JAL 1628 y cronología del encuentro cercano.

»Llegamos al cielo sobre la Base Aérea de Eielson y Fairbanks. Era una noche clara. Estábamos justo encima de las luces brillantes de la ciudad y verificamos la luz blanca pálida detrás de nosotros. Había una silueta de una gigantesca nave espacial y dije que debíamos alejarnos rápidamente».

Un aterrorizado Terauchi, en coordinación con el Centro de Anchorage, intentó maniobras evasivas como volar en círculos y cambiar la altitud. El gigantesco ovni, posteriormente descrito por el capitán con forma de nuez y del tamaño de dos portaaviones, siguió la sombra del vuelo 1628 durante todas las maniobras.

El Centro de Anchorage ofreció enviar un avión militar, pero el capitán rechazó la oferta por temor a las consecuencias no deseadas de un enfrentamiento militar con el objeto desconocido. En ese momento, un avión de pasajeros de United Airlines entró en la misma zona de aire y se le pidió al ATC que observara la situación.

«Cuando el avión de United pasó por nuestro lado, la nave espacial desapareció repentinamente. El extraño encuentro terminó a 150 millas de Anchorage», comentó el piloto.

Es importante mencionar que en cierto punto del avistamiento, Terauchi solicitó que le trajeran su cámara para fotografiar los objetos. No obstante, al tenerla en sus manos y tratar de capturar una imagen, la lente se desenfocaba; y cuando finalmente logró hacer foco, el disparador falló misteriosamente.

30 minutos

En 1986, John Callahan era Jefe de División de la Oficina de Accidentes e Investigaciones de la FAA en Washington, DC. Aproximadamente una semana después del incidente del JAL 1628, recibió una llamada urgente desde Alaska. Los recuerdos de Callahan fueron grabados en una entrevista realizada alrededor del año 2000. Sus comentarios, también, están editados aquí para mayor brevedad y claridad.

«Olvidé quién llamó, pero dijo: “Tenemos un problema aquí. No sé qué decirles a los medios. Toda la FAA está llena de medios de Alaska”. Entonces pregunté cuál era el problema, y me respondió “¡Es ese ovni!”. Y le dije: “¿Qué ovni?”.

»Y me informó que la semana pasada tuvieron un ovni persiguiendo a un 747 por los cielos durante unos 30 minutos más o menos. Por tal motivo, le solicité que reuniera todos esos datos. Quería todos los discos (civiles y militares) que tenían y todas las cintas disponibles, y que los enviaran durante la noche al centro técnico donde estoy sentado.

»El ejército se negó a enviar sus cintas, pero él consiguió todo lo que tenía el Control de Tráfico de Anchorage.

»Le dijimos que queríamos que esta sala se configurara como si estuviera en Anchorage. Y queríamos que todos esos datos vinieran a este alcance [monitor de radar], y queríamos ver todo lo que el controlador había visto, escuchar todo lo que había escuchado. Y que todo eso estuviera sincronizado».

Así era el avión que tuvo el encuentro cercano.

Cuando Callahan reprodujo las cintas, escuchó una conversación a tres bandas entre el Control de Tráfico Aéreo de Anchorage, el Centro de Control de Operaciones Regionales (ROCC) de NORAD de Elmendorf y el capitán Terauchi del JAL 1628. También reprodujo una cinta de los avistamientos del radar del ATC en uno de los monitores.

Y si bien el ATC no vio los ovnis en su radar, según las cintas, el ejército los estaba rastreando claramente.

«El controlador militar tiene lo que llaman radar de determinación de altura, y tienen radar de largo alcance y radar de corto alcance, así que si no lo captan en uno de sus sistemas, lo captan en el otro. El nuestro no lo registraba», explicó Callahan.

El piloto de aerolínea Kenju Terauchi describiendo la aproximación de la nave nodriza en los cielos de Alaska.

Los detalles reportados por el controlador militar indicaban que los ovnis viajaban a miles de millas por hora mientras maniobraban en el espacio aéreo alrededor del 747. Asimismo, reveló algo aún más sorprendente. Cerca del final del incidente, un vuelo de United Airlines fue desviado para observar el vuelo de JAL. Para entonces, el capitán Terauchi ya no veía el enorme ovni, y el piloto de United tampoco lo vio. Sin que ninguno de ellos lo supiera, el radar militar indicaba claramente que el ovni se había escondido de la vista detrás del vuelo de United y comenzó a seguirlo.

El primer registro instrumental completo del vuelo de un ovni

Después de ver la presentación, el jefe de Callahan se volvió hacia él y le dijo: «No hables con nadie hasta que te dé el visto bueno». Al día siguiente, su jefe organizó una reunión.

«Traje a todas las personas del centro técnico. Subimos. Teníamos todo tipo de cajas de datos que les entregamos. Llenamos la habitación. Trajeron a tres personas del FBI, tres personas de la CIA y tres personas del equipo científico de estudio de Reagan, y no sé quiénes eran el resto de las personas, pero estaban todos emocionados», contó Callahan, cuyo equipo mostró a todos lo que tenían y respondió a muchas preguntas técnicas.

Cuando terminaron, uno de los agentes de la CIA que estaba allí fue lapidario y sentenció: «Esto nunca sucedió. Nunca tuvimos esta reunión, y esto nunca se grabó».

Imagen de radar de una de las simulaciones mostrando la trayectoria descendente de JAL 1628, mientras era perseguido por el ovni gigante.

Según Callahan, se justificó diciendo que, de conocerse el incidente, causaría pánico en el público estadounidense.

«Cuando me preguntaron qué pensaba, les dije que parecía que teníamos un ovni allá arriba. En cuanto a mí, el equipo científico de Reagan fue el que verificó mis propios pensamientos al respecto. Estaban muy, muy emocionados por los datos. Habían dicho en ese momento que esta era la única vez que un ovni se registró en el radar durante algún tiempo», concluyó el hombre de la FAA.

Documentos perdidos por décadas

Meses después del incidente, el capitán Terauchi fue relegado a un trabajo de oficina porque había «avergonzado» a la compañía. Si bien fue completamente reincorporado unos años más tarde. John Callahan se retiró de la FAA, se convirtió en consultor de la industria y periódicamente contó la verdadera historia del vuelo JAL 1628.

Por otro lado, los documentos referentes al incidente estuvieron perdidos por décadas, y hasta se temió que la FAA los hubiera destruido. Afortunadamente, y luego de muchos idas y vueltas, el investigador John Greenewald, especializado en solicitudes FOIA, finalmente logró hallarlos en 2018 en los Archivos Nacionales.

En total, son más de 40 archivos en PDF que suman 1.569 páginas. Pueden ser descargados en un archivo comprimido mediante ESTE ENLACE.

Referencias:

CIA Allegedly Seized All Info Confirming JAL Flight 1628 Airliner’s Brush With Mother Ship and 2 UFOs – Unknown Boundaries.
UFO Sighting confirmed by FAA, Air Force Radar – The Washington Post.
Unfriendly skies: The extraordinary flight of JAL 1628, Alaska’s best known UFO encounter – Anchorage Press.
Japanese Airlines JAL 1628 UFO Encounter, November 17, 1986 – The Black Vault.

Por MysteryPlanet.com.ar.

Boeing 747 es seguido por un OVNI más grande que 2 portaaviones

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