La «motosierra» del presidente argentino Javier Milei sigue a pleno rendimiento eliminando aquellos subsidios estatales que resultan innecesarios y que suponen un gasto que Argentina no se puede permitir y menos en estos momentos, dada la situación de pobreza severa que sufre el país desde hace años. En esta ocasión, ha sido su portavoz, o vocero presidencial, Manuel Adorni el que ha anunciado en qué consiste la medida tomada por el ejecutivo del presidente Milei incluida en el Decreto 984/2024. En el siguiente vídeo podemos ver la declaración completa:
Como ya menciona justo al principio del vídeo, el portavoz del presidente anuncia que en este Decreto se elimina el «subsidio anticipado para producciones audiovisuales» para medios electrónicos, una prestación perteneciente al INCAA (Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales). Esta medida se aplica a aquellas películas que se comercializan a través de streaming, como menciona Adorni. El motivo sería que muchos productores, previendo que iban a tener pocas visualizaciones en el cine, abusaban de este sistema y pedían el subsidio anticipado para hacer películas en DVD o subirla a plataformas de streaming, cobrando así un promedio de 50.000 dólares sin siquiera tener la película acabada. También menciona el portavoz argentino que, en muchos casos, la película ni siquiera llegaba a producirse y el dinero no era devuelto.
A partir de ahora, en lugar de dar subsidios anticipados o «fiesta anticipada», como lo ha calificado Adorni, lo que harán será dar créditos a tasa de plazo fijo del Banco Central de Argentina a 90 días. Con lo cual, si la película finalmente consigue atraer el interés del público, podrán pagar el crédito con esos recursos generados. Por otro lado, también menciona Adorni que la eliminación de este subsidio anticipado en nada afecta a otro subsidio sobre el cine, en concreto el llamado «subsidio por sala», donde si la película consigue atraer público y tiene éxito comercial, el Estado paga un porcentaje sobre la recaudación obtenida por dicha película, con lo cual el subsidio que recibirían los productores sería proporcional al éxito de las películas.
En esta línea, para poder recibir dicho subsidio por sala se deberá acreditar un mínimo de audiencia por película, algo que hasta ahora no se estaba haciendo, y no sólo eso, sino que no se ponía ninguna condición para recibir dicho subsidio. A partir de ahora se tendrán que acreditar un mínimo de 10.000 reproducciones en «plataformas pagas» para poder recibir este subsidio destinado a las producciones que se emiten por los distintos medios electrónicos. Esta medida busca no sólo incentivar la creación de contenido que la gente si quiere consumir sino también evitar la financiación de aquellas producciones de baja audiencia, como las que el propio portavoz enumera que encontraron en el último año donde 40 películas tenían menos de 1.000 espectadores, dando algunos ejemplos: Cinensangre/Cinenzonda con sólo 206 espectadores, Después de un buen día con 175 espectadores, Partió de mí un barco llevándome, con 80 espectadores, 300 metros cuadrados y 8 ventanas con 4 espectadores y, por último, Puerto Deseado con la friolera de 3 espectadores.
Otro dato interesante que podemos leer en el propio Decreto 984/2024, es que en los últimos diez años se ha observado como el cine argentino cada vez interesa menos a los propios argentinos. Mientras en el año 2014 el cine argentino era visto por el 17,84% del total de espectadores, en el año 2023 este porcentaje descendió al 7,35%. En línea con lo que hemos mencionado antes, en el año 2023 de las 236 películas estrenadas con el subsidio del INCAA, tan sólo cuatro de ellas superaron los 100.000 espectadores, sólo 13 películas lograron tener más de 10.000 espectadores, 100 de estas producciones no llegaron a los 1.000 espectadores, 4 películas no llegaron a 20 espectadores y una película (ya mencionada antes) tan sólo tuvo 4 espectadores. Con lo cual, vemos que más de la mitad de estas 236 películas consiguieron menos de 1.000 espectadores.
Todos estos recortes de gastos innecesarios se encuadran en un proceso de reestructuración del INCAA, donde se ha pasado de tener 730 empleados y 8 edificios, a tener 350 empleados y 4 edificios. También se ha pasado de tener 2 millones de dólares de déficit a registrar un superávit de 4 millones de dólares. O, dicho de otra forma, el INCAA habría reducido su personal y propiedades a la mitad y, al mismo tiempo, habría pasado de tener 2 millones de déficit a tener 4 millones de superávit. A esto hay que sumar que se pasó de nueve gerencias a cuatro, y se redujo el equipo de comunicación y prensa de 30 personas a tan sólo una persona. En palabras de Manuel Adorni: «Lo que se hizo en el INCAA es una transformación necesaria para que deje de ser una caja negra más de la política, premiando no el talento, sino (tal vez) el amiguismo ideológico».
En definitiva, vemos como el Gobierno de Milei sigue profundizando en su plan por recortar al máximo posible los gastos no esenciales del Estado y por premiar, en este caso, aquellas producciones cinematográficas que el público argentino está mas interesado en ver, al contrario de lo que venía sucediendo hasta ahora. Tal vez Milei no se esté ganando con esto la simpatía de las celebridades argentinas, aunque seguramente no las tuviera de su lado, pero sí está cumpliendo con lo que prometió a sus votantes. Parafraseando al propio Milei: «Derroche de gasto, ¡afuera!».