Archivo de la categoría: PSICOLOGÍA- CEREBRO

Adriana – Nadie sabe lo que es, hasta que descubre lo que puede hacer

Psicología/Valeria Sabater
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Cuando uno descubre por fin lo que hay más allá de la fronteras del miedo, del “tú no puedes” o del “tú no sabes” que nos inculcaron otros, nada puede detenernos. Porque la aventura de ser uno mismo en un mundo que se esfuerza cada día en que no lo consigamos, es sin duda el mejor de los logros.

Si pensamos en ello durante un momento, nos daremos cuenta de que vivimos en una sociedad que funciona a base de etiquetas. Es un mecanismo dañino para clasificar a las personas, para delimitarlas y alejarlas a su vez de su propia esencia. Su propia identidad. Lo peor de todo ello es que es algo que vivimos cada día en las escuelas, en los entornos laborales e incluso en nuestros núcleos familiares.

► Es mejor ser uno mismo que una mala copia de alguien más.

Es necesario que nos liberemos no solo de las “costras” de dichas etiquetas y de las atribuciones que otros han creado para nosotros. Para descubrir aquello que somos, para tocar con los dedos la grandeza que acontece en nuestro interior, hay que atreverse, hay que derrumbar los muros del miedo y la indecisión.

Porque la felicidad de ser uno mismo no aparece porque sí, es una lucha constante, un camino que se crea cada día avanzando más allá de la línea del miedo.

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Cuando uno descubre que puede decidir

“Para ser feliz hay que tomar decisiones”. Seguro que has oído esta frase más de una vez, pero…¿lo ponemos en práctica realmente? Para entender un poco mejor esta cuestión recordemos un instante de la novela “Alicia en el País de las Maravillas”, de Lewis Carroll. Estamos seguros de que te va a invitar a una sencilla reflexión.

En un momento dado, Alicia le hace la siguiente pregunta al gato de Chesire: “¿Podrías decirme, por favor, qué camino debo tomar para salir de aquí?”, a lo que el gato responde: “Eso depende del sitio al que quieras llegar”, “La verdad es que no me importa mucho”, indica Alicia. A lo cual, el gato de Chesire le responde lo siguiente “Entonces tampoco importa mucho el camino que tomes”.

¿Qué enseñanza obtenemos de esto?

Para ser nosotros mismos debemos ser congruentes en las decisiones que tomamos. Porque en un mundo en el que existen ilimitadas posibilidades hay que tener claras nuestras prioridades. De lo contrario, lo más probable es que nos acabemos perdiendo.

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Para conseguirlo, vale la pena poner en marcha los siguientes mecanismos:

Las expectativas que los demás tienen sobre nosotros nos determinan muchas veces sobre los caminos que debemos tomar Se “apropian” de pedacitos de nuestra vida hasta dejarnos sin voz ni voto. No lo permitas, descubre cuáles son tus prioridades y reclámalas, lucha por ellas. Puedes y debes decidir por ti mismo.

Decir “NO” a los demás cuando así lo creemos necesario, no es un acto de egoísmo, es un acto de autorrespeto, de necesidad vital. Quien descubre el valor de dar una negativa a tiempo se libera de increíbles pesos que vetaban la entrada a muchos de esos sendero soñados.

Si no sabes aún cuál es tu camino vital atiende a tus valores (a los tuyos y a los de nadie más) y escucha a tu corazón (al tuyo y de nadie más). Las palabras que te revelen serán la brújula en tus mapas personales del día a día.

Todo aquello que puedes hacer

Pasamos gran parte de nuestra vida rodeados de juicios de valor. Esos que nos “dejan caer de forma gratuita” en nuestros contextos laborales, en nuestros círculos de amistad e incluso, por qué no, nuestras parejas. Tampoco podemos olvidar el ámbito familiar: padres y madres que etiquetan a sus hijos y programan sus futuros en base a determinados juicios de valor, en ocasiones, poco acertados.

► “Nunca es demasiado pronto ni demasiado tarde para que uno se ocupe de su propia alma”
-Epicuro-

Más tarde entramos en el complejo mundo educativo donde se nos juzga por notas y rendimiento, pero nunca por ese mundo interior que va más allá de las estructuras establecidas, esas que se empeñan cada día en decirnos lo que debemos hacer de acuerdo a lo que se espera de nosotros. Porque si has sacado un “4” en matemáticas, ni se te ocurra ser ingeniero.

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Muchos de nosotros crecemos dando una gran importancia a la opinión de los demás, tanto, que poco a poco creamos unas barreras defensivas y una zona de confort en la cual instalarnos, para poder seguir así esos parámetros que los demás han creado para nosotros.

Carl R. Rogers, célebre psicólogo humanista, nos indicaba que no hay nada más desesperante que intentar ser lo que otros esperan, dejando de ser lo que uno desea. Es una incongruencia vital que nos enferma y nos apaga. Por ello, valdría la pena pensar unos instantes en las siguientes ideas.

Nadie descubre lo que es hasta que se da cuenta de todo lo que puede hacer, pero para ello, es necesario propiciar nuestras propias oportunidades. Atrévete por ejemplo a cambiar de escenarios, ponte a prueba y descubre hasta dónde puedes llegar.

Josh Billing fue un conocido humorista y escritor del siglo XIX que solía recomendar lo siguiente “sé como un sello, pégate a una cosa y no te detengas hasta que no llegues a tu destino”.

Esto mismo es lo que deberíamos poner en práctica. Así que no olvides encender la luz de tu autoestima, explorar todos los rincones de tu alma para recordar tus sueños y, por encima de todo, prestar más atención a tus necesidades.

Aida. Ten siempre una ilusión que ilumine tu vida

por La Mente es Maravillosa

Ten siempre una ilusión que ilumine tu vida

Ten siempre una ilusión que ilumine tu vida

La energía es el motor de cualquier vida y no hay mayor causa motora que la ilusión para provocar un efecto en nuestras acciones.Ella nos guía desde que somos pequeños y comenzamos a tener uso de conciencia por las pequeñas cosas, impulsándonos a llegar más allá de los límites que nos creemos tener.

Por eso no podemos vivir sin ilusiones que se renueven constantemente y nos conduzcan a nuestros sueños. Si quieres ser actriz, adoptar un niño, montar una empresa, no importa, inténtalo. ¿Quién te dice que no puedes? La ilusión que pongas en ello te llevará más cerca de la recompensa y puede que incluso te demuestre que eres capaz de conseguirla.

Ni siquiera yo, ¿vale? Si tienes un sueño, tienes que protegerlo. Las personas que no son capaces de hacer

algo te dirán que tú tampoco puedes. Si quieres algo ve por ello y punto”

-Película: En busca de la felicidad

Huele cada ilusión como si nunca lo hubieras hecho, saboréala como si fuera la primera vez que hubieras probado algo igual,disfrútala como si fuera únicamente tuya y siéntete llena: no dejes nunca que se apague, pues va a ser la luz más grande que vas a tener siempre.

La doble cara de la ilusión

Tener ilusiones es completamente irracional, de ahí su adrenalina y peligro al mismo tiempo. Sobre todo porque, si las expectativasno se cumplen, probablemente sentiremos que hemos fracasado. Justamente esto es lo que nos ha llevado siempre a pensar que hay personas muy “ilusas” que pasan la mayor parte del tiempo sin tocar el suelo, de manera que cuando caen, la caída siempre es más dolorosa.

Tarde o temprano todos pasamos alguna vez por ese momento de fantasía personal en el que la ilusión se apodera de nuestra mente y no nos deja pensar con claridad: nos movemos con el corazón, de manera que el riesgo de acertar o fallar se equilibra. Ese es el problema de su otra cara, que la razón pierde control sobre nuestras acciones.

Mujer pensando

Mi mayor ilusión es seguir teniendo ilusiones

Más allá de ese matiz negativo, no podemos levantarnos por la mañana si no tenemos una ilusión por la que enfrentar el día: el cuerpo necesita de esa positividad y de esa fuerza anímica para mantenerse en pie y conseguir las metas que le hemos marcado.

“Hay algo que da esplendor a cuanto existe,

y es la ilusión de encontrar algo a la vuelta de la esquina”

-G. K. Chesterton-

No es cierto aquello de que “de ilusiones vive el tonto”, lo que es verdad es que sin ilusiones no se vive. Nos damos cuenta de esto cuando estamos en un mal momento y nos decimos: “necesito recuperar la ilusión”. Un trabajo nunca estará del todo bien hecho si no tiene las ganas suficientes, una relación no funcionará sin esperanza, no alcanzaremos un reto si no existe una motivación verdadera para conseguirlo.

Chica con el pelo largo feliz

Esa es realmente la razón por la que no podemos negarnos a ellas. El futuro lleno de ilusiones es probable que llegue a ser totalmente incierto, pero son ellas la energía que nos conduce hacía él. Sin ilusión el futuro es un presente indefinido y un camino cansado, una órbita de adversidades que no querríamos enfrentar.

He perdido la ilusión, ¿cómo la recupero?

A veces ocurre, tristemente algo nos golpea tan fuerte que nuestras ganas por todo desaparecen por completo. Cuando esto pasa, el estado anímico nos pide a gritos que le socorramos y le demos otra oportunidad; pero, ¿cómo podemos lograrlo? Veamos algunas formas:

  • Marquemos un orden y establezcamos prioridades: es muy difícil que consigamos encontrar de nuevo la motivación por nuevas experiencias si antes tenemos la vida en un completo desorden. Es muy beneficioso, entonces, pararnos a reflexionar acerca de lo que de verdad tiene más importancia para nosotros y sobre qué tendría quedar en un segundo plano.
  • Acudamos a un especialista si lo creemos necesario: en ocasiones la desilusión es tan grande que no somos capaces nosotros solos de salir del hueco de vacío en el que estamos, por lo que quizá recurrir a personas que quieren y pueden ayudarnos nos vendría muy bien.
“La diferencia entre el pasado, el presente y el futuro es sólo una ilusión persistente”.
-Albert Einstein-

Mujer dando la mano a un psicólogo

  • Busquemos actividades que nos gusten: hay millones de maneras de invertir nuestro tiempo y somos más felices cuando lo hacemos en algo que nos gusta. Ocupemos nuestra mente en eso que puede llenarnos, descubramos actividades nuevas porque es probable que encontremos alguna que sea “vocacionalmente de nuestra medida”.
  • Las metas mejor a corto plazo: los planes y los sueños se van cerrando poquito a poco. Prácticamente nadie ha conseguido eso que tanto anhelaba de un solo paso, si no que ha caminado despacio y ha ido recogiendo los frutos de pequeñas metas. Eso nos ayudará a ir ganando en autoestima y superación personal.

Por qué nos olvidamos de las cosas

http://www.eduardpunset.es/116/general/por-que-nos-olvidamos-de-las-cosas

Ya sabíamos que el sueño no equivale a una parada de actividad del cerebro. Cuando nos vamos a dormir, el cerebro sigue trabajando sin que, hasta ahora, supiéramos muy bien en qué. Se acaba de descubrir que la mosca del vinagre –que, genéticamente, se parece mucho a nosotros– controla el sueño desde una región cerebral que está íntimamente ligada a lamemoria y al aprendizaje. Casi con seguridad, la mosca aprovecha el sueño para aprender lo que ha memorizado durante el día.

Cuando nosotros imaginamos despiertos, estamos visualizando y sintiendo como si realmente estuviéramos viendo –una nube, un paseo por el campo o un partido de tenis–, con una única diferencia: no activamos el sistema motor. No abrimos los ojos para ver la nube, no caminamos ni le damos a la pelota en el partido de tenis visualizado. Igual que en los sueños. Deportistas de élite, músicos y hasta enamorados pueden practicar soñando –como hacen las moscas del vinagre– y, además, también imaginando. Realmente, el que no aprende es porque no quiere: puede hacerlo en clase, imaginando y, en última instancia, soñando.

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“Borramos los recuerdos insulsos que compiten
por sobrevivir frente a aquellos recuerdos
asociados a un objetivo relevante”.
(Ilustración
de Fernando Pinillos.
)

Otro descubrimiento reciente tiene que ver con el poder regenerador del olvido. ¿Cuántas veces hemos lamentado haber olvidado un nombre, el PIN del teléfono y hasta una cara? Se suele decir que con la edad uno se vuelve olvidadizo. Lo que ocurre, según una investigación muy reciente, es que borramos los recuerdos insulsos que compiten por sobrevivir frente a aquellos recuerdos asociados a un objetivo relevante en la vida del individuo y que se asentaron en la memoria a largo plazo. Borrar recuerdos competitivos en el día a día confiere mayor capacidad cognitiva para preservar los importantes.

¿Quiere esto decir que siempre olvidamos lo que no es importante para uno y sí para el otro miembro de la pareja? Un cumpleaños, por ejemplo, o un aniversario. “Siempre te olvidas de lo que para mí es muy importante”, le dice con cierta tristeza y resentimiento uno de los dos al otro. En realidad se suele tratar, efectivamente, de recuerdos competitivos y poco importantes para nosotros, en relación a aquellos recuerdos que, a través de mecanismos cerebrales constantes y extremadamente complejos, se han labrado un sitio perdurable en la memoria a largo plazo; el recuerdo de lo que no se olvida durante muchos años e incluso toda una vida. No hay mal que por bien no venga si un olvido de fechas fortalece la memoria de las emociones o los acontecimientos que debieran durar toda la vida.

El mayor conocimiento de la memoria a largo plazo está permitiendo también saber algo más acerca del aprendizaje. Como nos demuestran los niños, éste es un largo proceso que no puede improvisarse –como siguen creyendo muchos estudiantes– en una noche sin dormir.

Recientemente, los medios de comunicación se han hecho eco de las ventajas para un niño de andar a gatas. No importa demasiado cuándo sepa caminar de pie. Gateando está aprendiendo a orientarse y, sobre todo, a funcionar simultaneando dos metas: sus brazos y la persona o cosa hacia la que se dirige. Sin ese aprendizaje previo, le sería imposible después aclararse con las tres dimensiones espaciales: adelante y atrás, a un lado y a otro y arriba y abajo. Un poco más tarde aprenderá la dimensión más enrevesada: la del tiempo, de cuya existencia los adultos siguen dudando mientras se entretienen, sin éxito, en compartimentarlo con cambios de horario, años bisiestos y meses alternos.

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Adriana – Sólo existe una persona capaz de limitar tu crecimiento.‏

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En un funeral, uno a uno los empleados agitados se aproximaban al ataúd, miraban al difunto y se quedaban unos minutos en el más absoluto silencio. Como si les hubieran tocado lo más profundo del alma.

Resulta que en el fondo del ataúd había un espejo, donde al mirar cada uno se veía reflejado, con el siguiente texto:

“Sólo existe una persona capaz de limitar tu crecimiento: ¡TU MISMO”!

Tú eres la única persona que puede hacer una revolución en tu vida. Tú eres la única persona que puede perjudicar tu vida, y la única que puede ayudarse.

Tu vida no cambia cuando cambia tu jefe, cuando tus amigos cambian, cuando tus padres cambian, cuando tu pareja cambia. Tu vida cambia, cuando tú cambias, eres el único responsable por ella. Examínate y no te dejes vencer.

El mundo es como un espejo, que devuelve a cada persona, el reflejo de sus propios pensamientos. La manera como tú encaras la vida es lo que hace la diferencia.

Adriana – Lo que nos enseña Cortázar sobre el amor

Arantxa Alvaro Fariñas

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Cortázar fue uno de los escritores más innovadores de su tiempo. Experimentó de forma continua con relatos cortos, prosa poética, narración breve y novela. Rompió todas las reglas clásicas de la escritura y la literatura con narraciones como la de Rayuela. Reflexionó mucho sobre el amor y hoy en día sus frases siguen siendo fuentes de inspiración para todos.

A lo largo de la historia se ha escrito mucho y de temas muy diversos, pero si ha habido una constante en ámbitos como la filosofía y la literatura, hablamos del amor. Miles de palabras se han derramado en textos de todas las épocas y nos han hecho soñar.

Las frases de Cortázar sobre el amor, son un ejemplo más de esa necesidad tan humana de entender el amor, de saber cómo amar, de no sufrir por amor. Cortázar convierte las palabras en poesía y nos enseña su visión del amor, del desamor, del recuerdo, del olvido.

Aprende a irte cuando es el momento
Uno de los errores más comunes en una relación de pareja cuando las cosas ya no van bien y no hay solución posible, es intentar continuar con esa relación que hace aguas y que ya no nos hace felices. Las rupturas y reconciliaciones se suceden durante un tiempo como un intento desesperado de salvar algo que ya no tiene salvación.

“Todo dura siempre un poco más de lo que debería”

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Poner fin a una relación requiere valentía y saber cuál es el momento oportuno. Si una persona no nos hace felices, seguir a su lado es un sufrimiento innecesario que no debemos alargar. Frena a tiempo, no dejes que la relación se deteriore, sé valiente y pon fin en el momento oportuno.

El amor es complicidad y reciprocidad
Si en tu relación de pareja das amor y recibes a cambio indiferencia y desprecio, no es una relación equilibrada o en la que exista una reciprocidad entre ambos. El amor es reciprocidad, estar al lado de la otra persona cuando lo necesita y que esa persona nos apoye en nuestros momentos más bajos.

“Si te caes te levanto y si no me acuesto contigo”

El amor es también complicidad porque no puede sobrevivir solo de la pasión, sino que necesita la amistad, la confianza más profunda para asentarse sobre bases sólidas. Si tu pareja no confía en ti o tú en ella, si hay solo sexo y no ha intimidad en todos los sentidos, algo no está funcionando bien y es hora de reflexionar.

Qué ocurre cuando el amor se termina
El desamor es muy difícil de asumir porque afecta directamente a nuestro ego. Sin embargo, a veces el amor se termina por muy distintos motivos y llega el momento de aprender y de saber que no se acaba todo, que la vida sigue adelante y que es hora de estudiar la lección y aprender de los errores que hayamos podido cometer.

“Cada vez iré sintiendo menos y recordando más”.

El sentimiento inicial de tristeza, las inmensas ganas de llorar tras una ruptura, poco a poco se irán sustituyendo por buenos recuerdos. El dolor irá desapareciendo y con el paso del tiempo, lento pero inexorable, cada vez nos sentiremos mejor.

El amor no vive solo de palabras y promesas
En ocasiones nos aferramos a las palabras y a las promesas que nos hacen, pero con el tiempo vuelan y desaparecen si no se ven acompañadas de acciones. El amor no se alimenta de palabra sino de hechos, no valen solo las caricias, sino la demostración de sentimientos en todos los sentidos.

“Pero un cariño no vive de palabras bonitas y promesas a la distancia”.

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Un amor construido sobre promesas que nunca se cumplen inevitablemente nos acabará decepcionando, por lo que debemos ser muy realistas en estas situaciones y ver lo que hay, no lo que queremos que haya. Si no existe una demostración de amor en todos los sentidos no hay amor.

El amor se da en el momento oportuno
A todos nos ha ocurrido que conocemos a una persona que es perfecta, es lo que buscábamos o esperábamos, pero no es el momento o el lugar oportuno. Se pueden dar miles de circunstancias, que esa persona viva en otra ciudad, que tenga pareja o que simplemente no queramos pareja en ese momento.

“Eres la persona perfecta en la distancia equivocada”

La distancia, el lugar, el momento, pueden ser los equivocados, por lo que se trata de aprender de esa situación, sacar una lección y continuar con nuestra vida. No sabemos lo que puede ocurrir en el futuro y esa persona perfecta podrá reaparecer o no.

Adriana – Es más fácil criar niños fuertes que reparar adultos rotos

Psicología/Raquel Aldana
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Las emociones desempeñan un papel determinante a la hora de convertir a un niño en un adulto feliz y exitoso. Sin embargo, si el desarrollo emocional de un niño se desvía, sufrirá como consecuencia una gran variedad de problemas personales y sociales a lo largo de su vida… En este caso criaremos niños vulnerables en lugar de niños fuertes.

Pero la verdad es que ser responsable de la educación emocional de los niños no es una tarea fácil. O sea, hacer entender a un niño que los sentimientos tienen tantas tonalidades como los colores aunque no las vean es algo cuanto menos complicado.

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La conciencia emocional como base de la fortaleza infantil
La conciencia emocional es el mejor vehículo para el cambio en nuestra vida. O sea, que tenemos que ser conscientes de lo que nos provoca sentimientos frustrantes y negativos o positivos y placenteros para encontrar aquellas maneras de fomentarlos, comprenderlos y controlarlos.

Si logramos esto, conseguiremos que los niños (y futuros adultos) sean capaces de tener sentimientos sobre sus propios sentimientos, es decir, serán niños fuertes. Esto, a pesar de que suena redundante, es importante a la hora de ser hábiles comunicadores emocionales y, por lo tanto, fortalecer nuestro yo interno y social.

Enseñar a los niños a observar, comunicar y aprender sobre sus emociones ayudará a su desarrollo y a su éxito vital. De hecho, en primera instancia, evitaremos que sean vulnerables a los conflictos de los demás.

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La importancia de la comunicación emocional
Un buen ejemplo de lo que puede suponer la adquisición de estas habilidades para criar niños fuertes lo encontramos en el libro “Inteligencia emocional para los niños” de Shapiro Lawrence:

Martin, un niño de seis años cuyos padres estaban atravesando un proceso de divorcio particularmente nocivo. El padre de Martin insistía en que él volara para ir a visitarlo a Boston todos los fines de semana, mientras su madre mantenía la custodia durante la semana en Richmond, Virginia. Martin apenas profería palabra durante el viaje de ida de dos horas y media e insistía en irse a la cama en cuanto llegaba a cualquiera de sus dos casas. Después de dos meses de este arreglo, Martin comenzó a quejarse de dolores de estómago y su maestra señaló que pocas veces hablaba con alguien en la escuela.

Durante la audiencia de custodia, el abogado de Martin le preguntó:

-¿Cómo te sientes visitando a tu padre todos los fines de semana?

-No sé – respondió Martín.

-Bueno, ¿estás contento de ver a tu padre cuando llegas a Boston? –preguntó su abogado, controlando sus propias emociones y tratando de no guiar a Martin hacia una u otra respuesta.

-No sé – volvió a responder Martin, con un tono monótono apenas audible.

-¿Qué me dices de tu madre? ¿Estás contento de vivir con ella durante la semana? – inquirió el abogado, dándose cuenta de que obtendría una sola respuesta de Martin durante el procedimiento.

-No sé –dijo Martin una vez más, y nada en su comportamiento sugería que sí lo sabía.

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Si privamos a nuestros niños de un correcto desarrollo emocional, entonces obtendremos como consecuencia la incapacidad de comprender y evolucionar de acuerdo a sus sentimientos y emociones.

Tal y como hemos visto claramente en el ejemplo, esto provoca un sufrimiento altísimo que no debemos permitir en nuestros niños. Y es que la capacidad de un niño para traducir sus emociones en palabras es indispensable para la satisfacción de las necesidades básicas. Si enseñamos a los niños a expresarse emocionalmente, poco a poco se irán formando niños fuertes.

Esto es así entre otras cosas porque las palabras que describen las emociones están directamente conectadas con los sentimientos y la expresión fisiológica y emocional de estos (por ejemplo, un niño debe saber que la angustia se asocia con una leve aceleración del pulso, un aumento de la presión sanguínea y gran tensión en el cuerpo).

Hay que cultivar el lenguaje emocional

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Si los niños crecen en un entorno que suprime los sentimientos y evita la comunicación emocional, es probable que los niños crezcan como personas emocionalmente mudas.

Así, si bien podemos aprender el lenguaje de las emociones durante toda nuestra vida, son las personas que lo hablan desde la juventud quienes se expresan con más claridad y, por lo tanto, se muestran más competentes emocional y socialmente hablando, lo que les abre puertas hacia el éxito vital y la consecución de sus anhelos.

Por lo tanto, queda totalmente justificada la “obligación” moral que todos tenemos de cultivar este aspecto vital en nuestros niños, pues solo criando niños fuertes, evitaremos tener que reparar a tantos adultos rotos por la soledad, la desconfianza y el desamor hacia sí mismos y hacia la sociedad.

Las personas felices no hablan mal de los demás

felicidad hablar bien

En lugar de obsesionarte con las críticas o de criticar a otros, dedica tu tiempo a mejorarte a ti mismo y a mejorar tu entorno. En la vida hay pocas cosas tan agotadoras como escuchar a una persona criticar a todas horas. Además de hacernos vivir en un pozo lleno de comportamientos negativos, nos acaba haciendo sentir muy mal. En definitiva, las palabras y las actitudes de un entrometido nos desgastan de tal manera que dejan nuestra mente devastada.

Cuando nos encontramos ante estas situaciones tenemos dos opciones: alejarnos o intentar ayudarles. Y es que, como ilustra la célebre frase del comienzo, no hay un indicio más acertado de pobreza emocional y vital que el hecho de que una persona dedique su tiempo y esfuerzo a criticar a los demás. Si estamos cerca de una persona criticona tenemos que tener muy presente la capacidad que tienen para intoxicar nuestras emociones, ya que pueden desequilibrarnos totalmente de manera sencilla.

En este sentido, vivir en paz no tiene precio, por lo que siempre debemos proteger nuestro espacio físico y psicológico. Hay que crearse una coraza de anticríticas no constructivas, pues digamos que las palabras solo hieren cuando te importa quién las dice, qué es lo que dice y cómo lo dice.

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10 cosas condenadas por la sociedad que los padres deben enseñarles a sus hijos

Rincón de la Psicología
Dicen que los hijos se parecen más a su generación que a sus padres. De hecho, el mundo y la sociedad se empeñan en moldear a los niños para convertirlos en adultos «en serie», a imagen y semejanza del resto, en un proceso a través del cual les arrebatan parte de su individualidad.

No cabe duda de que todos reflejamos la época que nos tocó vivir y la sociedad en la que hemos crecido. Sin embargo, los padres también pueden poner su granito de arena. Los valores y las actitudes que se aprenden en casa perduran, de una forma u otra, y pueden convertirse en tesoros muy valiosos que guíen a los niños hacia una vida más plena.

Las enseñanzas contracorriente que deberías transmitirles a tus hijos

1. A ser diferentes. En una sociedad que ensalza la estandarización, me gustaría que los padres les enseñaran a sus hijos el increíble valor de la diferencia. Que les explicaran que para ser diferentes no es necesario tatuarse, pintarse el pelo de tres colores o colocarse piercings en los sitios más insospechados sino a distinguirse por sus ideas, actitudes y opiniones. Los padres no deberían imponer sus criterios, sino motivar a sus hijos a buscar información y a pensar por sí mismos, deberían instarles a no seguir la tendencia ideológica de turno sino a formarse sus propias ideas, aunque difieran de la masa.
2. A respetar a los demás. En una sociedad que marcha a pasos agigantados hacia la deshumanización, me gustaría que los padres fueran capaces de enseñarles a sus hijos que no son el centro del universo y que no pasa nada por compartir el mundo con otros 7.300 millones de personas que tienen sus mismos derechos. Si los niños aprenden desde pequeños que sus decisiones, actitudes y comportamientos pueden matar las ilusiones y los sueños de los demás, se convertirán en adultos más sensibles. Por eso, me gustaría que los padres les enseñaran a sus hijos a tratar a los demás como les gustaría que les trataran. Con eso bastaría para que el mundo de mañana fuese un poco mejor.
3. A apasionarse. En una sociedad donde cada vez más personas viven con las cabezas metidas en las pantallas y pasan horas en mundos virtuales, me gustaría que los padres les enseñaran a sus hijos que el mundo que se puede oler y tocar está esperándoles, al alcance de su mano. Me gustaría que los padres alimentaran la curiosidad innata de los niños hasta convertirla en una auténtica pasión. No importa hacia qué, la botánica o la astrología, basta con que puedan entusiasmarse y vibrar por algo que enriquezca su vida y que esta no se limite simplemente al trabajo o a hacer y desear lo que hacen y desean los demás. Ese sería un regalo extraordinario.
 
4. A luchar por lo que quieren. En una sociedad que crea necesidades ficticias continuamente a través del marketing más agresivo, me gustaría que los padres les enseñaran a sus hijos a establecer sus propias necesidades, a saber cuáles son sus sueños y, sobre todo, a luchar por alcanzarlos. Me gustaría que los padres les dieran las herramientas para no darse por vencidos, que les enseñaran que cada error es un aprendizaje y que los pasos en falso en realidad les acercan a su meta. Los padres deberían enseñarles a sus hijos a luchar por sus ilusiones, a no dejárselas arrebatar por personas que están demasiado cómodas en su zona de confort y no quieren que los demás crezcan. Solo de esta manera, al final de sus vidas, podrán darse por satisfechos.
5. A asumir su responsabilidad. En una sociedad donde la responsabilidad se diluye nivel por nivel y todos la rehuyen como si fuera la peste, porque es más fácil culpar a los demás que hacer examen de conciencia, me gustaría que los padres les enseñaran a sus hijos a tomar las riendas de su vida y asumir la responsabilidad por sus acciones. Me gustaría que les enseñaran que muchas veces, para obtener algo, es necesario hacer sacrificios. También deberían enseñarles a no culpar al destino, a la suerte o a los demás por sus errores, y a pedir perdón cuando se equivocan.

6. A no juzgar a los demás. En una sociedad donde todo está perfectamente etiquetado y catalogado, donde la comparación se convierte en un arma de doble filo, es difícil no emitir juicios de valor. Sin embargo, me gustaría que los padres les enseñaran a sus hijos a no juzgar a los demás, a no creerse superiores y, sobre todo, a no burlarse de ellos. Nadie puede comprender realmente a otra persona hasta que no ha caminado con sus zapatos durante mucho tiempo. Por eso, educar a los niños en la aceptación y la comprensión les enseñará a ser humildes, pero también les preparará para defender sus derechos y no permitir que los demás pasen por encima de ellos.
7. A asumir riesgos. En una sociedad que nos ha transmitido la idea errónea de que podemos tener todo lo que deseemos sin renunciar a nada y con el mínimo esfuerzo posible, me gustaría que los padres les enseñaran a sus hijos que cada decisión siempre implica una renuncia, en uno u otro sentido, porque por cada camino que elegimos, siempre hay un camino que abandonamos. Los padres deberían enseñarles a sus hijos a aceptar que existe la posibilidad de perder, así dejarán de tenerle miedo al fracaso y podrán asumir nuevos desafíos con la menta abierta y el corazón dispuesto.

8. A ser flexibles. En una sociedad azotada por la rigidez, tanto a nivel político como religioso y de pensamiento, una lacra que provoca continuamente nuevos conflictos, me gustaría que los padres les enseñaran a sus hijos a ser flexibles, a comprender que todo está en continuo movimiento y que la inmovilidad es tan solo una falsa ilusión. Al enseñarles a ver la vida en movimiento también les animan a abrazar la incertidumbre, a abrirse a los acontecimientos y estar preparados para afrontarlos. De esta forma los niños también aprenderán a priorizar y sabrán cuándo es el momento de cambiar sus metas y redirigir sus esfuerzos en otra dirección.

9. A dar sin pretender nada a cambio. En una sociedad donde la mayoría de las personas piensan que una mano lava la otra y ambas limpian la cara, me gustaría que los padres les enseñaran a sus hijos a dar sin esperar nada a cambio, por el simple placer que implica ser generosos. No se trata de convertirlos en personas serviles, sino en enseñarles el increíblevalor de la generosidad y de estimular el deseo de compartir. También se trata de enseñarles su valor como personas, para que no se dejen comprar, sobornar ni pretendan pasar por encima de los demás.
10. A asumir que la vida no es justa. En una sociedad que muchas veces premia a quien menos lo merece y que destilapositivismo ingenuo, me gustaría que los padres les enseñaran a sus hijos el valor del realismo, que les enseñaran a levantarse cada vez que caen. Educar en la resiliencia significa enseñarles que la vida no siempre será justa, pero a pesar de ello vale la pena seguir avanzando porque esos reveses pueden hacerles más fuertes. De esta forma aprenderán a no lamentarse cada vez que surja un problema sino que pondrán manos a la obra para encontrar una solución.

Por supuesto, el camino no es sencillo y es probable que te equivoques mientras lo recorres pero lo más importante es educar desde la humildad, el respeto y el amor, teniendo en cuenta que una vez que una mente se abre a una nueva idea, jamás vuelve a ser la misma. Por tanto, disfruta de tus hijos e intenta sacar la mejor versión de ellos, esas cualidades que los hacen únicos y especiales.

Primera prueba directa de que la amígdala reacciona rápido frente al miedo

Es capaz de extraer información de manera ultrarrápida respecto a posibles amenazas que aparecen en la escena visual, revela una investigación de UCM-UPM
Por primera vez, un equipo internacional de científicos liderado por investigadores del Campus de Excelencia Internacional Moncloa (UCM-UPM) ha demostrado que la amígdala cerebral humana es capaz de extraer información de manera ultrarrápida respecto a posibles amenazas que aparecen en la escena visual. Con el estudio de amígdalas de pacientes que tenían implantados electrodos en estas regiones para diagnosticar epilepsia, los investigadores han conseguido nuevos datos sobre cómo viaja la información entre el circuito visual y el emocional. El trabajo se publica en «Nature Neuroscience».

Imagen cerebral en la que aparecen coloreadas la amígdala (azul) y el hipocampo (amarillo). Imagen: Stephan Moratti. Fuente: UPM.
La amígdala es una estructura clave en el procesamiento de las emociones que forma parte del sistema límbico. A diferencia de la corteza –parte externa que cubre los dos hemisferios y donde se localizan las funciones cognitivas superiores como el procesamiento visual o el lenguaje–, la amígdala se sitúa en la parte interna del cerebro.

“Su localización es privilegiada; es una de las estructuras más populares, al conectar y recibir conexiones de varias áreas en distintos niveles, y ser capaz de desencadenar cambios fisiológicos o respuestas del sistema nervioso autónomo”, explica Constantino Méndez-Bértolo, investigador del Campus de Excelencia Internacional Moncloa de la Universidad Complutense y la Universidad Politécnica de Madrid. Sin embargo, esta ubicación, en la parte interna del cerebro, dificulta su estudio con las técnicas de habituales de neuroimagen.
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El retrato familiar

http://nodejardeleer.blogspot.com.es/2016/03/el-retrato-familiar.html

El retrato familiar

fernando botero

El retrato familiar es un estudio que recoge en un

solo cuadro las manifestaciones más importantes

de una familia.

Cuando se produce una situación persistente de estrés,

cada miembro de la familia enferma en su propio

momento y de acuerdo con su propia vulnerabilidad.

De ese modo, el cardiólogo tratará al hipertenso;

el endocrinólogo, al diabético; el psiquiatra,

al psicótico o al deprimido, mientras que la maestra

maneja los problemas escolares.

El retrato familiar

es el instrumento para colocar todas esas anomalías

en un solo paquete.

El retrato familiar incluye las morbosidades en las

tres vías de expresión psicosomática: sea el cuerpo,

sea la mente o sea el comportamiento.

Pero, al mismo

tiempo debe incluir las manifestaciones positivas.

Es decir, no solo lo enfermizo y negativo, sino

también las fortalezas de la familia, y de cada uno

de sus miembros.

El retrato familiar es el mejor instrumento para evadir

la trampa de señalar a un miembro como enfermo,

y el resto de la familia como sana.

El genograma es la base para diseñar un retrato familiar,

y comprende tres ‘tomas’:

  1. a) La primera toma comienza por la familia de

origen de cada progenitor. Pueden servir las

siguientes preguntas:

¿Cómo funcionaron sus tres vínculos centrales?

¿Cuáles pérdidas se produjeron?

¿Cuáles agendas inconclusas existen?

¿Cuáles realizaciones de la familia de origen

son motivo de orgullo?

¿Cuáles son las fortalezas de estas familias?

  1. b) La segunda toma revisa la familia actual. Las

preguntas pueden ser las siguientes:

¿Cuál es la situación de los tres vínculos centrales?

¿Cuáles pérdidas se han producido?

¿Cuáles realizaciones existen entre sus miembros?

¿Cuáles son las fortalezas de esta familia?

  1. c) La tercera toma revisa el proyecto futuro de

cada miembro de la familia actual. Cada miembro

debe decir sus expectativas para dentro de

diez años.

¿Qué edad tendrá cada miembro dentro de diez

años?

¿Cuál será el oficio y el estado civil de cada

uno?

¿Cuántos hijos tendrán?

¿Cuál será el lugar de residencia?

¿Cómo manejará cada cónyuge ese nuevo escenario?

Esta visión de futuro es útil para que los progenitores

enfrenten la realidad de la salida de los hijos,

y la importancia de la relación de pareja:

¿Tienen proyectos propios?

¿Podrán sobrevivir al destete?

¿Podrían sufrir el síndrome del nido vacío?

El retrato familiar tiene indudables ventajas:

  1. a) En primer lugar, contribuye a que la familia

construya una nueva visión de su realidad. Desde

que se descubre que todos se enferman, cada cual

de acuerdo con su particular modo de enfermar,

desaparece el mito de que uno solo de ellos sea

el ‘paciente’. Si todos enferman es porque la situación

es un mal general, solo que cada cual revienta

por su punto más débil.

  1. b) Otra ventaja es que se descubren tesoros familiares

que normalmente pasan inadvertidos, tanto

del paciente, como de su familia.

  1. c) Finalmente, la familia aprende a vincular los síntomas

con el estrés familiar. La gripe, el tumor,

la jaqueca, el sangrado, la fiebre o el episodio psicótico

pueden relacionarse con un mismo evento

familiar. Cada uno revienta por su punto más débil

Los Vínculos Familiares-Una psicopatología

de las relaciones familiares

-José Dunker

Filósofo Explica por Que Siempre escogemos a la pareja Incorrecta

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Todo parece miel sobre hojuelas durante las primeras épocas de noviazgo: dos personas que se complementan, se respetan y se aceptan tal como son deciden un buen día irse a vivir juntos sin saber que están a punto de embarcarse en una de las aventuras más dramáticas de otredad a las que un ser humano se puede enfrentar: el matrimonio.

La historia de la institución matrimonial se ha regido por fines económicos y sociales como un acuerdo para ampliar el poder o la influencia de una familia mediante un contrato (de ahí también la palabra «alianza»). No fue sino hasta hace relativamente muy poco en la historia humana que los hombres y las mujeres hemos podido decidir libremente vivir en pareja, más allá de los presupuestos ideológicos de nuestras familias o las obligaciones económicas y sociales (aunque no en todos los países del mundo y en todas las comunidades ocurre lo mismo).

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Adriana – La Culpa

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¿Tiene la culpa la culpa? Decálogo para liberarnos del remordimiento.

brujula

1.-“Una persona que se siente culpable, se convierte en su propio verdugo”, dijo Séneca. En realidad, el policía, el juez y el verdugo los llevamos dentro. A veces el egocentrismo nos lleva a la falsa y dañina ilusión de que somos los mayores responsables de las catástrofes de los que nos rodean.

2.-“Los remordimientos llevan al hombre a morder”, pensaba Friedrich Nietzsche. Y más que a morder a morderse y remorderse a sí mismo por el juicio de “su falta”.

3.-Los sentimientos de culpa funcionan como una especie de brújula que nos indica si nos movemos o no hacia el norte de lo moralmente aceptable. Pero, ¿qué pasa si esa brújula está estropeada? ¿Qué pasa si desviarnos del norte, ser buen niño o buena niña para mamá y papá, o para la religión, sólo significa que empezamos a actuar bajo el criterio del adulto que somos hoy?

4.-La culpa duele horrores. A veces preferimos sentir la rabia de la frustración al dolor de la culpa. Un ejemplo frecuente se ilustra con el razonamiento: “No dejo a mi pareja aunque no me satisface, porque prefiero las dosis de rabia de cada día y vivir en la queja, antes que sentir remordimientos por la ruptura”.

5- La culpa puede funcionar como un freno para el crecimiento. “Me quedo funcionando como niñ@ complaciente de mamá, en lugar de salir de casa y realizarme como adulto”. Detrás de esta decisión está el miedo a la culpa por desobediencia, por miedo a ser desleal al contrato con la madre.

6.-Aprendamos a regular esa brújula de la culpa. La responsabilidad del bienestar de los demás no debe recaer sobre nosotros. Desactivemos el programa de “niñ@s buen@s” que nos instalaron a much@s en la infancia.

7.- «Hay un remedio para las culpas, reconocerlas”, escribió Franz Grillparzer. ¿Y si la brújula está regulada y, aún así, nos desviamos del camino? Cuando el remordimiento responde a una “salida del tiesto” reconocida, el primer paso para aliviarla es ser conscientes de qué “parte de nosotros” (subpersonalidad o personaje interno) actuó contra los principios establecidos y para qué lo hizo. Quizás encontremos en las respuestas, necesidades insatisfechas o reconozcamos carencias que hasta entonces estaban en el plano de lo inconsciente.

8.-El antídoto contra la culpa es la disculpa. Reconocer con humildad nuestro error, puede conducir como un primer paso, al entendimiento, a la comprensión y al perdón. Si la parte ofendida no acepta la disculpa y se ancla en el resentimiento, al menos habremos actuado a favor de la paz.

9.-El segundo paso para fulminar un remordimiento es la compensación. “Como en las deudas, no cabe con las culpas otra honradez que pagarlas”, sentenció Jacinto Benavente. Haz un regalo significativo (anónimo o no) a la persona ofendida, ello ayudará a liberarte de la culpa.

10.- Como escribió Gibran Jalil Gibran,“El infierno no está en el remordimiento, está en el corazón vacío”. Con un corazón lleno, nuestros actos se dirigirán hacia el amor. Si en el jardín de nuestro corazón sembramos cada día semillas de autoestima y las regamos con lluvia de conciencia, abundarán flores de bondad para dar y regalar a los demás en todas las estaciones.

Carmen Guerrero

10 señales que indican que no te amas lo suficiente

Rincón de la Psicología
La vida es demasiado corta como para malgastarla preocupándose excesivamente por lo que piensan los demás. Cuando nos sentimos seguros de nosotros mismos y proyectamos una imagen de confianza y serenidad, son las otras personas quienes desean estar a nuestro lado. Al contrario, cuando buscamos desesperadamente su aprobación terminamos convirtiéndonos en una persona sin carácter, que no sabe lo que quiere y cuya felicidad depende de los otros.
Por eso, es importante mantenerse atentos a esas sutiles señales que indican que no nos amamos lo suficiente, indicadores de que no nos aceptamos tal como somos, quizá porque nos sentimos inadecuados o creemos que no somos lo suficientemente buenos.
Sin embargo, recuerda que para que los demás te acepten, primero debes aceptarte; para que los demás te amen, primero debes amarte. El trabajo empieza por casa.

Una persona que no se acepta, no logra amarse

1. No te sientes libre para ser quien eres. Si no crees que eres lo suficientemente bueno, es probable que no te sientas libre para mostrarte tal cual eres porque te avergüenzas, como resultado, gastas una cantidad enorme de energía intentando ser una persona que no eres, solo para agradar a los demás y obtener su aprobación.
2. No pasas tiempo a solas. Si siempre necesitas estar rodeado de personas, porque no te sientes bien a solas, es probable que en el fondo te sientas incómodo contigo mismo y te moleste lo que encuentras cuando buceas en tu interior. En ese caso, tendrás que aprender a valorar y disfrutar de tu compañía.
3. No expresas tus ideas. Si te pliegas a menudo a las opiniones de los demás, aunque no estés de acuerdo con ellas, es probable que en el fondo se esconda una falta de autoestima. Quizá crees que tus ideas no son lo suficientemente interesantes como para ser tenidas en cuenta, o temes expresarlas.
 
4. No te mimas. Dentro de nosotros habita un pequeño niño que necesita ser consolado y mimado a cada rato. Cada vez que te mimas y te das un pequeño capricho, te estás diciendo que te consideras una persona valiosa, digna de esas pequeñas satisfacciones, si no lo haces, es probable que no te sientas bien contigo mismo.
5. No valoras tus logros. Muy pocos logran ser Premios Nobel, pero cada persona es valiosa y aporta algo en el entorno en el que se desenvuelve. Si no logras ver tus logros, es probable que se deba a que no te amas lo suficiente y tiendes a menospreciar cada cosa que consigues.
6. Te tratas con demasiada rudeza. Ser críticos con uno mismo es bueno, nos permite identificar nuestros errores y crecer. Sin embargo, ser excesivamente rudos en nuestros juicios, hasta el punto de denigrarnos, simplemente indica que no nos amamos y nos estamos castigando por ser quienes somos.
7. No cuidas tu cuerpo. El cuerpo es nuestro templo, no debemos obsesionarnos con tener una figura perfecta pero tampoco debemos descuidar la práctica de actividad física y la dieta. La falta de cuidado personal a menudo indica una falta de amor más profunda, señala que no consideramos que somos lo suficientemente buenos como para dedicarnos tiempo y esfuerzo.
8. No te motivas. Todos podemos fallar, pero la diferencia entre quienes logran sus objetivos y quienes se quedan a mitad radica en su autoconfianza y en su capacidad para motivarse cuando las cosas van mal. Por supuesto, no se trata de convertirse en optimistas ingenuos, pero sí de encontrar esas teclas que nos motivan y aprender a pulsarlas cuando necesitamos una dosis extra de motivación.
9. No confías en ti. La autoconfianza es fundamental para desarrollar una autoestima sana. Las personas que no se aman lo suficiente normalmente tampoco son capaces de confiar en sus capacidades y se menosprecian con frecuencia. Por tanto, si a menudo te dices que no puedes lograrlo o que no eres capaz, esas son señales de alarma de que necesitas cambiar la relación que mantienes contigo mismo.
10. No te abres a los demás. Las personas que no se aman lo suficiente normalmente tienen problemas para abrirse a los demás y entregarse completamente en las relaciones. Como piensan que no son merecedoras de amor, se encierran en un caparazón, para que nadie pueda descubrir esa falta de estima.