La London School of Economics dice que las descargas no son la causa de la caída de las ventas musicales

Las descargas tienen un efecto sobre las ventas que es estadísticamente cercano a cero. Nuestras estimaciones no son compatibles con las afirmaciones de que las descargas son la principal razón del descenso en las ventas musicales durante nuestro período de estudio

Las descargas no son el problema del descenso de ventas musicales. La London School of Economics (LSE) ha publicado un estudio en el que se constata que los argumentos esgrimidos por la industria del entretenimiento tienen unos fundamentos falsos, dado que obvian otros factores que no tienen nada que ver con las redes P2P o el intercambio de archivos.

El informe contiene una comparación contra la que no cabe réplica. Los economistas londinenses han hecho el estudio, entre otras cosas, con personas que no tuvieron acceso a un ordenador y, como consecuencia, tampoco a Internet ni a las descargas. Resulta que, en ese caso, la venta de música ha caído exactamente igual que ha ocurrido con quien tiene contacto con equipos informáticos cada día.

La conclusión del LSE se respalda con factores externos a las descargas. La economía mundial es distinta a la de hace unos años, lo que conlleva cambios en el mercado. En este sentido, el estudio destaca el descenso general en las rentas de los consumidores lo que se traduce de forma directa en un gasto menor en el sector del entretenimiento.

 

Es evidente que los ingresos por ventas musicales y de cultura general han descendido. Sin embargo, hay un gran salto hasta adjudicar la culpa a las descargas. Se tarta de una falsa dicotomía, donde se limitan las causas de la crisis del modelo de negocio al intercambio de archivos. Como dice el informe, existen otras variables que influyen de forma directa en la toma de decisiones a la hora de comprar un producto o no hacerlo.

Lo mismo ocurre cuando se afirma que si un ciudadano se baja un disco, inmediatamente está dejando de pagar por él. Falso dilema: ¿Quién dice que esa persona lo hubiera comprado? ¿Quién dice que, al haberlo escuchado, no lo compre? ¿Quién dice que, al haber conocido a ese grupo, no vaya a sus conciertos?

Hace más de cinco años, la universidad de Harvard y la de Carolina del Norte llegaron exactamente a la misma conclusión: las descargas tienen un efecto de estadísticamente cero en las ventas. Claro está, la Asociación de Industrias Discográficas de América (RIAA, por sus siglas en inglés) mostró su desacuerdo.

La diferencia entre estudios como el del London School of Economics o el de Harvard y los que presentan la RIAA, la MPA o la SGAE reside principalmente en el papel que juegan dichas asociaciones en el mercado. Por una parte, unos no tienen nada que ver con el negocio, son simples analistas que arrojan datos sobre un ámbito ajeno a ellos. No obstante, los otros son parte activa en las presiones empresariales y, de hecho, son los impulsores de las medidas contra las descargas. ¿Hace falta decir más?

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