El monte Nemrut, situado en Turquía, esconde bajo sus ruinas, el origen de aquellos que gobernaron el mundo en el pasado, y lo siguen dirigiendo en el presente.
Es una prueba viviente de que, ese lugar, es el verdadero origen de los diferentes dioses que han sometido al hombre durante toda su historia.
Estos seres, que se llamaron ellos mismos dioses, decían ser superiores al resto de los mortales, cubrían sus cabezas con tocados extraños, quizás pretendiendo esconder su diferencia al resto de los humanos.
Este lugar es la prueba de que todos los dioses de la humanidad han sido siempre los mismos, pero con diferentes nombres.
Símbolos como el águila y el león se encuentran en todas las culturas hasta nuestros días, y La gran conexión que tenían con las estrellas es un factor común entre todos ellos.