Entre las cosas que vio en la base, afirma que había un extraño orbe metálico que levitaba.
En una impactante entrevista para el canal de Jesse Michels, el boina verde Randy Anderson compartió un testimonio que podría cambiar nuestra percepción de la realidad.
Anderson, originario de Pittsburgh y criado en Las Vegas, comenzó su carrera como bombero antes de unirse al Ejército, donde se destacó como un soldado de élite. Su formación rigurosa, que incluyó la aprobación de cursos altamente selectivos como el SEER y la calificación de las Fuerzas Especiales, lo convierte en una fuente confiable.
Todo esto significa que lo declarado a continuación está respaldado por documentación oficial de su historial militar.
Un orbe flotante, ¿mando de nave alienígena?
Durante una capacitación en armas avanzadas en 2014, realizada en una instalación subterránea de la Base Naval de Guerra de Superficie Crane en Indiana, Anderson, junto a un compañero, afirmó haber ingresado a una sala donde un cartel indicaba literalmente: «Tecnología de otro mundo».
«Comenzamos a entrar en esta sala, y todo en ese lugar mostraba un nivel significativamente superior de tecnología. La iluminación era distinta, mucho más avanzada, y las paredes parecían estar recubiertas con algún tipo de material especial, quizá algo similar a un blindaje de Faraday. Todo tenía un nivel de detalle mucho más sofisticado que lo habitual; era como si estuviera en otro mundo», describió.
«El primer objeto que vimos era una esfera metálica del tamaño de un balón de baloncesto, que flotaba sobre un podio, dejando un espacio visible entre la esfera y la superficie del pedestal. Recuerdo haberme movido para intentar observar desde diferentes ángulos, tratando de entender cómo estaba ocurriendo aquello», dijo. «Lo que más me impactó fue el aspecto del metal. Su apariencia era completamente antinatural, como nada que hubiera visto antes. Simplemente, no parecía algo de este mundo; encajaba perfectamente con la idea de tecnología extraterrestre».
«Al mirar aquel objeto, sentí una mezcla de incomodidad y desasosiego, como si algo ominoso rodeara a esa esfera. Esa sensación, ese impacto, es algo que nunca olvidaré», añadió.
Los instructores que acompañaban a Anderson le informaron que la esfera fue recuperada de una nave estrellada. Además, se sugirió que el objeto podría interactuar con la consciencia humana, sirviendo como un mecanismo de control para el vehículo del que provenía.
Un artefacto con jeroglíficos en movimiento
Sin embargo, el asombro de Anderson no terminó ahí. Otro objeto captó su atención, y su diseño era igualmente extraordinario.
«El siguiente objeto que observamos era otro artefacto metálico. Tenía un diseño peculiar, y aunque no logré verlo completamente desde todos los ángulos, parecía algo que podrías tomar con la mano o tal vez colocarte en el brazo, como si estuviera diseñado para ser utilizado de esa forma. Lo más cercano que podría describir sería un brazalete o un guantelete, aunque también podría haber sido algo similar a un escudo pequeño», detalló.
La base Wright-Patterson es el centro de los esfuerzos de ingeniería inversa más avanzados de la Fuerza Aérea relacionados con tecnología fuera de este mundo, mientras que la Base Naval de Guerra de Superficie Crane es el equivalente de la Marina en este ámbito. Ambos lugares están ubicados a solo 3 horas de distancia en automóvil.
«Este objeto contaba con una especie de pantalla rectangular de apariencia cristalina. No estoy seguro si realmente era una pantalla, pero su forma y posición sugerían esa posibilidad. A diferencia de la esfera anterior, este objeto no flotaba; estaba apoyado sobre una mesa».
Mientras lo observaba, Anderson notó que algo aún más desconcertante.
«Encima de la pantalla había símbolos que parecían jeroglíficos. Esos símbolos no eran estáticos; parecían cambiar y transformarse dinámicamente. La mejor manera de describirlos sería como una escritura desconocida, algo que nunca antes había visto», dijo.
¿Por qué le mostraron estos objetos?
El boina verde reconoce que hasta el día de hoy no sabe por qué le mostraron estos objetos en ese momento. No obstante, se pueden inferir algunas posibilidades basadas en el contexto de su relato:
Evaluación de su reacción: Anderson menciona que el ambiente en la sala y el comportamiento de los instructores parecían diseñados para observar cómo él y su compañero respondían ante lo que estaban viendo. Esto sugiere que podría haber sido una prueba o evaluación psicológica para medir su reacción ante tecnología avanzada y posiblemente no terrestre.
Perfil profesional: Como boina verde con experiencia en armamento avanzado, Anderson era un experto en identificar, analizar y manejar sistemas de armas. Es posible que los responsables de la instalación quisieran obtener su opinión o perspectivas técnicas sobre estos artefactos, aunque también podría haber sido una forma de evaluar sus habilidades en un entorno altamente confidencial.
Exposición selectiva: El hecho de que fueran llevados a una instalación subterránea con niveles excepcionales de seguridad podría indicar que el acceso a estos objetos formaba parte de un programa de información compartimentada. Esto podría estar relacionado con un esfuerzo por identificar personal que tuviera ciertas capacidades, como habilidades analíticas, control emocional o incluso sensibilidad para interactuar con tecnología exótica.
Test para posibles interacciones conscientes: Uno de los objetos, la esfera flotante, fue descrito como interactuando con la consciencia humana, lo que sugiere que Anderson y su compañero pudieron haber sido seleccionados para evaluar si mostraban algún tipo de respuesta única o habilidad en su presencia.
Impacto y necesidad de divulgación
Anderson confesó que esta experiencia transformó su visión del mundo y lo llevó a explorar más profundamente el fenómeno OVNI y los misterios del universo. Inspirado por otros denunciantes como David Grusch, decidió compartir su historia para fomentar la transparencia y la preparación pública frente a estas realidades desconocidas.
«Esto podría redefinir cómo entendemos nuestro lugar en el universo», concluyó, subrayando la importancia de enfrentar estos temas con apertura y responsabilidad.
Por MysteryPlanet.com.ar.
Boina verde afirma que vio «tecnología de otro mundo» en una instalación subterránea clasificada