¿La nicotina es buena para el cerebro? Lo que dice la ciencia sobre sus efectos

Efectos de la nicotina en el cerebro

En la serie de Sherlock Holmes que protagoniza Benedict Cumberbatch, el famoso detective usa unos parches de nicotina para pensar mejor. ¿Cuánto hay de cierto en ello? ¿Puede esta sustancia estimular el funcionamiento cognitivo? ¿Es capaz de afilar tu mente y mejorar tu memoria? Y, lo que es aún más importante: ¿cuáles son los efectos de la nicotina en el cerebro? Los neurocientíficos ya se han planteado esas preguntas y han encontrado algunas respuestas interesantes, aunque todavía no son definitivas.

El uso de los primeros parches de nicotina

Todo se remonta a 1984, cuando tres investigadores estadounidenses, Jed Rose, Murray Jarvik y Daniel Rose desarrollaron un parche transdérmico de nicotina que probaron en ellos mismos. Utilizaron sus propias respuestas fisiológicas para demostrar que era seguro y poder pasar a la fase de ensayo clínico en personas fumadoras.

Aquel parche liberaba nicotina medicinal en cantidades pequeñas pero continuas a través de la piel. Por tanto, su principal objetivo era ayudar a reducir los síntomas de abstinencia mientras las personas se deshacían de su hábito de fumar.

A diferencia del tabaco, la terapia de reemplazo de nicotina – como se le conoce científicamente – no contiene los otros componentes tóxicos que se encuentran en el tabaco, por lo que se considera menos dañina para la salud. Además, facilita el control de la dosis, permitiendo ir reduciendo la dependencia gradualmente.

Por esos motivos, no es extraño que los parches de nicotina se hayan popularizado como un tratamiento para dejar de fumar. Su uso creciente también ha hecho que los científicos descubran otros posibles beneficios de la nicotina en el cerebro, hasta hace poco desconocidos.

Nicotina para mejorar la concentración

Cuando queremos concentrarnos y mantenernos despiertos y alertas, solemos recurrir a una taza de café. Sin embargo, un estudio realizado en la Universidad de Medicina del Deporte de China concluyó que “la nicotina es beneficiosa para el estado de ánimo y la cognición en los seres humanos”. Estos investigadores comprobaron que mejora las funciones cognitivas y estimula el funcionamiento cerebral.

Básicamente, cuando la nicotina entra en el cuerpo en dosis bajas, actúa como un estimulante ya que aumenta el ritmo cardíaco y la presión arterial mientras acelera la respiración.

A nivel cerebral, la nicotina influye fundamentalmente en el sistema dopaminérgico-mesolímbico, que es el responsable de regular el estado de ánimo, la motivación y el refuerzo de las actividades placenteras. Eso explica por qué la nicotina es adictiva, pero también da una pista sobre el mecanismo a través del cual mejora la concentración.

De hecho, otra investigación desarrollada en el Instituto Nacional de Consumo de Drogas de Baltimore constató que la nicotina es eficaz para mejorar la atención y la orientación, acelerar el tiempo de reacción y lograr que la memoria a corto plazo y de trabajo sean más precisas.

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¿Cuál es su secreto? La nicotina suplanta al neurotransmisor acetilcolina, que está implicado en el aprendizaje y la memoria. Por esa razón, se está estudiando su impacto en enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer o incluso en trastornos psiquiátricos como la esquizofrenia.

¿Una aliada para prevenir la demencia?

Probablemente una de las vías de investigación más prometedoras sobre la nicotina tiene que ver con su efecto sobre el deterioro cognitivo leve. En este sentido, un estudio publicado en la revista Science sugiere que la nicotina podría prevenir el proceso de agregación de la proteína beta amiloide, la cual forma placas dañinas en el cerebro de los pacientes con Alzheimer.

Esas placas inhiben la función mitocondrial, lo que favorece la formación de especies reactivas de oxígeno y estimula los procesos inflamatorios. Según la hipótesis colinérgica, el deterioro cognitivo característico del Alzheimer proviene precisamente de las deficiencias en la neurotransmisión colinérgica central debido a la pérdida de acetilcolina. En ese caso, la nicotina podría ser beneficiosa ya que emula la acción de ese neurotransmisor.

Otra investigación realizada en la Vanderbilt University con 663 personas que tenían deterioro cognitivo leve o que padecían Alzheimer reveló que los parches de nicotina “mejoraron significativamente la atención, la memoria episódica y el funcionamiento general con efectos secundarios mínimos en los participantes con deterioro cognitivo leve”. De hecho, también se está investigando su uso en pacientes con Parkinson.

Nicotina para pensar mejor y tratar los trastornos psicóticos

Hace algunos años, algunos médicos constataron que entre el 80-90% de las personas con esquizofrenia fuman y muchos son fumadores empedernidos, algo que los hizo sospechar de que se estaban “automedicando”.

Un estudio publicado en la revista Nature Medicine refuerza esa hipótesis. Aunque fue realizado con animales, los investigadores constataron que la nicotina podría, efectivamente, reducir los síntomas asociados a la hipofrontalidad, que implica una reducción de la activación neuronal en la corteza prefrontal del cerebro.

Se cree que la hipofrontalidad es la causa fundamental de muchas de las deficiencias cognitivas que experimentan las personas con esquizofrenia y otros trastornos psicóticos, como los problemas de atención, la dificultad para recordar las cosas, comprender las explicaciones verbales y tomar decisiones racionales.

De hecho, también se están estudiando los posibles beneficios de la nicotina en los adultos con déficit de atención e hiperactividad. Una de las teorías que explican este trastorno hace referencia a una deficiencia en los genes responsables de regular la dopamina, por lo que la acción de la nicotina sobre el sistema colinérgico podría mejorar su rendimiento cognitivo supliendo dicha carencia.

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Entonces, ¿la nicotina es buena para el cerebro o tiene letra pequeña?

Lo cierto es que se necesitan más investigaciones para comprobar los potenciales efectos beneficiosos de la nicotina en el cerebro y es importante tener en cuenta que, bajo ningún concepto se recomienda el consumo de tabaco. Las investigaciones clínicas se realizan con parches de nicotina.

También es fundamental aclarar que la nicotina no es completamente inocua, a pesar de que sea una sustancia que se encuentra presente de manera natural en las hojas del tabaco o incluso en plantas como las berenjenas, los pimientos, los tomates y la coliflor – aunque en cantidades más pequeñas.

La nicotina puede afectar el endotelio y promover la aparición de arterioesclerosis. En grandes cantidades también puede aumentar el riesgo de desarrollar una adicción, provocar trastornos del estado de ánimo y disminuir el control de los impulsos. Incluso puede trastocar las sinapsis, llegando a afectar precisamente las áreas del cerebro relacionadas con la atención y el aprendizaje.

Un estudio realizado en la Universidad de Amberes reveló que la clave podría estar en la dosis. Según estos investigadores, existe una relación en forma de U invertida entre la nicotina y el rendimiento cognitivo. O sea, niveles más bajos de nicotina proporcionan beneficios mayores, pero niveles más elevados producen una sobreestimulación y deterioran las funciones intelectuales.

En cualquier caso, si estás pensando en usar los parches de nicotina para dejar de fumar, es conveniente que consultes a tu médico y lo hagas bajo supervisión profesional. El uso medicinal de la nicotina se está investigando, por lo que todavía no existen respuestas concluyentes.

Referencias Bibliográficas:

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Heishman, S. J. Kleykamp, B. A. & Singleton, E. G. (2010) Meta-analysis of the acute effects of nicotine and smoking on human performance. Psychopharmacology; 210: 453–469.

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Rose, J. E. Jarvik, M. E. & Rose, K. D. (1984) Transdermal administration of nicotine. Drug Alcohol Depend;13(3): 209-213.

¿La nicotina es buena para el cerebro? Lo que dice la ciencia sobre sus efectos

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