La información que nos proporciona este segmento pertenece, claramente, a un viaje espacial del mismo Enlil. En este primer segmento, se nos da un esbozo geométrico preciso de dos triángulos conectados por una línea que gira en ángulo. La línea representa una ruta, pues la inscripción afirma con claridad que el esbozo muestra cómo «la deidad Enlil iba por los planetas».El punto de salida es el triángulo de la izquierda, que representa las partes más alejadas del sistema solar; la zona objetivo está a la derecha, donde todos los segmentos convergen hacia el punto de aterrizaje.El triángulo de la izquierda, que aparece con la base abierta, se parece a un conocido signo de la escritura pictográfica de Oriente Próximo; su significado se puede interpretar como «el dominio del soberano, el país montañoso». El triángulo de la derecha viene identificado por la inscripción shu-ut il Enlil («Camino del dios Enlil»); este término, como ya sabemos, identifica a los cielos septentrionales de la Tierra. La línea angulada, por tanto, conecta lo que creemos que debió ser el Duodécimo Planeta -«el dominio del soberano, el país montañoso»- con los cielos de la Tierra. La ruta pasa entre dos cuerpos celestes -Dilgan y Apin.
Algunos expertos sostienen que estos eran los nombres de estrellas distantes o partes de constelaciones. Si las actuales naves espaciales, tripuladas y no tripuladas, navegan a través de situaciones «fijas» predeterminadas por brillantes estrellas, no se puede descartar que los nefilim utilizaran una técnica de navegación similar.Sin embargo, la idea de que estos dos nombres se aplicaran a tales estrellas distantes no parece encajar con el significado de sus nombres: DIL.GAN significa, literalmente, «la primera estación», y APIN, «donde se establece el curso correcto».Los significados de los nombres indican estaciones en el camino, puntos por los que hay que pasar. Estamos más de acuerdo con autoridades como Thompson, Epping y Strassmaier, que identificaron a Apin con el planeta Marte. Si es así, el significado del esbozo se aclara: la ruta entre el Planeta del Reino y los cielos de la Tierra pasaba entre Júpiter («la primera estación») y Marte («donde se establece el curso correcto»).Esta terminología, por la cual se relacionaban los nombres descriptivos de los planetas con su papel en el viaje espacial de los nefilim, se adecua a los nombres y epítetos de las listas de los Siete Planetas Shu. Como si se hubiera hecho para confirmar nuestras conclusiones, la inscripción que afirma que ésta era la ruta de Enlil aparece debajo de un fila de siete puntos -los Siete Planetas que hay entre Plutón y la Tierra. No sorprende, por tanto, que los cuatro cuerpos celestes que restan, los de la «zona de confusión», se muestren por separado, más allá de los cielos septentrionales de la Tierra y de la banda celeste. En el resto de segmentos no deteriorados de la tablilla, se hace evidente también que nos encontramos ante un mapa del espacio y un manual de vuelo. Siguiendo en la dirección opuesta a las manecillas del reloj, la parte legible del siguiente segmento lleva la inscripción: «tomar tomar tomar lanzar lanzar lanzar lanzar completar completar». En el tercer segmento, donde se ve una parte de la inusual forma elíptica, las inscripciones legibles son «kakkab SIB.ZI.AN.NA … enviado de AN.NA … divinidad ISH.TAR», y la intrigante sentencia: «Deidad NI.NI supervisor del descenso».En el cuarto segmento, que tiene lo que parecen ser indicaciones sobre cómo establecer el destino de uno en función de cierto grupo de estrellas, la línea de descenso se identifica, concretamente, con la línea de horizonte: la palabra cielo se repite once veces bajo la línea.¿Acaso este segmento no representará una fase del vuelo cercana a la Tierra, cercana al lugar de aterrizaje? Éste podría ser, de hecho, el sentido de la leyenda que aparece sobre la línea horizontal: «colinas colinas colinas colinas cima cima cima cima ciudad ciudad ciudad ciudad». La inscripción que hay en el centro dice: «kakkab MASH.TAB.BA [Géminis] cuyo encuentro está fijado; kakkab SIB.ZI.AN.NA [Júpiter] proporciona el conocimiento».Si, como parece ser el caso, los segmentos se disponen en una secuencia de aproximación, uno casi puede compartir la excitación de los nefilim cuando se acercaban al espaciopuerto de la Tierra. El siguiente segmento, que identifica de nuevo la línea de descenso como «cielo cielo cielo», dice también: Nuestra luz nuestra luz nuestra luz cambio cambio cambio cambio observa el sendero y el alto suelo …tierra llana…La línea horizontal tiene, por vez primera, cifras: cohete cohete cohete ascenso 40 40 4040 40 20 22 22 planear. La línea superior del siguiente segmento ya no dice «cielo cielo», sino «canal canal 100 100 100 100 100 100 100». Se puede discernir un patrón en este segmento, en gran medida deteriorado. A lo largo de una de las líneas, la inscripción dice: «Ashshur», que puede significar «El que ve» o «ver».El séptimo segmento está demasiado deteriorado para poder examinarlo; las pocas sílabas discernibles que tiene significan «distante distante … avistar avistar», y las instrucciones dicen «presionar abajo». El octavo y último segmento, sin embargo, está casi completo. Las líneas direccionales, las flechas y las inscripciones marcan un sendero entre dos planetas. Las indicaciones de «remontar montaña montaña», muestran cuatro grupos con cruces, donde pone dos veces «combustible agua grano» y dos veces «vapor agua grano». ¿Sería en este segmento donde se hablaría de la preparación para el vuelo hacia la Tierra, o trataría del abastecimiento para el vuelo de regreso al Duodécimo Planeta? Quizás se tratase de lo último, pues la línea con la flecha puntiaguda que apunta hacia el lugar de aterrizaje en la Tierra tiene, en su otro extremo, otra «flecha» apuntando en dirección opuesta, y con la leyenda «Retorno».
http://veritas-boss.blogspot.com.es/2012/05/mapa-espacial-sumerio.html
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